Argentina no encontró el camino

Más allá del resultado y de la derrota, la Argentina muestra una versión renovada, distinta a la de los últimos años. Se ponen en la cancha jugadores de buen pie, se buscan en el terreno, tocan y combinan, aceleran, llegan a posiciones de gol…

La propuesta argentina es atractiva. Roberto Pereyra, Angel Di María y Erik Lamela tuvieron 20 minutos, los iniciales, muy buenos. Con combinaciones y posesión de la pelota, lograron dominar a Brasil y generar un fútbol intersante. Messi se acopló por momentos, a Aguero le costó más meterse en el circuito.

Después vino el bajón, el desequilibrio entre líneas y Brasil que emparejó el juego. Un Brasil muy poco emparentado con su riquísima historia. Este equipo tiene el sello de Dunga: marca, muerde, raspa. Achica espacios en todo momento. Aprieta a los centrales argentinos a la hora de la salida. Y supo aprovechar al máximo su primera oportunidad: Un centro desde la derecha, Zabaleta que va a la posición de Federico Fernández para cabecear los dos la misma pelota, salta primero el central ex Estudiantes, corto a la derecha, la recibe el centrodelantero Diego Tardelli y su remate cruzado es muy bueno: 1 a 0 para Brasil a los 23.

Arg Bra en ChinaEntonces llegó el desorden producto del ímpetu por buscar la igualdad. Las ganas de revertir el marcador. Y los espacios que se abrían en defensa. Una contra de Neymar pudo haber ampliado el marcador, pero el delnatero de Barcelona definió con un exceso de suficiencia y desperdició la chance del 2 a 0…

Una contra de Argentina le abrió una posibilidad inmejorable: Danilo trabó en el áarea, Di María cayó y el árbitro compró el penal. Pero Jefferson estuvo seguro y detuvo el remate de Messi.

El segundo tiempo fue otro partido. Más abierto, de ida y vuelta, con una Argentina más lanzada al ataque y desprotegida ante las contras verdeamarelhas. Y creció el equipo de Dunga al compás de Oscar, Neymar y las proyecciones de Danilo y Filipe Luis.

Martino intentó cambiar con Higuaín y Pastore por Aguero y Lamela. Por los rendimientos de los reemplazados, los cambios son irreprochables. Lamela se diluyó con el paso de los minutos y el Kun tuvo un primer tiempo inexpresivo.

Pero se hizo más complicado: Corner de Oscar, cabezazo de David Luiz, rebote y aparece otra vez Diego Tardelli para marcar el 2 a 0.

Arg Bra en China IIInjusto, puede ser. Pero el fútbol a veces es doloroso por eso. Y también ma-ra-vi-llo-so. Porque ese es el encanto de este deporte, el más hermoso de la tierra. El encanto está en que pueden salir partidos geniales o aburridos, y el resultado puede ser amplio, cerrado, justo o injusto. Irrepetible en otros ámbitos.

Lo importante, a partir de ahí era no desordenarse ni comerse una goleada inmerecida. Porque el fútbol también es eso: eficacia. Y Brasil que perdía 5 a 0 con Alemania y estaba para comerse una goleada histórica y mayor que la que sufrió en la semifinal del Mundial, estaba con ganas de vengarse…

Era difícil entrarles. Se defendían como cualquier equipo del mundo. Con mucha gente atrás, y sin ninguna verguenza. Y no se podía entrar…

Neymar tuvo dos oportunidades para ampliar el marcador, además de la del primer tiempo. Una definió alto, sólo ante Romero y en la otra se demoró en el remate.

Pero hubiera sido injusto. Más aún, irreal.

Argentina perdió, aparecieron las voces críticas y las “viudas” de Sabella, que ignoran las circunstancias que rodearon a la selección y le allanaron el camino que le permitió llegar a la final del Mundial. Empezó un nuveo ciclo, con una propuesta noble y ofensiva. Creemos en ella.

Hernan en Estadio Kempes II

 

Hernán O’Donnell