La ilusión de Argentina terminó envuelta en dudas

Aparecieron los fantasmas cuando parecían desterrados. Los primeros 45 minutos de Argentina fueron buenos, positivos, para mantenerlos frescos en la memoria y apelar a ellos para continuar este camino. En ese lapso se vio lo mejor del equipo de Martino: rápido, concentrado, dinámico y ofensivo. Argentina tuvo la pelota y la iniciativa. En ese contexto fue y fue. Y presionó al rival hasta hacerlo equivocar. Jugó en campo rival, se volcó al ataque y un error defensivo de Paraguay fue bien capitalizado por Sergio Aguero y a los 12 minutos se puso en ventaja.

Arg vs Par IParecía que la tarde noche se abría. Porque además, Argentina mantenía el ímpetu y el manejo del partido. Metido Leo Messi, bien los laterales en las subidas, correcta distribución del balón. Penal a Di María y Messi estira la ventaja al 2 a 0. Otro penal (no sancionado) a Leo Messi indicaba que la albiceleste estaba para más. Y se presagiaba una tardecita óptima, para entrar tranquilos a la noche…

Arg vs Par IITodo iba a cambiar en la segunda etapa. Argentina entró relajada, tal vez confiada. Y se empezó a apagar. A desdibujar, a perder el balón y a no poder mantener el control del juego. Creció Paraguay, al compás del manejo prolijo de Néstor Ortigoza. El volante de San Lorenzo, con su ubicación, buen manejo y claridad de juego, creció hasta volverse la figura de la cancha.

Un pase suyo, seco y preciso le permitió a Nelson Haedo recibir con tranquilidad y rematar fuerte, para achicar el marcador. 2-1 para mantener la esperanza.

Paraguay mostró caracter, se adelantó en el campo y sobre el final un tiro libre perfecto de Ortigoza para el centro del área, cabezazo, y remate para el empate de Lucas Barrios.

2 a 2 y sorpresa en La Serena. Paraguay se abrazó al empate y lo celebró con euforia. Argentina lo tenía, o creyó tenerlo luego de 45 minutos de esperanza. Pero se quedó, perdió la brújula y la tarde que parecía soleada e iluminada terminó en una noche llena de dudas y confusión.

Hernan en Estadio Kempes

 

Hernán O’Donnell