Las estrellas salvaron la noche

Un partido muy distinto al de Bolivia; un rival, México, que también está en un proceso de renovación, que inicia un camino nuevo, con el reemplazo de Miguel “Piojo” Herrera (despedido tras un incidente con un periodista) por el Tuca Ferretti, hombre que supo guiar a Tigres hasta la final de la última edición de la Copa Libertadores de América, pero que mantiene el estilo desde hace muchos años: vistoso, prolijo, con salida limpia y clara desde el fondo y ataques verticales impregnados de alta velocidad.

La Argentina presentó un equipo diferente al del primer encuentro de esta gira; con la inclusión de Messi desde el inicio y todo lo que eso significa. Más la esperada sociedad con Carlos Tévez. Y la posibilidad dada a Angelito Correa, la nueva joya del fútbol argentino, para que tenga roce con dos pesos pesados del fútbol mundial.

Pero a esta idea le faltó acompañamiento. La línea de 4 clásica, Roncaglia, Demichelis, Otamendi y Rojo, está bien; es la mejor forma para cerrarse: con cuatro hombres en el fondo. La dificultad, creemos, se reveló en la mitad de la cancha: tres volantes centrales (Gago, Mascherano y Banega), desconectados de las tres figuras de ataque. Le costó a la selección el traslado. Le costó encontrarse en los circuitos de juego. Bien Gago en el pase entre líneas, siempre en la búsqueda de Messi. Pero el equipo no tuvo conexión. Y si bien manejó el balón, no pudo traducirlo en la diferencia.

Arg vs Mex II

México, en cambio, se mostraba más práctico. A los 12, un remate de Guardado fue un aviso. A los 19 minutos llegó la apertura del marcador. Otamendi derriba a Jiménez en el área y el penal es bien facturado por “Chicharito” Hernández. 1 a 0 y el partido que podía complicarse.

Argentina empezó, a partir de entonces, a sumarle intensidad al atque. Y llegó varias veces; en un remate de Correa, que se fue alto, tuvo una oportunidad de igualar. Pero el primer tiempo se cerró con la ventaja para México y el segundo lo encontró al tricolor con la dulce tentación del contraataque: a Los 48 minutos, tras un rebote, el balón le quedó a Andrés Guardado y su remate se fue al lado del palo derecho. A los 58 minutos, un remate de Jiménez se fue muy cerca. Y a los 69 llegó el gol de Herrera. Parecía una noche negra de Argentina.

Arg vs Mex III

Pero, no. No iba a ser. El equipo sacó lo mejor que puede presentar un deportista cuando la mano viene cambiada: vergüenza, coraje, rebeldía. Y creció al ritmo de Leo Messi. Y propuso Martino con 4 cambios juntos: los ingresos de Lavezzi, Agüero y Pereyra para refrescar la gestación y el ataque, más la inclusión de Kranevitter para que se retrase Mascherano a la zaga y a partir del volante de River se genere la gestación de fútbol.

Y el ataque tuvo su premio. A los 84, Lavezzi corrió una pelota que parecía perdida, pero el error del arquero mexicano, quien salió lejos y no la pudo controlar, le dio el premio al ex hombre de San Lorenzo: la controló sobre el fondo y lanzó un centro atrás, al borde del área chica para que el “Kun” Agüero la empuje al gol. El resultado ya estaba más cerca. Y creció Argentina, con toda esa fuerza que le da la jerarquía de sus estrellas. A los 88 otra vez una combinación de cracks salvó la ropa. Agüero lo vio entrar a espaldas de los zagueros a Leo Messi y le colocó un delicioso pase de cuchara para que Leo dominara con el pecho, girara y rematara al gol. Todo en un solo movimiento. Golazo para sellar el empate.

Igualdad que no le quedó mal al partido, que en un momento se vio lejana, porque México había facturado muy bien sus ataques y parecía que Argentina no encontraba el camino. Pero, con este equipo y estos jugadores siempre hay que tener cuidado. Porque aunque la noche parezca negra, siempre pueden aparecer sus estrellas.

Album Fotos 5 Julio-Agosto 2014 453

 

Hernán O’Donnell