Se abrió el juego y todo quedo abierto

un viernes muy atractivo

Otra edición en marcha de la Copa Davis; otra vez, como desde 2006, el Estadio Mary Terán de Weiss alberga las ilusiones argentinas…

El público que se hizo presente desde temprano; la banda de música, la presentación de los jugadores y el cálido sol de septiembre que anticipa la primavera que ya viene…Por eso nos levantamos muy temprano, tomamos la General Paz rumbo al sur.

El embotellamiento en la salida de Avenida Roca; la intención de ganar tiempo: decidimos cruzar Puente La Noria y tomar la rotonda, para retomar el camino… y la rotonda que está cerrada (vaya uno a saber por qué) y el desvío hasta el nacimiento de Lomas de Zamora…Otra vez la General Paz, Avenida Roca y ya estamos en el Estadio.

Allí está Juan Martín Del Potro: pasa el primer examen, más contra sí mismo que contra el irregular Stepanek. Un primer set equilibrado, un poco más dominante en el segundo y más accesible aún en el tercero.

Pasó el suplicio, Aunque Stepanek crea que ” Del Potro estaba bien, no le noté ningún problema físico, lo vi sano, sin ningun tipo de problema, aprovechó todas sus oportunidades, creo que se dijo eso para armar un poco de revuelo antes de la serie”.

Del Potro, en cambio señaló: “Ojalá estuviera sano. El partido fue muy duro, y a medida que pasaba se podía complicar. Por suerte terminó en tres sets”.

Y agrgeó: “No quiero pensar en la lesión. Lo más importante es que Argentina logró el primer punto”

Después llegó el turno de Mónaco, su esfuerzo y el partido que se escapó en el quinto set, aunque muchos creemos que, en realidad, se fue en el cuarto. “Le agradecí a la gente su apoyo, que fue conmovedor. Ellos me levantaron y me llevaron a pelear el quinto set, que estaba perdido. Me gusta jugar con el público, y les agradezco el apoyo incondicional que me dieron”.

Berdych igualó la serie y va en el dobles con Stepanek. Checa se juega todo; quiere dar el golpe y va por más.

El equipo de Jaite no se queda atrás. La serie quedó abierta, y promete un nuevo capítulo en un sábado de superacción.

 

Hernán O’Donnell