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Argentina y Uruguay empataron en la intensidad del Clásico

Argentina jugó bien el primer tiempo. A pesar de que se fue al descanso con una derrota parcial por 0-1; porque Uruguay sólo fue el gol. Antes y después del tanto, la “Celeste”, vestido todo de blanco para la ocasión, se dedicó a replegarse en su campo, achicar espacios y contener a la “Albiceleste”, todo de azul en el partido en Tel Aviv.

La Argentina se acomodó con un esquema que se repite: línea de cuatro, tres volantes (De Paul, Paredes y Acuña) y tres delanteros, Messi, Dybala y Aguero, que rotaban, con la excepción del “Kun” que se mantuvo casi todo el tiempo como extremo por izquierda.

Con la salida permanente de Renzo Saravia, el equipo de Scaloni armó sus maniobras por el sector derecho. Allí iba el lateral, se asociaba con De Paul, Messi y Dybala. Y por ahí buscaban doblegar a un Uruguay agazapado, que debió reemplazar a Coates muy temprano, y con el ingreso de González midificó la defensa, pues el ingrsado se ubicó como lateral derecho, pasó Martín Cácers de primer central y Godín se corrió como central por izquierda.

En la mitad de la cancha, el equipo de Tabárez ponía a Matías Vecino para cortar y muy cerquita a Federico Valverde para enlazar con los de arriba. Suárez, aislado por derecha y Cavani cerca siempre de Paredes, no pesaban en el ataque. Se iba el primer tiempo con una mejor imagen de Argentina hasta que a los 34′ Torreira tomó un rebote sobre la medialuna de la defensa argentina, abrió muy bien a las espaldas de Tagliafico para la entrada de Suárez por derecha, los centrales Otamendi y Pezzella también habían salido apresurados, miraron más a Torreira, la pelota y el pase abierto que los hombres que se ubicaron a sus espaldas, Cavani y Vecino. Suárez, que había recibido a espaldas del lateral del Ajax, envió el centro para el ingreso de los dos hombres descuidados. Y Cavani, cerca del área chica, derrotó a Andrada. 0-1, y lo que quedaba del primer tiempo se fue entre pierna fuerte y un buen tiro libre de Messi que atajó Campagna.

El segundo tiempo tuvo un libreto parecido. Una Argentina que controló el balón, que salió incluso unos metros más adelante y que intentó tocar y tocar hasta que aparecieran los espacios para abrir a la sólida defensa uruguaya. Sin embargo, encontró la igualdad en una pelota parada. tras una falta a Marcos Acuña, Leo Messi se encargó del tiro libre desde la banda izquierda y lanzó un centro corto, medido, exacto, a la cabeza de Sergio Aguero, que con un golpe del parietal derecho le cruzó el balón a Campagna y marcó el 1 a 1 a los 62′ de juego.

Poco duró la alegría. Uruguay salió y tras un foul de Pezzella a Suárez, el delantero de Barcelona se hizo cargo del mismo y metió un remate muy fuerte, alto, pero al medio del arco, que Andrada no pudo despejar y su mano se dobló ante el impacto. 1 a 2 para Uruguay a los 68′.

Argentina, que jugaba un poco mejor, que tenía intenciones ofensivas y proponía buscar el partido, otra vez se encontraba abajo en el marcador. Tenía que salir, ahora ya faltaban veinte minutos y el equipo de Tabárez armó adelante de su línea de cuatro defensores, una muralla de cinco volantes con el ingreso de Bentancur para mover los hilos y buscar a Suárez para el contragolpe.

Los cambios no le habían dado resultado a la Argentina. Con la salida de Acuña perdió fuego en la banda izquierda, con el retiro de Paredes perdió manejo y lanzamientos en la mitad de la cancha…si fue positivo Nicolás González y más tarde Lautaro Martínez para potenciar el ataque, pero se iban los minutos y el partido se perdía.

Pero tanto insistió, que sobre el cierre la “Albiceleste” tuvo su premio. Centro para Aguero en el cierre del match, la pelota que pega en el brazo abierto de Cáceres y el penal que convierte Leo Messi cuando se jugaban 90′ del partido. El 2 a 2 quedaba sellado, los minutos adicionales se fueron entre alguna escaramuza y el cansancio de quienes ya habían dado todo.

Hubiera sido injusto que la Argentina perdiera. Había hecho más por el partido, y en dos llegadas (las únicas) Uruguay se lo había complicado. pero tanto insistió, tanto buscó, que al final la suerte le sonrió.


Hernán O’Donnell

El viejo Clásico del Río de la Plata vuelve a vivir otra edición

Es uno de los clásicos más viejos del mundo del fútbol. Sólo superado, quizás por Inglaterra vs Escocia. Después, no hay partido en el planeta que encierre tanta historia, tanta tradición, tantas leyendas, tantas rivalidades. Con sólo decir que tiene más de 100 años de enfrentamientos y que protagonizaron la primera final de la historia de la Copa del Mundo de la FIFA, es suficiente. Argentina y Uruguay se vuelven a enfrentar y aunque lo hagan en tierras lejanas, es un partido con tanta tradición que se lo vive, como siempre, de una manera muy especial.

La tarde previa, como es habitual en el protocolo que marca los partidos de la FIFA, se realiza la conferencia de prensa de los entrenadores; Lionel Scaloni, DT de la Argentina, señaló: “Aún no tengo confirmado el equipo, vamos a esperar un poquito más. Nos tomaremos medio día más. Quiero sacar un equipo fresco, que esté al cien por ciento para el partido; está claro que Lionel Messi y Sergio Agüero van a jugar. Pero no me atrevo a confirmar mucho más, recién pasaron 48 horas del partido que jugamos con Brasil”.

Así como no confirmó el equipo, tuvo palabras de elogio hacia Uruguay: “En principio la valoración que tengo por ellos es la máxima; es una de las mejores selecciones del mundo. Tiene una buena mezcla de juventud y jugadores con experiencia de primer nivel. No perdió este año. Sabemos que son peligrosos. Soy un admirador fiel de la idiosincracia del futbolista uruguayo, tengo muchos amigos uruguayos y se como se identifican, igual que lo hacemos nosotros. Tienen un entrenador al que admiro, y creo que el camino que tenemos que recorrer es un poco lo que ellos iniciaron hacen algunos años. Imaginamos un partido muy duro, muy difícil, igual que contra Brasil. Hasta diría que, de algún modo aún es más difícil que contra Brasil. Pueden jugar con dos delanteros o un delantero y dos bandas o tres volantes atrás. Como sea, va a ser un partido muy difícil”, definió.

“Es el último amistoso previa las eliminatorias, podemos tomar el atrevimiento de ver a algún futbolista más”, agregó el coach argentino.

De todo el camino recorrido, el análisis de Scaloni es satisfactorio: ” “El balance es positivo. Intentamos sumar nuevos futbolistas en la Selección. Creo que formamos una buena base con jugadores que ya habían vestido la camiseta argentina”.

“Lo importante es jugar contra grandes selecciones. Cuánto más difíciles sean los rivales, mejor. Estamos satisfechos con los equipos que nos tocaron enfrentar en estos partidos amistosos”, opinó sobre la categoría de los adversarios ocasionales.

Así lo observa el DT argentino. En Tel Aviv se jugará otra versión del añejo clásico del Río de la Plata. Un partido con demasiada historia como para perderseló.


Hernán O’Donnell

Argentina hizo valer su juego colectivo y se llevó un triunfo merecido ante Brasil

Una constelación de estrellas, encabezada por Lionel Messi, iluminó la noche de Ryad y se desparramó por todo el planeta fútbol. Los amantes del deporte más popular, esa enorme tribu de seguidores, de fanáticos, de amantes y entendidos, se congregaron una vez más en un estadio y ante las pantallas de televisión y cualquier otra plataforma que le sirva de transmisión, para vivir, vibrar y gozar del Clásico más fuerte que existe entre selccionados del mundo.

Los minutos iniciales fueron de Brasil. Arthur se adueñó de la pelota, y se sumó a los delanteros, como Gabriel Jesús, Firmino y Willian, que volcaron el juego hacia el arco de Andrada. Una mala salida de la defensa argentina generó una situación de peligro; enseguida llegó un penal indiscutido para Brasil por infracción a Firmino, que Gabriel Jesús desperdició al enviar su remate fuera del arco de Andrada. Iban 9′ y el partido seguía 0 a 0.

Pero no había respiro; un arranque de Messi por derecha, entrada profunda, y el toque de Alex Sandro dentro del área. Ahora la Argentina tenía un penal a favor. Ejecutó Messi, atajó Alisson Becker y del rebote Leo marcó el 1 a 0 a los 13′ de juego.

El partido había arrancado a toda orquesta, con un ritmo fuerte, intensidad en el juego y llegadas a los arcos. A partir de la ventaja, Argentina se paró un poco más atrás. Solo para fabricar espacios y sobre poblar su campo cuando Brasil atacaba, así le achicaba terreno y le dificultaba sus intentos de toques y elaboración de juego. Pero cuando Brasil salía desde su arco y buscaba iniciar el juego con toques cortos hacia Militao, Thiago Silva o Casemiro, Argentina apretaba bien arriba.

Así, el partido continuaba con una trama interesante. Cayó un poco el ritmo vertiginoso del inicio, pero era muy rico el esquema que proponía la Argentina.

Brasil tuvo una par de aproximaciones; un desborde de Danilo con remate cruzado incluido, una mala salida que derivó en una intercepción de Willian pero que no pudo aprovechar, y la Argentina respondió al final con un contraataque de Messi, con el sello de “Lio”, ese arranque rápido y dominante que es su sello distintivo, pero cuando sacó el remate, fue controlado por ese excelente arquero que es Alisson Becker.

Y de esa manera se cerró un primer tiempo muy bien jugado, acorde a las dos potencias futbolísticas que se enfrentaban.

Argentina arrancó el segundo tiempo con mucha decisión. Salió a llevarse por delante a Brasil, Messi se ubicó por el medio y condujo ataques donde desbordaba Ocampos por derecha, crecía Tagliafico por izquierda y Lautaro Martínez se asociaba al juego de Lo Celso y de Paul.

Pero Brasil respondía con la velocidad de Willian y el ingresado Philippe Coutinho que provocaba con gambetas y buenos pases. A los 54′ ingresó Fabinho por Arthur y el volante de liverpool enseguida se hizo dueño del balón.

A los 59′ ingresó Acuña por Lo Celso, para oxigenar la banda izquierda. Y pronto apareció Ocampos por derecha para sacar un violento remate que se fue arriba del travesaño.

En el minuto 63 ingresó Renan Lodi por Alex Sandro; Brasil también precisaba de darle oxígeno a su banda izquierda. Argentina se abroqueló entonces un poco más, y liberó a Messi para gestar las jugadas, parado atrás de Lautaro y con Ocampos y Acuña por los costados. A los 65′ Messi remató un tiro libre al arco, desde lejos, pero fuerte y pegado al travesaño, que Alisson sacó al corner para demostrar una vez más que es el mejor aquero del mundo en este momento.

Richarlison por Gabriel Jesús y Rodrygo, la joven promesa del real Madrid por Willian fueron los cambios que propuso Tité a los 70′ del partido. Y Argentina respondió con el ingreso de Nicolás González por Ocampos. A esa altura, el partido era más luchado que jugado.

El equipo de Scaloni ensayó varios remates de afuera: el tiro libre contado de Messi, otro parecido que intentó ponerlo junto al palo izquierdo. un tiro lejano de Leandro Paredes. En todos respondió de modo brillante, Alisson.

Lautaro tuvo una muy clara a los 79′ pero su tiro se fue arriba cuando quedó solo tras un corner que había superado a todos. Scaloni mandó a Guido Rodríguez por Paredes para marcar en el medio sin el compromiso que tenía Leandro, ya amonestado, que podía quedar afuera en cualquier momento. Argentina buscaba asegurar un triunfo por el que había hecho méritos en el segundo tiempo.

Wesley por Casemiro a los 85′. El final quedaba abierto y nadie podía prever como habría de terminar todo. La albiceleste había hecho bastante para cerrar la victoria, y entró Alario por Martínez, para esos últimos minutos, y después Nicolás Domínguez por De Paul, para enfriar un poco más y que corrieran esos minutos finales. Quedaban los 5′ que agregó el juez.

Argentina jugó con el corazón. Cerró filas en defensa, pasó rápido en el contragolpe y preocupó con cada contraataque. Puso el alma de un equipo que crece y se llevó el Superclásico de las Américas para alimentar su sueño de un futuro venturoso.


Hernán O’Donnell

Scaloni y el examen que siempre representa enfrentar a Brasil

Faltan menos de 24 horas para el amistoso entre la Argentina y Brasil, aunque hay que aclarar que en realidad cada vez que se enfrentan estas potencias del mundo futbolístico, los partidos tienen muy poco de amistosos. Más bien son encuentros de alta intensidad, con el honor y el orgullo en juego, y además, a veces lo hacen por los puntos, como en las competiciones preliminares de las Copas del mundo, las Copas América, o torneos de categorías juveniles.

En este caso, el encuentro sólo es de preparación; pero todos saben que en Riyadh, Arabia Saudita, el clásico se va a vivir como siempre.

Lionel Scaloni también lo sabe y así lo reflejó en su encuentro con la prensa. “El equipo aún no lo tengo decidido; Lautaro (Martínez) en principio está bien, pero lo vamos a esperar hasta último momento para ver como responde. Nosotros queremos jugar con la mayor gente de ataque posible”.

“Los últimos dos partidos que jugamos, contra Alemania y Ecuador, no lo hicimos igual que ante Brasil en la Copa América. Es posible que imitemos algunas cosas con respecto al último encuentro contra Brasil, pero los partidos son diferentes. Nunca hay partidos iguales, las condiciones son diferentes, las presiones son otras, este partido no deja de ser un amistoso. Hay cosas que pueden ser parecidas, pero repito, los partidos siempre son distintos”, agregó el DT argentino.

¿Que espera del partido que ya viene?: “Brasil siempre es peligroso. Que lleve algunos partidos sin ganar, no quiere decir nada. Es Brasil, como siempre. Para estos chicos, con cinco partidos más jugados, es lógico que ya estemos en otra situación. Nosotros ahora nos hemos consolidado más como equipo, es indudable. Tenemos una idea bastante clara de lo que queremos, más allá de jugar de una manera o de otra. Hay jugadores que ya hace tiempo que están y nos dan la tranquilidad de saber lo que tenemos que hacer”, dijo Scaloni.

Sobre la ausencia de Neymar, contestó: “Siempre es mejor que estén los mejores futbolistas; me hubiera gustado que esté Neymar, nos hubiera obligado a tomar recaudos con él, pero si lo vamos a enfrentar en eliminatorias o en la Copa América, hubiera sido una buena medida que esté y probarnos. Además, siempre es mejor que esté para el espectáculo”.

Por último, sintetizó: “Nuestra manera de jugar será muy parecida a la de la Copa América Brasil 2019, con jugadores ofensivos, siempre con recaudos ante lo que pueda hacer el rival, que esté Leo es muy importante por lo que le genera al contrario y lo que contagia a sus compañeros, es un jugador importante para nosotros, tenemos la tranquilidad que está bien. Pensamos más en como jugar nosotros, como hacerles daños, similar a lo de la Copa América, pero con matices. Mucho no puedo adelantar, pero queremos ser ofensivos”, dijo al final Scaloni.

Ahí está el DT argentino. Ahí están sus ideas; sus ganas y sus perspectivas de cara al gran partido frente a Brasil.


Hernán O’Donnell

Argentina y Brasil, el partido que el mundo admira

Será un Superclásico de las Américas, que a esta altura ya debería considerarse como el Clásico del Mundo, con todos los condimentos que siempre tiene este choque. Lionel Messi en la cancha, figuras de enorme trascendencia mundial, el peso y el valor de las dos camisetas, jóvenes que prometen y las ganas de llevarse la victoria aunque se trate sólo de un amistoso.

Ayer en Mallorca, la slección argentina efectuó su último entrenamiento en España. A partir de las 16 hs, el equipo realizó ejercicios con balón bajo las órdenes del preparador físico Luis Martín; después, el DT Lionel Scaloni dirigió ejercicios tácticos y la práctica se cerró trabajos de fútbol reducido.

Un rato antes, los jugadores se dieron tiempo para acercarse a la gente que estuvo presente en los entrenamientos y compartieron un momento, entre fotos y autógrafos, que unen y generan una corriente de afecto entre el público y los futbolistas.

¿Como formará el equipo? hoy lo podrá confirmar Lionel Scaloni en la conferencia de prensa previa al partido, pero se especula con que atajará Esteban Andrada; en la defensa estarán Juan Foyth, Nicolás Otamendi, Walter Kannemann o Germán Pezzella y Nicolás Tagliafico. En la media cancha, Rodrigo De Paul, Paredes y “Huevo” Acuña; y en el ataque, Leo Messi, Lautaro Martínez y el “Kun” Agüero. Pero esto deberá ser confirmado por el entrenador.

La selección viaja hoy a Riyadh, Arabia Saudita, a la espera del partido con Brasil. Habrá un entrenamiento vespertino y la conferencia de prensa de los orientadores tácticos.

Un choque de gigantes, un partido enorme en cualquier rincón del planeta en el que se juegue, un choque que el mundo espera y observa con la pasión de los partidos únicos.


Hernán O’Donnell

El Superclásico de las Américas se pasea por el mundo

Es el Clásico entre selecciones más grande del mundo. Se lo podría comparar con algún cruce entre europeos, como Italia vs Alemania, o Francia vs Inglaterra, u Holanda ante Alemania. Pero creemos que ninguno alcanza la estatura, el nivel de intensidad y la expectativa en todo el planeta que genera el choque entre argentinos y brasileños, sea en el lugar que sea y por la competición que fuera.

El próximo viernes, desde las 14.00 (hora de nuestro país), jugarán una nueva versión del Superclásico Sudamericano en el King Saud University de Riyadh, Arabia Saudita y será dirigido por el árbitro: Matthew Conger (Nueva Zelanda), el asistente 1 será James Rule (Nueva Zelanda) y el asistente 2, Tevita Makasini (Tonga). El cuarto árbitro será Khalid Alturais (Arabia Saudita).

La Argentina se prepara en Mallorca con el plantel completo. Hizo una jornada de doble turno, con trabajos físicos a cargo del preparador físico Luis Martín y luego se entrenó en movimientos específicos de juego. La defensa lo hizo con Walter Samuel y Roberto Ayala, donde prevalecieron los ejercicios de inicio de juego, retroceso y salida.

El miércoles se entrenará por la tarde y luego viajarán al destino del partido; es un encuentro especial y la selección tiene el plantel completo.

Una gran ilusión despierta el equipo y alimentan estos futbolistas, que han hecho buenos partidos amistosos y ahora encaran la recta final de la preparación de cara a un año 2020 muy intenso en competiciones oficiales. La Argentina se alista, y dos grandes clásicos tiene por delante, llenos de hisoria y tradición.


Hernán O’Donnell

Vergil Ortíz Jr., el orgullo de Dallas

Es el orgullo de Dallas, es la promesa de su ciudad natal, es el joven al que todos apuestan. Vergil Ortíz Jr. ha empezado su camino en el boxeo y todos suponen que pronto estará en la galería de los grandes fondistas de Estados Unidos.

En verdad, su sendero comenzó hace bastante tiempo. Nació el 25 de marzo de 1998, y cuando apenas tenía 5 años se calzó los guantes y ya no los dejó. Se metió de lleno en un mundo que lo iba a cautivar para siempre. Porque su carrera amateur iba a estar jalonada de victorias que formarían un camino ascendente hasta consagrarse en el célebre Torneo “Guantes de Oro”. Mientras sus compañeros pensaban en la celebración de las fiestas de fin de curso, tras la finalización de los estudios en la escuela secundaria (High School) “Grand Prairie”, Vergil se alistaba para dar el golpe en el torneo a desarrollarse en el gimnasio Salt Palace de Salt Lake City, Utah. Vergil ya había sido campeón nacional Junior Olympic en 2013, y ahora se preparaba para el tradicional torneo amateur. Corría 2016 y para Ortíz era el cierre de una etapa. Después, vendría el profesionalismo.

En ese momento, el ascenso era irresistible. Había ganado en marzo de 2016 el Torneo de los Guantes de Oro en Dallas, luego fue Campeón en el Estado de Texas y esos logros le permitieron ir por el Título Nacional. Llegaba el mes de mayo, y mientras los amigos pensaban en el baile de fin de curso, Vergil tenía otros planes. “Bueno, en definitiva, en el ring también podrá bailar”, bromeó su padre cuando el momento llegaba. Se perdía el baile de graduación, pero había alcanzado a completar los estudios y se encaminaba a practicar, en serio, el deporte que había hecho durante tantos años.

“Pelearé contra hombres”, decía entonces Ortíz; “Soy muy joven y el hecho de enfrentar a boxeadores de experiencia me resulta muy emocionante”, afirmó.

“Son muchos días de competencia, y lo más importante es estar en peso” resumió por aquel desafío.

Su fama ya había alcanzado altos niveles. Fue entonces que firmó contrato con Golden Boy Promotions, la empresa de Oscar de la Hoya, mientras se entrenaba 6 días a la semana en Vivero Boxing Gym, propiedad de su entrenador de entonces, Gene Vivero. En su página web reflejan con orgullo los títulos amateurs conseguidos: 7 veces campeón nacional, Campeón Olímpico junior en 2013 y un récord admirable de 140-20.

El paso inmediato fue el debut en el profesionalismo. Lo hizo el 30 de julio de 2016 con un triunfo po K.O. ante Julio Rodas, en Indio, California. En septiembre vencería a Ernesto Hernández y el 16 de diciembre, a Néstor García. Su camino profesional sería de victoria en victoria. Y sin descanso, porque enseguida, el 28 de enero se enfrentaba con Israel Villela. Iba a ser una tremenda noche. En el primer round hizo valer el poder de sus puños. Apenas lo midió con un jab de izquierda, sacó una derecha tremenda, letal, que impactó de lleno en el rostro del mexicano, lo tiró y ya no pudo regresar al combate. Ya era, para los fanáticos del boxeo, el “futuro” campeón Mundial Superliviano.

El 5 de mayo se medía con el cotizado Angel “Pescado” Sariñana en el MGM Grand Arena de Las Vegas, Nevada. En esa fecha suele haber combates porque se conmemora “La Batalla de Puebla”, en la que un pequeño ejército de soldados mexicanos venció al ejército francés. Vergil, de raíces mexicanas, hizo honor a la fiesta que siempre se recuerda en esa fecha y venció por KOT en el 3er round.

Después continuó su senda con triunfos ante Ricardo Fernández y César Valenzuela.

Ante Evandro Cavalheiro ya peleó a 8 rounds; fue su octava contienda profesional y se impuso por KOT en el primer asalto. 

Luego venció a Jesús Alvarez Rodríguez y alcanzó el título vacante del peso welter junior de la NABF. Un paso adelante en su búsqueda del título mayor.

Detrás siguieron combates ya pactados a 10 rounds; igual, le alcanzaron menos para derrotar a Juan Carlos Salgado,  Roberto Ortíz y Jesús Valdezen Barrayán.

Y llegó el combate frente a Mauricio “El Maestro” Herrera, una pelea con mucha promoción, un semifondo de Canelo Alvarez vs Daniel Jacobs, el 4 de mayo de este año en el T-Mobile Arena en Paradise, Nevada, Estados Unidos de América. “Esta será una prueba exigente para Vergil”, dijo entonces su manager Oscar de la Hoya, y agregó: “Ortíz tiene todo para ser un gran campeón, merece la oportunidad de ser un co-estelar de Canelo Alvarez, ante un pugilista como herrera, que tiene mucha experiencia, que ha peleado con los mejores de la categoría y que tiene una victoria sobre Danny García. Si Vergil puede vencer a Herrera, entonces estaremos ante una realidad”.

En tanto, Vergil afirmó: “Esta es una gran oportunidad para que todos me conozcan, así que espero mostrarles de qué estoy hecho. Será una pelea difícil y quiero dejar una grata impresión”.

Y fue una terrible noche del Aericano-mexicano. Ortíz dominó en todo momento a Herrera, quien casi no pudo hacer nada, y lo venció por KO en el tercer round con una izquierda al hígado y una derecha terrible a la mandíbula. “Todo es el resultado del trabajo. Lo hago con mucha intensidad y ahora quiero pelear por el Título Mundial”. Fue una victoria inapelable, con una superioridad notable de Vergil Ortíz. “Trabajo con sparrings que fueron campeones mundiales, soy muy exigente conmigo mismo. Desde el primer round sabía cómo le iba a ganar; quiero la chance ahora, sé que tengo las herramientas para lograr el título”, afirmó tras la pelea.

Hasta que llegó el gran combate ante Antonio Orozco, la pelea que vio el mundo y que todos los aficionados al boxeo le prestaron suma atención, pues estaban ante la posibilidad de ver a un gran prospecto del que se habla desde hace un buen tiempo y que tras vencer a Herrera ya nadie quería perderse. “Ortíz posee dinamita en sus manos, lo demostró con Herrera, y Antonio Orozco es uno de los mejores boxeadores en la categoría”, dijo de la Hoya para promocionar el combate.

Era el debut de Vergil en el peso welter. Y respondió a todas las expectativas. Salió decidido desde el primer round; luego, Orozco emparejó, lo llevaba contra las cuerdas y Ortíz retrocedía, pero siempre dejaba la impresión de tener el control del combate.

Pero  Vergil supo salir, atacar, golpear y terminar el pleito. En el sexto lo tiró; una, dos y tres veces hasta llegar al KOT. Era una tormenta de golpes que sacudían a Orozco, quien supo desde la primera caída que la derrota asomaba inminente: Ortíz lo golpeaba arriba y abajo, sin piedad y sin pausas y así llegó el final, con el cinturón de Oro de la Asociación Mundial de Boxeo para el vencedor.

“No quedé muy conforme, creo que en el arranque pude haber hecho algo más. Pero todo sirve de experiencia”, señaló Vergil tras la pelea.

Sabe que siempre se aprende. De todo. Incluso de una noche que no brilló como quisiera pero en la que ganó sin discusiones y dio un paso más al frente para su sueño de ser Campeón Mundial.

Vergil Ortíz Jr., es, a los 21 años, el nuevo nombre que asoma en el firmamento del boxeo, una estrella en ascenso que busca su consagración y cumplir el sueño que tiene desde muy chico, cuando tenía 5 años y se calzó los guantes de boxeo por primera vez.   


Hernán O’Donnell

(Publicada en Revista Ring-Side)

Un balde de agua helada de Leganés, enfrió las ilusiones de la Real Sociedad

Un viernes de lluvia y frío, como un anticipo del invierno europeo que se acerca. El partido que adelanta la fecha y el País Vasco que vibra en San Sebastián con la ilusión de un equipo que se ha metido bien arriba en la tabla y que invita a soñar. Enfrente está el Leganés, preocupado por el puntaje y la lucha dura en el fondo de la tabla. Nada impide que la gente se acerque, desafíe el clima y acompañe la ilusión. Y nos metimos a disfrutar un partido que las pantallas llevaron al mundo y que produjo un reparto de puntos y buen fútbol para gozar.

El primer tiempo nos dejó una trama previsible; el local que atacaba, que buscaba, mientras que la visita se refugiaba, achicaba espacios y medía el terreno para elaborar algún contragolpe.

Mikel Oyarzabal, el conductor, se asociaba con William José y Portu; se sumaban Zubeldia y Merino y la Real Sociedad que iba. Mientras, El Leganés se agazapaba para la contra. El partido se hizo entretenido, porque la lluvia también le agregó una cuota de dramatismo. El local acumulaba situaciones, pero Cuellar, el arquero visitante ahogaba una y otra vez cada oportunidad.

En el complemento, aparecieron las emociones. A los 62′ el centro de Januzaj se dirige a la altura exacta para la entrada al primer palo de Merino, quien conecta de cabeza y marca el 1 a 0 para el local. El público que estalla y la punta en la tabla se hace firme en la piel del equipo vasco.

Ahí se lanzó al ataque total el Leganés. Perdido por perdido, entra el argentino Guido Carrillo y va a la caza del empate con tres delanteros definidos. Pero la tarea no es sencilla. El local amenaza cuando puede atacar y el campo se vuelve pesado y barroso.

Portu, William José y Luca Sangalli, que había ingresado por Januzaj, se asociaron por derecha y construyeron varias maniobras interesantes; Leganés insistía hasta que llegó al empate: jugada por derecha, pase atrás a Roque, centro preciso al corazón del área y el cabezazo perfecto de En-Nesyri para sellar el 1 a 1 a los 77′. Un balde de agua helada caía sobre San Sebastián.

El partido creció mucho más en intensidad. Entrábamos en los 15′ finales y aumentaron los roces, los golpes, los contactos fuertes. Uno jugaba por la punta; el otro, para salir de la última posición. Bengoetxea salió muy golpeado e ingresó Elustondo en el local. Isak entró por William José y Real Sociedad se jugó todas las cartas.

Con ímpetu, toques rápidos y juego vertical, el local no se rendía. Lo tuvo Oyarzábal, pero su tiro se fue alto. Y el reloj corría…

Los minutos finales se consumieron entre los nervios, la ansiedad y el apuro de la Real Sociedad ante la férrea defensa del Leganés, su espíritu de lucha y la templanza para enfriar el juego.

Parecía que la noche iba a ser para la alegría del equipo vasco, pero el Leganés le dejó un balde helado, como la lluvia que cayó durante toda la fría noche.


Hernán O’Donnell

De esta noche triste, a la Argentina le queda el aprendizaje de que el fútbol siempre es imprevisible

La noche de Argentina en Vitória terminó con una gran tristeza, porque se le escapó la clasificación luego de un primer tiempo favorable, donde el resultado lo acompañaba y pocos podían imaginar el desenlace que se produciría en el complemento cuando las luces se apagaron y Paraguay sacó provecho de lo que fue a buscar.

El equipo que dirige Pablo Aimar salió a jugar con decisión ante Paraguay, a la búsqueda de la clasificación a los cuartos de final de la Copa del Mundo Sub 17 de la FIFA-Brasil 2019. Con la conducción de Matías Palacios, la movilidad de Zeballos y el pivoteo permanente de Medina y Fernández, Argentina controló el juego en los 15′ iniciales.

Después, creció Paraguay. Con el ritmo de Duarte, la habilidad de Torres, y la frescura de Ovelar, el equipo guaraní se impuso en el juego y tuvo su momento con llegadas a través de un juego directo y veloz.

En ese lapso, los duendes del fútbol le sonrieron a la Argentina; porque en el mejor momento de Paraguay, desbordó Lomónaco por derecha, llegó el centro pasado, y Zeballos ganó muy bien la posición para marcar el 1 a 0 a los 26′ de juego.

Argentina se tranquilizó, se paró bien en el terreno y ya pudo controlar mejor los intentos de Paraguay, mientras que en cada arranque de Palacios, parecía que la cifra podía aumentarse.

Y así sucedió, pues cuando se llegaba al final de la primera etapa, un corner, rechazo, un pelotazo cruzado para Matías Godoy, quien apareció libre por derecha y con un tiro cruzado puso el 2 a 0 a los 42′ del primer tiempo. Dentro de cierta paridad, Argentina sacaba una ventaja importante.

En el complemento, el partido se hizo cuesta arriba. De a poco, Paraguay empezó a volcar las acciones contra el arco de Rocco Ríos Novo. Duarte se movió por todo el frente de ataque, se soltaron los laterales, adelantó las líneas y puso el juego en campo argentino.

Matías Segovia entró por Ovelar para darle más frescura al ataque; Argentina trataba de esperar con orden, pero se apretaba muy atrás y empezó a sufrir situaciones. Un tiro libre que pegó en el palo izquierdo de Ríos Novo, una llegada de Duarte, un cabezazo cercano hasta que a los 58′ una desinteligencia en la defensa argentina derivó en el rebote en Cano que fue contra su propia valla y no pudo impedir que la pelota entre, antes de despejarla. 2-1 para Argentina, pero ya el resultado se mostraba muy estrecho.

Y Paraguay fue; tomó confianza, y buscó un poco más. Ayala entró por Ignacio Fernández, Sforza por Cano, con la intención de sumar gente a la mitad de la cancha y pelear allí el partido. Argentina proponía un partido más cerrado, aún el marcador le era favorable.

Paraguay llegó al empate con un remate de Torres a los 73′ y sintió que alcanzaba el objetivo. Lo que parecía un partido perdido, ahora estaba equilibrado: 2 a 2. Podía ser para cualquiera, pero había que jugar esos minutos que quedaban y los guaraníes habían empardado. Si nada pasaba, iban a los penales.

Argentina reaccionó y fue a la búsqueda del desequilibrio. Atacó por los costados, ingresó Velasco para tener más desborde y velocidad, y volcó el juego hacia el arco guaraní. Sforza sacó un excelente remate, que el arquero González desvió al corner.

Y de un contragolpe Paraguay se llevó el premio mayor. Jugada rápida desde el fondo, pelotazo largo para Duarte, la Argentina que estaba jugada en ataque, y el centrodelantero guaraní que se la lleva entre los centrales, cuando entra al área amaga a ir por adentro y engancha hacia afuera para quedar sólo ante el arquero y vencerlo con un remate fuerte y alto pegado al palo derecho. A los 86′ Paraguay daba vuelta el resultado, para pasar a ganar 2-3.

Los minutos finales se fueron entre nervios, alguna discusión y un par de centros que no pudieron ser conectados a favor de nuestra selección.

Los chicos se quedaron con la bronca, la amargura y la desazón de haber perdido algo que tuvieron muy cerca. Durante casi una hora, la clasificación les sonreía. Pero el fútbol tiene estas cosas, y en la media hora final Paraguay revirtió el resultado.

Les queda el sinsabor de la derrota, la tristeza de la eliminación y la ilusión frustrada, pero también la enseñanza y la experiencia que deja cada partido, cada torneo, cada noche que siempre puede ser cambiante e impredecible en este hermoso y bendito fútbol.


Hernán O’Donnell

Los candidatos avanzan y la Argentina quiere sumarse a la lista

La super jornada de miércoles no deparó grandes sorpresas; sí estuvo emparentada con la lógica y los seleccionados más importantes de la Copa del Mundo Sub 17 de la FIFA-Brasil 2019 ganaron sus encuentros correspondientes a los octavos de final y dieron un importante paso adelante.

México le ganó a Japón 2 a 0 y aprovechó el envión y la confianza que había obtenido unos días antes frente a Islas Salomon, cuando funcionó bien y metió 8 goles, amén de unos cuantos más que pudo haber convertido.

A la misma hora, en primer turno, en Goiania, España fue más que Senegal y lo venció por 2 a 1. Fue el equipo de siempre, sólido, parejo, con el estilo basado en la posesión, en el juego asociado y la creatividad de sus futbolistas. Así llegó el primer gol, a los 27′ con una maniobra combinada, varios pases y la aparición de Navarro para convertir el 1-0.

El capitán Valera aumentó a los 59′ con un soberbio remate y puso a españa 2-0; sobre el final, llegó el gol de Souleymanne a los 85′ y el encuentro quedó 2 a 1 para España.

Brasil ganaba, perdía y ganó. Con la ventaja de ser local y a la vez la presión que eso significa para chicos de 17 años, pudo revertir un encuentro que se presentó complicado.

Kaio Jorge abrió la cuenta a los 8′ y parecía que iba a ser una noche tranquila. Sin embargo llegaron los sobresaltos con los goles de Cruz a los 25′ y a los 41′; Chile vencía a Brasil en su propia tierra. Sobre el cierre del primer tiempo llegó el gol de penal de Kaio Jorge y a los 45+2′ el partido quedó 2 a 2.

En el segundo tiempo, Diego logró el gol que dio vuelta el resultado con un tremendo remate al ángulo superiorizquierdo, y el 3 a 2 quedó sellado a los 65′ de juego.

Francia no tuvo inconvenientes: derrotó con amplitud a Australia por 4 a 0, con tres goles de Mbuku a los 6′, a los 74′ y a los 82′. Millot cerró la cuenta a los 87′ del partido.

Argentina va esta noche ante Paraguay, un rato después del partido entre Italia y Ecuador. Para el equipo de Aimar es todo un desafío. Un rival que lo conoce un poco más, un duelo sudamericano que siempre parece equilibrar las cosas, el choque que no tiene revancha porque se gana o se termina el torneo…toda un experiencia para estos chicos que quieren cumplir un sueño grande, pero que también saben que estos son los días de sumar experiencias, sembrar amistades, hacer un grupo, formar un equipo. El resto vendrá como lógica consecuencia.


Hernán O’Donnell