Argentina y Chile, una prueba hacia el futuro

Lejos de la Cordillera de Los Andes, un partido que creció en interés, paridad y rivalidad con el paso de los años, y se acentuó a partir de los últimos encuentros, Argentina y Chile tuvieron diferencias y distancias futbolísticas desde el nacimiento del fútbol en Sudamérica. La Argentina creció de modo vertiginoso y se acentuó el fútbol como el deporte más popular, mientras se arraigaba en la gente y se lo practicaba con devoción. Durante muchos años tuvo una cierta distancia con Chile. Existía una cierta superioridad que los años empezaron a acortar, y en las últimas décadas ya vivimos duelos parejos, equilibrados, con resultados inciertos. Si recordamos que recién bajo la tutela de Marcelo Bielsa, Chile logró vencer a la Argentina por eliminatorias mundialistas, tendremos una muestra acabada de lo que fue la historia, pero también como se modificó hasta llegar a este presente de mayor paridad.

Hoy se miden en Los Angeles, y para la Argentina es una magnífica oportunidad de ver futbolistas, aceitar el esquema y marcar el trazo de la historia.

“Es una fecha de amistosos un poco complicada, porque los jugadores vienen un poco cansados, los que jugaron la Copa América casi no hicieron pretemporada, y es difícil para intentar que lleguen todos de la misma manera”, señaló Scaloni, DT de Argentina.

“Es importante que se consolide el equipo sub 23 porque va a jugar un torneo importantísimo como es el preolímpico, con pasaje a los Juegos Olímpicos. Un jugador puede ir de la mayor a la sub 23 y viceversa, y eso no significa un retroceso, ni mucho menos. Al contrario, son dos selecciones con desafíos muy grandes”, apuntó el DT.

“Me siento bien, contento, con fuerzas de intentar hacer mi trabajo de la mejor manera. Nos toca enfrentar a un rival que fue, justo, el último adversario que tuvimos en la Copa América y es un rival duro, difícil, que en los últimos años fue como un clásico para los dos, y esperamos hacer un buen espectáculo, pero sobre todo quedarnos con buenas sensaciones de nuetro equipo, nuestros jugadores y afrontar el otro partido que también será muy duro”, señaló en conferencia de prensa Lionel Scaloni.

“Ahora planificamos estos 6 partidos, y cuanto antes nos comunicaron la decisión de seguir hasta las eliminatorias, fue mejor para planificar estos encuentros, los que vienen en Europa, que el primero es un miércoles por lo que no contaríamos con los jugadores del fútbol local…todo eso uno lo tiene que planificar, y cuanto antes se tome la decisión, mejor. En este caso lo hicieron antes y para nosotros bienvenido, porque para la planificación es mejor”, resumió el DT sobre su confirmación.

Argentina se alineará con: Marchesin; Montiel, Martínez Quarta, Otamendi, Tagliafico; De Paul, Paredes, Lo Celso; Dybala; Correa y Lautaro Martínez.

La formación de Chile sería la siguiente: Claudio Bravo; Óscar Opazo, Paulo Díaz, Sebastián Vegas y Alfonso Parot; Claudio Baeza, Felipe Gutiérrez, Charles Aránguiz y César Pinares; y Alexis Sánchez y Eduardo Vargas.

Será a partir de las 23 hs, hora argentina y tendrá todos los condimentos de un “clásico” moderno y el interés de mirar al futuro de la querida Selección Argentina.


Hernán O’Donnell

Chile y un nuevo camino por recorrer

En Los Angeles hay un partido en el que, los que nacimos de este lado de la Cordillera, tenemos los ojos y la atención en el seleccionado nacional. En la Argentina, en lo que ponga Lionel Scaloni en el campo de juego, en los nombres, los jugadores y la estrategia y el esquema táctico que la lleve a cabo. pensamos en la Argentina, en el despegue, en la recuperación de un seleccionado que se desdibujó en la última Copa del Mundo de la FIFA y que quiere volver a ser temida en el planeta.

Pero enfrente está Chile. Un equipo que creció en las últimas décadas, progreso que se sostuvo en la tarea de varios entrenadores argentinos que pensaron, vivieron y trabajaron para que el desarrollo se cumpla. Fue primero Marcelo Bielsa, en su medida Claudio Borghi y lo coronaron con dos Copas América Jorge Sampaoli y Juan Antonio Pizzi.

Hoy a la “Roja” la conduce el colombiano Reinaldo Rueda, quien logró una buena performance en la Copa América Brasil 2019, hasta llegar al cuarto lugar. Y busca más. Se prepara para este partido y para reencauzar un camino que se extravió en los últimos años, con el peso de la ausencia en la Copa del Mundo de la FIFA-Rusia 2018.

La reconstrucción del equipo empieza por el vestuario. El diario El Mercurio reproduce hoy declaraciones del delantero Alexis Sánchez, quien hace hincapié en la necesidad de empezar a forjar el grupo, el espíritu, la unión. “No soy mediador de nadie; los peso pesados deben juntarse y hablar, no mandarse mensajes. Tan simple como eso”, publica hoy el matutino de Santiago de Chile en la portada de su suplemento de deportes.

Las declaraciones del flamante delantero del Inter de Milán tienen que ver con una historia de desencuentros entre varios jugadores de la plantilla que ya arrastra varios años. Mucho se ha hablado del distanciamiento entre el arquero Claudio Bravo y algunos de sus compañeros. Incluso, se acentuó el tema cuando bravo no fue incluído en las últimas competencias internacionales de “La Roja”.

Lo cierto es que luego de dos años, el arquero de Manchester City vuelve al equipo y pareciera que las diferencias quedaron atrás.

En tiempos de redes sociales, a veces hay que guiarse por lo que los protagonistas dicen o expresan en ellas cuando cada vez escasea más las declaraciones en los medios de comunicación. Entonces, ante una publicación en una red social de la foto del arquero y una mención a su vuelta, la reacción positiva de Gary Medel al hacer la marca en “me gusta”, se interpreta como un principio de solución de los cortocircuitos entre ellos.

Habrá que ver el manejo y la conducción del entrenador Rueda en este grupo que necesita reconstruirse. El tema de la capitanía es una decisión importante, que no debería dejar recelos ni insatisfacciones. El volante Hernández, ausente en la gira por lesión, había declarado en la TV de Chile que el grupo sentía que el capitán era Medel y por detrás había otros jugadores, como Arturo Vidal y luego Charles Aránguiz. Mientras, se especula con la probable alineación para el encuentro frente a la “Albiceleste”.

Bravo sería el arquero; Opazo por el lateral derecho; Lichnovsky y Paulo Díaz como defensores centrales y por la izquierda la duda está entre Sebastián Vegas, Angelo Sagal (quien también podría ir como extremo) o Alfonso Parot.

Pinares o Diego Valdés; Gutiérrez o Claudio Baeza, y Aranguiz, el único que parece tener el lugar asegurado en la mitad de la cancha.

Y arriba estarían Alexis Sánchez, Eduardo Vargas y Jean Meneses.

Pero aún le quedan algunas horas al DT para ensayar, probar y arriesgar. Chile se juega un poco más que el examen de un amistoso exigente. Está en la reconstrucción del grupo y del equipo. Nada menos. Ante Argentina será más que una prueba ante el rival; será el momento de que el equipo pueda encontrarse consigo mismo.


Hernán O’Donnell

La Selección Argentina comienza una gira que abre el futuro

La selección ya está en Estados Unidos. La esperan dos partidos de preparación, dos encuentros de una gira que es muy importante, porque pone el horizonte en la Copa América Argentina-Colombia 2020 y en la Competición Preliminar de la Copa del Mundo de la FIFA-Qatar 2022. Las viejas y queridas “eliminatorias”, las que tanto sufrimos , las que cargan un dramatismo excepcional en la recorrida por toda América del Sur…

Lo cierto y concreto es que el jueves 5 de Septiembre a las 23 hs, hora argentina, se mide con Chile en el Memorial Coliseum de Los Angeles, California. Un partido exigente, ante un rival que creció mucho en los últimos 20 años y se convirtió en una dura prueba.

Para Lionel Scaloni es la oportunidad de ver jugadores, de probar esquemas, de ensayar formaciones. No estará Lionel Messi, quien aún se recupera de una lesión que le impidió asistir a los partidos de preparación de su equipo, Barcelona, ni tampoco pudo todavía jugar ni un m inuto de las tres fechas que van de la Liga, el torneo de Primera División del fútbol español.

Por supuesto que siempre aparecen contratiempos, como la lesión de Lucas Ocampos, mediocampista del Sevilla, quien no podrá asistir a la gira por un traumatismo en el pie derecho.

Los futbolistas que ya arribaron a Los Ángeles, Adolfo Gaich, Leonardo Balerdi, Nicolás Domínguez, Marcos Rojo, Guido Rodríguez, Manuel Lanzini, Nicolás Otamendi, Roberto Pereyra, Marcos Acuña y Matías Zaracho y ayer efectuaron una práctica liviana, de 45 minutos, en el gimnasio de la UCLA. En estas horas se suman:

 Franco Armani (River), Esteban Andrada (Boca) y Agustín Marchesín (Porto, Portugal), arqueros; Germán Pezzella (Fiorentina, Italia), Lucas Martínez Quarta (River), Gonzalo Montiel (River), Nicolás Figal (Independiente) y Nicolás Tagliafico (Ajax, Holanda), defensores.

Leandro Paredes (PSG, Francia), Giovanni Lo Celso (Tottenham, Inglaterra), Rodrigo De Paul (Udinese, Italia), Exequiel Palacios (River), y Alexis Mac Allister (Boca), mediocampistas; Joaquín Correa (Lazio. Italia), Lautaro Martínez (Inter, Italia), Paulo Dybala (Juventus, Italia), Adolfo Gaich (San Lorenzo) y Lucas Alario (Bayer Leverkusen, Alemania), delanteros.

El operativo está en marcha. La selección ya tiene en la mira a Chile y el Martes 10 jugará ante México en San Antonio, Texas.

Vienen los días más importantes. Hay Copa América, eliminatorias y Mundial en el horizonte. La Argentina pone en marcha una nueva ilusión.


Hernán O’Donnell

El Derby Romano tuvo mucho ruido en los postes y pocas nueces en las redes

Durante el fin de semana especial, donde los clásicos aparecieron por todo el planeta, el de la capital italiana tuvo muchas emociones, mucho ruido, pero pocas nueces. Poca concreción para todo lo que se gestó. Porque fueron más protagonistas los palos que las redes. Hubo muchos golpes en los postes pero pocos gritos de los “tifosi”.

Fue el fin de semana del clásico en el País Vasco entre la Real Sociedad y Athletic de Bilbao, el clásico de Uruguay con Nacional y Peñarol, el antiguo clásico escocés entre Glasgow Rangers y Celtic Glasgow; el Superclásico de la Argentina entre River y Boca. Y el gran derby romano, el que protagonizaron Lazio y Roma.

Fue un partido de trámite parejo; el visitante llegó muy pronto al gol, apenas arribado el primer cuarto de hora. Ya había tenido Lazio un tiro en el palo a los 3′. Zaniolo remató en el palo a los 5′, y a los 16′ llegó el gol de Kolarov de penal. Roma se adelantaba 0-1 y todavía quedaban vibraciones en el Olímpico de Roma.

Porque Inmmobile tuvo un remate en el poste a los 24′, a los 25′ lo estrelló Joaquín Correa y otra vez Zaniolo tuvo un tiro en el palo a los 27′.

5 tiros en los postes; 5 gritos ahogados de gol. Mucha dinámica y muchas llegadas.

Lazio adelantó las líneas. El gol lo había sacudido y ya en el final del primer tiempo empujó a la Roma hacia su arco. Lo mismo continuó en el complemento.

El local buscó con Immobile y Correa como estandartes, mientras la Roma comenzó a refugiarse cerca del arco de Pau López. A los 58′ llegó el empate, tras una buena jugada por derecha, el centro de Immobile y la conversión de Luis Alberto. El 1 a 1 ponía un poco más de justicia.

Lazio tuvo varias posibilidades, pero no lograban los delanteros dar la puntada final. Roma se sostenía con Federico Fazio y el sacrificio de todos, pero cada vez estaba más apretado.

Cuando pasaron los minutos, el ritmo aflojó. habían corrido mucho y metido otro tanto. Habían tenido 6 tiros en los palos, y dos goles. En definitiva, pocos gritos en función de las llegadas y las salvadas.

Los momentos finales los encontró conformes. Más allá del gol en offside (y además el balón había salido) en el último instante del equipo local. Ya habían entregado todo.

El empate lo dejó más cerca de la punta a Lazio, en una liga que ya tiene candidatos y la agradable sorpresa de los partidos llenos de goles, como en esta fecha ocurrió en Juventus 4-3 Nápoli.

La Serie A está abierta y el clásico romano nos dejó una gran cantidad de situaciones, mucho ruido en los postes y pocos goles para disfrutar.


Hernán O’Donnell

Leclerc logró una resonante victoria y Ferrari vuelve a saborear el éxito en la Fórmula 1

El retorno de la máxima categoría llegó con un Gran Premio que siempre se aguarda con expectativas, porque es muy veloz, porque encierra sorpresas y porque depara pasadas y momentos de emoción. Bélgica se caracteriza por su velocidad, con curvas muy rápidas y espacios para los encuentros; en este GP no faltó la emoción desde el principio, porque en la largada ya hubo roces, toques y deserciones llamativas.

Charles Leclerc largó rápido y se metió en la primera posición; entre Vettel y Hamilton pelearon por la segunda ubicación, aunque la Ferrari hizo valer su mejor posición de largada. Y de atrás vino apurado Verstappen, quien intentó meterse en un ángulo cerrado en la primera curva, cuando Kimmi Raikonnen le había ganado la cuerda y hasta lo encerró de modo leve. Pero el holandés no frenó, lo tocó en el costado, se elevó el auto del finlandés y Verstappen quedó a un costado, fuera de combate cuando no se había corrido aún la primera curva de la carrera.

La multitud de holandeses quedó estupefacta. El silencio llegó a ese sector de las tribunas y tras la salida del auto de seguridad, con el reordenamiento, Leclerc se afirmó en la vanguardia, seguido por Vettel, Hamilton, Bottas, Norris, Perez, Ricciardo…

El orden se mantuvo a lo largo de la competencia. El cambio de neumáticos no alteró posiciones, pero el andar de Mercedes comenzó a tener influencia en los tiempos. Se acercó Hamilton a las Ferraris, y Vettel soportó durante algunos giros su asedio, hasta que en la vuelta 32 el inglés le mostró el auto y aprovechó la abertura de la curva para superarlo con limpieza y habilidad. Quedaban 12 vueltas y sólo 6″ de diferencia con el puntero del campeonato. Hanilton iba a la caza de la primera colocación y Bottas le apuntaba a Vettel por el tercer lugar.

El alemán fue a cambiar gomas y resignó el tercer puesto con Bottas; era inútil pelear y optaron por asegurar el coche hasta el final de la competencia.

Mientras, Leclerc no se rendía. Exigía a la máquina y mantenía la diferencia. Entre la vuelta 36 y 38, se manejó con una diferencia de alrededor de 7″. Era cuestión de llegar a la última, la vuelta 44, con ese ritmo de carrera. ¿Podría?

El final llegó a toda intensidad. Hamilton descontó varios segundos, pero no logró alcanzara Leclerc. El piloto de Mónaco mantuvo la templanza y no soltó la punta. Giró con precisión y llegó a la última vuelta con 2″ de ventaja sobre el inglés.

La emoción lo embargó al final. “Corriendo por Anthoine” decía un claco en su auto. “Esta carrera, este triunfo es para él”, dijo desde el auto ya en la vuelta posterior al final. “Siempre lo voy a recordar; corrimos mucho tiempo juntos y será quien me compañe por siempre”, dijo Leclerc cuando todo había terminado y se acordó del piloto fallecido el sábado en el GP de F2.

La lucha fue dura y la victoria un premio para el piloto de Ferrari. Un premio que tuvo el triste sabor de la tragedia del sábado y la esperanza de un futuro que cada vez es más prometedor para él.


Hernán O’Donnell

A Sevilla se le escapó el triunfo y la punta está en peligro

Fue una tarde con un sabor agridulce para la gran hinchada de Andalucía. Sevilla hizo un buen partido, tuvo dominio y situaciones, pero se le escapó una victoria por la que había trabajado mucho y ahora la punta está en peligro, porque el Aleti lo puede superar y los grandes también se acercan.

El Sánchez Pizjuan vivió un viernes pleno, con solo y mucha expectativa. El equipo de Lopetegui tuvo un comienzo en La Liga bastante auspicioso y su público acompañó. Lo cierto es que el local dominó las acciones. Con Banega como eje, sostuvo el control del juego ante un Celta que se refugió en su campo para salir de contragolpe.

Pero no pudo traducir ese dominio en goles, y las oportunidades que no se aprovechan, en fútbol se pagan caro. “Hemos merecido más”; dijo el DT tras el partido, “pero en el fútbol los merecimientos no se transforman en goles y ellos han sabido aprovechar la única oportunidad que tuvieron”, agregó.

En el primer tiempo, las oportunidades para el Sevilla caían como uvas de una parra. En 15 minutos ya había sacudido tres veces la portería del visitante y parecía que la conquista estaría al caer. Pero no fue así. Diego Carlos, Navas, de Jong…todos estuvieron cerca.

Para el segundo tiempo, la entrada de Franco Vázquez le dio al local más frescura, más fútbol. Y se mantuvo el libreto de la primera parte, con un protagonista excluyente, el equipo local.

Sobre el final pudo destrabar el nudo. Un tiro libre cercano al área, desde la derecha, el centro bien ejecutado al punto del penal con el remate exquisito de Banega. Y la entrada franca del “Mudo” Vázquez para meter el cabezazo y marcar el 1 a 0 a los 80′.

Parecía que el partido quedaba resuelto. Pero había algo más. Lobotka habilitó a Santi Mina, este buscó la entrada limpia por el medio hacia el área local de Denis Suárez, quien se acomodó ya en tierra rival y sacó un remate limpio para que Celta llegara a la igualdad a los 84′ de juego. 1 a 1, aunque pocos podían entender que había sucedido.

Fútbol, tan simple como eso. El juego más hermoso del mundo, el más ilógico, el más sorprendente, el más atractivo. El que siempre tiene una sorpresa para depararnos. El que nunca te dice como va a salir la película ni tiene finales anticipados. En Andalucía, ayer dio una nueva prueba de su enorme capacidad de asombro. En una jornada que tenía todo para que Sevilla disfrutara de la victoria y se asentara en la punta, los duendes que siempre acompañan a este deporte volvieron a jugar para frenar el avance del equipo local y darle un giro a sus expectativas en La Liga.


Hernán O’Donnell

Con tres goles de Timo Werner, RB Leipzig sumó tres puntos y amenaza en la Bundesliga

El golazo de Timo Werner a los 37′ del primer tiempo destrabó lo que era un partido duro, enredado y complicado para el Leipzig. Se sabía que la visita a Borussia Moencehngladbach no iba a ser sencilla, que no serían cómodos los caminos hacia el triunfo, que se mediría con un rival potente. Y así se encontró en la primera media hora inicial, con el equipo local que intentaba y buscaba a partir del juego de Thuram, Plea y Johnson.

Borussia era más. Marcus Thuram, hijo del célebre lateral francés Lilian Thuram que fuera Campeón del mundo en 1998 con su seleccionado y estrella de la Juventus durante mucho tiempo, era el motor del equipo con un tranco hábil y potente sobre el extremo izquierdo. Red Bull Leipzig se mantenía en el control de los embates, pero era dominado por el local.

Pero Leipzig no se desesperó. Aguantó los embates mientras esperaba por su oportunidad. Mientras, el local acumulaba chances de convertir. En 10′ había tenido tres ocasiones para abrir el marcador, pero le faltaba la puntada final.

Y, lo dicho al principio, Leipzig en cuanto tuvo su chance, la aprovechó: la entrada de Timo Werner por izquierda y su remate preciso pusieron el 0-1 cuando iban 37′. El visitante ganaba y se llevaba la primera parte con una llamativa y admirable eficacia.

El complemento arrancó con el mismo ritmo, la misma intensidad. Y a los 46′, apenas iniciado el segundo tiempo, el visitante volvió a gritar: Kampl robó en la mitad de la cancha, Poulsen habilitó largo y Timo Werner selanzó a una larga corrida y ante la salida del arquero local, Sommer, convirtió con un remate seco. 0-2 para el Leipzig y la enorme eficacia de convertir dos goles en dos llegadas.

A partir de ese momento, la visita se liberó. Aprovechó el adelantamiento de Borussia Monchengladbach, los espacios que ofrecía y empezó a meter contragolpes punzantes, como dagas que perforaban la espalda de su rival. Así tuvo una ocasión clara con el desborde de Werner, la aparición de Poulsen en el área chica y el pie salvador de Sommer.

Mientras el local iba e iba, el visitante metía puñaladas de contraataque. Y el partido ganaba en intensidad y dinámica; los espectadores, agradecidos por el enorme espectáculo que se armó.

A los 57′ Borussia estuvo cerca; centro de la derecha, el desvío en Orban y la pelota que se estrella en el travesaño de Gulácsi. Pudo haber sido el descuento en Monchengladbach.

Pero Leipzig era una amenaza constante y a los 63′ Werner desbordó por derecha, lanzó un fuerte centro y Poulsen no pudo conectar. A los 64′ un formidable remate de Sabitzer fue desviado al corner por Sommer de manera estupenda. Leipzig mostraba que en cada ataque podía convertir.

Borussia contraatacó y Embolo demoró mucho en rematar; iban 66′ y el partido no daba tregua. Cada ataque, una amenaza. En ese contexto, Red Bull Leipzig dejaba una impresión más acabada, más confiable.

Diego Demme ingresó por Kampl, de buen partido, para darle un refresco a la mitad de la cancha. La visita sabía que debía administrar el tiempo y el esfuerzo.

Después, cayó el ritmo. En los 10 minutos finales, por razones lógicas, bajó la intensidad. Y a los 90′ apareció Embolo para aprovechar ese aflojamiento general, ganó el fondo de la defensa de Leipzig y aprovechó de cabeza para marcar para el local y poner el 1-2 que encendió otra vez el juego.

El fuego volvió al Borussia Park y a los 90+2′ Embolo tuvo otra oportunidad, otro cabezazo, casi calcado de su gol, que se fue apenas arriba del travesaño. Y de contraataque, Timo Werner aprovechó un mal despeje de cabeza y se fue sólo al arco para definir con un tiro cruzado y marcar el 1-3 a los 90+3′. Leipzig cerraba la noche con una triple conquista de Werner, la figura de la cancha.

Tres partidos jugados, tres ganados. RB Leipzig se fue de Monchengladbach con la victoria y el dulce sabor de disfrutar el fin de semana con la punta en la tabla y el sueño de pelear por la Bundesliga.


Hernán O’Donnell

Flamengo volvió a dar una muestra de carácter y avanzó en busca del sueño de conquistar América

Igualó 1-1 ante Internacional y, con un global de 3-1, avanzó a semifinales de la CONMEBOL Libertadores, donde será rival de Gremio. Caía 1-0 cuando, cerca del final, logró empatar y asegurarse la clasificación.

Flamengo llegó a Porto Alegre mejor encaminado que su rival. En el partido de ida se había impuesto por 2-0 y así el panorama estaba a su favor de cara al compromiso de vuelta. En el primer tiempo, Internacional, con la presión de remontar el resultado adverso, no mostró una buena versión. Se vió un equipo apagado, sin respuestas. Contraria fue la actitud del Flamengo, que desde el primer minuto tomó las riendas del encuentro en el encantador Estadio Beira-Río, colmado de simpatizantes ávidos de ver un triunfo del local. El Fla se hizo cargo del balón, absorbió los nervios que puede generar una contienda de Copa Libertadores, y amenazó de inmediato, en la primera jugada, al Inter. Los de Río de Janeiro encendieron las alarmas de la defensa del local cuando al minuto de juego Gabriel Barboza desperdició un mano a mano ante Marcelo Lomba, que sumó más intervenciones el resto del primer tiempo para mantener a los de Porto Alegre con esperanza.

Flamengo, sin embargo, no fue contundente. Al no concretar las llegadas que tuvo, el Inter pudo tomar algo de coraje y arrimarse al área rival, aunque sin mucho entusiasmo. El primer tiempo finalizó en igualdad, y con un hecho que prevaleció durante el partido: los tumultos, los empujones, entre los jugadores. Fue un encuentro “caliente”, las entradas fuertes y los cruces entre los rivales tuvieron protagonismo. Jugadores de jerarquía como Filipe Luis y D’Alessandro no fueron la excepción.

Después de varios minutos comenzado el complemento, Internacional consiguió romper el cero y ponerse a tiro de empatar la serie. Luego de unos momentos en que Patricio Loustau, con apoyo del VAR, revisó la situación, confirmó el gol de Rodrigo Lindoso y los locales tenían veinte minutos más para continuar en búsqueda de igualar el marcador global.

Flamengo perdió ese dominio que supo tener en la primera parte, y el entrenador Jorge Jesus decidió mandar a la cancha a Robert Piris Da Motta, el volante que se destacó en San Lorenzo de Almagro y con presencia en la Selección de Paraguay, para resistir la arremetida de los de Porto Alegre, quienes estaban envalentonados por el gol y pujaban por el segundo. El Fla se vio forzado a defender en bloque bajo, incluso los delanteros retrocedían para colaborar.

Pero el fútbol está abierto a las sorpresas, a lo inesperado, y este partido no fue la excepción. En el mejor momento de Inter en el encuentro, cuando tenía a Flamengo contra las cuerdas, Bruno Henrique comandó un contragolpe sin obstáculos, y con templanza le sirvió el balón a Gabriel Barbosa, que había desperdiciado situaciones importantes en el inicio, esta vez empujó la pelota a la red para desatar una fiesta entre los hinchas del Fla y la decepción en los locales.

Flamengo avanzó un paso más en busca de la ansiada Copa CONMEBOL Libertadores, y con justicia, superó a un rival de categoría. Como ocurrió en los octavos de final, cuando perdió en la ida ante Emelec y revirtió la desventaja en la vuelta, empató e impidió que lo dejaran afuera del camino del presente certamen. En semifinales, otra vez tendrá enfrente a un equipo de Porto Alegre: irá en busca de un boleto a la final ante Gremio, protagonista de las últimas ediciones. Un encuentro que promete.


Martín O’Donnell

Gremio hizo valer su jerarquía y es el primer semifinalista de la CONMEBOL Libertadores

Fue un partido intenso, cambiante, con mucho en juego y con dos equipos con potencial, dos equipos que hicieron una gran Copa CONMEBOL LIbertadores y que uno sólo iba a tener la chance de pasar a las semifinales. Gremio hizo valer su jerarquía y se llevó la clasificación en calidad de visitante; el local, Palmeiras, hizo un muy buen torneo, con una derrota en Buenos Aires ante San Lorenzo y una gran cantidad de victorias, incluída la última en Porto Alegre por 0-1, pero que no le alcanzó pues la derrota que sufrió como local 1-2 lo dejó afuera, pues Gremio marcó más goles de visitante.

En el comienzo fue mejor el local. Tuvo en Luan y Gómez firmeza defensiva, Bruno Henrique condujo en la mitad y se hizo potente a través de Dudú y Luiz Adriano. A los 4′ tuvo una llegada clara, Luiz Adriano entró sólo por derecha y remató muy cerca del arco de Gremio, pero Paulo Víctor la supo desviar. A los 12´un desborde de Dudú buscaba la entrada clara de Willian, pero Leo Gomes pudo sacarla al corner; y del tiro de esquina vino la apertura del marcador: centro de Dudú, cabezazo de Gustavo Gómez adentro del área, el arquero que despeja corto y el rebote lo toma Luiz Adriano para abrir el marcador: 1 a 0 a los 13′.

Palmeiras jugaba mejor y lo reflejaba en el marcador. Se ponía en ventaja, y el global era más amplio. Parecía su noche, pero Gremio no se rindió. Y muy pronto llegó a la igualdad: Centro de Alisson, la aparición de Everton por izquierda y el remate que se mete para señalar el 1 a 1 cuando se jugaban 18′. El enorme festejo en el banco de suplentes mostraba el optimismo del conjunto de Porto Alegre; le bastaba un gol más para conseguir el boleto a las semifinales.

Y las emociones no se detendrían allí. Gremio fue a la caza del premio mayor, a la búsqueda de ese gol que le diera la ventaja necesaria.

Llegó una maniobra individual de Everton, sorteó a dos jugadores, entró al área y cuando le salía el arquero Weverton remató muy encima de él. Lógico, el balón rebotó en el pecho del arquero, y entonces apareció Alisson para convertir el 1-2 cuando se jugaban 22′ del primer tiempo.

En 10 minutos se calentó el ambiente. Todo quedó sintetizado en ese lapso: el dominio inicial de Palmeiras, el gol que le daba una ventaja más amplia por lo conseguido en el encuentro de ida, la reacción de Gremio, el espíritu que transmitía Renato Gaúcho desde el banco, la aparición de Everton para tranquilizar al visitante, su maniobra individual que llevó al segundo gol…

La síntesis del partido, en ese lapso. En ese rato. El partido había tomado un vuelco impensado, pero no cesó el ímpetu y la búsqueda de los equipos. Palmeiras salió con decisión, los minutos pasaban y la clasificación se escapaba. A los 42′ tuvo una llegada franca y el remate de Willian se estrelló en el poste derecho de Paulo Víctor.

A los 43′ un centro envenenado de Dudú lo sobró al arquero y Willian no pudo conectar con el arco despejado; su tiro se desvió por muy poquito.

Lo mismo pasó en el segundo tiempo: Palmeiras insistió y estuvo cerca con un tiro de Dudú a los 51′. Pero el equipo de Scolari se empezó a desdibujar y creció la visita. Una llegada clara a los 71′ de Jean Pierre que Weverton mandó al corner, otra de Everton a los 79′.

El partido se consumía y Gremio dejaba una mejor imagen. Pepé tuvo un lindo tiro a los 89′ para cerrar la noche y el disparo se elevó apenitas. Y cuando se jugaban 90+3′, el árbitro Néstor Pitana tuvo que revisar en el VAR una jugada dudosa: parecía mano de un defensor de Gremio en el área, pero no era tal; la pelota se desviaba tras pegar en la espalda del delantero de Palmeiras. Correcto el juez en no sancionar penal.

Gremio hizo pesar la historia y la jerarquía actual. Un equipo que ha levantado tres veces la Copa Libertadores de América, que llegó a dos finales más, que hace tres años es permanente animador de los torneos internacionales, otra vez golpeó duro y se metió en la lucha definitiva por la Copa más amada.


Hernán O’Donnell

La Champions League arma sus grupos y Estrella Roja quiere alimentar su celebridad

Estrella Roja es un equipo lleno de historia y celebridad. No es, claro está, un “Grande” como los grandes de España, Inglaterra, Italia o Alemania. Pero es un conjunto que se hacía oir desde los tiempos de la guerra fría, cuando los países que estaban detrás de la “Cortina de Hierro” se conectaban con occidente por el fútbol, como principal vínculo. Fundado en el 4 de Marzo de 1945, con la finalización de la segunda guerra mundial se le unieron varias instituciones que fueron disueltas por el Mariscal Tito. Eran los tiempos de la Yugoslavia que incluía a Serbia, en cuya Capital, Belgrado, se estableció el club, y también a Croacia, Montenegro, Eslovenia, Macedonia, Bosnia y Herzegovina. La unión de esas Repúblicas formaban el estado socialista de Yugoslavia, y con el aporte de cada República se formaban grandes seleccionados deportivos. Lo mismo le sucedió al Estrella Roja, que tenía futbolistas de varias de esas Repúblicas y por lo tanto, sus equipos eran duros y muy competitivos.

Fue dominante en su país en los años ’50, y pegó el salto a las competiciones europeas. Su enfrentamiento con Manchester United en 1958 aún es recordado por la paridad en lo deportivo, ya que United ganó 2-1 en Inglaterra e igualaron 3-3 en Belgrado, pero sobre todo por la triste tragedia que le tocó vivir al plantel del equipo inglés, pues sufrió el accidente de aviación en el regreso, en la zona de Munich, Alemania.

El equipo del Este prolongó sus participaciones en las Copas de Europa y siempre fue un rival de respeto, hasta que en la temporada 1990/91 gana el trofeo en forma invicta tras superar a Olympique de Marsella por 5-3 en la tanda de penales, ya que el partido en el tiempo regular finalizó 0 a 0. Coronaba así una larga historia construída en base a grandes equipos, con jugadores fuertes y hábiles, jalonada con el misterio que siempre emanó de los países del Este, y así alimentó su celebridad.

Ante Young Boys, de Suiza, se jugó el pasaje a la zona de grupos de la fabulosa Champions League temporada 2019/2020. Un empate en 2 goles en calidad de visitante le daban cierto aire de ventaja. Con igualar en 0 lograba conseguir el boleto de clasificación. Y se lo jugó en un primer tiempo agradable, con ritmo y mucha energía, rodeado de un ambiente ruidoso y efervescente, como es habitual en los estadios balcánicos. Estrella Roja pretendió dominar las acciones, pero el visitante se plantó en la mitad de la cancha y contó con varias oportunidades en ataque.

En el complemento, los dos salieron más decididos. Young Boys llegó con un remate de Assalé y el local respondió con un cabezazo de Marin.

A los 59′ Marin habilitó a Rodic, quien llegó al fondo, envió el centro y Vukanovic metió un cabezazo formidable y abrió el marcador. Un estallido enorme en el “Marakaná” y 1 a 0 para el local.

El equipo suizo, jugado por jugado, optó por adelantar las líneas e insistir por los costados, sobre todo con las subidas de Janko y los centros a Nsamé. La salida de Assalé no era lo más conveniente, pero el DT entendió que debía ingresar Hoarau.

El tiempo jugaba a favor del local y este sabía aprovecharlo. Se cerró con una doble línea de cuatro y achicó espacios para obligarlo a Young Boys a tirar pelotazos, a jugar al centro frontal, para que controlen los defensores centrales Milunovic, Degenek o el arquero Borjan.

Pero quedaban emociones. Y de las fuertes. A los 81′ Ben Nabouhane desvió de cabeza hacia su propia meta un remate que parecía que Borjan iba a controlar. Pero fue gol en contra y el 1 a 1 le dio dramatismo a las escenas finales.

El partido llegaba a los minutos finales y el Estadio era una caldera. Y a los 90′ un tremendo zapatazo de Nsamé parecía darle la victoria a los suizos, pero surgió la mano salvadora del arquero Borjan y envió el tiro al corner. Y sobre el final tuvo una jugada polémica donde todo el banco visitante reclamó penal.

Pero no hubo modificaciones, y el empate 1 a 1 se mantuvo hasta el final. Como habían igualado 2-2 en la ida, pesó la mayor cantidad de goles de visitante y el mítico Estrella Roja de Belgrado estaló en un grito de alegría y felicidad porque logró meterse en la zona de grupos de la Champions League, para alimentar una vez más la leyenda de los equipos del Este.


Hernán O’Donnell