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River falló un penal en el último minuto, y todo quedó abierto para el desquite

El primer tiempo fue bien jugado, incluso con cierta liviandad para lo que es la historia de la Copa Libertadores de América. Respeto y límites bien establecidos, sin esa clásica pierna fuerte y a veces mal intencionada que muchas noches jalonaron los partidos de Copa. River y Cruzeiro tuvieron buenas intenciones y se formó una primera parte agradable, con un equipo, el local, que dominó durante gran parte del tiempo. Con los zagueros centrales bien adelantados, los laterales Montiel y Angileri con libertad para proyectarse, el equipo de Gallardo tuvo dominio y control.

Ese manejo lo condujo a tener algunas acciones de peligro, siempre elaboradas por Ignacio Fernández y la dinámica de De la Cruz; acompañaban Palacios en la gestación y Suárez intentaba ser profundo, pero le costaba porque Cruzeiro siempre se sotuvo en dedé, un zaguero de enorme tamaño y de mucha seguridad en la defensa tanto por abajo como en el juego aéreo. La mejor chance de River fue un cabezazo de Rojas (ingresó por el lesionado Pinola a los 32′) que se fue muy cerca del travesaño.

Cruzeiro contó con algún contragolpe, casi siempre a través de los pies de Robinho. Pero no generó peligro ante Armani y el primer período se cerró con un 0-0, limpio y agradable.

Apenas empezó el segundo tiempo, Marquinhos se cortó solo y con un tiro cruzado venció a Armani. El asistente levantó la bandera, y el árbitro Julio Bascuñán escuchó el comentario de los hombres del VAR y ratificó la sanción. No se convalidó el tanto, aunque la imagen televisiva nos dejó la sensación que el hombre de Cruzeiro estaba bien habilitado.

El complemento ya tenía otro color. Más ritmo y un poco más de intensidad. Incluso, era más parejo. Cruzeiro se animaba un poco más e intentaba plantear el partido más cerca ddel medio campo.

River necesitaba fuerza en ataque, más peso, llevar más peligro. Por eso ingresó el “Oso” Pratto por Alvarez cuando iban 60′. Y se animó un poco más.

Cruzeiro contó con algunos contragolpes a partir de David, con Orejuela que iba por derecha y Pedro Rocha por izquierda, pero le faltó profundidad para concretar.

River tuvo la más clara a los 83′ cuando tras un corner desde la izquierda, Fabio salió mal y Pratto alcanzó a cabecear, pero la pelota se fue muy cerca del poste izquierdo del arquero.

Y cuando todo parecía terminar, en el último minuto de descuento, el VAR halló un penal imperceptible para el árbitro por un agarrón de Leo a la camiseta de Pratto. Agarrones que se dan en todo el partido y en muchos sectores de la cancha, pero que se observan de modo selectivo. Eso es el VAR. Algunos equipos lo entendieron de modo muy claro.

Iban 96′ y Suárez se paró recto, tomó carrera y su disparo se fue por encima del travesaño. El partido no se modificaba. 0 a 0 y todo por resolverse en Belo Horizonte. En Buenos Aires, apenas se encendieron algunas brazas del fuego de la Libertadores.


Hernán O’Donnell

La Copa de las sorpresas tiene nuevos héroes y nuevas víctimas

Ayuda el sistema de juego. 90′ y luego, definición por tiros desde el punto del penal. Esto es, un equipo puede salir a defenderse, hacerlo bien, resguardarse y apostar todo a los penales. Con orden, sacrificio y mucha concentración, la estrategia de defenderse con la táctica de cerrarse en defensa con dos líneas de cuatro prestadas un media punta y un sólo delantero, que también colabore en defensa, puede sostenerse el empate y apostar a la definición por penales, donde las fuerzas parecen equilibrarse.

Esto lo plantean muchas veces los equipos de categorías inferiores cuando juegan frente a conjuntos de primera división, de la actual Superliga.

Anoche, en Lanús, no fue la excepción, aunque también hay que destacar las ventajas deportivas que muchas veces tienen los poderosos. racing jugó con Boca Unidos de Corrientes a metros de su estadio en la Provincia de Buenos Aires. El sábado lo había hecho Lanús, quien recibió a Indpendiente Rivadavia de Mendoza en…¡Arsenal! Sí, en Sarandí a pocas cuadras de su cancha. En fin…

Por eso también hay que destacar el mérito del equipo “visitante”. Que no debería serlo, pero si revisamos estos últimos partidos, veremos que los estadios de “neutrales” tienen poco y nada.

Boca Unidos salió con un plan determinado, lo llevó a cabo y le dio resultado. Es cierto que también contó con una dosis de fortuna, siempre necesaria en cualquier actividad, y con la falla de Racing en la puntada final. Amén de la destacada actuación de su arquero Aquino, quien fue figura en los 90′ y también en la serie de penales.

La Academia fue superior a lo largo de todo el partido. En el primer tiempo contó con varias chances para abrir el marcador, pero siempre apareció José Aquino para contener el grito racinguista.

En el complemento, se mantuvo el mismo libreto. El equipo de Coudet al ataque, los de Corrientes se defendían, con línea de 5 defensores, cuatro volantes y un delantero, para tratar de pivotear y armar algún contragolpe peligroso, que al final del encuentro lo tuvo, pero las manos de Gabriel Arias impidieron la concreción.

Y todo debió resolverse en los penales, tal como sucedió muchas veces en esta Copa Argentina y en las últimas ediciones también. hay que recordar el año último, cuando tras el Mundial y la abstinencia de fútbol, se sucedían partidos de la Copa y la gente se deleitaba con los penales, siempre y cuando no jugara su equipo, claro.

El primer penal lo pateó Lisandro López, al ángulo, golazo y 1 a 0. Igualó Baroni, también con un buen remate. 1 a 1. Matías Rojas, de zurda, puso el 2 a 1 para Racing. Igualó Martín Ojeda, con tremendo remate. 2 a 2. En la tercera serie vinieron los yerros. Aquino le atajó a Barbona y Gabriel Arias a Martín Fabbro.

Pillud fuerte, seco y al medio. 3-2 para Racing. Ariel Morales a la derecha, arriba. 3-3. Quinta serie, va Darío Cvitanich…arriba del travesaño. Siguen 3-3 y si convierte Vizcarra, ganan los correntinos. Su remate es débil, anunciado, y contiene Arias. Todo sigue igual y vamos a la serie de uno en uno.

Marcelo Díaz intenta emparejar el pasto, el barro y el agua en la zona del punto del penal. Le pone empeño y atención a la ubicación de la pelota, a la zona del pie de apoyo. Pero le entra muy abajo al balón y el tiro se va arriba del travesaño. Siguen 3-3 y le queda la chance a Boca Unidos. Alloco, que había entrado en el segundo tiempo para reforzar la defensa no da tantas vueltas. Acomoda la pelota, toma carrera y remata fuerte, arriba, al ángulo superior izquierdo de Arias. Boca Unidos celebra la victoria por 4 a 3 en los penales.

La Copa Argentina dejó otra noche de sorpresas, de hazañas. El equipo del Federal A le ganó y eliminó al campeón de la Superliga. Para sumar una nueva emoción a la Copa que siempre nos depara sobresaltos y atracciones.


Hernán O’Donnell

Llega una semana cargada de Copas

En realidad, la CONMEBOL puso en marcha la continuidad de sus certámenes continentales de clubes unos pocos días después de finalizada la Copa América Brasil 2019. Bastó que pasaran unos días, se acallaran los ecos de la victoria de Brasil, se hicieran los últimos balances y se reanudara con la CONMEBOL Copa Sudamericana. Después de la Gran Final del Maracaná del domingo 7 de Julio, el martes 9 se enfrentaron Royal Pari y La Equidad, el miércoles 10 se midieron Caracas e Independiente del Valle y al otro día en Sante Fe se encontraron los equipos de Colon y Argentinos Jrs, donde ganó el visitante 1 a 0, pero como en La Paternal ganaron los de Santa Fe por 1 a 0, fueron a penales, donde triunfó Colón.

Fue un partido, o una serie, vibrante, jugada con todo el ímpetu y el protagonismo que intentan demostrar los equipos de Pablo Lavallén y Davobe. Sí llamó la atención la cantidad de errores en los penales.

Y no fue sólo en ese partido; también lo remarcamos en la victoria de Godoy Cruz sobre Huracán, que ganó 2 a 1 por penales, con 9 penales ejecutados. Se convirtieron sólo 3, y los otros 6 fueron desviados o atajados por los arqueros.

Más allá de este hecho llamativo, la Copa CONMEBOL Sudamericana ya tiene varios partidos jugados y seguirá el martes 23 con ZUL vs Sporting Cristal y Peñarol ante Fluminense. El miércoles 24 se miden Botafogo y Atlético Mineiro, y el jueves 25 Corinthians vs Wanderers e Independiente recibe en Avellaneda a Universidad Católica de Chile.

La Copa CONMEBOL Libertadores también tendrá su semana de fuego. El martes 23 River juega en su estadio ante Cruzeiro; en Mendoza se enfrentan Godoy Cruz y Palmeiras y en Quito se miden Liga y Olimpia. El miércoles 24, juegan en Buenos Aires San Lorenzo y Cerro Porteño. En Montevideo, Nacional frente a Internacional de Porto Alegre. Paranaense recibe a Boca. Y Emelec a Flamengo. La semana se cierra el jueves 25 con Gremio y Libertad.

Días de fuego, de pasión y de fútbol. La Copa CONMEBOL Libertadores ya se pone en marcha. Las noches de frío y barro, tan tradicionales de este legendario certamen, en esa mezcla de épica y hazañas nos prometen apasionantes nuevos capítulos.


Hernán O’Donnell

River encontró en los penales lo que no pudo hallar en el partido

Cuando River convirtió su gol a los 65´parecía que el partido se terminaba. Que el peso de la camiseta, de los apellidos, de la historia del equipo y van a ser argumentos suficientes para sellar el triunfo, para manejar los tiempos, para conducir el juego.

Pero esto es fútbol, y como siempre lo que se supone no es más que un tema imaginario. Las presunciones que siempre tenemos en el juego, pero que hay que confirmarlas en la cancha. Y River se ponía en ventaja, Lux había atajado un penal a Ignacio Morales (con rebote en el travesaño incluido) a los 55′, el público se animaba y todo hacía suponer que…

Pero apareció Renzo Vera a los 70′, metió un cabezazo tremendo tras un corner desde la derecha e igualó 1 a 1.

Entrábamos en el momento final del partido con todas las luces y la tensión de un encuentro que había sido parejo, donde River tuvo imprecisiones y fallas en el primer tiempo, donde no había podido hacer prevalecer su jerarquía y le costó mucho ser profundo en el ataque.

Muy temprano tuvo que salir Ponzio, retrasar a Enzo Pérez y el ingreso de De la Cruz le dio más velocidad, pero no era fino en el juego ni en los pases. Le costó dominar a un rival que siempre mantuvo el orden, se apoyó en el 4-4-2 y achicó espacios en todos los sectores.

Pero ese tiempo concluyó sin alteraciones ni grandes incidencias y lo más excitante se iba a presentar en el complemento.

La salvada de Lux, los goles, algún roce, y el encuentro que entraba en esos minutos de “el que hace el gol gana”. Pero nadie hizo el gol, y el tiempo se esfumó entre el empuje ciego de River y las contras del equipo mendocino.

Llegó el momento de los penales…

Los nervios, la elongación y la decisión de los ejecutantes. Todos bien ejecutados y convertidos hasta el 3 a 3. Luego, Brian Andrada que estrella su tiro en el travesaño y ya no habría modificaciones. River convirtió los dos que le quedaban, y se impuso por 5-4.

Una noche difícil para el equipo de Gallardo, que tuvo la intención de dominar, que buscó el protagonismo, pero que recién en los tiros del penal logró doblegar al duro equipo de Diego Pozo, y así celebrar la clasificación en una hermosa noche de San Luis.


Hernán O’Donnell

Andrés Mehring, el nuevo superhéroe que presentó la Copa Argentina

Había sido un partido entretenido, si se quiere parejo, con un tiempo para cada uno y una leve mejor imagen global para el equipo que cayó en los penales, Huracán.

Pero la Copa Argentina está llena de sorpresas, de impactos, de definiciones infartantes cuando se ejecutan los tiros desde el punto del penal para resolver las paridades que finalizan en el tiempo reglamentario. la Copa está llena de sorpresas y de héroes por un día. Así como lo fue Marcos Fassanella para Excursionistas, como Sebastián Torrico lo hizo en Godoy Cruz y en una de sus primeras presentaciones en San Lorenzo ante Deportivo Morón, ayer fue el turno del arquero de Godoy cruz, Andrés Mehring, quien atajó ¡3 penales!.

Pero antes hubo un partido. Un primer tiempo favorable al equipo mendocino, con buen juego en la mitad de la cancha y el pivot de Santiago García, se las arregló para llegar al área del Globo y a los 28′ Héctor Varela marcó tras un par de rebotes en el área, después de un corner a favor.

Después, el conjunto de Vojvoda levantó, creció en su juego y llegó al empate por un remate de Salcedo, tras un envío largo desde la derecha. Iban 45+2′ de la primera parte y se cerraba esa etapa con una igualdad que ya no se modificaría.

Porque Huracán empujó más en el complemento, adelantó a sus líneas e intentó abrir por afuera, con Lucas Gamba y “Droopy” Gómez, y por adentro con Andrés Chávez. Tuvo amplitud en la conducción, pero no justeza ni profundidad para definir. Y llegó la tanda de penales.

Ahí surgió la enorme figura de Mehring. Primer penal y primera atajada. Pateó Lucas Gamba, a la izquierda del arquero, quien desvió el remate. Y Godoy Cruz convirtió por el “Morro” García y comenzó a tomar ventaja.

Andrés Chávez lo tiró bien alto y Brunetta pegó en el travesaño. Dos penales cada uno y Godoy Cruz ganaba 1 a 0.

Convirtió Rodrigo Gómez para el Globo, y Tomás Cardona, surgido en San Lorenzo señaló para Godoy Cruz. 2 a 1 para los mendocinos y nadie imaginaba que ese sería el marcador final.

Pateó Salcedo el cuarto para el Globo, otra vez a la izquierda Mehring y de nuevo atajó el arquero. Si convertía Varela, todo estaba terminado. Pero el zaguero tiró arriba del travesaño y entrábamos en la quinta serie con más errores que aciertos, auqnue Godoy Cruz tenía una ventaja. ¿La diferencia de un gol? Sí, pero también las manos mágicas de Andrés Mehring, quien estudió a Faravelli y decidió cambiar de palo: fue a su derecha, la tapó y el rebote en el poste terminó por ayudar a su hazaña. Godoy Cruz vencía a Huracán, en los penales, por 2 a 1.

“Gracias a Dios pude atajar tres penales”, señaló en la entrevista de la TV oficial tras el partido. “Fue complicado, costaba jugar, pero siempre lo buscamos. Y en los penales me tenía fe, sentía que podía ayudar al equipo”, agregó.

“Fue un partido duro; incidió el rival, la cancha estaba un poco mal, pero no es excusa, estaba mal para los dos”, señaló ante la prensa.

Tranquilo, sabía que su tarea estaba hecha. Tres penales atajados en una serie, un nuevo superhéroe de la increíble Copa Argentina, esta vez con el nombre y apellido de Andrés Mehring.


Hernán O’Donnell

La Copa Argentina empieza a jugar su semestre decisivo

Ya estamos en los famosos 16avos de final. Ahora empieza lo mejor de la Copa Argentina 2018/19. Se define el título, quedan los partidos importantes, los de más peso, los que empiezan a generar un atractivo mayor para el gran público futbolero de la Argentina.

El domingo juegan Huracán y Godoy Cruz (Mendoza) en la cancha de Instituto (Córdoba) en el primer encuentro de esta fase; el martes 16, en el Estadio ünico de Villa Mercedes, San Luis, se aguarda por una multitud para ver a Gimnasia y Esgrima de Mendoza frente a River Plate.

River y el “Lobo Mendocino” se enfrentaron en cuatro ocasiones por los viejos torneos nacionales. Ganó el “Millonario” dos veces, en una ganó Gimnasia y la restante igualaron.

El equipo mendocino tiene nuevo entrenador; llegó Diego Pozo, ex arquero de Colón, Huracán y la Selección Nacional (estuvo en el plantel que participó de la Copa del Mundo de la FIFA-Sudáfrica 2010) y ya acumula una buena cantidad de entrenamientos. Su ultimo amistoso fue un empate con Godoy Cruz por 1 a 1. El conjunto formó con: Tomás Marchiori; Brian Alferez, Diego Mondino, Renzo Vera, Leandro Aguirre; Iván Ramírez, Franco Carrasco, Santiago López, Lucas Carrizo; Ignacio Morales y Romano.

El arquero Tomás Marchiori habló con Radio Nihuil de Mendoza y expresó: “Ojalá hagamos el mejor partido posible; es muy bueno poder jugar contra los mejores equipos. Ahora nos toca jugar contra un River que ha ganado todo, y ojalá podamos ganar, sería hermoso”.

River aún no definió al equipo, pero se presume que podría ir con una mayoría de titulares. Germán Lux; Montiel, Martínez Quarta, Pinola y Angileri; Enzo Pérez; Ignacio Fernández, Palacios y De la Cruz; Borré y Álvarez. Pero su gente, los medios que lo siguen, los partidarios, todo el mundo millonario tiene más en la cabeza el duelo frente a Cruzeiro por la Copa CONMEBOL Libertadores que el choque de San Luis. Se habla más del partido del martes 23 que el de una semana antes, el del martes 16. Y eso puede ser peligroso. Un gran entrenador del fútbol argentino siempre ponía el foco en el juego inmediato que debía afrontar, nunca se salteaba una fecha ni un encuentro, por más accesible que pareciera. En el fútbol no hay certezas ni garantías. Sólo presunciones, que luego se deben confirmar.

La semana de Copa Argentina continuará el sábado 20 de julio con estos partidos: a las 13.10: Atlético Mitre de Santiago del Estero vs Estudiantes de La Plata, en el Estadio Coloso del Ruca Quimey de Cutral Có.

A las 17.10 se miden Gimnasia La Plata – Defensa y Justicia en el Estadio Alfredo Beranger, del Club Atlético Temperley.

Y a las 21.10 juegan Lanús vs- Independiente Rivadavia de Mendoza en el Estadio Julio Humberto Grondona, la cancha de Arsenal Fútbol Club.

Un menú lleno de variantes, partidos atractivos y mucha adrenalina para ver y gozar. El fútbol argentino, otra vez en movimiento, para un invierno que ya empezaba a extrañar el ruido de pelota.


Hernán O’Donnell

El espiral de acusaciones se elevó y la selección entró en un laberinto

Lionel Andrés Messi es el activo más importante que tiene el seleccionado nacional, que es como decir el fútbol argentino. Es el más valioso, el más requerido, el más pretendido, el más deseado. Es el mayor valor del fútbol, de la AFA, el capital más importante. Por su peso internacional, su fama, su influencia y su valor deportivo y comercial.

Claudio Tapia y el jugador empezaron a forjar una relación de afecto y confianza desde hace unos años. El dirigente había detectado el peso y poder de la figura del futbolista, y se respaldó en esa relación. El vínculo creció con el tiempo, los partidos de la selección y los viajes compartidos. Se potenció durante la crisis institucional que vivió la AFA tras el fallecimiento de Julio Grondona a mediados de 2014. Entre los mandatos de Luis Segura y Armando Pérez, en ese tiempo donde las peleas internas, las diferencias entre dirigentes, las divisiones de los clubes derivaban en una selección descuidada y sin referentes de conducción, la figura de Tapia emergió con fuerza entre los futbolistas, por su presencia, su constante apego al grupo y su acompañamiento. Fue el hombre más cercano a los jugadores en tiempos en que la mayoría de los dirigentes se peleaban en los escritorios de las oficinas para ganar espacios de poder. El titular de Barracas Central pasaba más tiempo en los campos de entrenamientos, en los estadios durante los partidos, en los vestuarios tras los encuentros. Esto le generó un vínculo muy fuerte con los profesionales, sobre todo con Lionel Messi. Épocas de la Copa América Chile 2015, Copa América Centenario USA 2016.

La imagen del abrazo entre Messi y “Chiqui” Tapia en la antesala del vestuario tras el partido ante Ecuador que depositaba a la Argentina en la Copa del Mundo de la FIFA-Rusia 2018, recorrió el mundo y generó un gran impacto en las entrañas de nuestro fútbol. Por lo que mostró y lo que reveló. Messi abrazaba con la fuerza del cariño al presidente de la AFA, mientras evitaba a varias personas que estaban a su alrededor, notables algunos de ellos, como Daniel Angelici, presidente de Boca y hombre de mucho poder. El mundo, pero sobre todo el fútbol argentino, tomaba nota de un gesto muy importante: el jugador argentino más influyente, el capital más valioso de la AFA, le brindaba un total apoyo a Tapia, mientras desconocía al resto de los dirigentes, algunos de ellos que mantienen diferencias internas con el “Chiqui”. Messi, en ese abrazo, daba una señal clara de apoyo a Tapia y él podía regodearse y hacerles ver a los demás que cuenta con el sosten del nombre más importante de nuestro fútbol.

Allí radica una alianza a la que ahora le han sumado a Lionel Scaloni, DT del seleccionado argentino. Hombre de confianza de Tapia, que se la supo ganar en el Mundial de Rusia, luego la prolongó en el torneo de La Alcudia, hoy es una tercera pata de esta mesa. La foto que se divulgó en las redes sociales es todo un mensaje: la unión del presidente, el entrenador y el capitán del equipo. Si alguién quiere interponerse en el camino, allí están los tres, unidos en un solo cuerpo.

El último episodio vivido en la CONMEBOL Copa América Brasil 2019 refleja esa unidad, pero también el paso en falso en el que se puede incurrir cuando se actúa de forma monolítica, no se reflexiona, y se traspasan ciertos límites. Las quejas sobre el arbitraje y la ausencia de la utilización del VAR tienen un fundamento y razón, pero excedieron los márgenes razonables, tuvieron un tono alto y, en el caso de Messi, palabras muy duras y ofensivas.

En ese afán de mostrar unidad, cerrar filas y cercar cualquier atisbo de cuestionamiento, ya sea periodístico o de los propios pares dirigenciales, cayeron en un error de enfrentarse con una institución, la CONMEBOL, de la que en definitiva también forman parte. Como Asociación afiliada, como vicepresidente, o como futbolista o entrenador de un equipo que la integra.

En la vorágine del torneo, con las pulsaciones aceleradas, con el calor de los resultados deportivos y los fallos arbitrales muy frescos, entraron en un espiral de acusaciones que se elevó con los días y los llevó a un laberinto del que sólo el tiempo dirá como se saldrá.


Hernán O’Donnell

La vigencia de Dani Alves, una de las sonrisas de la Copa América

Es momento de balance, de análisis, de empezar a mirar las hojas del cuaderno de anotaciones y pasar en limpio todo lo que se anotó en borrador. Tal como en los años del colegio, o de la Universidad, cuando se tomaban apuntes de las cosas que uno veía como más importantes y luego las ordenaba para estudiarlas, para profundizarlas, para destacarlas y recordarlas.

La CONMEBOL Copa América Brasil 2019 ya es historia y estos son los días donde trazamos el balance y el análisis final. Y en tren de sacar el relieve del torneo, una de los puntos más altos fue el rendimiento de Dani Alves, capitán y símbolo de Brasil. Una sorpresa para muchos, pero no para él: “El secreto es el respeto por la profesión. Dedicarme las 24 horas a ella. Cuidarme, entrenarme y descansar. En definitiva, respetar la profesión de futbolista. por eso este nivel que exhibo ahora puede ser sorpresa para muchos, pero no para mí”, dijo el sábado previo a la final, en la conferencia de prensa ante los medios del mundo, cuando le consultaron por el secreto de su vigencia.

Fue uno de los actores principales del “Scratch”, una de las mejores figuras del certamen. Para muchos, el mejor. Tuvo buenas participaciones, hasta convertirse en la figura del partido más duro y exigente, la semifinal ante la Argentina en Belo Horizonte.

“Hemos trabajado muchísimo para llegar a esta conquista. Hoy es un día de felicidad, de alegría, así que no comparto lo que dijo Messi. Es mi amigo, pero no por eso voy a decir que siempre tiene razón. En este caso, no. No tiene razón. Puedo entender que esté molesto, caliente, pero no comparto que esto esté arreglado”, señaló entre los festejos por la Copa y las declaraciones de su ex compañero de equipo en Barcelona.

“Siento que este es un momento muy especial porque he logrado superar un año año difícil en mi vida. Poder volver a la selección brasileña fue todo un desafío a esta altura de mi carrera. Y salir campeón fue un premio·, agregó.

“Jugar en el Maracaná siempre es muy especial. Es nuestra casa. Y el equipo estaba muy determinado. sabía que había que ir paso a paso. Los chicos son muy merecedores de todo esto. De esta alegría, de este título. Sabíamos que no iba a ser fácil, que no iba a ser el partido que se jugó en la primera fase”, dijo a la TV oficial tras consagrarse campeón. Tomó aire, y continuó: “Le quiero agradecer a nuestros ‘torcedores’ (hinchas), conectó con el equipo y pudimos construir algo juntos”, señaló.

Tiene 40 títulos en su carrera, pero cree que son de los “equipos que jugué, no de un sólo futbolista”. Y se fue a recibir el premio al mejor jugador del campeonato; luego levantó la Copa junto a sus compañeros.

A los 36 años volvió a dar otra vuelta olímpica. Volvió a asombrar al mundo. Demostró que la calidad, la jerarquía, no tiene edad. Que al fútbol no se juega con la cédula sino con el conocimiento, el esfuerzo, el sacrificio y el talento. Y que este puede ser inagotable, como los títulos que ha ganado a lo largo de su vida el ya legendario Dani Alves.


Hernán O’Donnell

(Enviado Especial a Río de Janeiro, Brasil)

Paciencia, jerarquía y contundencia, las claves de Brasil

En los minutos iniciales, Perú salió con decisión al campo de juego y, ese breve lapso, fue su mejor momento en el primer tiempo. Al instante, Brasil cambió la cara y se adueñó del partido. El equipo de Tité, con sus jugadores de jerarquía se sostenía en la posesión de la pelota y con paciencia, y sin mucho esfuerzo, encontró el primer gol temprano, a los catorce minutos. A partir de allí parecía que se avecinaba una avalancha de goles a favor de los locales. Pero eso no sucedió, si bien el dominio siguió siendo suyo, Brasil no fue letal y, la diferencia que había en cuanto a juego no se tradujo en el marcador. La mínima ventaja permitía a Perú mantenerse cerca del empate más allá de estar lejos de hacer su mejor partido.

Una llegada del equipo del “Tigre” Gareca provocó un penal a favor suyo tras un desvío de la pelota en la mano de Thiago Silva. Esa situación fue suficiente para que Paolo Guerrero iguale las cosas y reviva el sueño de Perú. De inmediato, el envión que generó el empate fue notorio y la selección peruana se abalanzó en busca de más. Sin embargo, al cierre de la primera etapa, Arthur y Gabriel Jesús combinaron para poner en ventaja otra vez a Brasil, y de esta manera pusieron freno a la efímera alegría de Perú en el primer tiempo.

En el complemento, Perú mostró mayor voluntad para acercarse al arco de Brasil. Impulsados por la desventaja, los de Gareca buscaron adelantarse más en el campo y generar más oportunidades de gol. Brasil perdió algo de protagonismo, y se vio aún más perjudicado por la expulsión de Gabriel Jesús, que estaba realizando un buen partido y fue una de las figuras en el torneo. Pero, más allá de que Brasil comenzó a jugar más en bloque bajo, no sufrió mayores complicaciones. Alisson casi no fue incomodado, a pesar de algunos intentos de Perú, no hubo situaciones claras de gol. Brasil siguió siendo superior aún sin tener tanto dominio, porque tuvo la jerarquía suficiente en su defensa para no permitir embates del rival.

Pasaron los minutos y Brasil mantuvo la ventaja. Sobre el final del encuentro, Richarlison de penal anotó el tercero de su equipo, y puso punto final al partido y al certamen: Brasil se aseguraba la Copa América. Los dirigidos por Tité hicieron una labor notable, más allá de que le costó ante Paraguay, hubo polémica ante Argentina; fueron contundentes a lo largo de la competencia, no fueron derrotados, y se quedaron con el título en su casa.


Martín O’Donnell

Brasil tuvo su fiesta tan anhelada en un Maracaná que rebosó de alegría

Tanto soñar con la fiesta en casa, que Brasil, al fin pudo darse el gusto. Desterra fantasmas de Maracanazo, olvidar el sinsabor del 2014 y celebrar con una gran fiesta en el Estadio “mais grande do Mundo”.

El día empezó un poco fresco y nublado. Para el clima que se vivía la semana anterior, con días soleados y de más de 30 grados, era toda una novedad. La llegada de la lluvia el jueves y viernes, las horas desapacibles, el viento frío que se desataba en Copacabana, las playas despobladas y los nubarrones que acompañaron los últimos días previos a la gran final.

Después llegó el sábado frío, y el amanecer del domingo con un viento frío y el sol que se animó a salir cuando llegó el mediodía. Río de Janeiro ya era Río, la de siempre. Y la gente que empezó a llegar al mítico Estadio “Maracaná” para vivir el domingo inolvidable. Cinco horas antes se abrieron las puertas; las camisetas de Brasil acompañadas por las de los clubes. Y la gente que se arrimaba.

Las imágenes corrían con lsa horas; las charlas previas, los comentarios, las voces que se alzaban y los pronósticos. Todo junto en las charlas. El lamento por las oportunidades perdidas, Las polémicas, el VAR, Todo en charlas para matizar el tiempo.

La entrada en calor un poco adelantada para darle tiempo al show previo de Clausura de la CONMEBOL Copa América 2019¡. La música, y la fiesta.

Y el partido. Perú salió a tener la pelota, a atacar. A sorprender. Y la tuvo un rato largo, con un tiro libre peligroso de Cueva. Parecía que llevaba el partido, pero Brasil le mostró que en la primera jugada lo podía lastimar: 14′, desborde de Gabriel Jesús, centro, aparece libre Everton y con un remate seco abre el marcador. 1 a 0 para Brasil.

Ahí el partido entró en un pozo. En una meseta, porque Brasil cedió la pelota, los espacios. Se replegó y neutralizó a Perú, que insistió con el buen traslado de Cueva, la participación de Carrillo, las corridas de Tapia y la potencia de Paolo Guerrero acompañado por Edison Flores.

Pero Brasil no se inquietaba, y en cada arranque de Arthur, desborde de Dani Alves o de Alex Sandro y Everton, mostraba sus uñas.

Sin embargo, cuando parecía que el primer tiempo se agotaba con cierta intrascendencia, llegaron las emociones: un desborde por derecha de Perú, la combinación de Advíncula con Cueva, el centro, la mano de Thiago Silva y el penal que cobra Tobar sin dudar, aunque luego le hayan pedido que revise con el VAR.

Convirtió Paolo Guerrero a los 43′ y el partido se igualaba 1 a 1. Pero aún quedaba el descuento y Perú cometió un par de errores que le costaron caro. Perdió una pelota en mitad de cancha, Arthur se va, cuando entra al área habilita a Gabriel Jesús quien aprovecha el resbalón de Zambrano, para quedar solo y vencer a Gallese. 2 a 1 a los 47′ del primer tiempo.

Brasi, con apenas dos llegadas, se iba 2-1 arriba al descanso.

En el complemento, mejoró el local. Fue más agresivo, más ambicioso, buscó tener la pelota e incluso atacar más. Y tuvo un buen cabezazo de Firmino y otra entrada del delantero, que se fue por muy poco. Le costaba a Brasil, pero se sostenía en su jerarquía y su calidad. A los 70′ se fue expulsado Gabriel Jesus y Tité movió el banco: adentro Richarlison y Militao. En eso estaba, cuando Everton armó una gran jugada, lo cruzó Zambrano y Tobar marcó penal, corroborado por el VAR. Iban 87′ y Richarlison sentenció el partido: 3 a 1 para Brasil.

El Maracaná estalló en gritos, en oles y en cantos. Con un jugador menos podía maniatar a Perú, doblegarlo y controlar el final del juego. Llegó ese momento. El del festejo, el estallido, la celebración. Brasil ganaba 3 a 1 y se coronaba otra vez Campeón de la Copa América, como lo hizo cada vez que la organizó. Un triunfo justificado ante un digno Perú, en un torneo que no tuvo el brillo esperado, pero que le bastó al equipo de Tité mostrar su jerarquía y oficio para ganarlo desde el comienzo hasta el final.


Hernán O’Donnell

(Enviado Especial a Río de Janeiro, Brasil)