Walter Erviti comienza en Atlanta su carrera de entrenador

Es muy joven, pero ya tiene claro lo que quiere y la oportunidad de comenzar con su nueva profesión le surgió con naturalidad. Walter Erviti dejó la práctica activa del fútbol profesional hace muy poco tiempo y encontró en Atlanta el lugar indicado para empezar este nuevo camino: el de Director Técnico de fútbol.

Crédito: Prensa Atlanta

Recorrió las instalaciones, conoció a la gente del club y empezó a trabajar. También se hizo tiempo de hablar con la Secretaría de Prensa de la institución y dejar sus primeras impresiones: “mis expectativas son las mismas que las que tiene la gente del club; hacer un equipo con el que el hincha de Atlanta se identifique, poderle acompañar en sus objetivos, y que vean plasmado en el campo de juego lo que esperan de sus jugadores”.

Y agregó: “en la charla que tuve con los dirigentes me identifiqué mucho con los valores que manejan en el día a día, los valores que sostienen el camino para lograr los objetivos, y desde lo deportivo entendí que tienen una línea de trabajo que me gusta, entonces entendí que se cruzaban muchos interese en común que me permiten crecer en esta carrera”.

Crédito: Prensa Atlanta

Sobre la idea de juego del equipo, el volante surgido de San Lorenzo, comentó: “somos de la idea de tener un equipo dinámico, agresivo, y que el hincha se identifique. Queremos un equipo protagonista, con la responsabilidad que implica llevar una camiseta que tiene tanta historia”.

También habló de los entrenadores; de los que tuvo y de los que conoció. “Valoro a los entrenadores desde el día a día, de la forma en que trabajan y de lo que le dejan al club más allá de los logros o de algún título. Creo que los entrenadores debemos dejar algo más profundo en los clubes”, señaló el ex volante de Banfield.

“La gente se va a encontrar con un equipo diferente en cuanto a nombres del último que vio porque debido a los buenos rendimientos hay jugadores que han tenido posibilidades en otros clubes, y nosotros hoy trabajamos en el nuevo armado del plantel. Lo primero que analizamos cuando buscamos a un jugador es si el futbolista tiene ganas de estar en el club. Eso es muy importante. A partir de ahí buscamos jugadores dinámicos, agresivos, que tengan el deseo de ser protagonistas, y que puedan asumir la responsabilidad con mucha integridad. No es fácil, pero trabajamos para darle al hincha lo que este desea de su equipo”, agregó el ex futbolista de Monterrey.

Crédito: Prensa Atlanta

Por último, le habló al hincha de Atlanta: “le quiero transmitir mi alegría, mi felicidad por poder estar en esta institución, conozco la historia del club, conozco su presente y trataremos de darle lo que ellos esperan de su equipo. Vamos a trabajar mucho para que ellos partido a partido se vean reflejados y representados de la manera que desean. Y no sólo el resultado, sino lo que el club representa: orgullo, sacrifico, responsabilidad y un equipo que siempre vaya a buscar la victoria”, definió el joven Director Técnico.

Allí está Walter Erviti; el del largo recorrido en el fútbol, el que nació en Mar del Plata pero se alejó de las playas para darle vida a una carrera detrás de un balón de fútbol y que hoy lo encuentra en el inicio de un nuevo camino.

Hernán O’Donnell

Una defensa superlativa y un Tom Brady encendido conquistan el Super Bowl LV para los Buccaneers

Tampa Bay Buccaneers volvió a conocer el sabor de la gloria en una noche soñada. Los Bucs aplastaron 31-9 a Kansas City Chiefs en el gran evento del deporte estadounidense, que además tuvo lugar en su casa, el Raymond James Stadium de Tampa Bay.

Tampa Bay Buccaneers brilló en el Super Bowl y se consagró. Imagen: @Buccaneers

Fue un recital del equipo de Bruce Arians, que comenzó a imponerse en el partido sobre el cierre del primer cuarto. Tras un inicio lento, en el que ninguno de los finalistas pudo prosperar con las posesiones, poco a poco la ofensiva buc empezó a ganar yardas hasta llegar al primer touchdown del encuentro. Avanzaron de a pasos cortos, pero seguros, de manera terrestre y aérea. Y ya cerca de la end zone, la legendaria dupla BradyGronkowski puso a los Bucs al frente del partido. A partir de ahí, el dominio de Tampa Bay fue abrumador.

Porque tras aquella anotación, Tom Brady y la ofensiva fueron por más. Intentaron sumar otro touchdown por vía terrestre en un cuarto intento que no tuvo éxito, pero no bajaron los brazos. Por el otro lado, los Chiefs, que volvieron a la final de la NFL en busca de defender su título, apenas pudieron sumar a través de field goals. La gran estrella de 25 años Patrick Mahomes, MVP del Super Bowl anterior y con un talento descollante, desde ese momento empezó a sentir las dificultades que lo persiguieron toda la noche.

Una asfixiante defensa lo acorraló y el quarterback no contó con la protección necesaria ni la precisión para salir a flote. Tampa Bay hizo una tarea brillante al momento de defender y desde ese aspecto dio un paso fuerte hacia el título.

Jason Pierre-Paul y Shaquil Barrett se destacaron en la defensa de Tampa Bay. Imagen: @Buccaneers

Tom Brady se encargó de conducir a los Bucs hacia nuevos touchdowns, que ampliaron la ventaja para su equipo antes del descanso. Con una diferencia notable de 21-6, Tampa Bay se marchó al vestuario con buenas sensaciones previo al halftime show de The Weeknd.

El resultado parecía darle mucha comodidad a los de Brady, en especial al considerar que se trata de uno de los mariscales de campo que mejor se desempeña en escenarios como este. La vasta y destacada experiencia del hombre de 43 años no aseguraban que la historia estuviera terminada, pero sí permitían especular con que los Bucs podían acariciar el trofeo.

Pero enfrente estaba Mahomes, que en su breve trayectoria ya supo encabezar remontadas inolvidables en partidos trascendentes. Tampa Bay fue consciente de ello y su inagotable presión sobre el quarterback no cesó. La consecuencia fue que los Chiefs siguieron sin prosperar con sus posesiones, debieron conformarse con volver a anotar apenas tres puntos.

Los Bucs respondieron al instante con otro golpe duro para las ilusiones de Kansas City. Por vía terrestre lograron avanzar y llegar al triunfo a lo largo de toda la temporada. La gran final no fue excepción de tal herramienta que jugadores como Leonard Fournette y Ronald Jones II saben capitalizar. Y de esa manera la ventaja fue aún mayor y la victoria comenzó a consumarse.

El dominio de Tampa Bay ya era reflejado en el marcador y los Chiefs no encontraban respuestas mientras que el reloj acechaba. A Mahomes no le aparecían las opciones que buscaba y tanto los minutos como los defensas rivales le cerraban el margen de maniobra. La presión fue cada vez mayor y no parecía posible cambiar el panorama.

La intercepción a uno de sus pases fue celebrada casi como un touchdown por unos Buccaneers que veían cada vez más cerca el triunfo.

Luego Tampa anotó mediante el pie de Ryan Succop para alargar la diferencia tres puntos más y aferrarse a la victoria. En el último cuarto, Kansas City ya se encontraba en una situación límite e intentó ir a fondo en busca del milagro. Pero Tampa Bay no cedió lugar para la épica y sostuvo su ventaja.

Los Chiefs terminaron con intentos desesperados por marcar algún touchdown, pero además de que ya era tarde, jamás pudieron lograrlo. Mahomes supo encontrar, a pesar de la agobiante presión de la defensa, a algunos receptores, pero estos no pudieron controlar esos pases. Travis Kelce fue quien mejor conectó con el mariscal, pero no fue suficiente para modificar el marcador.

Tampa Bay Buccaneers se lució en el encuentro más esperado de la temporada de la NFL y alzó por segunda vez en su historia el trofeo Vince Lombardi. Lo hizo tras una impresionante actuación en su propio estadio, frente a una limitada cantidad de público debido a la pandemia, pero la alegría de los Bucs fue inmensa igual.

Tom Brady, aquel legendario quarterback que abandonó la franquicia de toda su carrera, New England Patriots, donde fue protagonista de una dinastía que conquistó seis Super Bowls, volvió a ser el conductor de un equipo campeón. El mariscal completó 21 de 29 pases, anotó tres touchdowns, no tuvo ninguna intercepción y sumó 201 yardas en la gran final. Se llevó todas las miradas, además de la defensa que hizo un trabajo vital, y obtuvo por quinta vez en su carrera el premio MVP al mejor jugador del Super Bowl.

Un líder de 43 años, con un talento inoxidable, una profesionalidad impresionante para mantenerse en forma y una mentalidad ganadora que empujó a los Tampa Bay Buccaneers a reencontrarse con la gloria, aquella que no conocían desde la temporada 2002.

Martín O’Donnell