Godoy Cruz lo creyó liquidado, pero Arsenal estaba vivo

El fútbol es maravilloso por esto. Porque en un minuto cambia un partido. Porque el desarrollo que parece tomar un rumbo inexorable se trastoca en el momento menos pensado. Porque un equipo, que no juega mal en el comienzo, siente tantos golpes que termina por desmoronarse; y cuando parece liquidado, revive por un error del adversario. Porque otro, que golpeaba y golpeaba y parecía que iba a construir una goleada amplia, se diluyó en una sombra.

Godoy Cruz se adueñó del primer tiempo a fuerza de efectividad, se mostró fuerte en la ofensiva y obtuvo una ventaja que al promediar la segunda parte parecía indescontable. Con Juan Espínola en la valla, línea de fondo con Breitenbruch, Gianluca Ferrari, Guillermo Ortíz y Franco Negri. Nelson Acevedo como volante central, por delante Martín Ojeda, Gonzalo Abrego, Ezequiel Bullaude y Matìas Ramírez, y en el centro del ataque, Salomón Rodríguez.

El local, con el clásico 4-4-2 que le gusta a su entrenador. Axel Werner en el arco; Chimino, Gonzalo Goñi, Lucas Suárez y Damián Pérez. William Machado, Dardo Miloc, Mauro Pittón y Facundo Kruspzky; y adelante, Alexander Díaz y Sebastián Lomónaco.

A los 3′ avisó la visita con un disparo de Bullaude que Werner sacó al corner. Y surgió el libreto dominante; a los 10′ llegó el tiro de esquina desde la izquierda y el cabezazo de Gianluca Ferrari puso el marcador 0-1 para Godoy Cruz.

Se agrandó la visita, a pesar de que Arsenal tenía la intención de dominar. Pero conseguía rápido el balón el “Tomba” y llegaba con facilidad al arco local. A los 16′ llegó con un remate de Ojeda que salió apenas desviado. A los 20′, tras un tiro libre a favor, el cabezazo de Guillermo Ortíz se fue afuera. A los 24′ el disparo de Bullaude se desviò en un defensor, tras una buena maniobra colectiva.

Y a los 30′ llegó el segundo, desbordó Matías Ramírez, lanzó el centro y Ojeda convirtió el segundo tras un desvío en Lucas Suárez. 0-2 para Godoy Cruz.

Arsenal tuvo su primera llegada clara a los 36′ con un remate cruzado de Sebastián Lomónaco que saalió cerca del palo izquierdo de Espínola.

Pero era más el equipo mendocino. Ojeda superó a Miloc, se fue solo, y tapó Werner cuando había olor a gol. Respondió Arsenal a los 44′ con un centro de Lomónaco y el remate de Dardo Miloc que se fue arriba del travesaño. Y a los 45+3′ lo tuvo otra vez Ojeda para el “Tomba”, pero su tiro se fue alto.

Leonardo Carol Madelón hizo tres cambios para el inicio del segundo período. Colman entró en lugar de Alexander Díaz; Lucas Brochero ingresó por William Machado, y Julián Navas ocupó el lugar de Chimino.

Pero el dominio continuó en manos de la visita. Para colmo, a los 52′ se fue expulsado Lucas Suárez en el local, tras una falta y doble amonestación.

El “Traductor” Diego Flores, entrenador de la visita, decidió reemplazar a Matías Ramírez, de buen partido, por Allende, tal vez porque Ramírez estaba amonestado. Madelón, en tanto, rearmó la línea de cuatro en la defensa con el cambio de Gariglio por Miloc. Arsenal quedó con Navas, Gariglio, Goñi y Damián Pérez; Brochero, Mauro Pittón, Kruspzky y Lomónaco; y arriba, Colman.

Sin embargo, iba a recibir un nuevo golpe. A los 63′, tras un tiro libre al corazón del área chica, Guillermo Ortíz apareció por detrás de todos y puso el 0-3 para Godoy Cruz.

El dominio era del equipo cuyano, y Arsenal no lograba generar juego ofensivo. Pero hubo dos cambios en la visita, a los 65′, que le restaron eficacia. Badaloni entró por Salomón Rodríguez, y Elías López ingresó en lugar de Breitenbruch. Para colmo, a los 68′ Guillermo Ortíz cometió un penal, se fue expulsado y a los 69′ Sebastián Lomónaco convirtió el penal, para achicar a 1-3 la diferencia.

El DT visitante quiso reacomodar la defensa y Leonel González ingresó por Nelson Acevedo. Salía así el volante que había hecho funcionar a la visita. Y a los 72′ Kruspzky marcó de cabeza el 2-3 que desató la euforia optimista de todo Sarandí.

Fue por la hazaña Madelón y a los 81′ puso a Edwin Torres por Kruspzky. Más hombres de ataque, aunque en la práctica el “Tomba” salió del susto para generar un par de situaciones finales. A los 84′ tuvo una buena contra que Elías López remató afuera.

Y a los 85′ ocurrió el “milagro”. Ignacio Gariglio tomó de chilena y de espaldas al arco visitante un balón que caía llovido y lo puso junto al palo izquierdo de Espínola para sellar el empate 3 a 3.

Era la locura para el local, aunque la última volvió a ser de la visita, cuando a los 90+2′ remató López y Werner desvió al corner.

Así es el fútbol. Godoy Cruz lo tenía liquidado, cometió un error, le dio vida al rival, se confundió y cuando quiso reaccionar, era tarde. Arsenal parecía terminado, pero halló una señal, sintió que el destino podía modificarse y no se resignó a lo que parecía una derrota segura. Cuando vio que tenía aire, demostró que estaba vivo.

Hernán O’Donnell