Como un combate de boxeo, donde el pugilista principal, el Campeón, el favorito, empieza tranquilo, sereno, medido, y en el primer round recibe un golpe que lo hace trastabillar. Así empezó la Argentina ante Guatemala, un poco fría y con un pequeño descuido que le costó un golpe que le avisó que la “pelea” había empezado. Y, errática, fue a buscar el “combate”, en el que le costó al comienzo hallar la distancia justa, y la precisión necesaria para golpear al rival. Pero entre un error defensivo, el crecimiento del equipo, el ingreso de Ángel Di María, y la excelencia habitual de Lionel Messi, la selección creció a lo largo del partido y metió los golpes en los momentos justos para ganar con amplitud.
El equipo de Scaloni formó con Emiliano Martínez; Nahuel Molina, Nicolás Otamendi, Lisandro Martínez y Nicolás González; Valentín Carboni, Enzo Fernández, Alexis Mac Allister y Giovani Lo Celso; Lionel Andrés Messi y Lautaro Martínez.
Guatemala comenzó con Nicholas Hagen; José Morales, José Carlos Pinto, Nicolás Samayoa y José Ardon; Oscar Castellanos y Marco Domínguez; Oscar Santis, Jonathan Franco y Elmer Cardoza; Rubio Rubín.
A los 4′ llegó el gol de Guatemala, un poco producto de la mala fortuna, porque el cabezazo no traía peligro, pero el balón dio en la defensa y Lisandro Martínez, en su intento por despejar, metió el balón en la valla argentina. 0-1 para Guatemala en el primer round.
Argentina tuvo un momento de confusión, de imprecisión, pero una falla en la salida del arquero Hagen le permitió a Leo Messi convertir el 1-1 a los 12′ de juego.
El gol tranquilizó a la Argentina, pero no alcanzó a perfeccionar su juego. Sin embargo, aceleró sobre el final del primer tiempo, y una combinación entre Messi y Valentín Carboni, generó un desborde el juvenil, lo bajaron en el área, y el penal lo tiró Lautaro Martínez, para poner el 2-1 a favor de Argentina, a los 39′ de juego.
En l segundo tiempo mejoró de modo notable la Selección. Se adelantó en el campo, atoró al rival, y lo empezó a golpear, como el pugilista que pone contra las cuerdas a su rival. Y con las tres modificaciones hechas a los 60′, el equipo se hizo imparable. Angel Di María entró por Carboni; Rodrigo De Paul remplazó a Lo Celso, y Leandro Paredes ingresó een lugar de Alexis Mac Allister.
Y ahí fue un vendaval de ataque, con la jugada que significó el tercer gol; la entrada de Messi por derecha, el centro atrás y Lautaro Martínez ingresó por el centro para poner el 3-1 a los 65′ de juego.
Luego, a los 66′ Julián Álvarez reemplazó a Lautaro Martínez.
Siguió Argentina con la misma intensidad, y a los 76′ Leo Messi definió con categoría, para poner el 4-1 final.
Argentina recibió un golpe en el primer round, levantó la guardia, y empezó a caminar el ring hacia adelante, hasta poner contra las cuerdas a un digno rival, que intentó mantenerse en pie hasta el final, pero no pudo aguantar el ritmo del campeón.

Hernán O’Donnell