Es el comienzo de la Primavera y en la zona de Palermo, allí donde se mezclan los parques, los lagos, el Campo Municipal de Golf y el lila hermoso de los jacarandá, florece el Tenis, con mayúsculas. Esa parte de Buenos Aires donde el polvo de ladrillo es el color del suelo, en el Racket Club ha comenzado el Challenger Buenos Aires Tenis 2024. Con un cuadro lleno de figuras y una Qualy más que interesante.
Y el domingo inicial tuvo una inmensa cantidad de espectadores que abarrotaron el court central y el resto de las canchas. Favorecido por ser el día clásico de entrada libre y gratuita, la gente llenó en una jornada calurosa y radiante de sol.
Temprano a la mañana, en la cancha central, Nicolás Kicker le ganó a Hernán Casanova por 1-6, 6-1 y 6-3, en el partido más atractivo de los programados en la Primera Ronda de la Clasificación.
Lugo fue el turno de Alejo Lingua Lavallén ante Mateo del Pino. El primer set fue muy parejo, que recién se definió por un equilibrado Tie Break por 7-5 a favor de Lingua Lavallén, para llevarse esa primera manga por 7-6.
También fue equilibrado el inicio del segundo set, donde muy pronto se ubicaron 2-2. Pero de a poco, Lingua Lavallén mostró mayor consistencia y serenidad, para resolver el set y ganar el partido por un ajustado 7-6 y 6-4.
El tercer choque en el Court Central de la primera ronda de la Clasificación lo protagonizaron Renzo Olivo y el peruano Arklon Huertas del Pino Córdova. Fue bueno el primer set del argentino, que tuvo solidez para llevárselo por 6-2. En la segunda manga se recuperó Huertas del Pino y tras un quiebre se lo quedó por 7-5.
El tercero fue igual de duro y parejo. Llegaron muy justos hasta que, con ventaja por 6-5, Olivo se jugó a fondo ante el servicio de su rival, se adelantó 15-40 y definió con un paralelo exacto y preciso para sellar el set y llevarse el partido por 6-2, 5-7 y 7-5.
Fue un atardecer a puro tenis. Entre las sombras de los árboles, los aplausos de un público que colmó el Racket Club, y los luchadores del Tenis, siempre detrás de una ilusión.
Hernán O’Donnell