Apenas iba poco más de un minuto de juego cuando Gerson desbordó por izquierda, lanzó un centro preciso, y Gonzalo Plata metió un fuerte cabezazo que Washington Aguerre atrapó abajo. Flamengo le anunciaba a Peñarol que estaba vivo, que a pesar de haber caído en el partido d ida en el Estadio Maracaná por 0-1, iba a jugar al máximo en pos de la clasificación a las semifinales de la Copa CONMEBOL Libertadores 2024. Así se armó un muy entretenido partido que, aún cuando terminó 0-0, fue apasionante hasta el final.
El local comenzó con Washington Aguerre; Pedro Milans, Javier Méndez, Guzmán Rodríguez y Maximiliano Olivera; Damián García y Eduardo Darias; Javier Cabrera, Leonardo Fernández y Jaime Báez; Maximiliano Silvera.
El equipo carioca formó con Agustín Rossi; Guillermo Varela, Fabricio Bruno, Leo Pereira y Alex Sandro; Leo Ortíz, Nicolás de la Cruz, Giorgian De Arrascaeta y Gerson; Gonzalo Plata y Bruno Henrique.
Fue bueno el comienzo de Flamengo, porque manejó la pelota, la jugó con mucho criterio, y en base a buenos pases y combinaciones, tuvo el protagonismo. Peñarol se mostró ordenado y expectante. Recién a los 20′ tuvo su primera llegada del tiempo inicial, con un tiro libre ejecutado muy bien por Leo Fernández, que Agustín Rossi desvió al corner.
Después, volvió a tener el control la visita. Y un centro de la izquierda, bien bajado por Ortíz, no pudo ser conectado por Plata, en una chance clara que no logró prosperar, cuando iban 29′ de juego.
En el inicio del segundo período, el equipo brasileño mantuvo la iniciativa y en dos minutos tuvo dos llegadas bastante claras. Empujó al “Manya” contra su campo. A los 54′ tuvo una tercera llegada, con un tiro de Alex Sandro que pasó por encima del travesaño. Después llegaron los cambios, y de a poco Peñarol comenzó a salir del encierro.
A los 58′ vinieron los dos primeros cambios en la visita. Gabigol entró por Gonzalo Plata, y Wesley remplazó a Guillermo Varela. Insistía Flamengo, que a los 61′ volvió a llegar, con un centro de Alex Sandro y el cabezazo de Bruno Henrique salió por encima del travesaño.
Diego Aguirre, el DT del “Carbonero”, hizo dos variantes, las primeras, a los 65′. El santiagueño Leonardo Sequeira entró por Javier Cabrera, y Lucas Hernández reemplazó a Jaime Báez. n ese momento tomó aire Peñarol, y a los 68′ llegó con un tiro cruzado de Damián García, que pasó al lado del palo derecho de Agustín Rossi.
A los 73′ Tite realizó la tercera modificación en Flamengo, puso a Ayrton Lucas por Alex Sandro, mientras que a los 76′ Aguirre efectuó la tercera variante en el local: Facundo Batista ingresó en lugar de Maximiliano Silvera.
El partido ya había entrado en una lucha fragorosa pero limpia, y el balón era disputado en todos los sectores de la cancha. A los 82′ Tite realizó las dos últimas variantes permitidas en su equipo. El veterano David Luiz entró en lugar de Fabricio Bruno, y el joven Matheus Goncalvez ingresó por Leo Ortíz.
Y le dio resultado los cambios, porque Matheus puso una cuota de talento y serenidad para armar las jugadas finales. A los 88′ un buen centro de él fue conectado por Gabriel, pero Aguerre salió rápido y le ahogo el grito a Gabigol.
Aguirre hizo su cuarto cambio permitido a los 89′; Gastón Ramírez entró por Eduardo Darias. Una modificación más pensada en ganar tiempo y enfriar un final que se envolvía en el ardor del ataque final de los cariocas y la resistencia heroica de los locales, que se multiplicaron hasta defender con épica el empate final, que lo clasificaba a las semi por la gran victoria obtenida en el Maracaná en el partido de ida.
Antes de empezar la fase eliminatoria de los Octavos de Final de esta Copa CONMEBOL Libertadores, comentábamos en una mesa futbolera que el camino a la Final parecía bastante allanado para River Plate, por esta cuestión de la localía, y definir siempre en su cancha significaba, significa en verdad, una suerte de ventaja o de favoritismo. Y más en la Final única, a disputarse en el Estadio Monumental de Buenos Aires. Pero que había dos equipos que podían sortear esa desventaja, por la cantidad de público que pueden convocar y por la histórica personalidad de sus futbolistas. Estos eran Nacional y Peñarol. Sí, los dos equipos uruguayos que habían avanzado a la fase de play-off. Luego, el “Bolso” quedó eliminado con Sao Paulo, pero el “Manya” sigue su camino…
Ahora deberá medirse ante Botafogo, el puntero del Brasileirao. Una semifinal difícil, e imposible de predecir, como lo es cualquier partido de fútbol entre dos equipos que integran una misma competición. Sea un Mundial, o un torneo de Liga. Pero Peñarol, va. Con ilusión, esfuerzo, y una histórica tradición que nunca lo hace sentirse menos que nadie.
Hernán O’Donnell