El regreso de Leo Messi a las canchas argentinas no pudo haber sido mejor. Como un sueño perfecto, la multitud que se acercó al Estadio Monumental para observar la vuelta del ídolo, pudo gozar de una actuación magnífica del Capitán, una alta producción colectiva, y una goleada demoledora por 6-0 sobre Bolivia, que hasta sonó como una suerte de desquite por aquella caída estrepitosa en La Paz, hace ya más de quince años.

Como sea, la Argentina no desperdició nada de lo que le ofrecía la noche. Jugó, tocó, atacó, lastimó y goleó. Mantuvo la concentración hasta el final, y respetó al rival y al deporte, al fútbol.
El equipo de Lionel Scaloni formó con Gerónimo Rulli; Nahuel Molina, Cristian Romero, Nicolás Otamendi, Nicolás Tagliafico; Rodrigo De Paul, Enzo Fernández, Alexis Mac Allister; Lionel Messi, Lautaro Martínez y Julián Álvarez.
El equipo de Bolivia comenzó con Guillermo Viscarra; Diego Medina, Luis Haquín, Marcelo Suárez, José Sagredo; Miguel Terceros, Roberto Fernández, Gabriel Villamil, Robson Tome, Ramiro Vaca; Carmelo Algarañaz.

Argentina tomó muy pronto el balón y el control del juego. Bolivia se paró con una línea de cuatro, cinco medios y sólo Algarañaz en la ofensiva. Trató de contener al local, de no cederle espacios, de mantener juntas las líneas. Y por un rato, el esquema le dio resultado. Porque achicaba espacios, y a la selección le costaba entrar, pero hizo de la paciencia una virtud, y controló la pelota a la espera de hallar el agujero para lastimar.
Un centro y un cabezazo de Robson Tomé que controló Rulli, a los 13′, fue la primera aproximación de la visita. después, todo continuó bajo la tutela del local.
Llegó el local con un remate de Álvarez, a los 15′, y a los 18′ abrió el marcador. Se resbaló Suárez, presionó muy bien Lautaro Martínez, de esa recuperación el balón le llegó Lionel Messi, quien se fue al arco y definió con su enorme categoría para poner el 1-0 a favor de Argentina.
El local consiguió el gol que le daba la serenidad justa para manejar el partido sin ansiedad, y Bolivia no modificó su esquema. Salirse del libreto podía conllevar problemas y mantuvo el plan original. El problema fue que la Argentina no se conformó. Aceleró, y liquidó el pleito. A los 33′ Leo Messi ejecutó con maestría un tiro libre que el arquero Viscarra sacó al corner, con un notable vuelo. Era el preludio de la tormenta que se le avecinaba.

Cuando iban 42′ Julián Álvarez puso un pase profundo y notable para el pique de Messi, quien con un leve giro para perfilarse al arco, ganó metros decisivos de ventaja a su marcador, corrió hacia la meta rival, y cuando tenía todo para definir, en un acto de extrema generosidad cruzó el balón a su izquierda para que Lautaro Martínez pusiera el 2-0 para la Argentina.
Y ya en el descuento, a los 45+2′, Messi realizó un rápido tire libre para asistir a Julián Álvarez, que con un tiro combado colocó el 3-0 a favor del local.

En el segundo tiempo, el dominio de Argentina se hizo ostensible. Mucho más marcado, porque Bolivia ya casi ni pudo cruzar la mitad de la cancha. Todo fue un monólogo del equipo local. Y a los 64′ abrió la primera ventana de modificaciones, con tres cambios: Exequiel Palacios entró en lugar de Rodrigo De Paul; Thiago Almada ingresó por Julián Álvarez, y Leandro Paredes reemplazó a Alexis MacAllister.
En la visita, enseguida llegaron dos variante, Luis F. Paz ingresó por Roberto Fernández, y Lucas Chávez entró en lugar de Miguel Terceros, cuando iban 66′ de juego.

Pero nada modificó el desarrollo del partido. los cambios fueron solo de protagonistas, porque el dominio argentino se profundizó con el cuarto gol, convertido por Thiago Almada tras una gran jugada colectiva, que puso el marcador 4-0 para la Argentina, cuando iban 68′.
Entonces, Lionel Scaloni decidió hacer los dos cambios que le quedaban en la segunda ventana de variantes. Iban 72′ cuando Lisandro Martínez entró por Nicolás Otamendi, y Nicolás Paz reemplazó a Lautaro Martínez. Fue más que auspicioso el debut de Nico Paz, porque se destacó con cada toque, pisada, giro y gambeta. Un show de fútbol en veinte minutos.
Oscar Villegas, el entrenador visitante, hizo la tercera y cuarta modificación de su equipo a los 78′ de juego; Enzo Monteiro entró por Carmelo Algarañaz, y Adalid Terrazas ingresó por Robson Tome.

Todo parecía concluido. pero quedaba diez minutos más de espectáculo, y la Selección decidió ofrecérselo a la gente. A los 81′ Messi armó una monumental jugada individual, eludió a dos hombres y sacó un tremendo remate que se fue afuera por muy poco. Era la señal de que no todo estaba terminado.
Por eso, El Rey expuso su corona con dos gritos más. A los 83′ gambeteó a Suárez, y sacó un remate cruzado para poner el 5-0 a favor del local.
Y cuando iban 85′ Nico Paz fue el gestor de una enorme jugada. Primero con la apertura a Fernández; luego para devolverle una pared a Messi, quien aprovechó para sacar un remate lejano que se transformó en el 6-0 para la Argentina.
Un show de luces, goles y fútbol propuso la Argentina. Comenzó paciente y terminó indomable. Para regalar otra noche feliz a un público que la sigue con fidelidad y admiración.

Hernán O’Donnell