Liverpool ganó muy bien. Redondeó una gran actuación, que empezó a gestarse a partir de pasados los veinte minutos del primer tiempo, donde se acomodó en el campo, maniató al Real Madrid y empezó a generarle situaciones, hasta doblegarlo en el complemento. Aún así, al partido no le faltaron drama y suspenso. El equipo español desperdició un penal que pudo haber sido el empate, luego fue el local quien desvió un tiro penal, que le aseguraba cierta tranquilidad, y llegó a ese momento de serenidad unos minutos más tarde.
Liverpool formó con Caoimhin Kelleher; Conor Bradley, Ibrahima Konaté, Virgil Van Dijk, Andrew Robertson; Ryan Gravenberch, Alexis Mac Allister y Curtis Jones; Mohamed Salah, Luis Díaz; y Darwin Núñez.
El conjunto madrileño comenzó con Thibaut Courtois; Federico Valverde, Antonio Rüdiger, Raúl Asencio, Ferland Mendy; Arda Güler, Luka Modrić, Eduardo Camavinga, Jude Bellingham; Kylian Mbappé y Bhahim Díaz.
Cuando Mohamed Salah le robó la pelota a Mbappé, a los 4′, y metió el contragolpe que luego continuó Núñez y Raúl Asencio salvó sobre la línea, una ráfaga de electricidad recorrió el Estadio de Anfield. El local mostraba sus garras y las antenas bien paradas para aprovechar cada distracción del Madrid.
La visita tuvo un esbozo de llegada a los 21′, con un tiro libre de Arda Guler que se fue por encima del travesaño. Pero hasta ahí llegó, porque el Liverpool agarró la pelota y lo bombardeó en ese tramo del primer tiempo.
A los 22′ llegó Darwin Núñez por derecha, sacó el disparo cruzado y la pelota pasó muy cerca del palo derecho de Courtois. Más tarde, Alexis Mac Allister habilitó a Núñez, a los 32′, que sacó un cabezazo cercano. Luego, a los 33′, el local armó una gran jugada colectiva, que cerró Luis Díaz con un cabezazo que despejó Courtois con un puñetazo. Y a los 36′ Salah asistió a Curtis Jones, cuyo tiro salió apenas por arriba.
Creció la presión del Liverpool al comenzar el segundo tiempo, y a los 51′ abrió el marcador con un gran tiro cruzado de Alexis Mac Allister, que puso el 1-0 a favor del local.
Carlo Ancelotti entendió que había que mover a su equipo, y a los 56′ efectuó dos variantes: Dani Ceballos entró por Eduardo Camavinga, y Lucas Vázquez reemplazó a Arda Güler.
El partido creció en vértigo, y los 59′ llegó un penal para el Real Madrid, que era la llaver para alcanzar la igualdad. Lo pateó Kylian Mbappé, abierto, a la izquierda del arquero, pero Caoimhin Kelleher se estiró bien a ese sector y sacó el remate.
Liverpool mantenía la ventaja, y se la jugó su entrenador con la primera variante. Cody Gakpo ingresó por Darwin Núñez, a los 66′. Para liquidarlo, donde además tuvo la posibilidad con el penal que le cometieron a Salah a los 68′, pero cuando el egipcio lo ejecutó, ya a los 69′, el balón se fue desviado, al lado del palo derecho de Courtois. Todo seguía 1-0 para el local, y el drama y el suspenso recorrían la noche inglesa.
Ancelotti fue por otra modificación; iban 70′ y Fran García reemplazó a Ferland Mendy, en la visita. Pero el equipo inglés mantuvo el espíritu y el dominio del juego, y tras un tiro de esquina jugado en corto, el lateral escocés, Andrew Robertson, de gran partido, puso un centro perfecto que Cody Gakpo cabeceó cruzado y bien, para marcar el 2-0 a favor de Liverpool, cuando iban 75′ de juego.
Carlo Ancelotti se jugó la última carta a los 78′; Endrick ingresó en lugar de Luka Modric. Luego llegaron dos modificaciones en el local. A los 82′ Dominik Szoboszlai reemplazó a Curtis Jones, y a los 86′ Joseph Gómez entró en lugar del lesionado Conor Bradley, quien también hizo un gran encuentro, sobre todo en la marca de Kylian Mbappé.
Fue justo el francés quien metió un buen remate, a los 87′, que se desvió en la defensa local. Más tarde, Luis Díaz se escapó de contragolpe y Courtois la sacó al corner, tras una salida rápida, a los 90′ de juego.
Probó de emboquillada Lucas Vázquez, cuando iban ya 90+2′, pero controló el arquero local, y a los 90+3′ Ibrahim Díaz tuvo un mano a mano ante Kelleher, quien ganó muy bien el duelo.
Fue una reacción tardía del Real Madrid. Ya había quedado expuesto ante el partidazo que jugó el Liverpool, en el que construyó una victoria merecida, aún cuando el juego y el resultado tuvieron, en el medio, una cuota de incertidumbre y suspenso.
Hernán O’Donnell