Central Córdoba ganó sin objeciones y con un golazo

La Copa Argentina Axion Energy 2025 avanza, y los últimos partidos de 32avos de Final empiezan a dejar los clasificados para la siguiente ronda. Sarmiento de Junín, y Central Córdoba de Rosario protagonizaron un duelo que tiene una larga historia, porque luego de 15 años volvieron a verse las caras, aunque contaban con un largo antecedente de 66 partidos jugados en distintas categorías de ascenso.

Sin embargo, ayer hubo un solo protagonista en la cancha. Central Córdoba fue muy superior a Sarmiento. Tomó la iniciativa del juego, controló la pelota y marcó la diferencia en la primera etapa, un 1-0 que pudo ser ampliado en el complemento.

El equipo de Junín formó con Lucas Acosta; Alex Vigo, Renzo Orihuela, Facundo Roncaglia y Joel Godoy; Carlos Villalba y Manuel García; Leandro Suhr y Valentín Burgoa; Iván Morales y Pablo Magnín.

El elenco rosarino comenzó con Ignacio Colombo; Francsco Duré, Paulo Killer, Mateo Yaszczuk y Mario Senra; Facundo Marín, Juan Ignacio Cetton, Gonzalo Gómez y Joaquín Messi; Tomás Ramírez y Pablo Vranjican.

El “Charrúa” salió con convicción a buscar el partido, más allá de las distancias que existen entre la categoría en la que juega, la “C”, y la de su rival, de Primera División. Pero le importó poco al equipo rosarino, y a los 4′ Facundo Duré metió un tremendo disparo que Acosta sacó al corner con un vuelo fenomenal.

De ese tiro de esquina, a los 5′, Gonzalo Gómez entró libre para cabecear de pique al suelo y elevar apenas el balón sobre el travesaño.

Era mucho más Central Córdoba, y así llegó a la apertura del marcador. Iban 30′ cuando salió el pelotazo largo, la pelota fue a Facundo Marín, quien posicionado sobre izquierda, enganchó hacia adentro y sacó un tremendo tiro desde muy lejos, que se metió junto al palo derecho de Acosta para poner el 0-1 a favor de Central Córdoba.

Sarmiento era un compendio de errores y pases imprecisos, a los que se sumaban los contratiempos, como la lesión de Alex Vigo, quien debió ser reemplazado por Jeremías Vallejos, cuando iban 37′ de juego.

El equipo de Junín recién tuvo su primer remate al arco a los 45+2′, con un tiro de Carlos Villalba que controló bien Colombo.

Javier Sanguinetti, entrenador de Sarmiento, dispuso otros dos cambios para empezar el segundo tiempo. Jhon Rentería entró por Valentín Burgoa, y Gabriel Carabajal reemplazó a Manuel García.

Intentó mostrar otra cara el equipo juninense, pero el control seguía bajo el mando de Central Córdoba. A los 60′ un tiro combado de Tomás Ramírez fue sacado al corner por Lucas Acosta, en otra jugada peligrosa. Con el equipo que no lograba despertar, Sanguinetti hizo los dos últimos cambios permitidos, a los 65′ de juego. Franco Frías entró por Iván Morales, y Agustín Molina reemplazó a Leandro Suhr.

Los rosarinos no se inquietaron demasiado, Mantuvieron el poder de llegada y pusieron en jaque a su rival en varias oportunidades. A los 72′ un cabezazo de Vranjicán pasó muy cerca; cuando iban 74′ un error de la defensa le dejó la pelota al mismo Vranjican, quien sacó un disparo apenas alto.

Sarmiento había ganado un poco de frescura con el ingreso de Jhon Rentería, y este tuvo una chance, a los 76′, con un tiro desde la izquierda, de cachetada, que sacó Colombo. Era la segunda oportunidad del equipo en el partido, la primera del complemento.

A los 82′ Daniel Teglia, entrenador del Charrúa, hizo dos variantes. Simón sierra ingresó por Joaquín Messi (quien no tiene parentesco con Lionel), y Guido Di Vanni entró en lugar de Pablo Vranjicán.

Los rosarinos tuvieron otra oportunidad más con un tiro de lejos de Tomás Ramírez que pasó muy cerca. Sarmiento, que apuró en los minutos finales, contó con una llegada con muchos embrollones y rebotes, a los 90+2′ de juego.

No hubiera sido justo el empate. central Córdoba ganó de manera merecida, con un planteo audaz, ofensivo, un juego claro y asociado, y un esfuerzo encomiable en todos sus jugadores, que habían mostrado una gran unidad en una foto grupal apenas llegaron a la cancha, con utileros y allegados, la posterior antes de empezar el partido con el plantel completo, y una solidaridad permanente en el tiempo de juego, para abrazar una victoria sorprendente en una Copa Argentina bien organizada que siempre nos depara alguna hazaña inesperada.

Hernán O’Donnell