Los penales premiaron la superioridad de Gimnasia, que salió Campeón y otro equipo de Mendoza llegó a Primera División

La lluvia del anochecer le dio el marco exacto de épica y gloria a un triunfo de Gimnasia y esgrima de Mendoza sobre Deportivo Madryn, de la ciudad de Puerto Madryn, Chubut, en una final electrizante cambiante y larga. Fue por la definición de remates desde el punto del penal, pero victoria al fina. Y 3-0, en esa serie de ejecuciones, tras un empate 1-1 en ciento veinte minutos de juego que dejaron mucha tela para cortar…

El conjunto de Puerto Madryn formó con Yair Bonnin; Agustín Sosa, Facundo Giacopuzzi, Alejandro Gutiérrez, y Diego Martínez; Federico Recalde; Bruno Pérez, Nazareno Solís y Diego Crego; Germán Rivero y Luis Silba. 

El equipo mendocino alineó a…César Rigamonti; Facundo Nadalin, Diego Mondino, Imanol González, Franco Saavedra; Fermín Antonini, Matías Muñoz, Nicolás Romano, Facundo Lencioni; Brian Ferreyra y Nicolás Servetto.

Madryn intentó tomar la iniciativa en el comienzo del partido, pero bastó que Gimnasia llegara por primera vez, a los 3′, para mostrar sus credenciales. Fue en una jugada rápida por izquierda, con un disparo de González que ingresó en el arco, pero en el cabezazo previo de Matías Muñoz la pelota rozó en su mano.

Tomó el dominio el equipo cuyano, pero Madryn trató de reagruparse, y a los 14′ tuvo una chance con un tiro fuerte de Crego, que Rigamonti desvió al corner.

Pero era más Gimnasia, al compás de Facundo Lencioni, un jugador de muy buena técnica, hábil y con buen remate. Bien secundado por Romano y Fermín Antonini, más la potencia de Brian Ferreyra y Nicolás Servetto, el “Lobo” tenía el control del juego.

A los 35′ Antonini avisó con otro disparo, un poco alto. Y cuando iban 38′ Romano concretó en el arco de Madryn, pero el VAR le advirtió al juez Nicolás Ramírez, que el balón había sido controlado por Nicolás Servetto con la mano, en el inicio de la jugada. Y el partido cerró 0-0 el primer tiempo.

Ariel Broggi, entrenador de Gimnasia, decidió hacer una variante para comenzar el segundo tiempo. Ignacio Antonio reemplazó a Fermín Antonini. El equipo ya no dominaba como en el primer período, el juego se había hecho más parejo. Y hasta se empezaba a cerarr. Por eso efectuó dos variantes más, a los 66′. Matías Recalde entró Nicolás Romano, mientras que Mario Galeano ingresó por Nicolás Servetto.

En Deportivo Madryn, el primer cambio se produjo a los 69′. Ezequiel Montagna reemplazó a Bruno Pérez, y enseguida Leandro Gracián debió hacer la segunda modificación, pues se lesionó Facundo Giacopuzzi y por él entró Santiago Postel.

El partido se había cerrado y emparejado. La cautela empezó a ganar la batalla. A los 76′ Deportivo Madryn dio un paso al frente muy grande, porque aprovechó muy bien un tiro libre para ejecutarlo pasado y por detrás de la defensa mendocina surgió Luis Silba para colocar el 1-0 a favor de Deportivo Madryn.

Parecía que la gloria viajaba al sur de la Argentina. Se ensombrecía cuyo, y Broggi se jugó una carta, a los 79′. Luciano Cingolani ingresó por Franco Saavedra.

Mientras, el “Tano” Gracián intentó cerrar el partido, y a los 81′ realizó dos modificaciones. Nicolás Mana reemplazó a Luis Silba, y Abel Bustos entró en lugar de Nazareno Solís.

A esa altura, atacaba Gimnasia y se defendía Madryn. Cuando iban 87′, llegó el quinto cambio para el “Lobo”, una forma de poner toda la carne al asador. Jeremías Puch reemplazó a Matías Muñoz.

Y llegó el penal evidente en el área de Madryn, cuando ya se jugaban 90+1′ y parecía que el juego se acababa. Pero Nicolás Ramírez no dudó, sancionó el penal, y Facundo Lencioni, a los 90+3′ puso la igualdad, 1-1, que obligó a prolongar el suspenso por treinta minutos más.

El primer tiempo del suplementario, fue todo del equipo mendocino. Metió al connunto de Chubut en su campo, y le generó cuatro situaciones claras, todas slavadas por Bonnin, de buena actuación.

Para comenzar el cuarto de hora final, Gracián hizo un cambio en Deportivo Madryn; Elías Ayala entró por Germán Rivero. Más tarde, cuando iban 111′ de juego, Juncos entró por Agustín Sosa, en el equipo aurinegro, mientras que Ismael Cortez reemplazó a Facundo Nadalín, en el “Lobo” mendocino.

Pero ya el agotamiento había alcanzado a los protagonistas y no hubo más situaciones de peligro.

Entonces, llegó el turno de los penales. La definición más apasionante para los neutrales, y la más sufrida para los protagonistas. Gimnasia empezó con buena estrella porque ganó el sorteo y pudo elegir patear en su arco, y comenzar primero. Detalles, pero que son importantes.

Luciano Cingolani convirtió para Gimnasia, y le dio el tranquilizador primer penal para poner el 1-0. Federico Recalde intentó poner la pelota junto al poste derecho de César Rigamonti, quien acertó y contuvo el balón.

En la segunda serie, Facundo Lencioni volvió a convertir, y puso el 2-0 para Gimnasia. Rigamonti atajó, sin dar rebote, el tiro de Nicolás Mana, y la serie quedó 2-0 a favor del conjunto de Mendoza.

Cuando Matías Recalde convirtió el tercer tanto del “Lobo”, la euforia se desató en las tribunas de las vías, y la desazón invadió la platea local y la tribuna de la Avenida General Paz, porque el “Aurinegro” había quedado al borde del knock out. Diego Crgeo le pegó fuerte, con alma y vida, pero la pelota pegó en el travesaño y la serie se terminó con ese disparo. 3-0 para Gimnasia, producto de tres penales convertidos y tres fallados por su rival.

Es tiempo de alegría y baile en Mendoza. Gimnasia y Esgrima ha metido al tercer equipo de la provincia en la Liga Profesional. Fue justo y merecido. Le ganó bien a su rival, con muchos pasajes de superioridad, sin rendirse nunca cuando todo parecía acabarse, y aferrándose a las manos de César Rigamonti, el héroe de un grupo donde todos merecieron serlo.

Hernán O’Donnell