Cuando todo parecía terminado, el VAR fue el protagonista final en Vicente López

Esta vez es ineludible empezar por el final, por el cierre del partido. Más allá de lo bueno que hizo Platense en el primer tiempo, más allá de una mejoría de Racing en el complemento con el ingreso de Cardona y Jonathan Gómez, al margen de un encuentro que fue discreto en el inicio y creció en intensidad en la segunda parte. Pero todo parecía terminar en un 0 a 0 olvidable para el espectador neutral, con muchas lecturas, sí, para Omar De Felippe y Fernando Gago, los entrenadores del “Calamar” y la “Academia”.

Se jugaba tiempo de descuento cuando Fabricio Domínguez se filtró por derecha, trazo un buen recorrido, lanzó el centro para Copetti quien remató y el balón rebotó y dio en el brazo de Andrade. Una jugada de apreciación de VAR, quien convocó al árbitro Pablo Echavarría. Este vio las imágenes y cobró el penal, muy protestado por la parcialidad local y algunos jugadores, lo que hizo que se ejecutara recién a los 90+6′. Edwin Cardona eligió la derecha de Jorge De Olivera y puso el 0-1 final para Racing Club.

Antes hubo un partido, donde Platense jugó muy ordenado. Con De Olivera en la valla, línea de cuatro para Morgantini, Andrade, Gaston Suso y Juan Infante. Tres volantes, Baldassarra por derecha, Hernán Lamberti de “5”, y Mauro Bogado por izquierda. A los costados, Ignacio Schor y Nicolás Delgadillo. Empezó Schor a la derecha y Delgadillo a la izquierda, pero muy pronto trocaron las bandas. Y en el centro del ataque, Gonzalo Bergessio.

Racing saliò con Gómez al arco; Mura, Sigali, Insúa y Gonzalo Piovi; Miranda, Aníbal Moreno y Rojas. Y adelante, Gabriel Hauche, Copetti y Chancalay.

A los 3′ tuvo Gaston Suso un buen cabezazo que controló Gómez. A los 12′ tuvo una muy buena, con una contra que Bergessio manejó con un pase de taquito a Lamberti, este abrió a la derecha para Nicolás Delgadillo, quien se fue por la banda, enganchó hacia adentro y sacó un gran remate que se fue apenas alto. A los 14′ desbordó Delgadillo por izquierda y sacó un centro rasante que Piovi desvió al corner con lo justo. de ese tiro de esquino de Franco Baldassarra, cabeceó Gastón Suso y el balón se fue apenas arriba del travesaño.

Racing no se acomodaba al partido, y recién tuvo una primera llegada al arco del local con un tiro de Chancalay que atrapò De Olivera con serenidad, cuando iban 29′. Y enseguida llegó un cabezazo de Lamberti, a los 30′, que atajó Gómez.

Gago determinó dos modificaciones para el comienzo del complemento; Domínguez por Mura y Correa por Chancalay. Platense cambió el esquema; la línea de cuatro, Bogado cerca de Lamberti como contenciones, adelante Delgadillo, Baldassarra y Schor, y Bergessio de centro atacante.

Se agotó Schor sobre los 51′ y debió dejarle su lugar a Nicolás Bertolo. Y enseguida tuvo un remate Bertolo, tras recibir de Bergessio, pero atajó bien el arquero de Racing. Iban 52′. A los 63′ lo tuvo “Lavandina” Bergessio.

Gago entendió que debía hacer más modificaciones, entonces a los 64′ agotó las variantes con los tres últimos cambios que le quedaban: Nery Domínguez entró por Mura, Jonathan Gómez ingresó en lugar de Rojas, y el colombiano Cardona reemplazó a Gabriel Hauche. El medio quedó con Miranda, Nery Domínguez y Jonathan Gómez; Cardona rotaba en recostarse sobre las bandas, y adelante Copetti y Correa.

De Felippe metió dos cambios a los 70′: Franz Gómez Mejía entró por Franco Baldassarra, y Russo ingresó en lugar de Nicolás Delgadillo. Y Platense fue por más; a los 81′ Mauro Bogado ejecutó un tiro libre con buena comba que controló el arquero visitante. Y a los 82′ Bogado le dejó su lugar a Rodrigo Contreras.

La mejor jugada de Racing en el partido la hizo Jonathan Gómez a los 88′ con una corrida vertical y un pase a Correa, quien remató ante la salida de De Olivera. El balón pegó en el pecho del arquero, le volvió a pegar a Correa y se fue desviado.

Hasta que llegó ese desborde de Fabricio Domínguez, el pase a Copetti, el rebote y la pelota que encuentra la mano de Andrade. Iban 90+2′. Ya terminaba. El VAR que sugiere la revisión. Echavarría que acude y sanciona. Cardona que ejecuta y convierte a los 90+6′. El final inesperado, cuando todo parecía concluir en la igualdad, pero el nuevo fútbol tecnológico le sonrió a Racing Club.

Hernán O’Donnell

Atlanta tuvo ambición, pero no pudo doblegar a un sagaz Deportivo Morón

Fue una tarde preciosa en Villa Crespo. Un sol que abrazaba fuerte, un horario clásico y tradicional para el fútbol de ascenso, la comodidad para la gente de Atlanta de jugar en casa, la popular llena y la platea decorada por familias, parejas, niños y amigos. Un encuentro histórico entre dos protagonistas permanentes, como el dueño de casa y Deportivo Morón. Y la necesidad de ambos de sumar para darle rienda al sueño del ascenso.

Comenzó a todo ritmo. Con un desborde de Julián Marcioni al minuto de juego, el centro al área chica y la aparición de Gonzalo Klusener, que no pudo convertir. Respondió Deportivo Morón a los 3′ con un buen enganche de Mateo Levato y el remate abajo que Rago, el arquero local, desvió al corner.

Era de ida y vuelta. El equipo de Walter Erviti salió con su clásico 4-3-3; “Pancho” Rago en la valla, Molina, Alan Pérez, Rodrigo Colombo y Franco Perinciolo en la defensa. Juan Galeano, Maximiliano González y Ramón Fernández en el medio, y adelante Julián Marcioni, Gonzalo Klusener y Evelio Cardozo. La visita propuso a Bruno Galván en la valla; Broggi, Paz, Lucas Abascia y Lucas Angelini; Alan Schönfeld, Gastón González, Cristian Lillo y Rodrigo Sayavedra; Alan Salvador y Mateo Levato en el ataque. Con un despliegue fenomenal de Schönfeld, quien por momentos se ubicaba de lateral derecho para formar una línea de cinco y ayudar a Broggi, pasaba al medio y cuando le quedaba aire, llegaba al fondo para tirar el centro.

A los 13′ volvió a tener una llegada el “Gallo” con una entrada de Levato que Rago sacó al corner. Sin embargo, Atlanta se adueñó del juego por el resto de ese primer tiempo. Con mucha dinámica y buenas combinaciones, comenzó a llegar.

A los 23′ Galeano abrió a la derecha, no la pudo tomar Marcioni, sí Molina que venía detrás de él, y su remate pasó al lado del palo izquierdo de Bruno Galván. A los 31′ se fue rápido Marcioni por derecha y sacó un disparo que desvió Galván. Una jugada similar se produjo a los 34′ con otra corrida de Marcioni y otro disparo fuerte al arco que rechazó Galván.

La visita tuvo una chance a los 38′ con un tiro de esquina al corazón del área que Abascia cabeceó apenas desviado. Y cerró el primer tiempo con una excelente maniobra de Alan Schönfeld por derecha, llegó al fondo y sacó un centro que ningún compañero pudo aprovechar.

Alejandro Orfila, entrenador de la visita, decidió una variante para el comienzo del segundo tiempo. Santiago Ubeda ingresó por Cristian Lillo, con una molestia física.

Atlanta retrasó a Marcioni y Cardozo a la línea de Galeano y Ramón Fernández, para quedar 4-1-4-1. La defensa igual, Maxi González de volante tapón, los cuatro hombres mencionados más arriba y Klusener en el centro del ataque.

Y a los 50′ abrió el marcador. Una serie de centros desde la izquierda de Perinciolo, el rebote del último de ellos le cayó a Fernández, el tiro lo rechazó corto Galván, la volvió a meter Colombo, la rebotó Gonzalo Klusener en el borde del área chica, y el balón le quedó a Matías Molina para acomodarla con un pase a la red y poner el marcador 1 a 0 para Atlanta.

Deportivo Morón reaccionó con tres cambios a los 59′: Coronel entró por Sayavedra, Bersano ingresó en lugar de Gastón González, y Gonzalo Salega reemplazó a Broggi. El equipo se adelantó unos metros, con Schönfeld como lateral derecho y el resto de la defensa igual, tres en el medio, Salega, Ubeda y Coronel, y Salvador, Levato y Bersano en el ataque.

Y fue por el empate Morón, primero lo evitó “Pancho” Rago con una doble tapada, y a los 61′ Bersano sacó un centro desde la izquierda que Mateo Levato convirtió con un cabezazo del pique al suelo para poner el partido 1 a 1.

Levantó la visita y a los 68′ Schönfeld sacó un buen tiro cruzado. Walter Erviti decidió dos variantes para el equipo de Villa Crespo. A los 69′ Fabricio Pedrozo entró en lugar de Cardozo, y Berterame reemplazó a Julián Marcioni.

Pero volvió a tomar las riendas Atlanta. y a los 74′ Klusener recibió un pase filtrado, entró libre al área y sacó un tiro que Bruno Galván sacó al corner con una rápida salida. Luego, a los 79′ Juan Bisanz ingresó por Ramón Fernández en el equipo local, que siguió en la búsqueda de los tres puntos. A los 84′ Molina cabeceó un centro que Galván supo controlar. Y a los 88′ el “Bohemio” armó la mejor jugada colectiva de la tarde con una serie de toques que dejaron a Galeano solo ante Galván, pero no pudo definir.

Morón intentó cerrar el partido con un último cambio a los 89′; Damián Adin entró por Salvador para cerrar la defensa. Y tuvo la última oportunidad a los 90+2′ cuando Perinciolo habilitó a Pedrozo, este cedió a Berterame, quien sacó un tiro alto que se fue apenas arriba del travesaño.

Era el cierre de una tarde a todo sol en Villa Crespo, donde el local tuvo las riendas, pero no pudo traducirlo en la red y Deportivo Morón corrigió el esquema para llegar al empate y mostrar una cara renovada.

Hernán O’Donnell

Godoy Cruz lo creyó liquidado, pero Arsenal estaba vivo

El fútbol es maravilloso por esto. Porque en un minuto cambia un partido. Porque el desarrollo que parece tomar un rumbo inexorable se trastoca en el momento menos pensado. Porque un equipo, que no juega mal en el comienzo, siente tantos golpes que termina por desmoronarse; y cuando parece liquidado, revive por un error del adversario. Porque otro, que golpeaba y golpeaba y parecía que iba a construir una goleada amplia, se diluyó en una sombra.

Godoy Cruz se adueñó del primer tiempo a fuerza de efectividad, se mostró fuerte en la ofensiva y obtuvo una ventaja que al promediar la segunda parte parecía indescontable. Con Juan Espínola en la valla, línea de fondo con Breitenbruch, Gianluca Ferrari, Guillermo Ortíz y Franco Negri. Nelson Acevedo como volante central, por delante Martín Ojeda, Gonzalo Abrego, Ezequiel Bullaude y Matìas Ramírez, y en el centro del ataque, Salomón Rodríguez.

El local, con el clásico 4-4-2 que le gusta a su entrenador. Axel Werner en el arco; Chimino, Gonzalo Goñi, Lucas Suárez y Damián Pérez. William Machado, Dardo Miloc, Mauro Pittón y Facundo Kruspzky; y adelante, Alexander Díaz y Sebastián Lomónaco.

A los 3′ avisó la visita con un disparo de Bullaude que Werner sacó al corner. Y surgió el libreto dominante; a los 10′ llegó el tiro de esquina desde la izquierda y el cabezazo de Gianluca Ferrari puso el marcador 0-1 para Godoy Cruz.

Se agrandó la visita, a pesar de que Arsenal tenía la intención de dominar. Pero conseguía rápido el balón el “Tomba” y llegaba con facilidad al arco local. A los 16′ llegó con un remate de Ojeda que salió apenas desviado. A los 20′, tras un tiro libre a favor, el cabezazo de Guillermo Ortíz se fue afuera. A los 24′ el disparo de Bullaude se desviò en un defensor, tras una buena maniobra colectiva.

Y a los 30′ llegó el segundo, desbordó Matías Ramírez, lanzó el centro y Ojeda convirtió el segundo tras un desvío en Lucas Suárez. 0-2 para Godoy Cruz.

Arsenal tuvo su primera llegada clara a los 36′ con un remate cruzado de Sebastián Lomónaco que saalió cerca del palo izquierdo de Espínola.

Pero era más el equipo mendocino. Ojeda superó a Miloc, se fue solo, y tapó Werner cuando había olor a gol. Respondió Arsenal a los 44′ con un centro de Lomónaco y el remate de Dardo Miloc que se fue arriba del travesaño. Y a los 45+3′ lo tuvo otra vez Ojeda para el “Tomba”, pero su tiro se fue alto.

Leonardo Carol Madelón hizo tres cambios para el inicio del segundo período. Colman entró en lugar de Alexander Díaz; Lucas Brochero ingresó por William Machado, y Julián Navas ocupó el lugar de Chimino.

Pero el dominio continuó en manos de la visita. Para colmo, a los 52′ se fue expulsado Lucas Suárez en el local, tras una falta y doble amonestación.

El “Traductor” Diego Flores, entrenador de la visita, decidió reemplazar a Matías Ramírez, de buen partido, por Allende, tal vez porque Ramírez estaba amonestado. Madelón, en tanto, rearmó la línea de cuatro en la defensa con el cambio de Gariglio por Miloc. Arsenal quedó con Navas, Gariglio, Goñi y Damián Pérez; Brochero, Mauro Pittón, Kruspzky y Lomónaco; y arriba, Colman.

Sin embargo, iba a recibir un nuevo golpe. A los 63′, tras un tiro libre al corazón del área chica, Guillermo Ortíz apareció por detrás de todos y puso el 0-3 para Godoy Cruz.

El dominio era del equipo cuyano, y Arsenal no lograba generar juego ofensivo. Pero hubo dos cambios en la visita, a los 65′, que le restaron eficacia. Badaloni entró por Salomón Rodríguez, y Elías López ingresó en lugar de Breitenbruch. Para colmo, a los 68′ Guillermo Ortíz cometió un penal, se fue expulsado y a los 69′ Sebastián Lomónaco convirtió el penal, para achicar a 1-3 la diferencia.

El DT visitante quiso reacomodar la defensa y Leonel González ingresó por Nelson Acevedo. Salía así el volante que había hecho funcionar a la visita. Y a los 72′ Kruspzky marcó de cabeza el 2-3 que desató la euforia optimista de todo Sarandí.

Fue por la hazaña Madelón y a los 81′ puso a Edwin Torres por Kruspzky. Más hombres de ataque, aunque en la práctica el “Tomba” salió del susto para generar un par de situaciones finales. A los 84′ tuvo una buena contra que Elías López remató afuera.

Y a los 85′ ocurrió el “milagro”. Ignacio Gariglio tomó de chilena y de espaldas al arco visitante un balón que caía llovido y lo puso junto al palo izquierdo de Espínola para sellar el empate 3 a 3.

Era la locura para el local, aunque la última volvió a ser de la visita, cuando a los 90+2′ remató López y Werner desvió al corner.

Así es el fútbol. Godoy Cruz lo tenía liquidado, cometió un error, le dio vida al rival, se confundió y cuando quiso reaccionar, era tarde. Arsenal parecía terminado, pero halló una señal, sintió que el destino podía modificarse y no se resignó a lo que parecía una derrota segura. Cuando vio que tenía aire, demostró que estaba vivo.

Hernán O’Donnell

Excursionistas golpeó en los momentos justos y venció a Claypole en un partido caliente

Todo parecía indicar que iba a ser una tarde tranquila, apacible, casi inadvertida para el gran público de ascenso. Por el horario inusual de lunes a las 15.30, porque el torneo recién empieza, porque no se jugaban mucho más que los tres puntos y un poco acomodarse en la tabla…pero, no. Resultó una tarde movida, caliente, disputada, con muchas incidencias, roces, expulsiones y agresiones verbales. Y de las otras, con alguna pierna fuerte desmedida, algún gesto desubicado y reproches por doquier.

Empezó un poco mejor la visita, con la intención de dominar el territorio, con un esquema clásico de 4-4-2. Libares en la valla, en la defensa Urquiza, Ordoñez, Diaz y Daibes; Ben{itez, Garcino, Javier Monzón y Acosta, y en el ataque Calone y Jimenez.

Pero no tenía demasiada profundidad, más allá de forzar un par de corners en el cuarto de hora inicial. Cuando el local tomó el mando, tuvo unos veinte minutos de dominio exclusivo, los que van de los veinte a los cuarenta iniciales. Allí mostró superioridad, manejó el partido y con el trabajo de los laterales, Porro y Arango, generó los espacios para poder abrir la defensa visitante. Con el criterio de Benítez, la dinámica de Féliz Orode y la habilidad de Matías Morales, el “Verde” sometió al rival hasta doblegarlo.

A los 22′ avisó con un enganche del “Sapito” Galeano, quien ejecutó un tiro cruzado y la intervención del arquero visitante frustró su tiro. Y enseguida llegó el primer golpe.

Iban 25′ cuando llegó el centro desde la derecha por un tiro de esquina ejecutado por Franco Benítez, y el cabezazo de Santiago Gómez se metió bien arriba, junto al travesaño, para poner el 1 a 0 a favor de Excursionistas.

El local asumió el mando, y si bien la visita llegó con un disparo de lejos que controló Acevedo, a los 32′, muy pronto volvió a golpear el dueño de casa.

Sacó largo Acevedo, la peinó Santiago Gómez hacia adelante, allí recibió Galeano quien tocó al medio para Benítez, que sacó un remate cruzado, a la derecha de Libares y puso el 2-0 para Excursionistas.

El “Villero” era el dueño del partido y Claypole no podía salir del laberinto en el que se había metido. El equipo entró en un tobogán de protestas, dudas, y confusiones que lo hicieron perder el equilibrio emocional y lo que habían insinuado en el comienzo se diluyó entre discusiones y roces.

A los 36′ tuvo una buena llegada con un corner desde la izquierda y el cabezazo de Díaz que se fue alto. Y a los 42′ se escapó Thiago Calone por izquierda, ante la salida de Acevedo tiró el centro atrás y llegó Jimenez para definir, pero Arango tapó sobre la línea en una jugada que despertó las protestas visitantes, al reclamar que el balón le había pegado en el brazo. Una jugada dudosa, especial para el VAR, que aún no llegó al ascenso.

Sobre el cierre, la mecha se encendió por completo. Iban 44′ y Franco Benítez disputó una pelota con Javier Monzón, este acusó un golpe del hombre de Excursionistas y cayó al suelo, el banco visitante explotó en protestas, el partido siguió y Matías Morales tomó la pelota, pero fue golpeado con un puntapie violento por parte de Brian Urquiza y todo se desmadró.

Casi todos los jugadores se empujaron, pechearon y discutieron en un cierre que dejó la expulsión de Benítez en el local y de Javier Monzón en la visita.

Para el inicio del segundo tiempo, los visitantes salieron con dos modificaciones; Sergio Alfonso entró por Benítez y Juan Cruz Iglesias reemplazó a Alejo Dalvez.

El local cedió un poco de terreno y el balón, para invitar a su rival que fuera, dejara espacios y le abriera campo al contragolpe. Y Claypole fue. Con pocas ideas, pero con ímpetu. Y el “Verde” estuvo a punto, varias veces, de rematarlo de contragolpe.

A los 52′ hubo una buena doble tapada de Hugo Acevedo. Después, llegaron las ventanas de los cambios. Iban 54′ cuando se produjeron los dos primeros cambios de Moramarco; Rodríguez entró por Claudio Galeano, y Barrios reemplazó a Félix Orode.

Volvió a avisar la visita, a los 61′, con un cabezazo de Calone que atrapó bien Acevedo. A los 63′ Salió Urquiza en la visita, reemplazado por Matías Coselli. Y a los 66′ se produjo la última variante en Claypole; Leonel Llodra entró por Calone.

Después llegaron los cambios en Excursionistas. Barrionuevo entró en lugar de Matías Morales y “Tito” Benítez Villalba ocupó el lugar de Santiago Gómez, cuando iban 68′ de juego. Y a los 73′ Grespán ingresó por el lesionado Zoratti. Tito pasó a la zona de volantes y Grespán quedó como delantero.

Sobre el último cuarto de hora, con muchos roces, discusiones y provocaciones, el “Villero” tuvo varias contras para liquidar el marcador. A los 74′ se fue Grespán solo, se quedó y enganchó para cambiar de frente para Benítez Villalba y este cedió a Barrionuevo que sacó un remate al medio que controló Libares.

A los 79′ cortó bien Arango, una de las figuras de “Excursio”, se proyectó por izquierda, cruzó al medio y cedió a Benítez Villalba, quien sacó un disparo desviado. Volvió a salir Arango, a los 85′, se proyectó por la izquierda, tocó a Grespán, recibió la pared y cuando entró al área sacó un remate que Libares desvió al corner. Fue otra chance del local.

Claypole armó una buena jugada a los 87′. Alfonso combinó con Sergio Acosta, este abrió a la izquierda, llegó el centro al área y el remate de iglesias se fue apenas desviado.

Fue lo último de una tarde caliente, que Excursionistas supo dominar, para llevarse tres puntos y dejarle una tarde feliz a los viejos vecinos del Bajo Belgrano.

Hernán O’Donnell

RB Leipzig recuperó la memoria, demolió a Borussia Dortmund, y todo se encamina al Bayern Münich, en la atractiva Bundesliga

La Bundesliga es una competición apasionante, bien organizada, atractiva y con muchos detalles que la convierten en una de las mejores del mundo. Tiene una cierta lógica y una perspectiva previsible, en tanto el Bayern Münich es el equipo más preponderante, el dominante, a través de un conjunto de notables futbolistas, una preparación física excepcional, una actitud mental superadora y un entrenador de excelencia como Julian Nagelsmann, quien propone cada partido con una actitud ofensiva demoledora. Con seis fechas por delante, parece muy difícil que se le pueda escapar el título, pero mientras se disputa el campeonato y por debajo hay varios equipos con propuestas interesantes y con la ilusión de llegar lo más arriba posible, aún cuando el campeonato parezca una utopía, pero terminar en lo más alto posible y asegurar la clasificación a una de las Copas de la próxima temporada, con la Champions League como objetivo fundamental y en segundo término la Europa League, o el consuelo de la Liga de Conferencia. En esa lucha hay varios equipos, entre los que se destacan, por ejemplo, Borussia Dortmund y RB Leipzig. Y una tarde de sábado, se encontraron.

Dos esquemas parecidos, con tres zagueros en el fondo. Emre Can, Hummels y Manuel Akanji en el Borussia Dortmund, en tanto en la visita, Simakan, Wili Orban y Gvardiol. Cuatro medios para el local, Thorgan Hazard, Axel Witzel, Bellingham y Rafael Guerreiro, mientras que en Leipzig se acomodaron Mukiele, Laimer, Kampl y Angeliño, con Dani Olmo por delante de ellos. Tres hombres de ataque en Dortmund, Marius Wolf, Haaland y Marco Reus, en tanto en la visita Nkunku y André Silva eran los referentes de ataque.

Dominó durante el inicio el Dortmund, con manejo del balón y dominio territorial. Leipzig, retrasado, lo esperó. Y a los 20′ le metió una primera puñalada, con una escapada Nkunku por derecha, el pase al vacío para la entrada de Laimer como interior derecho, y la definición del volante frente a la salida de Gregor Kobel, arquero de Dortmund, para definir por encima y poner el partido 0-1 a favor de RB Leipzig.

Sintió el golpe el local. No se pudo acomodar, ya no se acercó al arco de Gulacsi, y el Leipzig olió sangre para ir por más. A los 26′ tuvo un buen contragolpe que demoró en la definición, y enseguida aumentó el marcador.

Iban 29′ cuando Laimer volvió a recibir por la derecha, enganchó hacia el medio y sacó un remate fuerte que se desvió en Can para descolocar a Kobel y poner el encuentro 0-2 para el RB Leipzig.

Fue otro mazazo para el equipo local. Lo sintió como un castigo por no haber convertido cuando tuvo el dominio inicial del juego. Se perdió allí. Y la visita mostró aplomo para manejar los tiempos de esa primera etapa.

Pudo aumentar la visita, a los 43′, con un tiro de esquina bien ejecutado, que pasó por toda el área plagada de futbolistas y Nkunku remató, al final, pero controló el arquero local.

Más allá de la inteligencia del inglés Bellingham, quien trató de controlar los hilos del conjunto dueño de casa y a los 45+1′ del primer período colocó un buen pase para la entrada de Reus que Gulacsi cortó con una intervención inteligente.

Y el primer tiempo se cerró con la preocupación local y la tranquilidad del equipo de Domenico Tedesco.

En el complemento las cosas fueron similares. El mismo planteo en cuanto a distribución de jugadores, la misma propuesta. Sin variantes y con el apoyo a los jugadores que habían iniciado el juego.

Dortmund intentó pararse unos metros más adelante, para forzar el juego hacia la valla del húngaro Péter Gulácsi, arquero del equipo visitante. Pero Leipzig achicó espacios y buscó jugar en el campo rival, entonces el juego se dirimió en el centro del campo. Y cuando perdía la pelota, ocupaba rápido los espacios para estar detrás de la línea del balón, eso que tan bien explicaba el “Flaco” Menotti en los años ’70, y estar listos y de frente a la jugada cuando volvían a tener el esférico.

No pudo romper la telaraña el local, y el equipo de la bebida energizante se acomodó bien a lasa circunstancias. Y metió un golpe más. Iban 57′ cuando Olmo encabezó un contragolpe con Laimer, este, dentro del área local metió un pase de taquito y hacia atrás para la llegada de Nkunku, quien sacó un disparo abierto y puso el 0-3 a favor de RB Leipzig.

Entonces, el partido fue previsible. Porque el local apostó a algunas modificaciones para revertir la situación, mientras la visita se adapataba a todas las circunstancias.

Iban 60′ cuando M. Dahoud ingresó por A. Witsel, y D. Malen reemplazó a M. Wolf, en el local. Cambió el dibujo táctico el Dortmund, Dahoud se acercó a Malen y Reus para abastecer a Haaland, mientras que la visita soltó a Dani Olmo para que flotara por todo el ancho del ataque. A los 67′ Tedesco reacomodó a su equipo: L. Klostermann entró por N. Mukiele; el ingresado se retrasó un poco más en la ubicación, para formar una línea de cuatro defensiva, mientras que el otro cambio fue de Emil Forsberg por K. Kampl; el volante ingresado, de características más ofensivas, se paró un poco más adelante y a la derecha de por quien había entrado. El Leipzig por momentos tenía una línea de cinco, con Angeliño retasado por izquierda, tres medios, con Forsberg, Laimer y Olmo, y dos delanteros, Silva y Nkunku.

El local se jugó por dos cambios más, a los 73′ de juego: Giovanni Reyna entró en lugar de T. Hazard, y Julina Brandt ingresó por Marco Reus. Las ventanas de los cambios no se detendrían, y a los 77′ fue otra vez el momento del equipo visitante. D. Szoboszlai entró por André Silva, y M. Halstenberg ocupó el lugar de M. Simakan.

Todo parecía terminado, pero aún así hubo espacio y tiempo para más emociones. A los 83′, tras un tiro de esquina a favor, Dortmund pudo achicar la distancia con un centro de Guerreiro y el cabezazo de Malen que puso el esperanzador 1-3. Pero no tuvo tiempo, el local, siquiera de ilusionarse, pues a los 85′ Dani Olmo recibió un pase de frente al arco, pero fuera del área, y sacó un bombazo que se transformó en el 1-4 a favor de RB Leipzig.

Después, llegaron las modificaciones finales. A los 88′ Novoa reemplazó a Dani Olmo, una de las figuras de la tarde.

El visitante tomó la pelota en los minutos finales y terminó el partido con un dominio absoluto, claro y elogiable. Manejó el balón y el tiempo final con Forsberg, Angeliño, Laimer, Nkunku…

Fue una tarde soñada para RB Leipzig, que otra vez mostró vestigios de aquella aplanadora que supo construir Julian Nagelsmann, y ahora va por la recuperación de su memoria.

Hernán O’Donnell

Brian Castaño vuelve a enfrentar a Jermell Charlo, en un combate que toma color

Hubo dimes y diretes, idas y vueltas, postergaciones y acusaciones, pero al final la revancha entre Brian Castaño y Jermell Charlo por la unificación de los títulos superwelter ya tiene fecha confirmada y escenario para recibirla. Se hará el sábado 14 de mayo en el Dignity Health Tennis Center, en Carson, California, Estados Unidos de América. Un Estadio previsto para el tenis, pero que alberga peleas de boxeo en mayor cantidad que para el deporte que había sido pensado. Ya es un escenario tradicional y clásico del pugilismo.

Lo que estaba pactado, en principio, para el sábado 19 de marzo en el “Crypto Arena” de Los Angeles, se postergó por la lesión del boxeador argentino en el biceps del brazo derecho. “Yo venía con esa lesión y no podía dar ningún tipo de ventajas”, señaló Castaño al momento de la reprogramación, “las peleas hay que respetarlas y yo tengo que estar al 100% en lo físico y técnico para dar un buen espectáculo”, agregó Brian, quien también afirmó tener todos los estudios de la lesión ante las dudas planteadas desde el equipo del norteamericano.

Crédito: NotiFight.com

Será el esperado desquite de aquella pelea del 17 julio de 2021, cuando ambos expusieron sus coronas, Castaño la de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), y Charlo las de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), Federación Internacional de Boxeo (FIB) y del Consejo Mundial de Boxeo (CMB). Aquel combate fue espectacular y si bien muchos vieron ganador al argentino, para otros existió una paridad que ameritaba un desquite directo. Lo que sí resultó difícil de explicar fue la tarjeta de uno de los jurados, Nelson Vázquez, quien otorgó una diferencia de 117-111 a favor del estadounidense. “He trabajado mucho con mi equipo para ganar por knock out, o con mucha claridad, para que no hayan dudas. No he dejado de entrenar”, señaló Brian Castaño en diversas declaraciones.

El combate se calentó desde el momento en que terminó el primero. Porque Charlo se sorprendió por el nivel de su adversario, pero sobre todo porque la revancha estaba cantada desde ese instante. Y la postergación le agrega pimienta a una pelea que ya venía muy picante. “Pidió la postergación para ganar tiempo”, fue lo primero que dijo el norteamericano tras la postergación. Luego pidió un test antidopaje. Y la espuma subió, pues sobraron declaraciones fuertes, que a un mes y medio del combate aún pueden ascender en una trepada que no se calcula donde terminará.

Jermell Charlo se prepara en Houston, Texas. En los últimos días recibió la visita de Gilberto Jesús Mendoza, presidente de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), quien afirmó que “Charlo es un hombre sencillo y disciplinado. Tiene una notable pasión por el boxeo y muchas ganas de hacer historia en este deporte. Es valorable su esfuerzo por formarse al margen del ring y realizar una carrera universitaria. Sin duda, fue una charla amena y muy grata”.

Por ahora, el tiempo juega a favor. Faltan cuarenta y cinco días para que se enciendan las luces de California. El clima empieza a ganar temperatura. Y la pelea ya empezó.

Hernán O’Donnell

Atlanta supo reaccionar y construyó una victoria merecida

Casi todo ocurrió en el segundo tiempo. Lo más emocionante, lo más trascendente, lo más destacable. El primer tiempo casi pasó de largo, con pocas jugadas ofensivas y con un desenlace, el del primer tiempo, que sería el prólogo de todo lo que se iba a vivir en el complemento.

Porque en la primera etapa sobró calor y faltó fuego. Sobraron interrupciones y escasearon situaciones. Flandria se puso en ventaja a los 13′ a través de un remate de Benjamin Borasi, quien tomó un rebote de un disparo de Nicolás Ferreyra, y aprovechó para vencer a Rago y poner el 0-1 para la visita.

Atlanta se vio sorprendido por ese cachetazo. No pudo imponer condiciones en ese tiempo, a pesar de mostrar la actitud ambiciosa habitual. Juan Francisco Rago en el arco, línea de cuatro clásica con Matías Molina, Alan Pérez, Rodrigo Colombo y Franco Perinciolo. Tres volantes, Juan Galeano por derecha, Maxi González por el medio y Ramón Fernández por izquierda, para aprovechar su excelente pegada de derecha cuando engancha y tiene el campo de frente, y adelante Julián Marcioni, Gonzalo Klusener y Germán Berterame.

Flandria se paró con Juan Lungarzo en la valla. En el fondo, Mariano Puch, Fermín Antonini, Tomás Mantia y Nicolás Henry. En el medio Borasi, Gastón Mansilla, Juan Bottari y Joaquín Ibañez, y adelante, Franco Tisera y Nicolás Ferreyra. En general, Tisera arrancaba detrás de Ferreyra, quien se mostraba activo y rápido.

A pesar de que Atlanta dominaba, le faltaba profundidad. No podía romper el cerco que el oponí el equipo de Jáuregui, que retrocedía con las líneas bien pegadas, entonces eran cuatro en el fondo, más cinco hombres que cerraban los caminos. Incluso tuvo una contra que pudo ser determinante para el partido, porque en un pelotazo largo Ferreyra le ganó a Colombo, y el árbitro advirtió una falta cuando el delantero visitante luchó el balón con el zaguero local. por eso, más allá de que Ferreyra ganó y metió el balón en el arco de Rago, la jugada ya estaba invalidada. Y enseguida llegó la ráfaga local que cambió el rumbo del partido.

Porque a los 43′ Ramón Fernández ejecutó un tiro libre desde la izquierda, Alan Pérez se ubicó en el área en posición adelantada para distraer a la defensa visitante que posó su mirada en ver cuando el zaguero retrocedía. Pero no lo hizo, y mientras todos miraban a Pérez, el balón fue largo a la derecha para Galeano, quien metió el c entro, conectó Klusener, rebotó en un defensor y Matías Molina la clavó arriba, para poner el 1 a 1 y desatar la euforia en Villa Crespo.

Encima, a los 45+1′ Ramón Fernández estrelló un tiro libre en el travesaño y se fueron al descanso con las sensaciones cambiadas. Atlanta, optimista. Flandria, confundido.

Walter Erviti decidió una variante para comenzar el segundo tiempo: Juan Bisanz ingresó en lugar de Julián Marcioni. Y fue otro partido. Porque Atlanta se paró más adelante y tuvo mayor determinación para romper el cerco visitante. A los 47′ Ramón Fernández ejecutó un tiro libre que se fue alto. Era el aviso.

Enseguida llegó el desnivel; jugada sobre la derecha, remató Molina, el interior del poste derecho del arco visitante devolvió el balón que le quedó a Juan Galeano, quien la clavó en un ángulo para poner el partido 2-1 a favor de Atlanta.

Intentó salir Flandria, pero cortó el balón Franco Perinciolo, lo tomó Juan Galeano y encabezó un contragolpe con buena conducción, para cederle sobre el área a Juan Bizans, quien con un tiro fuerte y cruzado puso el 3 a 1 para Atlanta cuando se jugaban 54′ del partido.

Era el golpe definitivo. Porque la visita tuvo, a los 56′, un remate de Ibáñez, su mejor figura, fuerte y abajo, pero que contuvo bien “Pancho” Rago.

Andrés Montenegro, entrenador de la visita, decidió dos variantes a los 60′ de juego. Lautaro Gordillo ingresó por Nicolás Ferreyra y Julián Ford lo hizo por Franco Tisera. En el local, Martín García reemplazó a Perinciolo.

Después, a los 65′, Alejandro González ingresó en lugar de Mansilla en el elenco de Jáuregui. Y a los 68′, Matías Donato ocupó el lugar de Klusener, en tanto Fabricio Pedrozo reemplazó a Germán Berterame, en el equipo de Villa Crespo.

Atlanta quedó con un esquema variable. Presionaba con Bisanz como extremo y Fernández como interno, aunque para replegarse se ubicaban como un 4-4-2. Luego, a los 72′, Daniel Saggiomo ingresó por Ramón Fernández.

Flandria reacomodó sus piezas a los 73′. Matías Montejano entró por Bottari, mientras que Gino Barbieri entró en lugar de Benjamín Borasi. Y se paró con los cuatro del fondo iniciales, Alejandro González por delante de ellos como volante central, más arriba Julián Ford, Joaquín Ibáñez y Montejano, con dos centro atacantes, Lautaro Gordillo y Gino Barbieri.

Se la quiso jugar la visita, pero no encontró espacios. Para colmo, el “Bohemio” estuvo varias veces cerca de aumentar el marcador. A los 85′ Fabricio Pedrozo se fue de izquierda al medio, enganchó y sacó un tiro que pasó cerca. A los 89′ tuvo un tiro libre a favor que jugó rápido, Donato abrió a la derecha y Pedrozo remató alto. Y a los 90+3′ un error defensivo visitante le dejó el balón a Saggiomo, quien sacó un disparo fuerte, rechazado por la salida veloz de Lungarzo.

El sol de la tarde del lunes cayó y dejó una gran alegría en Villa Crespo. Atlanta ganó con claridad, supo salir de la sombra y revirtió un partido que se le había complicado, para soñar en un campeonato que promete ser largo y apasionante.

Hernán O’Donnell

Gustavo Lemos fue demasiado eléctrico para Selby, y ahora va por el título Mundial

El Luna Park volvió a vibrar como en las mejores noches. Como en los viejos tiempos, cuando los preliminares alcanzaban una estatura digna de uno de los “Templos” más célebres del boxeo mundial, y llenaban de acción y adrenalina el Estadio hasta alcanzar un fuego avasallante en la pelea de fondo. Así fue la noche del sábado 26 de marzo en el mítico escenario de Corrientes y Bouchard. Porque no sólo fue vibrante el combate estelar, sino que hubo un show de knock outs previo que valieron la pena ir bien temprano a vivir la jornada.

Pero toda la fiesta se la quedó Lemos. Desde la salida desbordó confianza y espíritu ganador. Entró con una canción pegadiza y muy adherida al sentir del deportista y del público argentino: la canción que Rodrigo le dedicó a Diego Armando Maradona.

Fue de estudio el inicio del primer round. Lemos salió con la guardia alta y bien cerrada, perfilado de costado, pero con el paso adelante permanente y la mirada desafiante. En un momento hasta le levantó las cejas, en un gesto que implicaba una amenaza por todo lo que iba a llegar.

Selby, de mayor altura, intentó moverse rápido y de manera lateral, pero no pudo hacer pesar esos movimientos. Sí tuvo un buen momento con su alcance de brazos y el jab, pero sobre el cierre de la primera vuelta Lemos pudo hacer una buena combinación. La primera vuelta fue para Selby, 10-9, en una decisión muy leve.

Salió con mayor determinación el argentino en el segundo round, decidido y ofensivo. Fue al ataque y dominó el primer minuto del segundo round con claridad. Había pasado el round de estudio y quedarse hubiera significado retrasarse en las tarjetas. Debía salir a pelear, sin pérdida de más tiempo.

Y le sumó buenos golpes abajo, sin desesperarse por llegar arriba. Lemos 10-9, tras la segunda vuelta las tarjetas quedaban igualadas en 19.

Un cruce de Lee Selby abrió a “Tito” en el inicio del tercer round, que le produjo un corte amplio al local. Ya era el combate esperado, con el argentino lanzado al ataque. Selby sintió los golpes y comenzó a perder la estabilidad. Lemos atacaba arriba y abajo, dominaba el centro del ring y comenzó a hacerle sentir el poder de sus puños. El local achicaba distancias y no era suficiente el jab de Selby para marcar el espacio. Logró un par de golpes al final, mostró que no se entregaría fácil, pero Lemos había sido más a lo largo del asalto. 10-9 para Lemos, y 29-28 el resumen del combate para el argentino.

En el cuarto round el galés intentó revertir el rumbo que tomaba el combate. Comenzó a usar la derecha, fuerte y precisa, para trabajar en la herida del “Eléctrico”. Pero Lemos era consciente de la situación y se fue encima del rival, a puro golpe y coraje, que levantó al público en las tribunas, y cuando faltaban 20″ dos golpes a la zona hepática derrumbaron al galés, que puso rodilla en el suelo y buscó la cuenta de protección para retomar el aire. Sintió el golpe. Y se levantó con lo justo, para que el reloj corriera y tras un segundos de aguante, pudiera ir al rincón. 10-8 para Gustavo Lemos y el marcador quedó 39-36.

El quinto round fue contundente. Una derecha de Lemos al rostro del galés fue decisiva. Lo tiró y obligó a quedarse hasta el límite para recuperarse. Se levantó Selby, pero estaba entregado. Lemos olió sangre y fue. Pegó duro, mientras buscaba el agujero. Y encontró la sien del rival con un derechazo que lo tiró y ya no tuvo sentido seguir. Knock Out Técnico en el quinto round, KOT5, para que Gustavo Lemos abrazara el sueño, la ilusión y el alma de miles de argentinos que llenaron el Luna Park y vibraron con una pelea espectacular, intensa y rápida que le abre al “Eléctrico” una puerta para buscar el anhelado título mundial.

Hernán O’Donnell

La Selección se despidió ante su gente en una noche mágica

Fue un viernes a pura emoción. Porque más allá de ser el último partido de local de la Selección Nacional de Fútbol en la Competición Preliminar de la Copa Mundial de la FIFA-Catar 2022, el encuentro ante Venezuela, en la Bombonera, significó una noche para vivar al equipo, para alentar sin parar, para darle el afecto y la confianza, para mostrar un apoyo incondicional al entrenador Lionel Scaloni, y hasta para aplaudir y reivindicar al circunstancial técnico del equipo rival, José Pekerman, un sabio del fútbol y héroe indiscutido del renacer de los seleccionados juveniles de nuestro fútbol.

Todo eso, y más, encerró la noche húmeda del viernes 25 de marzo. Un estadio repleto, un equipo con ganas, un adversario en proceso de crecimiento, un partido iluminado.

La Argentina salió con Franco Armani en el arco; una línea de cuatro con Nahuel Molina, Germán Pezzella, Nicolás Otamendi y Nicolás Tagliafico; tres medios, Rodrigo De Paul, Leandro Paredes y Alexis Mac Allister, quien se ubicaba como enlace, en el medio, cuando la pelota la tenía Argentina. Allí dejaba su lugar en la izquierda y se paraba detrás de Leo Messi, quien empezó por el centro del ataque, con Nicolás González a su derecha y Joaquín Correa a la izquierda. Luego, con el correr de los minutos, los tres hombres de ataque rotaban su posición.

A los 3′ avisó paredes con un disparo que sacó Fariñez. Argentina tenía un dominio territorial sostenido. Venezuela avisó a los 15′ con un pelotazo largo de Chancellor que Armani resolvió con una salida veloz cuando se le venía Josef Martínez.

El equipo de Pekerman se paró con tres centrales, dos hombres laterales, tres volantes y dos hombres de ataque, pero bastante flexible. Fariñez en la valla; Ferraresi, Chancellor y Makoun. Por la banda derecha, Roberto Rosales y por la izquierda, Miguel Navarro. José Martínez, Yangel Herrera, de buen partido, con mucho corte y buena distribución, y Cristian Cásseres. En el ataque, Salomón Rondón y Josef Martínez.

Pero era sostenido el dominio local. A los 24′ una buena combinación entre De Paul y Messi terminó con un pase largo de Rodrigo que Messi no llegó a conectar. A los 29′ Messi hizo una gran jugada y el tiro final de Nicolás González salió desviado.

Hasta que a los 35′ llegó la apertura del marcador, luego de una buena maniobra de Mac Allister, derivó en un pase a la derecha, donde De Paul tomó el balón y puso un centro medido al medio para que Nicolás González definiera en el borde del área chica. Argentina se ponía 1-0.

Venezuela tuvo una segunda llegada a los 38′, tras un desborde de Rondón por izquierda, el centro al medio y el tiro final de Josef Martínez salió desviado.

José Pekerman determinó un cambio para iniciar el segundo tiempo; Murillo reemplazó al amonestado Miguel Navarro. Y, durante unos diez minutos, la visita se animó y tuvo jugadas de ataque, como la del centro de Cásseres y el remate de Josef Martínez que pasó cerca, a los 53′ de juego.

Luego, Argentina retomó el ritmo y volvió a jugar en campo rival. A los 59′ Messi ejecutó un tiro libre que se fue apenas alto. A los 60′ triangularon por derecha De Paul, Leandro Paredes y Nahuel Molina, quien recibió un buen pase largo de De Paul, se fue hasta el fondo y sacó un centro al medio que Mac Allister tomó con un remate que se fue desviado.

A los 61′ llegaron dos variantes más en la visita; F. Aristeguieta entró por Josef Martinez y L. Gonzalez ingresó en lugar de Casseres.

Pero no influyó en el desarrollo. Siguió el dominio local, pues a los 63′ lo perdió el “Tucu” Correa, que no pudo definir tras un gran pase de Messi. A los 64′ se produjo el primer cambio en la Argentina: Angelito por Joaquín, es decir, Correa por Correa. Más tarde, a los 69′, Angel Di María reemplazó a Alexis Mac Allister. Y a los 76′ Darwin Machis reemplazó a Yangel Herrera, en Venezuela.

Argentina era más, y en el último cuarto de hora apretó al acelerador para resolver el encuentro. A los 77′ Lionel Messi ejecutó un tiro libre que se fue apenas cerca del palo derecho de Fariñez, bien abajo. A los 78′ aumentó el marcador. Di María recibió un buen pase por derecha, entró al medio paralelo al arco, y cuando salió el guardavalla visitante, definió de emboquillada para poner el 2 a 0 a favor de la Argentina.

Y a los 81′ cerraron el partido, con una ganbeta de Di maría, su ingreso hacia la derecha y un pase perfecto para Messi, quien entró de izquierda hacia el medio, paró el balón con el pecho y definió con calidad para dejar el resultado 3-0 para la Argentina.

El tiempo que quedó fue para los cambios; a los 83′ Savavrino entró por Rondón en la visita, mientras que en el elenco de Lionel Scaloni a los 86′ Lucas Boyé entró por Nicolás González y Guido Rodríguez ingresó en el lugar de Leandro Paredes.

Argentina cerró la noche con toques sutiles, gambetas profundas, manejo intachable del balón y una demostración de fútbol que provocó una catarata de aplausos, cantos y gritos de una tribuna que está enfervorizada y enamorada de un equipo que la invita a soñar.

Hernán O’Donnell

La Argentina juega sus últimos partidos de eliminatorias, pero la mente ya viaja al Mundial

Distendido, relajado, amable. Lionel Scaloni abordó la conferencia de prensa previa al partido entre la Argentina y Venezuela por la anteúltima fecha de la Competición Preliminar de la Copa Mundial de la FIFA-Catar 2022 de muy de buen humor, con mucha serenidad y dispuesto a contestar todas las preguntas que la prensa consideraba necesarias, y dejó muchos valores, entre ellos el que el equipo abordará con la mayor seriedad estos compromisos, pero ya la mente está puesta en el proceso de trabajo de marzo a noviembre a la espera del Mundial.

“Los tiempos son cortos. El fútbol europeo termina sus ligas entre el 15 y el 22 de mayo, la idea es reunirnos a partir de ese momento y entrenar unos ocho días para jugar el 1 de junio ante Italia, pero no es aconsejable proyectar más días de entrenamiento o concentración porque también los chicos merecen y necesitan vacaciones. El partido con Italia es una muy buena prueba, importante para competir. Es de las mejores selecciones. Enfrentar una Selección con un estilo diferente a las que venimos enfrentando, para nosotros, es estimulante”, dijo en un comienzo.

Y cuando le preguntamos por el tiempo de trabajo con el que iba a contar de acá a noviembre, cuando comience el Mundial, dijo: “Pero los tiempos son cortos, incluso en estos días que tuvimos queríamos hacer muchas cosas en poco tiempo porque hay jugadores que no habíamos visto, y por ahí uno les mete mucha carga y eso tampoco es el plan, porque los jugadores vienen cansados, de un viaje largo, y uno termina entrenándolos más para uno, para ver cosas, que para ellos, y ese nos es el plan. Hay que buscar ese equilibrio, decir ‘con esto que vi me bastó’; ahora estamos bien, sobre todo porque el equipo entiende lo que queremos. Después del sorteo y sepamos contra quien vamos a jugar, tal vez sea el momento de mirar algo o de cambiar algo, pero por ahora estamos bien y no podemos quejarnos del tiempo”, nos respondió.

Con respecto al choque ante Venezuela y enfrentar a José Pekerman, respondió: “Es un poco raro que me tenga que enfrentar con José (Pekerman) por todo lo que representó para mí y para muchos chicos del cuerpo técnico, con todo lo que representó ese proceso de juveniles. Tantos años después, ahora nosotros tratamos de hacer lo mismo que nos inculcó. Estaremos siempre agradecidos por todo lo que nos enseñó; le daré un abrazo, lo apreciamos mucho. Ha dejado un legado y nosotros queremos retomar lo que se hizo en aquella época”.

“Un Mundial es una ocasión única, yo lo he vivido como jugador y como integrante de un Cuerpo Técnico, y creo que lo importante es llegar bien, es impredecible. No se sabe lo que puede pasar. Hay que llegar bien y tener bien claro que es lo que se quiere”, dijo Scaloni.

“En este ciclo buscamos darle la oportunidad a la mayor cantidad de jugadores posibles, que todos sintieran que tenían la chance de ponerse la camiseta de la selección, por eso invitamos a una cantidad grande de futbolistas, para luego asentar una base. En ese camino vimos una gran cantidad de jugadores. Imaginaba un estilo directo para jugar, pero luego vi que por las características de los futbolistas se debía jugar de otra forma, con más posesión y por eso nos adaptamos a ese sistema”, señaló a manera de balance.

Tranquilo, sereno, distendido y con los pies sobre la tierra. Lionel Scaloni se puso el traje de entrenador hace un buen rato, y ahora reluce la experiencia ganada.

Hernán O’Donnell