Inter dominó de principio a fin y continúa en lo más alto

Fue una victoria clara de Inter sobre Salernitana. Amplia, contundente, brillante. El equipo de Milano fue a Salerno con la decisión tomada: salir a ganar, no demorar los caminos, monopolizar el balón y dirigirse al arco de Fiorillo de modo directo.

Así abrió el marcador cuando el partido asomaba. Un pelotazo largo en forma de centro de Calhanglu buscó la cabeza de Dzeko, pero Fiorillo, el arquero local, salió rápido y despejó la pelota al corner. El tiro de esquina lo ejecutó Calhanoglu y Perisic se anticipó a todos, a los 10′ de juego, para meter un cabezazo que se coló en el ángulo superior izquierdo del arco local y puso el marcador 0-1 a favor de Internazionale.

A partir de allí se iba a encadenar una serie de llegadas interminable de Inter, que presagiaron la goleada que al final se concretó. Porque a los 12′ Alexis Sánchez, de gran partido, puso un pase filtrado y abierto para la entrada de Dumfries, el lateral que jugó casi como un extremo a lo largo de la noche italiana, y sacó un tiro cruzado que Fiorillo desvió al corner con la puntita de los dedos.

A los 13′ desbordó Iván Perisic por la banda izquierda y sacó un centro que Dzeko cabeceó desviado. Recién a los 29′ iba a llegar el equipo local; Joel Obi apareció solo por la banda izquierda y su disparo fue bien rechazado por Handanovic al corner.

Pero era la noche del Inter, y a los 32′ amplió el marcador. Pelotazo largo y profundo de Dzeko para la entrada libre de Dumfries y el remate de este pegó en el travesaño, cruzó la raya y salió otra vez hacia el campo de juego, pero la tecncología no dudó en convalidar el gol, y el Inter quedó adelante por 0-2.

El dominio de la visita se sostenía en su posicionamiento. Bien adelantado en el campo, con la salida de Dumfries por derecha, Perisic por izquierda, el trabajo de Barella en el medio del campo, la conducción de Calhanoglu, la creatividad de Alexis Sánchez y la potencia de Dzeko, todo era demasiado para Salernitana, que se apoyaba en la jerarquía y experiencia de Franck Ribery, pero no tenía mucho más para sostenerse.

En el complemento se mantuvo el mismo libreto. A los 48′ el Inter armó una hermosa jugada colectiva que terminó con un disparo de D’Ambrosio que salió apenas desviado. Y enseguida llegó la jugada del partido. Alexis Sánchez recibió en su campo, de espaldas al arco rival, giró sobre si mismo y metió un pelotazo profundo y preciso para Calhanoglu. Este la curzó de derecha a izquierda para Dzeko, mientras picaba para recibir la devolución; tras volver a contactarse con la pelota, Calhanoglu advirtió la entrada veloz de Sánchez y lo asistió con un pase magistral. El chileno, ya dentro del área, concretó con un potente remate cruzado. Iban 51′ de juego y con el golazo de la noche Internazionale se adelantaba por 0-3.

El partido se resolvía, aún cuando restaban cuarenta minutos de juego. Las ventanas de los cambios jugaron su parte; a los 55′ la visita abrió la primera con tres modificaciones: Arturo Vidal ingresó por Nicolo Barella; F. Dimarco reemplazó a A. Bastoni, y Lautaro Martínez entró en lugar de Alexis Sanchez.

Salernitana estaba golpeado y el entrenador decidió dos variantes a los 60′: el bosnio M. Djuric entró por Simy, y A. Schiavone reemplazó a G. Kastanos. Poco se podía hacer mientras se acomodaban los nuevos en la cancha y a los 70′ llegaron más modificaciones. C. Gondo entró por el francés F. Ribery, y P. Jaroszynski ingresó en lugar de L. Ranieri en Salernitana, mientras que en la visita, Gaglairdini ingresó por Brozovic.

El encuentro estaba resuelto, pero hubo lugar para más emociones. Iban 76′ cuando Arutro Vidal quiso habilitar a Roberto Gagliardini, este entró al área, se la cortó Bogdan y el balón le quedó a Lautaro Martínez, quien sin dudar y con una tremenda repentización, sacó un remate de primera que se transformó en el 0-4 para Internazionale.

Un minuto después, a los 77′, Kolarov entró por IVán Perisic en la visita. Y a los 79′ Zortea reemplazó a Gyomber en el local. Le quedó una chance al equipo de Stéfano Colantuono, cuando a los 81′ Cedric Gondo habilitó Djuric y el cabezazo de este salió afuera.

Pero estaba visto que los rebotes de la noche también iban a favorecer a la escuadra de Milano, porque a los 86′ Arturo Vidal quiso asistir a Lautaro Martínez, el balón rebotó en Bogdan y le quedó servido a Gaglairdini, quien marcó el 0-5 a favor del Inter.

Una noche redonda que terminó con ese tanto. Internazionale ganó en forma clara, amplia y contundente. Y sigue su camino triunfal sin fisuras.

Hernán O’Donnell

Chelsea chocó con Pickford y resignó dos puntos importantes

Fue un partido vibrante, con un claro dominador, sobre todo en el primer tiempo, donde acumuló una enorme cantidad de situaciones para convertir y tuvo el control del juego. Chelsea dominó toda esa etapa, pero cada vez que debía dar la puntada final para abrir el marcador, se topó con la seguridad de Jordan Pickford, el arquero de Everton. Fue un monólogo del local, que tuvo audacia, rapidez e imaginación para llegar hasta el arco visitante, pero siempre surgía el arquero, o los remates finales se iban desviados.

A los 5′ fue la primera llegada del local. Jorginho puso un pase a las espaldas de Godfrey, James apareció libre por derecha y su disparo, muy factible, se fue afuera. A los 7′ James habilitó a Mason Mount y el remate cruzado de este se fue muy cerca del palo derecho del arquero visitante. A los 10′ Pulisic recibió un centro en el área chica, metió un taco sorpresivo y Pickford controló con seguridad. Luego Ziyech sacó un remate cruzado, desde la izquierda, que el arquero de Everton desvió al corner, cuando iban 12′. Y a los 15′ un tiro libre de Reece James fue controlado por Pickford. Se repitió a los 17′, pero esta vez James tomó el rebote del tiro libre y ese disparo salió apenas alto.

Chelsea dominaba con la solidez de los zagueros, Azpilicueta, Thiago Silva y Rüdiger, la proyección de los laterales James y Marcos Alonso, el trabajo en el medio de Jorginho y la dinámica de Pulisic, Mount y Ziyech en ataque. Everton no lograba hacer pie. No podía contener los ataques del local y mucho menos generar un contragolpe.

Era abrumador el dominio del equipo de Tuchel, y a los 29′ volvió a tener una oportunidad cuando un centro de Marcos Alonso fue conectado por Mount y Pickford volvió a evitar la caída de su valla. Mount volvió a tener una chance cuando quedó mano a mano con Pickford y el arquero otra vez tapó su remate, ahora a los 35′ de juego.

Chelsea salió a jugar el segundo tiempo con la misma intención, y a los 50′ otra vez contó con una buena posibilidad, cuando Mount disparó y atrapó Pickford. Rafael Benítez, el técnico visitante, intentó que su equipo saliera más, no se refugiara tan atrás y que peleara el partido un poco más cerca de la mitad de la cancha. A los 60′ L. Dobbin reemplazó a E. Simms, en la visita, mientras que en Chelsea, a los 62′ se produjeron dos variantes; R. Barkley entró en lugar de R. Loftus-Cheek para darle más juego y verticalidad a la mitad de la cancha, mientras que Saúl Ñiguez reemplazó a Marcos Alonso, aunque se ubicó en el centro del ataque. Así, pronto llegó la apertura del marcador.

Iban 69′ cuando una buena jugada colectiva del local derivó en una asistencia de Reece James a Mason Mount y este entró libre por derecha para vencer la resistencia de Pickford y poner el 1 a 0 para Chelsea.

Con el correr de los minutos decayó el dominio del conjunto de Londres. Se ahogó en la red que dispuso Everton y los ingresados no le dieron fluidez al juego. A los 70′ Rafa Benítez decidió que J. Gbamin reemplazara a André Gomes; y para colmo, el empate de la visita llegó muy pronto. Iban 73′ cuando Gordon ejecutó con precisión y efecto un tiro libre de la derecha y por detrás de todos los cabeceadores de ambos equipos apareció Brainthwaite para colocar la punta de su botín y poner el 1 a 1 en el partido.

Tuchel jugó su última carta. A los 78′ T. Chalobah ingresó en lugar del español Azpilicueta; Chelsea iba a tener una chance más, pero otra vez la frustraría la figura de la cancha. Iban 79′ cuando Barkley ejecutó un corner desde la derecha, Thiago Silva metió un formidable cabezazo abajo y Pickford la rechazó hacia afuera en un esfuerzo tremendo.

Y se empezó a cerrar el partido, porque Chelsea perdió la lucidez del comienzo, se enredó en la defensa visitante y no pudo generar más oportunidades de gol. Everton se abrazó al empate, a los 89′ cerró el partido con una última variante, la de Tyler Onyango en lugar de Gordon, y se apoyó en la seguridad de Jordan Pickford y la resistencia de Kenny, Holgate, Keane, Braithwaite y Godfrey, los defensores que impidieron que el local volviera a generar peligro.

Se le escaparon dos puntos a Chelsea, pero esta vez poco tendrá para reprocharse, porque más allá del bajón final, chocó con una muralla llamada Jordan Pickford.

Hernán O’Donnell

Aunque no alcanzó para clasificarse a las Copas, el triunfo de Argentinos resultó alentador a futuro

Gabriel Milito habló, como siempre, con claridad y honestidad, en la conferencia de prensa posterior al triunfo de su equipo, Argentinos Juniors, ante Sarmiento de Junín, y reflejó el sentimiento del entrenador. “Hemos hecho un buen campeonato, hemos jugado muy buenos partidos, hemos sido superiores a la mayoría de los rivales, pero no logramos los puntos que merecimos. Así es el fútbol, a veces el rendimiento y el resultado no van de la mano. Estoy muy satisfecho con el rendimiento del equipo, pero no alcanzó y, por detalles, se nos escaparon puntos que debimos haber logrado”. Enumeró los detalles, y son ciertos. Ante Aldosivi una expulsión que se juntó con el descuento del rival y un partido contralado, de pronto se “empiojó”. Hasta se falló un penal. Otra expulsión ante Vélez y enseguida el gol del rival. Y los puntos no logrados pero merecidos ante Patronato y Talleres de local, en Tucumán frente a Atlético, en Santa Fe contra Unión, el gol anulado contra River que hubiera sido el empate transitorio…

Pero, la realidad es inmodificable, y pasó lo que pasó. Argentinos no cosechó en función de lo que sembró en el desarrollo del juego y el triunfo frente a Sarmiento sirvió para cerrar el año con optimismo hacia el futuro, más allá de no ingresar a la Copa Sudamericana.

Una victoria que se construyó con la dinámica y la intensidad habitual del equipo de Gabriel Milito. Con los tres centrales, Mac Allsiter, Miguel Torrén y Lucas Villalba. Javier Cabrera por derecha, Fausto Vera por el medio, Elías Gómez por izquierda, mientras que Gabriel Florentín y Gabriel Carabajal trabajaron como internos. Adelante, Nicolás Reniero y Gabriel Avalos.

A los 9′ desbordó Gómez por izquierda, lanzó un centro y Reniero conectó con lo alto de su cabeza, por lo que el balón salió elevado del travesaño. Fue la primera llegada.

Respondió Sarmiento con un remate de Gabriel Alanís a los 11′, fuerte y cruzado, que pasó cerca del palo izquierdo de Federico Lanzillotta, el arquero local. Volvió a tener una chance a los 34′ con un tiro de Sergio Quiroga que controló Lanzillotta.

Fausto Vera sufrió un golpe en el pómulo que le impidió seguir, pues tenía la vista nublada, y a los 35′ fue reemplazado por Galarza, quien se ubicó de volante interno y Florentín quedó solo como volante central, una posición que ocupó ante Gimnasia y contra Vélez Sársfield.

El primer tiempo se cerró con un tremendo tiro libre de Carabajal a los 37′, fuerte y preciso, que salió apenas alto.

En el complemento el partido creció en intensidad; a los 48′ el conjunto de Junín armó una jugada prolija y efectiva que terminó con un disparo de Sergio Quiroga que se fue arriba del travesaño.

Y ahí empezó a crecer el local. A los 53′ Elías gómez disparó fuerte y bajo un tiro libre que Manuel Vicentini rechazó, llegó el siguiente centro y Mac Allister cabeceó el balón que se estrelló en el palo derecho.

A los 56′ Lescano reemplazó a Gabriel Alanís en la visita. A los 61′, Mainero entró por Gondou. Sarmiento quería recomponerse, mientras Argentinos apostaba a la victoria: Mateo Coronel entró por Gabriel Carabajal y Ovando ingresó en lugar de Nicolás Reniero, cuando se jugaban 63′.

Sarmiento tuvo una oportunidad a los 64′ cuando Mainero remató con posibilidades y Kevin Mac Allister salvó de cabeza sobre la línea. Martín Funes, el DT visitante, quemó las naves y a los 69′ efectuó las últimas tres modificaciones: Benjamín Borasi entró en reemplazo de Sergio Quiroga, F. Antonini ingresó por Martín Garcia y Federico Paradela reemplazó a J. Brea.

Pero ya el partido estaba bajo el dominio del “Bichito Colorado”, y a los 72′ Mateo Coronel metió un remate bajo y fuerte que atrapó bien Vicentini. A los 77′ Luciano Gómez entró en lugar de Gabriel Florentín, y Herrera ingresó por Javier Cabrera. Argentinos iba por todo.

Sobre el final llegaron los gritos. Iban 79′ cuando Luciano Gómez largó un buen centro al área, cabeceó Herrera, el balón pegó en el poste izquierdo de Vicentini y Mateo Coronel aprovechó para sacar un tiro seco y poner el 1 a 0 para Argentinos Juniors.

Cuando se jugaban 90′ exactos Galarza recuperó un balón en mitad de cancha, le dio un pase exquisito a Avalos y este definió con un tiro cruzado para poner el 2-0 a favor del local.

Fue el resultado definitivo, el más justo en el partido, el que cerró un año positivo, que no alcanzó para llegar a la Sudamericana, pero que ya lo tiene a Gabriel Milito en el pensamiento de lo que hay que trabajar, lo que hay que corregir y lo que habrá que agregar para soñar con un año superior.

Hernán O’Donnell

Platense cerró el año con una enorme sonrisa

La lluvia de goles del segundo tiempo no debe llevar a la confusión. El partido que jugaron Platense y Vélez en Vicente López no tuvo brillo ni alto vuelo futbolístico. Fue un encuentro discreto, con muy pocas llegadas en el primer tiempo y con una contundencia feroz en el complemento, que redondeó un marcador abultado y en el que el local se llevó el premio mayor porque nunca perdió el optimismo.

Pasó muy poco en el primer período. Platense salió con un poco más de decisión y contó con una buena chance a los 9′ por intermedio de un penal que Matías Tissera ejecutó al medio y Carlos Lampe, el arquero de Vélez Sársfield supo retener.

Luego, el “Calamar” llegó con un remate de Facundo Curuchet, a los 15′, que Lampe controló al retroceder, y a los 16′ el mismo Curuchet probó de lejos y el disparo salió arriba del travesaño. El equipo de Claudio Spontón se paró con Jorge De Olivera en el arco. una línea de cuatro con Augusto Schott, Lomónaco, Recalde, y Juan Infante. Dos volantes de contención, Hernán Lamberti e Iván Gómez, tres media puntas, Curuchet, Nicolás Bertolo y Horacio Tijanovich, y Matías Tissera de centre forward. Enfrente, Vélez presentó un esquema similar. Al arco Lampe; Guidara, Gianetti, Martínez y Ortega en el fondo. Gerónimo Poblete y Federico Mancuello en el medio; Bouzat, Lucas Pratto y Janson más adelante, y Lucero como centro atacante. Aunque el esquema se convertía en un 4-4-1-1 cuando Platense atacaba, porque Janson y Bouzat se alineaban con Poblete y Mancuello, mientras Pratto se mantenía detrás de Lucero.

El primer tiempo no tuvo más emociones, salvo al final, cuando Tijanovich metió un excelente tiro libre que pasó muy cerca del palo derecho de Lampe y que muchos en la platea lo vieron adentro, lo que los llevó al grito de gol equivocado. Y a los 42′ Juan Infante remató fuerte y controló Lampe.

Vélez salió a jugar el segundo tiempo con una variante: Agustín Mulet reemplazó a Gerónimo Poblete, el único amonestado que tenía el visitante. Y llegaron las emociones, todas las que habían escaseado en el primer período.

A los 46′ llegó el centro de Tijanovich y Matías Tissera convirtió con un remate seco, para poner a Platense adelante por 1 a 0.

Respondió Vélez con un disparo de Mulet que controló De Olivera, a los 48′. Y a los 50′ llegó a la igualdad, luego de una excelente maniobra colectiva que derivó en una entrada de Lucero que puso el marcador 1 a 1.

Y habría más emociones. Porque a los 56′ Vélez tuvo un corner desde la derecha, lo ejecutó Janson y de cabeza convirtió Martínez, con un disparo cruzado que dejó el resultado 1-2 a favor de Vélez Sársfield.

Pero las cosas no iban a quedar así. A los 59′ llegó una buena habilitación de Iván Gómez para Facundo Curuchet y este lanzó un fuerte remate cruzado que puso el 2 a 2 en el encuentro.

Después, llegaron las ventanas de los cambios. A los 61′ Franco Baldassarra reemplazó a Nicolás Bertolo. Llegò el “Calamar” con un tiro de Matìas Tissera a los 65′ de juego. Thiago Almada entró por Lucas Pratto, a los 66′.

Y Mauricio Pellegrino iba a hacer dos variantes más para la visita, a los 72′ de juego: Brizuela entró en lugar de Martínez, y Orellano ingresó por Bouzat.

Después actuó Claudio Spontón, con tres variantes a los 79′ del partido. Ignacio Schor entró por Facundo Curuchet, Tomás Sandoval reemplazó a Matías Tissera, y Brian Mansilla ingresó en lugar de Horacio Tojanovich. Enseguida Mansilla se fue solo por izquierda, a los 82′, pero le salió un remate débil que controló

En Vélez, la última modificación se produjo a los 83′ cuando Cristian Tarragona reemplazó a Juan Lucero.

El partido parecía terminado, pero Platense insinuaba un poco más. A los 88′ Tomás Sandoval metió un gran cabezazo que detuvo Lampe. A los 89′ Mauro Bogado entró por Iván Gómez, en el último cambio del local.

Y en tiempo de descuento llegó la sonrisa de una noche diáfana en Vicente López. La perdió Gianetti en el fondo, llegó el centro desde la izquierda, cabeceó Schor, Lampe la dejó corta, intentó Mansilla, rebotó otra vez en Lampe y Schor tomó otra vez el balón para meterlo en la valla visitante y marcar el 3-2 para Platense a los 90+2′.

Era el final, con una sonrisa gigante y la alegría total del pueblo de Saavedra, que cerró un año de ensueño, con la vuelta a Primera División y una campaña para celebrar.

Hernán O’Donnell

Boca fue el dueño de los penales y salió Campeón de la Copa Argentina

Fue una noche intensa, vibrante, con más nervios y especulaciones que juego. Con la tensa calma que siempre se refleja en una final de campeonato. Boca ganó por penales, 5-4, la Copa Argentina ante Talleres de Córdoba en una final que tuvo un marco extraordinario en el Estadio Único “Madre de Ciudades” de Santiago del Estero, pero que careció de juego, por lo menos de lo que se aguarda de una final, o de dos equipos finalistas.

El equipo del “Cacique” Medina tuvo un poco más de protagonismo, a partir de la tenencia en la mitad de la cancha. Apoyado en una clásica línea de cuatro, con Tenaglia, Komar, Rafael Pérez y Enzo Díaz. Rodrigo Villagra y Juan Méndez como volantes internos, por delante Valoyes, Carlos Auzqui y Angelo Martino, y Michael Santos como referencia de ataque.

A los 7′ llegó por intermedio de Rafael Pérez, quien tomó un balón de un corner, enganchó ante Advíncula y sacó un remate que tapó Carlos Izquierdoz casi de rodillas. El conjunto de Sebastián Battaglia también presentó un esquema definido. La seguridad de Agustín Rossi en el arco, Luis Advíncula, Izquierdoz, Marcos Rojo y Frank Fabra en la zaga. Agustín Almendra, Campuzano, Juan Ramírez en la línea media. Edwin Cardona como volante de enlace con los delanteros, Sebastián Villa y Luis Vázquez. Y el equipo dio pelea, aunque le costó armar jugadas de peligro. Su llegada principal fue a los 38′, con un disparo lejano de Cardona.

Crédito: @afa

Pero Talleres era un poquito más incisivo, así Valoyes sacó un buen remate a los 41′ que Rossi despejó al corner.

En el segundo tiempo hubo un momento que cambió el rumbo del partido. Carlos Auzqui, que hizo un gran esfuerzo por jugar, salió, agotado, a los 63′ y en su lugar ingresó Héctor Fértoli. Y a los 65′ se fue expulsado Juan Ramírez, de Boca Juniors, lo que modificó el dibujo del equipo de Battaglia; 4-4-1, con Cardona por izquierda y Villa por derecha, mientras que Almendra jugaba de interno junto a Campuzano y Luis Vázquez quedaba de llanero solitario.

A los 70′ Talleres tuvo una llegada clara, con un centro de Enzo Díaz y Héctor Fértoli no llegó a conectar. Y enseguida, las ventanas de los cambios. A los 71′ entró Esquivel en lugar de Angelo Martino, en el equipo cordobés. Y en Boca, Diego González reemplazó a Almendra, en tanto Medina ingresó en lugar de Cardona.

Crédito: @afa

A los 81′ se lesionó Luis Vázquez y lo reemplazó Sandez, quien se ubicó como lateral izquierdo y Fabra se adelantó a la línea media. El partido se jugaba en la mitad de la cancha. Talleres tenía la pelota, la trataba con respeto y procuraba llegar con limpieza al arco rival, pero Boca se había ordenado bien en el campo y contenía los avances cordobeses.

A los 90+1′ Francis Mac Allister reemplazó a Villagra, y Mateo Retegui ingresó en lugar de Tenaglia, en Talleres, mientras que a los 90+2′ Eduardo Salvio entró en lugar de Villa y Cristian Pavón reemplazó a Fabra.

La última del partido fue para Boca, en un tiro libre a la olla que cabeceó Marcos Rojo y salió apenas desviado. Fue la imagen final, para darle paso a los penales.

Se ejecutaron en el arco de la hinchada de Boca, y ese plus de aliento pareció surtir efecto. Mateo Retegui abrió la serie para Talleres, igualó Marcos Rojo y en la segunda tanda, falló Fértoli. Ahí empezó a volcarse la serie para Boca, porque ya no falló. Desniveló Izquierdoz y la ventaja, 1-2, se mantuvo hasta el final.

Méndez para Talleres, Pavón para Boca; Enzo Díaz le dio esperanza a Córdoba, Sandez se sacó la angustia del joven que asume una gran responsabilidad. Toda la presión recayó en Michael Santos, quien empató el partido y la pelota quedó a disposición de Eduardo “Toto” Salvio. No falló. Lo ejecutó con frialdad, sabiduría y experiencia, arriba, al ángulo superior izquierdo de Herrera y desató la locura, la alegría, el festejo, el desahogo.

Boca había ganado por penales, pero la alegría no se la quitó nadie. La Copa Argentina estaba otra vez en sus manos.

Hernán O’Donnell

Peñarol fue más certero en los penales y es el Campeón uruguayo 2021

El torneo uruguayo tiene una cierta complejidad en su definición que parece un jeroglífico, pero en verdad es menos difícil de lo que aparenta. Se juega un torneo Apertura y un Clausura. Además, se conforma una tabla “Anual” con la suma de los dos certámenes. El campeón del Apertura juega una “suerte” de final, también llamada semifinal, con el campeón del Clausura, y el vencedor juega ante el ganador del torneo “Anual” para definir al Campeón Uruguayo.

Pero puede suceder que se repita un equipo en el éxito de más de uno de los torneos, con lo cual le da un plus de chances de salir Campeón Uruguayo. Que fue lo que sucedió, porque Plaza Colonia ganó el Apertura, Peñarol fue el primero en el Clausura y obtuvieron el derecho a jugar el encuentro que le diera el boleto al enfrentamiento con el ganador del “Anual”. Y hete aquí que ese vencedor del “Anual” fue Peñarol, por lo que si el “Aurinegro” vencía a “Pata Blanca”, de modo automático se consagraba Campeón Uruguayo. Si ganaba Plaza Colonia, obtenía esa clasificación a jugar la gran final frente al ganador del “Anual”, Peñarol.

Todo un laberinto para quienes no siguen la Liga Uruguaya, pero lleno de emoción y de interés por una definición que asoma justa, más allá de su complejidad. Y Peñarol se consagró ¡Campeón! porque esta suerte de semifinal la ganó por penales, 8 a 7, tras una larga serie de ejecuciones, llena de incertidumbre, emoción y suspenso, precedida de un partido que tuvo un pico de rendimiento en la primera parte, se contrajo en el complemento y en la prórroga bajó su intensidad. Porque en la primera etapa se vieron los goles, de Renzo López a los 35′, de penal, para Plaza Colonia, y a los 40′ igualó Facundo Torres, para el aurinegro.

Peñarol siempre tuvo un poco más la pelota, intentó dominar las acciones y acabar con el pleito para no ir a la gra final prevista para el sábado si el equipo de Colonia ganaba. Así fue como a los 75′ Alvarez Martínez sacó un gran remate que se fue desviado. y en el alargue fue Busquets el que consiguió el balón, con una plancha previa, el juez dejó seguir y largó un disparo alto y preciso que Mele, el arquero de Plaza, desvió al corner.

Cuando llegó la tanda de penales parecía que Plaza iba a forzar una gran y definitiva final, porque comenzó con la primera ejecución, se adelantó 2-1 y en el cuarto penal Mele le detuvo el remate al argentino Damián Musto, volante de Peñarol. Con el 3 a 2 a favor, y para iniciar la cuarta serie, Ivo Calleros desvió su disparo y no logró ampliar la ventaja para el “Pata Blanca”. Peñarol aprovechó, empató 3-3 Ruben Bentancourt y terminaron 4-4 la primera tanda.

La serie de un penal por equipo fue emotiva y larga. Porque todos fueron bien ejecutados hasta llegar a un empate en 7, tras seis penales pateados. En la cuarta serie, Zevallos, de Plaza Colonia, elevó su tiro y toda la responsabilidad quedó en el argentino Nicolás Gaitán, quien se paró con toda serenidad ante el balón, no le hizo mella el “histrionismo” de Mele, y con mucha seguridad puso un remate bajo, a la derecha del arquero, que se jugó al otro palo. Y Peñarol ganó por 8-7, para desatar la locura, el delirio, y la alegría de un Estadio Centenario desbordante de banderas aurinegras.

¡Peñarol Campeón Uruguayo 2021! Un grito de corazón, amplio, estruendoso, emocionante y merecido. Ante un dignísimo rival, Plaza Colonia, que ofreció batalla a lo largo de dos horas, el pueblo “Manya” celebra un fin de año con otra vuelta olímpica, acorde a su riquísima historia.

Hernán O’Donnell

Arsenal reaccionó a tiempo y Boca viaja a Santiago con una preocupación

Fue un tiempo para cada uno y el empate le quedó bien al partido porque Boca fue el dueño absoluto del primer tiempo y Arsenal mejoró mucho en el complemento, hasta alcanzar la igualdad. Para el local queda la conformidad de haber revertido un primer período muy flojo y levantar en el segundo tiempo de modo considerable; para el conjunto de Sebastián Battaglia se abrió un gran interrogante de cara a la final que debe jugar el miércoles 8 de diciembre en Santiago del Estero ante Talleres de Córdoba por la Copa Argentina, porque el equipo dejó una imagen endeble en el segundo tiempo y una merma en el rendimiento que le trae una preocupación de cara a esa final.

Boca fue el principal protagonista del primer tiempo. Con sus líneas bien adelantadas, un medio campo en el que se destacó Campuzano en la recuperación y Cardona en la conducción, posicionado por delante de Montes, Campuzano y juan Ramírez, para conducir los hilos del equipo, un Villa movedizo y la proyección de los laterales, sumó oportunidades hasta que, ya en el cierre de esa etapa, logró abrir el marcador.

Llegó por vez primera a los 3′ con un centro de la derecha de Villa y la aparición de Vázquez, quien metió un buen cabezazo que salió abierto al palo derecho de Alejandro Medina, arquero de Arsenal.

A los 10′ Cardona ejecutó con maestría un tiro libre y Carlos Izquierdoz realizó un salto perfecto para meter el cabezazo que salió apenas por encima del travesaño. Volvió a probar Cardona, a los 23′, y su disparo combado salió por encima del horizontal. Y enseguida Fabra realizó una excelente jugada individual pero se resbaló al rematar al arco y el tiro se desvió, cuando iban 25′ de juego.

Hasta que tanto atacó que al final tuvo su recompensa. Iban 43′ cuando llegó la jugada de Fabra, el pase de Cardona, el centro de Fabra, Luis Vázquez que, de taco, habilitó a Juan Ramírez, y este puso el 0-1 para Boca Juniors.

La gente de Arsenal se molestó mucho con el equipo y se lo hizo saber al final del primer tiempo. Tal vez por eso, el “Arse” salió con otra actitud en el complemento. Mucho más agresivo, más ofensivo, el equipo se paró varios metros más adelante y revirtió la pobre imagen que había dejado en el comienzo.

A los 47′ avisó con un disparo de Leonel Picco que desvió Agustín Rossi, el arquero visitante. Y ganó espacio el local. Con Navas, Goñi, Lucas Suárez y Emiliano Papa cerca de la mitad de la cancha; con Nicolás Castro y Kruspzky más activos por las bandas. Con un patrullaje sólido de Picco y con Sepúlveda y Lucas Albertengo movedizos en ataque. Boca se había quedado. Ya no se proyectaba Luis Advíncula, Montes bajó su nivel, Ramírez también, y solo mantenían la presencia Campuzano para quitar y Cardona para crear. Villa se empecinaba en el juego individual y luis Vázquez sufría la falta de asistencia de sus compañeros.

Recién llegó la visita a los 60′ con un centro de Fabra al que Vázquez no pudo conectar. Pero era más el local y a los 63′ tuvo una posibilidad muy clara cuando Emiliano Papa envió un centro al área, Albertengo la paró de pecho, la bajó y su remate final se fue muy elevado. A los 66′ Nicolás Castro cortó un balón en una salida defensiva de Boca, abrió para Albertengo, llegó el centro y Sepúlveda no le pudo dar de lleno a la pelota, por lo que su tiro fue al medio y lo controló Agustín Rossi.

Boca respondió a los 69′ con un disparo de su mejor jugador, Edwin Cardona. Pero Arsenal ya estaba mejor en el campo y terminó de crecer con tres variantes, a los 73′ de juego: Brian Farioli reemplazó a Nicolás Castro, Alejo Antilef ingresó en lugar de Dardo Miloc y Emiliano Viveros entró por Facundo Kruspzky.

Los tres le dieron aire fresco al local, y a los 74′ llegó la igualdad, tras un centro que recibió Antilef por el medio, abrió a la izquierda y Bruno Sepúlveda logró el tanto de Arsenal que selló el empate 1 a 1.

Sebastián Battaglia hizo su primera y única modificación a los 79′, con el ingreso de Eduardo “Toto” Salvio en lugar de Ramírez. Pero Boca no mejoró; ya estaba en un tobogán que bien le pudo haber costado el partido, porque a los 83′ Marcos Rojo pasó mal un balón, cortó Viveros y quedó mano a mano con Rossi, pero el arquero de Boca tapó su disparo con su pierna izquierda, en una maniobra clave para sostener el empate.

A los 84′ Juan Andrada reemplazó a Lucas Albertengo en el equipo de Sarandí. Y el final tuvo un par de emociones más; a los 89′ Viveros elevó un remate con buenas posibilidades y a los 90′ Cardona probó de lejos y su tiro salió afuera.

El empate le quedó bien al partido, porque Boca fue superior en el primer tiempo y Arsenal emparejó en el segundo. Pero los dos también se fueron envueltos en dudas y preocupaciones.

Hernán O’Donnell

Talleres llegó a la final por el margen del penal, pero la ilusión no tiene límites

El primer tiempo fue intenso, luchado, con mucho juego físico y actitud, pero con poco vuelo futbolístico. Talleres de Córdoba y Godoy Cruz de Mendoza viajaron a San Luis con la ilusión de conseguir el boleto a la final de la Copa Argentina 2021, a jugarse el miércoles 8 ante Boca Juniors en Santiago del Estero, por eso había tanto en juego que los dos se preocuparon por correr mucho y ponerle fuego al juego, aunque sin que sobren las ideas.

Talleres arrancó con una buen presión, pero la primera llegada fue de Godoy Cruz, a través de Martín Ojeda, a los 2′, cuando se fue por izquierda y sacó un remate fuerte que apenas rozaron las manos de Guido Herrera. el arquero del equipo cordobés.

Los dos presentaron un esquema similar. Clásica línea de cuatro, dos volantes medios para recuperar, tres ofensivos y un delantero de punta. En el conjunto cordobés, Tenaglia, Komar, Rafael Pérez y Enzo Díaz en defensa; Méndez y Villagra para la contención, Valoyes, de gran primer tiempo, Juan Esquivel y Angelo Martino, para generar la ofensiva y de centro delantero, Michael Santos.

En Godoy Cruz, Elías López, Guillermo Ortíz, Leonel González y Damián Peréz, atrás. En el medio, Leyes y Abrego, adelante Matías Ramírez, Bullaude y Martín Ojeda, y Tomás Badaloni como referncia de ataque.

Y en ese contexto volvió a avisar el “Tomba” con un disparo de Damián Pérez, desde afuera del área, que pasó cerca del palo izquierdo de Herrera, a los 8′ de juego.

Los cordobeses llegaron a los 15′, con un cabezazo de Valoyes, tras un tiro libre, que pasó arriba del travesaño. Y a los 20′, Godoy Cruz metió un gran contragolpe tras un tiro de esquina a favor de Talleres, que Martín Ojeda cerró con un centro que no tuvo recepción por parte de algún compañero. Volvió a tener una oportunidad Talleres a los 32′ con un tiro libre de Santos que rechazó Espínola y a los 45+3′ Ojeda metió un tremendo tiro libre que rechazó Herrera con un vuelo espectacular, y el rebote lo tomó Damián Pérez, pero el disparo del ex lateral de San Lorenzo se fue muy arriba.

En el segundo tiempo el penal que convirtió Valoyes, a los 58′, y le dio el 1 a 0 a Talleres, definió el partido. En cuanto al resultado, aunque eso no lo sabíamos hasta el final, pero también en cuanto al desarrollo. Porque ese penal produjo una media hora final donde el juego se volcó a favor del “Tomba”.

Un tiro libre peligroso fue detenido por Herrera a los 62′; luego, el “Traductor” Diego Flores, entrenador de Godoy Cruz, decidió dos variantes casi seguidas; a los 60′ V. Burgoa ingresó en lugar de M. Ramirez y a los 63′ N. Breitenbruch reemplazó a Elías López; respondió el “Cacique” Medina, entrenador de Talleres y a los 65′ mandó a Héctor Fertoli en reemplazo de J.C. Esquivel, y a Mateo Retegui en lugar de Angelo Martino.

El juego se hizo más intenso, con un conjunto, el mendocino, que empujaba con más fervor que fútbol, y Talleres se acomodó en su campo, para jugar de contragolpe, mientras intentaba jugar con el reloj, enfriar el juego y adormecer el partido.

A los 70′ Nicolás Sánchez entró por Leyes en Godoy Cruz. Enseguida, a los 71′ Francis Mac Allister reemplazó a Méndez en el equipo cordobés. Pero el juego seguía a favor de los mendocinos, y a los 73′ Ojeda recibió un centro desde la derecha, sacó un fuerte disparo y Guido Herrera rechazó el balón.

La última de Godoy Cruz fue a los 86′, cuando Gonzalo Abrego recibió un pase de frente al arco y su disparo salió elevado. le quedó un momento a Talleres para efectuar las últimas variantes y terminar de cerrar el partido. A los 90+2′ Romero entró en lugar de Michael Santos, y F. Torres ingresó por D. Valoyes.

Talleres celebró con intensidad la victoria. Que fue apretada, luchada, por momentos sufrida, y solo por el margen de un penal, pero que vale oro, tanto como llegar a la final de la Copa Argentina y tener una semana para soñar.

Hernán O’Donnell

En medio de su laberinto, San Lorenzo celebró una victoria

El Ciclón está en un laberinto. Enredado en una crisis institucional, con diferencias entre los principales dirigentes que se reflejan en una conducción errática, desordenada, con un equipo que no encuentra el funcionamiento y ha hecho un campeonato muy bajo, con los socios e hinchas perplejos y enojados, con el futuro incierto.
Un panorama sombrío, con muchas dificultades, con problemas económicos y financieros muy marcados y con una gran incógnita sobre el futuro.

Ante Sarmiento de Junín se vivió un clima caldeado, con reproches a los jugadores, cánticos contra los dirigentes y muchos cuestionamientos al juego. La hinchada decidió no llevar las banderas, aunque el aliento fue sostenido y constante, como siempre alentó la hinchada de San Lorenzo a lo largo de su historia. Pero el clima general fue de un nerviosismo permanente que no se calmó con el gol de Nicolás Fernández en el primer tiempo, tras recibir el centro de Julián Palacios, cuando iban 33′ de juego.

Después, el equipo tuvo un andar correcto hasta el final de la primera parte, más allá de que Sarmiento también tuvo algunas posibilidades, la mejor de ellas rechazada por Torrico con los pies tras un tiro de esquina.
En el segundo tiempo San Lorenzo tuvo una excelente oportunidad con un tiro libre de Sabella que pegó en el travesaño, a los 50’ del partido.
Luego, se quedó el “Ciclón”. Se retrasó en el campo y la visita se apoderó de la pelota y el territorio. Tuvo mayor protagonismo y comenzó a generar situaciones ante la valla de Sebastián Torrico.

Sarmiento de Junín se animó. Sintió que si arriesgaba, podía alcanzar la paridad. Soltó a los laterales, adelantó líneas y apretó al local, que se sostuvo en las atajadas de Torrico, el enorme sacrificio de Gordillo y los quites de Cristian Zapata, muy criticado por la gente por su lentitud, pero de buen partido en la tarde del último Martes de Noviembre, con buen “timming” para cruzar, técnica para jugar e inteligencia para varios anticipos. Fue el mejor defensor, aunque es notoria su lentitud y falta de estado físico. Se notó en un par de proyecciones, en las que le costó mucho volver a la defensa con rapidez, y en sus movimientos en el área. Con todo, fue el mejor de la defensa y uno de los mejores del equipo, porque suplió con calidad e inteligencia la merma física que evidencia.
San Lorenzo no pudo encontrar juego. Se defendió con la calidad de Zapata, el sacrificio gigante de Gordillo y algunos destellos de Sabella. No tuvo mucha participación Andrés Herrera, mostró voluntad Gonzalo Luján cuando le reemplazó, a Francisco Flores todavía le falta consolidarse en Primera y Gaby Rojas tuvo un partido sin demasiadas luces.
Julian Palacios tuvo un aprobado, “Uvita” Fernandez fue reconocido por el gol y Franco Di Santo tuvo que jugar contra los rivales, los defensores, los nervios y la reprobación de su público. No se escondió, dio la cara, alternó aciertos y errores, pero dijo presente. Lo culpan de todos los males, y eso es injusto. No se le puede caer a un solo futbolista por los desaciertos del equipo, o por la mala campaña en general.
Es un laberinto complejo el que vive San Lorenzo. En la cancha, el equipo puso voluntad y sacrificio para enmendar errores, corrió mucho y aguantó los embates de Sarmiento, que tuvo un remate claro a los 72’ que desvió Torrico, una llegada a los 85’ que elevó Jonathan Torres con un remate alto y, la más clara, a los 90+2’, cuando un centro de la derecha fue conectado por Rodrigo Salinas de cabeza y Sebastián Torrico contuvo con los pies y luego la terminó de atrapar.
Era el final para un equipo que necesita los puntos como agua en el desierto, que busca recuperar el juego y encontrar un estilo mientras afuera, en la institución, la gente se pregunta cómo seguirá el futuro.

Hernán O’Donnell

Platense fue contundente, eficaz y ordenado, y logró un amplio triunfo ante Huracán

Fue una victoria amplia, casi una goleada, pero en el juego no se reflejó esa diferencia. Más aún, creemos que Huracán tuvo más protagonismo, por momentos jugó mejor, generó mayor cantidad de llegadas y en el balance dejó una imagen más lucida, pero el fútbol es atrapante porque es impredecible, ilógico, a veces injusto. Es lo maravilloso de este deporte. Inigualable, imposible de comparar con cualquier otro. Porque en cualquier otra disciplina el mejor gana, tiene muchas formas de anotar y a la larga se lleva los partidos. Excepto el boxeo, que un golpe puede revertir una pelea desfavorable y un boxeador puede perder once rounds y en el último meter una piña salvadora que le permita noquear al rival y ganar el combate, el fútbol es el único juego en que un equipo puede dominar muchos factores, tener mayor cantidad de tiempo la pelota, jugar en el campo contrario, llegar muchas veces al arco rival, y así y todo no convertir. Y el otro, estar mucho tiempo en su campo, a veces en su área, pero cerrarse bien en defensa y aprovechar al máximo cada posibilidad que le surge en el partido.

Algo así pasó en Vicente López. Platense ganó con amplitud, pero no jugó su mejor partido. de hecho, tuvo mejores rendimientos, incluso cuando perdió en Florencio Varela ante Defensa y justicia, en un partido que mereció más que el empate.

El “Calamar” arrancó bien, con una jugada en que Bertolo le robó el balón a Santiago Hezze, cedió a Tissera, y el disparo del delantero fue tapado por Marcos Díaz, cuando iban 6′ de juego.

Pero Huracán respondió con un disparo del lateral César Ibañez, a los 8′, que pegó en el palo izquierdo de Jorge De Olivera.

Y enseguida Platense logró abrir el marcador. Fue a través de un penal, por mano de Quilez, que Tissera convirtió a los 14′ para marcar el 1 a 0 a favor del local.

A partir de allí creció la visita; a los 17′ un centro de Quilez fue tomado por Enrique Triverio, quien le ganó la espalda a Lomónaco y su remate se fue afuera. A los 24′ Cristaldo ejecutó un gran disparo, que salió desviado.

Y tanto fue el cántaro a la fuente, que a los 28′ llegó el empate con un golazo de Rodrigo Cabral, con un remate con una comba exacta, y el partido quedó 1-1.

Siguió el dominio del “Globo”, con la conducción de Cristaldo y Jonás Acevedo. Huracán tenía la pelota y le daba buena circulación, amenazaba con Cabral y las trepadas de Ibañez por izquierda, mientras Platense parecía sentir el esfuerzo del partido del jueves ante Lanús. A los Jonathan Candia encabezó un contragolpe y cedió a Triverio, cuyo remate se fue desviado. A los 42′ fue Ibañez el que ejecutó un fuerte remate que salió apenas desviado. Y como el fútbol es un juego lleno de imponderables, lo que se perdió en un arco se concretó en el otro.

Sobre el cierre del primer tiempo llegó un corner desde la derecha a favor del local, cabeceó Iribarren hacia la izquierda y por allí apareció libre Matías Tissera para poner el 2 a 1 a favor de Platense cuando se jugaban 44′.

En el complemento, Claudio Spontón modificó el dibujo táctico. El equipo había jugado con una línea de cuatro, dos volantes medios, Hernán Lamberti e Iván Gómez, tres más adelante, Facundo Curuchet, Nicolás Bertolo y Tijanovich, mientras que Tissera se referenciaba en el centro del ataque. Pero no le había dado resultado, y en el complemento acomodó a una línea de cuatro defensores, Schott, Iribarren, Lomónaco e Infante, cuatro volantes, Curuchet, Lamberti, Gómez y Tijanovich, Bertolo como media punta, y adelante Tissera.

Y le fue mejor, porque a los 50′ Tissera capitalizó un centro de la derecha y con un disparo bajo puso el 3-1 para Platense.

Se fue más arriba Huracán y el “Calamar” se acomodó al contragolpe. A los 57′ un pelotazo de Cristaldo fue cortado a medias por De Olivera, el balón se le escapó, pegó en el pecho de Enrique Triverio y salió desviado.

A los 58′ hubo dos modificaciones en la visita; Cóccaro entró en lugar de Jonathan Candia y Nicolás Silva reemplazó a Jonás Acevedo. y tuvo otra chance Huracán con un tiro de Triverio que se desvió en iribarren y pegó en el palo, a los 60′, mientras que Triverio probó de afuera, a los 63′ y el balón salió muy cerca.

Spontón decidió que era el momento de hacer las primeras modificaciones en Platense. A los 64′ Ignacio Schor entró por Facundo Curuchet, mientras que Mauro Bogado reemplazó a Nicolás Bertolo.

Mientras, el “Globo” sumaba chances, y a los 65′ Cristaldo desvió un disparo. A los 73′, una variante por equipo. Tomás Sandoval entró por Matías Tissera en el local y en el equipo de Parque Patricios, Vera reemplazó a Cabral. A los 82′ llegaron dos variantes para Platense; Franco Baldassarra entró en lugar de Iván Gómez y Brian Mansilla ingresó en lugar de Horacio Tijanovich.

Terminaba el partido y aún había tiempo para más emociones. A los 83′ Mansilla aprovechó una buena asistencia de Schor y con un disparo certero señaló el 4 a 1 para Platense.

El local aprovechaba hasta la última ocasión. Lozano entró por Quilez, a los 85′, en la visita. Y José Moya, de cabeza, descontó para Huracán, a los 88′, para dejar el resultado final en 4-2 a favor del local.

Platense se abrazó a la victoria en los minutos finales. Jugó con espíritu y sacrificio, no le sobró fútbol, pero sí contundencia, y en una noche primaveral, el barrio de Saavedra cerró un lunes de festejo para comenzar la semana.

Hernán O’Donnell