Ahora, Resistencia tiene la palabra

Faltaban ¿20 segundos? ¿30, tal vez? lo cierto es que el final estaba muy cerca, ya se habían jugado más de dos minutos de prórroga que se habían agregado, faltaban segundos para llegar a los tres que el árbitro consideraba se debían recuperar.

Un pelotazo al área de Brasil a la búsqueda de Leandro Damiao (que había ingresado por Luis Fabiano) y entre el batallón habitual de defensores que acumuló la Argentina durante todo el partido surgió la mano de Leandro Desábato, imprudente e injustificada. Fue clara. No es justo caerle al árbitro Amarilla, pues su sanción fue acertada. El 1 a 1 parcial podía modificarse, y sería definitivo. El remate de Neymar le daba la victoria a Brasil por 2 a 1.

Habrá que poner atención en estas faltas, groseras e innecesarias. Ya había sucedido en Córdoba, cuando Braña acompañó un intento de cabezazo con la mano en alto y cometió penal ante Paraguay. Del mismo modo intervino el “Chavo” Desábato en los últimos instantes ante Brasil; un penal infantil que costó muy caro. Tendrá que trabajar, tambien en este aspecto, el entrenador Alejandro Sabella. 

Antes hubo un partido. Que comenzó con alegría para la Argentina; cuando pocos lo esperaban, el marcador le abría una sonrisa.

El golazo del “Burrito” Martínez encendió la esperanza; iban pocos minutos y la Argentina empezaba a armar el sueño, luego de una buena jugada colectiva. La estrategia de esperar y contragolpear daba resultado, porque la táctica se apilcaba con salidas rápidas por los laterales. Se cerraba la franja central a partir de los tres zagueros y los tres volantes que circulaban por el medio. Pero la proyección de Clemente Rodríguez, la ductilidad de Maxi, los movimientos de Barcos y el oportunismo de Juan Manuel Martínez eran argumentos alentadores.

Todo lo soñamos en unos minutos. Porque (aunque en offside) enseguida llegó el empate de Brasil, por cabezazo de Paulinho. No debió, es cierto, ser convalidado este gol. Pero no lo advirtió el juez de línea ni el árbitro principal. Y volver a empezar.

A puro ritmo, pasó el primer tiempo. Argentina, con mucha movilidad, hacía un partido más audaz y ambicioso del imaginado.

La segunda parte arrancó con un tiro libre a favor, donde Maxi Rodríguez intentó sorprender con un remate bajo. Brasil era circulación búsqueda por los costados, pero chocaba con el cerrojo argentino. Lucas mostraba su mejor repertorio, preocupaban las subidas de Paulinho, Neymar insinuaba y el “Scratch” comenzó a hacerse protagonista. A tener la pelota y mandar en el campo.

Argentina intentaba dar golpe por golpe y el desgaste físico era muy llamativo: correr y jugar; jugar y correr, casi sin pausas. Pero se empezó a meter atrás, a acumular gente en retroceso y ya no tenía ni la frescura de Martínez ni la dinámica de Barcos. A aguantar el resultado, que el empate se veía con buena cara.

Y llegó la jugada fatídica. Igual que ante Paraguay por las eliminatorias una salida a cabecear con el brazo levantado, temerario, intervenía para cometer un penal. Y otra derrota se sufrió en Brasil: como las últimas, dolorosa y con un dejo de amargura.

 

Hernán O’Donnell

Otro Superclásico en marcha

Entre la euforia desatada por la victoria de Sergio Martínez en Las Vegas, la enorme producción de Los Pumas ante Australia, el eterno clima enrarecido que rodea al equipo argentino de Copa Davis, la Selección Nacional, el equipo de todos, está a la vuelta de la segunda edición del Superclásico de las Américas, que no es otra cosa que la reedición de la vieja disputa de la Copa Roca, entre Argentina y Brasil.

Esta competencia anual, que se juega a doble partido con futbolistas del orden local de ambos países, tiene, mañana otra puesta en marcha.

 Brasil recibe a la Argentina en Goiás; el 3 de octubre se jugará el desquite en Reistencia, Chaco. Por eso, vale ya meternos en clima. Es cierto que el pueblo futbolero está con el corazón y la mente puestos en la marcha del torneo Inicial, o cualquiera de Ascenso, y la suerte que corre cada equipo. Pero hagamos un pequeño paréntesis, y veamos cómo está la selección local.

Oscar Ustari, Marcelo Barovero, Cristian Campestrini, Gino Peruzzi, Lisandro López, Sebastián Domínguez, Leandro Desábato, Santiago Vergini, Germán Re, Clemente Rodríguez, Leonel Vangioni, Rodrigo Braña, Leandro Somoza, Leonardo Ponzio, Juan Sánchez Miño, Cristian Chávez, Maximiliano Rodríguez, Rogelio Funes Mori y Lucas Mugni componen el plantel argentino.

En Brasil se suman Hernán Barcos, Juan Manuel Martínez, Pablo Guiñazú y Walter Montillo. De esta lista sale el equipo. más llá de los nombres, se aguarda un dispositivo táctico cauteloso. La estrategia es pelear el partido en mitad de cancha, esperar y salir rápido de contra. La táctica a llevar a cabo para cumplir esa estrategia es la colocación de 5 defensores,  dos de ellos laterales con cierta proyección; 4 volantes, dos que se puedan desdoblar para acompañar al punta.

Brasil definió su plantel:

Arqueros: Cassio (Corinthians), Jefferson (Botafogo)

Defensores: Dedé (Vasco da Gama), Réver (Atlético Mineiro), Marcos Rocha (Atlético Mineiro), Lucas Marques (Botafogo), Fabio Santos (Corinthians), Carlinhos (Fluminense),
Rhodolfo (São Paulo)

Volantes: Arouca (Santos FC), Lucas (São Paulo), Paulinho (Corinthians), Ralf (Corinthians), Bernard (Atletico Mineiro), Jádson (São Paulo), Fernando (Grêmio), Wellington Nem (Fluminense)

Delanteros: Thiago Neves (Fluminense), Neymar (Santos), Leandro Damião (Internacional), Luis Fabiano (São Paulo)

Como es tradicional en Brasil, su mayor fortaleza está en el ataque. Todos saben quienes son estos hombres: La enorme experiencia de Luis Fabiano, la potencia de Leandro Damião y la enorme jerarquía de Neymar, su principal estrella y atractivo del equipo.

Después de los partidos del Brasileirao, trabajaron en el Centro Deportivo de Goiás. El lunes hicieron trabajos regenerativos en la piscina; hoy, el entrenamiento es técnico táctico.

¿Que sucederá? Imaginamos un partido clásico de estos rivales. El local con la posesión de pelota, con ciertas ambiciones de ataque, a la búsqueda del desborde con la proyección de los laterales, mientras la Argentina intentará controlar esos embates, pelear en mitad de cancha y salir de contraataque.

Pero la verdad estará en el verde césped, cuando la pelota empiece a rodar, a las 22 de los relojes…

 

Hernán O’Donnell

 

 

 

Otro año perdido…Y ya van 32…

Thomas Berdych, héroe de la serie, celebra la victoria ante Berlocq

Desde aquella semifinal de 1980, cuando Guillermo Vilas y José  Luis Clerc nos hicieron creer que el viejo trofeo que, en cien años de competencia se habían repartido las tradicionales potencias de estos países, se podía alcanzar, las frustraciones se sucedieron de modo constante, casi al compás de la formación de grandes equipos y del surgimiento de muy buenos tenistas.

Aquella primavera encontró a los aficionados envueltos en la gran ilusión: se jugaba de local ante Checoslovaquia, y ya se pensaba en una hipotética final ante la accesible Italia de Adriano Panatta.

Sin embargo, en la intimidad se desataba una batalla de egos que derivó en unclima insoportable de enfrentamientos internos que desembocaron en la derrota frente al equipo del joven Ivan Lendl.

32 años después, la historia, como tantas otras veces, se repitió. Con otros matices, otras formas, pero el mismo argumento: Un equipo resquebrajado por diferencias internas, desmembrado, con lesiones inoportunas frente a un conjunto unido (había que ver a Stepanek como alentaba a Berdych) con un jugador que se llevó el protagonismo de la serie. Thomas Berdych ganó los tres puntos que jugó.

Tuvo una gran reacción el viernes para derrotar a Mónaco tras ir dos sets auno abajo, y 2-4 en el cuarto; se sobrepuso, ganó 8 games consecutivos para llevarse 6-4 el cuarto y ponerse 4-0 en el quinto, que ganó, al final, por 6-4.

Fue importantísimo en el dobles, que ganaron a voluntad. Y una maravilla en la jornada final del domingo, en el punto decisivo ante Berlocq. Dominó a voluntad, se mostró solido, concentrado, casi sin errores, excepto una muy pequeña laguna en el tercer set, cuando Charly logró quebrarlo. “Es increíble llegar a la final; estamos muy felices, contentos por la gente que nos acompañó hasta Argentina -dijo Berdych- y esperamos seguir así”

Pero el drama se vivía en el otro vestuario. Ya habían circulado muchos rumores, desde muy temprano de la mañana del domingo. Algunos, incluso, hasta aseguraban cambios drásticos en el equipo.

Lo cierto es que el ambiente venía mal desde el comienzo de la semana de la Davis. Juan Martín Del Potro no tuvo la mejor relación con el grupo, ni pasó un buen momento en general. Algunos se molestaron porque recién se incorporó a los entrenamientos en el estadio Mary Terán de Weiss el miércoles; porque no estaba decidido a hacer la foto oficial ni a la cena de camaradería de ese miércoles; sin embargo, la armonía grupal no depende de un sólo jugador. Se cosntruye entre todos; incluso, los que no están.

Por eso, las “fuentes” se ponen de uno u otro lado. El bueno (o el malo, según quien lo comente) es Del Potro, o el malo (o el bueno) es Nalbandián. O Jaite, o Zabaleta o el resto de los jugadores. Y la verdad es que esta historia tiene muchos matices.

El capitán Martín Jaite explicó sus sensaciones: “A nadie le gusta perder. Estoy triste; si pensamos como fue la preparación de cada uno de los equipos ellos no tuvieron inconvenientes y nosotros tuvimos algunos obstáculos. Pero nos tocó perder porque ellos jugaron mejor, sabíamos que era una serie difícil, tuvimos nuestras chances, no las pudimos aprovechar”.

Y continuó: “Buscaremos el camino en 2013; ahora quedamos entre los cuatro mejores paises, no es poco. Teníamos las ganas y la esperanza de llegar a la final; lo buscaremos el año que viene”.

“Creemos que estamos en la formación de un grupo. Nos puede llevar un tiempo, un grupo no se forma de modo muy rápido. Confiamos en que podamos armar un gran grupo; la Copa Davis es un juego de conjunto, y estamos en camino de hacer un buen grupo. Así tenemos más oportunidades de ganarla”.

Y sus palabras sobre el proceder de Del Potro fue muy claro: “Sabíamos como estaba desde su regreso de Estados Unidos; tenía permiso para entrenarse aparte, luego jugó su partido, lo ganó que es lo más importante y después ya no pudo continuar”.

Vaya a saber si por ese conjunto de motivos, porque no pudo contnuar en la serie o por algún dolor propio no resuelto, parte del público silbó y reprobó a Del Potro cuando se retiraba tras observar la derrota de Charly Berlocq. “Me pareció injusto -dijo Mariano Zabaleta”; lo mismo refrendó Jaite: “Sí, fue injusto con Juan Martín. El público puede expresarse como quiere, y cada uno decir lo que quiere, pero es injusto con él”.

Juan Mónaco, de indudable calidad humana y factor de unión de cualquier grupo, fue muy claro en la conferencia de prensa: “Se está armando el grupo, y hay que seguir adelante. No sirve revolver lo que sucedió; tal vez no fue lo ideal desde el primer minuto, pero lo bueno es que de esto se puede aprender. Se perdió, bueno, hay que aceptarlo. Creo que Juan Martín hizo lo que pudo. Llegó el miércoles, y tendrá sus motivos. Pero vino, ganó, nos dio un punto y eso es muy importante. Ahora lo mejor es mirar para adelante. Si tomo la experiencia de Serbia o España me indican que la Copa la gana un buen grupo, que esté formado y unido.Pero eso es para cualquier deporte; Messi no te va a ganar un Mundial sólo. Necesita de Aguero, Gago, el arquero, todos..

Ese es el camino que debemos tomar, los jugadores nos llevamos bien y estoy convencido que vamos a armar un buen grupo”.

Entre tanto rumor, chisme, algún rencor, y varios malentendidos, vale tomar la reflexión de un jugador que aporta mucho dentro y fuera de la cancha: Aprender de lo que sucedió, reflexionar, unirse y armar un buen grupo. No es lo único, porque también se requerirá de un buen nivel tenístico. Pero son condimentos fundamentales para poder darle forma a esa ilusión de alzar la Copa Davis, que ya lleva tantos años…

 

Hernán O’Donnell  

 

 

El cielo de Buenos Aires se llenó de nubes

De pronto, el cielo se puso gris. De aquel viernes primaveral, optimista, el atardecer ya dejaba una mueca de cautela y el sábado se transformó en un gesto claro de preocupación.

El cielo de Soldati se llenó de nubes. Estuvo gris desde el mediodía, y con el correr del dobles se oscureció. En el color, y en el resultado del partido. Poco pudieron hacer Carlos Berlocq y Eduardo Schwank. Apenas una cierta resistencia en los primeros games, cuando lucharon y defendieron con ardor, hasta hacerlo larguísimo (uno duró cercá de media hora), pero luego de ese 2-2 inicial, los temibles Stepanek y Berdich se afirmaron y se llevaron el parcial por 6-3.

Tuvieron otra oportunidad en el inicio del segundo, pero también prevaleció la experiencia y solidez de los visitantes. Y también al vuelo pasó el tercer set: 6-3 sin atenuantes.

Se los vio felices a los checos. “Fue un partido duro – dijo Berdich- pero con Radek jugamos juntos muchas veces, y nos conocemos. Además pudimos terminarlo en tres sets, así que estamos bien para mañana”.

“Vine a jugar tres partidos, más allá de lo que suceda con mi rival. Ya gané dos, así que tengo que intentar ganar el tercero”, agregó.

Pero faltaba el nubarrón. Ese rumor que corrió como un rayo en el Estadio Mary Terán de Weiss se confirmó en la conferencia de Martín Jaite y el médico : Del Potro se retira. No juega. Va Berlocq. Y volver a empezar.

Miguel Khoury, médico del equipo da un sucinto comunicado: “Juan Martín terminó el partido del viernes más molesto y dolorido que los días anteriores y consideramos que no estaba en condiciones para el partido del domingo. Va a continuar  el tratamiento que consiste en reposo deportivo e inmovilización de la muñeca por 10 diás. Creemos que es la mejor decisión”.

Por eso el sacudón en el equipo. Se cae el as de espadas; se había caído el de bastos. Las chances parecen esfumarse, y el sueño, de modo incréible, parece desvanecerse una vez más.

Va Berlocq. “Charly va a dar lo mejor de sí y va a estar listo para dar el batacazo”, resumió el Capitán Jaite. “Es una baja importante para el equipo, pero estamos bien. Estamos bien. Nos quedan dos partidos por delante y les vamos a dar pelea”.

“Pico y Berlocq pueden entrar en la historia grande del tenis argentino, y los que estemos afuera los vamos a apoyar a muerte”, agregó.

Jaite aseguró que “Berlocq está preparado; se entrenó muy bien durante toda la semana y sabía que era el singlista que podía reemplazar al que tuviera alguna dificultad”.

El cielo se oscureció de golpe, pero el sueño argentino sigue en pie. Todo puede suceder en la Copa Davis, así que es cuestión cerrar el sábado nublado y aguardar por un domingo de sol.

 

Hernán O’Donnell

 

 

 

Se abrió el juego y todo quedo abierto

un viernes muy atractivo

Otra edición en marcha de la Copa Davis; otra vez, como desde 2006, el Estadio Mary Terán de Weiss alberga las ilusiones argentinas…

El público que se hizo presente desde temprano; la banda de música, la presentación de los jugadores y el cálido sol de septiembre que anticipa la primavera que ya viene…Por eso nos levantamos muy temprano, tomamos la General Paz rumbo al sur.

El embotellamiento en la salida de Avenida Roca; la intención de ganar tiempo: decidimos cruzar Puente La Noria y tomar la rotonda, para retomar el camino… y la rotonda que está cerrada (vaya uno a saber por qué) y el desvío hasta el nacimiento de Lomas de Zamora…Otra vez la General Paz, Avenida Roca y ya estamos en el Estadio.

Allí está Juan Martín Del Potro: pasa el primer examen, más contra sí mismo que contra el irregular Stepanek. Un primer set equilibrado, un poco más dominante en el segundo y más accesible aún en el tercero.

Pasó el suplicio, Aunque Stepanek crea que ” Del Potro estaba bien, no le noté ningún problema físico, lo vi sano, sin ningun tipo de problema, aprovechó todas sus oportunidades, creo que se dijo eso para armar un poco de revuelo antes de la serie”.

Del Potro, en cambio señaló: “Ojalá estuviera sano. El partido fue muy duro, y a medida que pasaba se podía complicar. Por suerte terminó en tres sets”.

Y agrgeó: “No quiero pensar en la lesión. Lo más importante es que Argentina logró el primer punto”

Después llegó el turno de Mónaco, su esfuerzo y el partido que se escapó en el quinto set, aunque muchos creemos que, en realidad, se fue en el cuarto. “Le agradecí a la gente su apoyo, que fue conmovedor. Ellos me levantaron y me llevaron a pelear el quinto set, que estaba perdido. Me gusta jugar con el público, y les agradezco el apoyo incondicional que me dieron”.

Berdych igualó la serie y va en el dobles con Stepanek. Checa se juega todo; quiere dar el golpe y va por más.

El equipo de Jaite no se queda atrás. La serie quedó abierta, y promete un nuevo capítulo en un sábado de superacción.

 

Hernán O’Donnell

 

La Copa Davis toma color

Crédito: Sergio Llamera – Prensa AAT

En medio de la inmensidad de “La Usina del Arte”, en el corazón del barrio de la Boca, el sorteo de los partidos del match que animarán en pocas horas Argentina y República Checa, nos trajo otra vez a otra serie de la bendita Copa Davis.

Ese trofeo con forma de ensaladera que ya es una obsesión para los amantes del tenis en la Argentina, acerca un nuevo enfrentamiento. Y no es uno más; o tal vez, sí, porque ya nos hemos habituado a jugar instancias finales los argentinos. El seleccionado nacional de Tenis está en una semi-final, como tantas veces en los últimos diez años. Siempre cerquita, siempre a pasitos de alzarla de una vez por todas…

Juan Martín Del Potro ha decidido desafiar todos los pronósticos y consejos médicos para zambullirse en la aventura. Arriesga mucho. Lo sabe. Porque pone en riesgo su físico, su futuro, su trabajo. Pero la gente, el país, esa reiterada ilusión llamada Copa Davis lo invitan a asumir el riesgo.

“La serie no va a ser fácil -dijo Del Potro- pero vamos a hacer el esfuerzo. Trataremos de dar el máximo. La verdad es que por el dolor que tengo, y por el consejo médico, si fuera otra instancia tal vez sería otra decisión. Se que arriesgo, pero tengo muchas ganas de jugar esta serie y espero que el de arriba me ayude para que no se agrave la lesión.”

Crédito: Sergio Llamera – Prensa AAT

 “Nos conocemos con Stepanek -agregó- sabemos cada uno que hace bien el otro”.

Tuvo una temporada durísima; sólo Federer, Djokovic y Ferrer jugaron tantos partidos como él. “Además, la semifinal de los Juegos fue durísima, por todo lo que duro, lo que implica jugar un partido así ante Roger y el desgaste mental y emocional, y además tener que jugar enseguida por la medalla de bronce. Todo eso fue muy desgastante”.

Pico Mónaco, con su habitual simpatía hizo referencia a su historial ante Berdych: “Es cierto que no me favorece, pero cada partido es una oportunidad para revertir la racha. Espero esta serie con muchas ganas y mucha ilusión”, señaló el tandilense.

Crédito: Sergio Llamera – Prensa AAT

Con ilusión y confianza el equipo argentino aguarda el inicio de la serie. Que será difícil, sin dudas. Que tendrá la ausencia de Nalbandián, con Del Potro lesionado y una República Checa muy dura.

El Estadio Mary Terán de Weiss se prepara para la gran gala. El sueño de alzar la Copa se construye en cada paso. En muy poquitas horas, la Argentina volverá a levantar los cimientos de una nueva ilusión.

 

Hernán O’Donnell 

 

Otro paso al Mundial

Un  clima fenomenal, que se vivió desde muy temprano. La gente llegó al Estadio Mario Alberto Kempes envuelta en alegría y esperanza.

Un clima de fe, de entusiasmo, de enorme satisfacción por ver al jugador más adorado:Leo Messi

Es que no se hablaba  más que de èl en los momentos previos al partido. Y luego, también.

Argentina empezó a toda marcha. De entrada, un golazo de Di María. Enseguida, una oportunidad de Lavezzi. Parecía la noche ideal. Pero llegó el penal de Fabbro, la igualdad de Paraguay y alguna duda.

Sin embargo, la Argentina se acomodó rápido. Se mostró un poco más Leo, Di María rotó por derecha, Lavezzi picaba y Gonzalo Higuaín mostró por qué es un goleador de raza, de esos que no abundan en el planeta: Una entrada franca por derecha y el remate cruzado, bien esquinado, a la ratonera.

 El cierre por 2 a 1 daba una atmósfera de tranquilidad. La Argentina tenía todo servido para redondear una buena actuación.

Y cumplió. En el segundo tiempo se soltó, tuvo más posesión de la pelota y tranquilidad para manejarla.

Una jugada monumental de Leo Messi que dio en el palo, una oportunidad de Higuaín y el golazo de Lionel para redondear el 3 a 1 fueron las marcas que dejó el conjunto de Sabella.

La noche de Córdoba, de luna luminosa y multitud felíz se cerró entre ovaciones y reconocimientos. El equipo de todos había dado otro paso rumbo al Mundial.

 

Hernán O’Donnell

(Enviado Especial a Ciudad de Córdoba, Pcia de Córdoba)

Voces en la noche cordobesa

Tras la victoria de Argentina por 3 a 1, los tecnicos dejaron sus sensaciones.

Gerardo Pelusso, en su inicio en Paraguay sufrió una dura derrota y así la analizó: ” No estoy conforme, ni con el partido, ni su desarrollo, ni el resultado final.

Tenemos que ver cuales son nuestras fortalezas, para ver si el martes podemos mejorar. Es un partido muy importante el que viene, sabíamos que iba a ser difícil con Argentina, ganar era muy complicado.

“Venezuela será un rival directo en a clasificación.   El orden táctico y defensivo estuvo bien, si tenemos en cuenta el rival que enfrentamos. Los dos primeros goles fueron jugadas fortuitas. Luego tuvieron la escapada de Messi y la de Higuain.  Hubiera sido utópico creer que en el primer partido íbamos a solucionar todo”, finalizó.  

 Alejandro Sabella enfrentó a los micrófonos, y dijo”Estoy satisfecho con el partido. Arrancar con el 1 a 0 fue bueno, pero a los 17 tuvimos que empezar de nuevo.”
Y lo más importante, “Mantener la humildad, si bien estamos en el camino correcto, trabajar para poder mejorar lo que haga falta”, cerró.

Eran las voces de la tristeza y la alegría; para Sabella, esto último, una noche de hermosa luna cordobesa.

 

Hernán O’Donnell

(Enviado Especial a Ciudad de Córdoba, Pcia de Córdoba)

 

 

Argentina y Paraguay, para continuar la ilusión

El partido ya se juega. Córdoba vibra en cada esquina, en cada conversación. Los noticieros no hacen más que hablar del encuentro entre Argentina y Paraguay por una nueva fecha de las eliminatorias de la Copa del Mundo FIFA-Brasil 2014.

Un programa de TV entrevista a Mario Kempes, héroe del ’78 cuyo nombre es hoy el del Estadio, quien, desde Estados Unidos aguarda un buen match: “no se si podré verlo -afirmó- pero espero que sea un buen partido”.

“El equipo cambió después de Bolivia; hubo una reunión importante, se pusieron de acuerdo en muchas cosas, y hoy se ve esa mejoría”, agregó “El Matador”.

Los móviles están desde el amanecer en la cancha. Muestran el césped, señalan que se empieza a secar. El sol ilumina la ciudad; la llovizna persistente de los últimos días se dio una tregua.

Hace frío, aún. Pero la gente está en otra cosa. Abrigada, marcha a sus trabajos, al colegio, a la facultad…pero sus mentes están en el Barrio Chateau. Es que el partido los desvela desde que se anunció que se jugaría aquí.

La selección dejó River Plate y comienza un recorrido por todo el país; luego será el tiempo de Chaco y de Mendoza.

Hoy es de Córdoba, donde la ilusión se remonta en cada esquina.

 

Hernán O’Donnell

(Enviado Especial a Ciudad de Córdoba, Pcia de Córdoba)

Córdoba se volvió redonda

Nos recibió lluviosa, fría, pero hermosa como siempre. En medio de la inmensidad del aeropuerto de Pajas Blancas, encontramos la calidez de su gente, la simpatía natural que brota de modo permanente, y un lógico alboroto por todo lo que encierra el partido que viene.

Argentina  se mide con Paraguay, el encuentro es por las eliminatorias del Mundial de la FIFA-Brasil 2014 y con eso todo se explica de modo natural.

Porque la gente se mueve al ritmo del acontecimiento; el aeropuerto aumentó la cantidad de vuelos. Llegan micros del interior de la provincia y de lugares vecinos…Todos desean conseguir una entrada. Un taxista, afortunado, nos dice que logró un ticket en ventanilla,  a $90. Es algo asi como una entrada al Paraíso…

 Juega Messi, y el país se conmueve. Toda Córdoba vibra con la llegada de la Selección. Un chico arrima su bandera para que la firmen los jugadores, aunque sólo el entrenador Alejandro Sabella da una conferencia de prensa.

 Y la zona del “Dolphin Mall” se revoluciona. Anochece y la llovizna persiste, impiadosa, fría. Pero la gente está firme, porque habla el entrenador.

“Aún no definí el equipo: Mis dudas son Clemente o Campagnaro como lateral, y Lavezzi o Sosa. El resto serán Romero, Fernandez, Garay, Rojo. Gago, Braña, Di María, Higuaín y Messi. Falta resolver esos dos puestos.”

 

“Estamos bien, pero hay que mantener la humildad y el ‘temor’ para seguir por el buen camino”, agregó el entrenador.

Sobre el anílisis repetido de la fortaleza del equipo en ataque y algunas dificultades en defensa, señaló: “Creo en el equipo como un todo. Los defensores son los primeros delanteros y los atacantes son los primeros defensores. Una vez Samuel dijo que Bielsa le enseñó la importancia del primer pase, del defensor a un volante. Eso es un equipo. Lógico que un plantel que tiene al mejor jugador del mundo, quizás al mejor de la historia, más futbolistas de la capacidad de Aguero, Higuaín y Di María siempre va a tener más fuerza en ataque; eso también le pasaba a Brasil en 1970, cuando juntó a Jairzinho, Tostao, Pele y Rivelinho, en ese equipo los defensores estaban contentos de tener semejantes atacantes. Pero reitero, creo en el equipo como una globalidad”, cerró.

 Habló de la alegría de estar en Córdoba, del cariño del público del interior, de la felicidad de los chicos…

Córdoba vive sus días de fiesta; la gala, será en una horas, cuando Messi y sus grandes acompañantes abran la función.

 

Hernán O’Donnell

(Enviado Especial a Ciudad de Córdoba, Pcia de Córdoba)