Instituto fue práctico y comenzó a ahuyentar fantasmas

Empezó la Copa de la Liga, y ya, desde la primera fecha, la sensación de los fantasmas que acechan por el fondo de la tabla, hizo su presentación. Es el torneo que define que equipos dejarán la Primera División, ahora llamada Liga Profesional, uno por la tabla anual, y otro por los Promedios de las últimas tres temporadas. Y esa atmósfera pesada, que contrae las piernas y llena de nervios a los simpatizantes, comenzó a vivirse desde el inicio, porque en catorce partidos quedarán sentenciados los dos equipos que bajarán a la Primera Nacional.

Arsenal e Instituto de Córdoba, viven esos días de angustia, y también de esperanza. Y se enfrentaron en la primera jornada de la Zona “A”, en un domingo frío y nublado, el marco adecuado para un partido que encerraba más angustias que ilusiones.

El equipo de Sarandí formó con Alejandro Medina; Daniel Lucero, Néstro Breitenbruch, Maximiliano Centurión, Joaquín Pombo y Adrián Sporle; Gonzalo Muscia y Braian Rivero; Santiago Toloza; Flabián Londoño y Facundo Pons.

La “Gloria” empezó con Manuel Roffo; Juan Franco, Ezequiel Parnisari, Fernando Alarcón y Lucas Rodríguez; Gabriel Graciani, Roberto Bochi, Luciano Aued y Gastón Lódico; Franco Watson; Adrián Martínez.

Arsenal salió con ganas. Ordenado, y a la búsqueda del gol. A los 3′ Santiago Toloza ejecutó un tiro libre que salió apenas arriba del travesaño. Cuando iban 14′ Toloza encabezó un buen contragolpe, abrió a la derecha para Londoño, este remató, rechazó el arquero y su segundo tiro se fue desviado.

De a poco, el equipo cordobés empezó a meterse en el partido. Con un buen juego asociado, la salida limpia por izquierda de Lucas Rodríguez, la participación de Bochi en la zona central, los movimientos ofensivos de Lódico y Watson, más la potencia amenazante de Adrián Martínez, el equipo de Dabove se hizo sentir.

A los 21′ tuvo un tiro libre desde la derecha, Adrián Martínez ingresó sólo por el medio, y con un cabezazo puso el 0-1 a favor de Instituto. Acierto del delantero y falla de una defensa que descuidó su marca.

Arsenal no podía encontrar su juego. Aislado Toloza en la creación, marcados Pons y Londoño por la fuerza defensiva de Parnisari y Fernando Alarcón, el equipo del viaducto no lograba progresar en ataque. Tuvo una llegada a los 42′, con un cabezazo de Pombo que pasó cerca, pero volvió a sufrir a los 44′, con un remate de Franco Watson que salió por encima del travesaño.

Federico Vilar, entrenador del local, dispuso una modificación para comenzar el segundo tiempo. Juan Ignacio Cavallaro ingresó por Flabián Londoño.

No fue suficiente ese cambio, y a los 56′ hizo la segunda variante; Lucas Brochero reemplazó a Daniel Lucero. A jugar con línea de cuatro y soltar a la zona de gestación a “Juani” Cavallaro, Toloza y el propio Brochero.

Mejoró el equipo, atacó un poco más, y a los 59′ Sporle ejecutó un buen centro, cabeceó Facundo Pons y Roffo voló para sacar el balón al corner, en una jugada de peligro. A los 62′, Cavallaro remató bajo, y otra vez respondió bien Manuel Roffo.

Insistió Vilar con dos modificaciones más en el equipo de Sarandí. Lautaro Guzmán entró por Adrián Sporle, y Juan Bautista Cejas reemplazó a Braian Rivero, cuando iban 65′ de juego.

Diego Dabove buscó darle mayor equilibrio a su equipo, y a los 67′ hizo sus primeros dos cambios. Nicolás Linares ingresó por “Luli” Aued, y Santiago Rodríguez entró en lugar de Franco Watson. Linars, d doble “cinco” con Bochi, y Rodríguez a la banda, para soltar a Lódico.

Ya la pelota la volvía a tener Instituto y se acomodaba mejor al juego de cortar en el medio y salir rápido de contragolpe. Arsenal se empezaba a desinflar, y, para colmo d males, a los 68′ se lesionó Maximiliano Centurión y debió salir reemplazado por Ignacio Gariglio.

La “Gloria” manejaba el partido. A los 74′ Brahian Cuello reemplazó a Gabriel Graciani. Y se metió muy pronto en el juego; a los 78′ lanzó un buen centro, apareció Lódico y respondió bien Alejandro Medina.

La impaciencia de la gente le pesó también al equipo local, que tuvo una oportunidad, a los 80′ con un tiro de Santiago Toloza que se fue apenas alto. Pero el equipo ya sentía el golpe anímico y comenzaba a quedarse sin fuerzas.

Un remate de Santiago Rodríguez, a los 85′, fue tapado por Alejandro Medina. El conjunto cordobés ya se sentía dueño del resultado, y lo cerró su entrenador con dos cambios a los 90′, para ponerle un candado al partido. Matías Romero entró por Gastón Lódico, y Axel Rodríguez ingresó por Adrián Martínez, al cabo, por el gol, su esfuerzo y su potencia ofensiva, la figura de la cancha.

Instituto ganó con un juego práctico y efectivo; Arsenal se fue envuelto en dudas y con la reprobación de su gente, preocupada por la situación del equipo.

Hernán O’Donnell

En un partido lleno de goles y emociones, Argentinos Juniors impuso sus condiciones y se llevó la victoria

Son, casi sin demasiado espacio para la discusión, dos de los mejores equipos del fútbol argentino. A uno le sobran figuras, poderío económico, y una estirpe ganadora desde sus mismos orígenes. El otro cuenta con un esquema muy aceitado, un tiempo ya prudencial de trabajo, y las ideas muy claras de un entrenador capacitado, estudioso y competitivo. Uno, River Plate, es un candidato eterno. El otro, Argentinos Juniors, siempre presenta equipos valiosos. Ambos tenían la ilusión de la Copa CONMEBOL Libertadores de América; River tuvo un torneo irregular; el “Bicho” hizo una Copa muy elogiable. Los dos se respetan. En algún sentido, se admiran. Y cumplieron con brindar el “partidazo” que se imaginaba a priori.

Argentinos juniors se llevó el triunfo porque fue bastante mejor en el balance final. Dominó en el inicio, luego soportó el asedio de River, se le dio vuelta el marcador, se repuso, logró igualar antes del fin de la primera etapa, y en el complemento ejerció un control de juego amplio y sostenido, para volver a adelantarse en el resultado y sellar la victoria final.

Arrancó el partido con una chance a los 10″, y lo cerró con otra ocasión clara en el tiempo de descuento, lo que marca su ambición y su intención de ataque permanente.

El once inicial que determinó Gabriel Milito fue con Aleis Martin Arias; Pablo Minissale, Marco Di Césare y Lucas Villalba; Javier Cabrera, Federico Redondo, Franco Moyano, Alan Rodríguez y Santiago Montiel; Francisco González Metilli y Luciano Gondou.

River Plate comenzó con Franco Armani; Milton Casco, Emanuel Mamanna, Ramiro Funes Mori y Enzo Díaz; Matías Kranevitter y Rodrigo Aliendro; Ignacio Fernández, Agustín Palavecino y Esequiel Barco; Miguel Borja.

El local había comenzado con mucha determinación, y a los 10′ abrió el score, con un gol de Marco Di Césare, más allá del desvío, que puso el 1-0 para Argentinos Juniors.

Era el momento del “Bicho”, pero River, de a poco, empezó a entender el desarrollo, volcó la presión más arriba y comenzó un período de dominio. Primero, a los 16′, con un disparo franco de Palavecino que Martin Arias sacó al corner. Luego, emparejó el marcador.

Sucedió a los 26′, con un centro desde la izquierda, la bajó Borja al medio, y Agustín Palavecino metió una palomita fuerte y cruzada, para poner el partido 1-1.

Se acentuó, entonces, el dominio visitante. Con mucha movilidad de Palavecino, el trajín de Fernández y la presión de la defensa, parada por delante de la mitad de la cancha, el “Millonario” se hizo dueño de las acciones.

A los 37′ Borja se fue derecho al arco, lo derribó Martin Arias, y el VAR le hizo ver a Fernando Echenique el penal que el juez no había advertido en primera instancia.

Lo ejecutó Esequiel Barco, ya a los 40′, rechazó Martin Arias, y del rebote, Barco pudo conectar a la red, para poner el 1-2 a favor de River Plate.

Parecía que el “Millo” se hacía del control del juego, pero Argentinos salió del asedio y logró igualar antes del final del primer período; tiro libre desde la izquierda, y por detrás de todos apareció Luciano Gondou para marcar el empate 2-2, cuando iban 43′ de juego.

El “Bicho” salió con mayor determinación en el complemento. A los pocos segundos, Gondou avisó con un “tijeretazo” que desvió Armani. Y comenzó un dominio sostenido por parte del local. Con Francisco González Metilli como abanderado de la creación y el armado de los circuitos de juego, apoyado por la salida de Lucas Villalba del fondo, el panorama claro de Federico Redondo, la velocidad de Cabrera y la potencia de Gondou.

Cuando iban 56′ Aliendro no pudo retener un balón, lo perdió en una posición incómoda, González Metilli se llevó la pelota y cedió de modo muy preciso a Luciano Gondou, quien definió con eficacia para volver a adelantar a Argentinos Juniors por 3-2 en el marcador.

Martín Demichelis, entrenador local, decidió dos variantes enseguida. Pablo Solari entró por Ignacio Fernándz, y Manuel Lanzini reemplazó a Kranevitter, cuando iban 57′ de juego.

Pero no podía acomodarse la visita, y el “Bicho” seguía con el control del juego. A los 60′ lo tuvo Cabrera, tras recibir una asistencia de González Metilli, pero el balón rebotó y se fue al corner.

Demichelis optó por la tercera y cuarta variante. A los 64′ Facundo Colidio entró por sequiel barco, y Enzo Pérez ingresó por Rodrigo Aliendro.

Y mejoró la visita. Fue incisivo Colidio, le hicieron una falta y d ese tiro libre vino el remate de Lanzini que el arquero sacó al corner, con esfuerzo, a los 74′.

A los 79′ Gaby Milito hizo los dos primeros cambios del local. Gastón verón ingresó por Luciano Gondou, y Fabricio Domínguez entró por González Metilli. El tercer cambio lo hizo a los 84′, cuando Matías Vera ingresó en lugar de Federico Redondo.

Volvió a avisar Colidio, a los 85′, pero su remate se fue alto, a los 85′.

Ya era claro el dominio del local y el resultado no parecía moverse. A los 87′, Milito hizo el cuarto y quinto cambio de su equipo; Rodrigo Cabral ingresó por Javier Cabrera, y Alan Lescano reemplazó a Santiago Montiel.

Las emociones duraron hast el final. A los 90+2′ un cabezazo peligroso de Colido fue detenido por el arquero local; y a los 90+4′ Gastón verón entró solo al ára de River, y de buena posición no pudo concretar su remate.

Era el final de un Argentinos que atacó desde el inicio hasta el cierre, con una actuación de gran nivel, donde dominó al comienzo, sufrió el asedio durante buena parte del primer tiempo, se recuperó y armó un segundo período lleno de fútbol, para justificar una victoria inolvidable.

Hernán O’Donnell

Chacarita fue más audaz y al final se quedó con el clásico

Un sábado a la tarde, las nubes frías del invierno largo, y la expectativa desbordante. El día de la semana y el momento indicado, como marca la tradición, para un viejo clásico porteño, que atrapa a un sector grande de la Ciudad de Buenos Aires, ese que entrecruza los barrios de Villa Crespo y Chacarita, esa historia centenaria de tantos enfrentamientos entre “Bohemios” y “Funebreros”.

Otra vez, Atlanta y Chacarita frente a frente. Ante una inmensa muchedumbre del local, en estos tiempos infaustos, y ya largos, en que no pueden convivir simpatizantes de los dos clubes que se miden en un partido de fútbol. Una sociedad que ha naturalizado una forma de no saber convivir, como tantas otras que ha aceptado como normales la sociedad argentina. Algo que hace a todos y no sólo a los dirigentes, ya sea políticos, deportivos, o sociales. La construcción colectiva, o mejor dicho, la degradación general, nos ha llevado a esto. Un hermoso clásico de Buenos Aires, con limitación al público local. Igaul que casi todo el fútbol argentino.

Chacarita se llevó un triunfo merecido y su gente habrá disfrutado a través de la televisión; Atlanta ofreció sacrificio, pero tuvo mucha confusión en su juego, no pudo desarrollarse en ataque, y la enorme hinchada local que se hizo presente en Villa Crespo, se fue envuelta en un sentimiento de frustración.

El equipo local formó con Nicolás Sumavil; Franco Camargo, Valentín Gelos, Alan Aguirre, Fernando González y Marcos Pinto; Diego Becker, Juan Galeano, Alejo Dramisino y Federico Bisanz; Javier Ferreira.

El conjunto de Aníbal Biggeri comenzó con Cristian Correa; Juan C. González, Nicolás Torres, Andrés Zanini y Franco Quiroz; Alvaro Cuello y Luciano Perdomo; Gianluca Pugliese, Claudio Pombo y Matías Rodríguez; Luciano Giménez.

Salió con mucha más decisión el conjunto de San Martín. Se paró bien adelante, con su equipo posicionado en campo local, y tomó el control del juego. Así llegó en un par de ocasiones apenas comenzado el partido. A los 3′ un disparo de Pugliese fue desviado por Nicolás Sumavil al corner; a los 9′ fue Juan González quien probó de afuera y el balón se fue cerca.

Atlanta estaba replegado, no podía plasmar su esquema, y le costaba llegar. para colmo, a los 23′ se lesionó Franco Camargo, su lugar lo ocupó Mauro Bogado, y Nico Diez, el entrenador hizo un retoque. Bogado al medio, a la posición de Dramisino, y Alejo Dramisino, al lateral derecho que había dejado Camargo.

Recién a los 34′ tuvo el “Bohemio” su primera llegada. Corner desde la izquierda, la bajó Aguirre y Valentín Gelos sacó un remate que pasó apenas arriba del travesaño.

Pero era el tiempo de “Chaca”, y a los 36′ volvió a tener una chance clara con un remate de Pombo que se fue al lado del palo izquierdo de Sumavil, mientras que a los 39′ un tiro potente de Alvaro Cuello fue desviado por Sumavil.

Cambió el dibujo Atlanta, al comenzar el segundo tiempo. Gelos se corrió a la derecha, el resto de la densa siguió con Aguirre, Fernando González y Pinto; Dramisino se metió en el mediocampo como interior, Bogado siguió de volante central, y a su izquierda se ubicó Juan Galeano. Adelante quedaron Diego Becker, Ferreira y Federico Bisanz. Del conservador 5-4-1, pasó a un más ofensivo 4-3-3.

Y tuvo su rédito, porque a los 51′ desbordó Becker por derecha, lanzó el centro y el cabezazo de Ferreira se fue desviado. Caundo iban 53′ fue Bisnaz el que sacó un buen tiro que controló Correa.

Pero Chacarita tomó nota y volvió a ejercer el dominio, con un ajuste mayor en las marcas. A los 56′ avisó con un tiro de Rodríguez que controló Sumavil.

A los 63′, Nicolás Diez, entrenador local, abrió la segunda ventana de modificaciones e hizo la segunda y tercera variante en el local; Pablo Mouche entró por Diego Becker, y Nicolás Mazzola reemplazó a Javier Ferreira.

El primer cambio del “Funebrero” fue a los 69′; Exequiel Beltramone entró en lugar de Gianluca Pugliese.

En busca de mayor peso ofensivo, el local hizo su cuarta y última modificación en su tercera ventana habilitada: Lucas Ríos ingresó por Federico Bisanz, cuando iban 72′ de juego. Aníbal Biggeri hizo el segundo cambio de la visita a los 76′; Marcos Astina ingresó por Pombo.

A esa altura, ya era más sostenido el dominio del equipo de San Martín. Y sumó otra llegada a los 87′ con un corner que casi se mete olímpico y una salvada siguiente de Sumavil.

Hasta que sobre el cierre, abrió el marcador. Se escapó Matías Rodríguez por la banda derceha, midió el centro y largó un buen envío para Giménez, quien le bajó el balón al medio a la entrada de Cuello. Este disparó y Sumavil rechazó con una pierna; el balón le quedó a Luciano Giménez, quien volcado en forma leve a la izquierda encontró un buen ángulo para meter el remate y poner el partido 0-1 a favor de Chacarita Juniors, cuando iban 89′ de juego.

Biggeri actuó rápido y dispuso el tercer y cuarto cambio de la visita cuando se cumplían los 90′; Nicolás Gómez entró por Matías Rodríguez, y Franco Pulicastro reemplazó a Luciano Giménez.

El “Bohemio” fue con el resto, y a los 90+2′ tuvo una chance con un tiro de esquina, que cabeceó Gelos, pero la pelota se fue apenas afuera.

No le alcanzó a Atlanta la arremetida final. Chacarita había elaborado la victoria, la fundamentó en el desarrollo y se quedó con el clásico.

Hernán O’Donnell

Corazón y sacrificio, las claves que alimentan la ilusión de All Boys

Fue un partido duro, complicado y desprolijo. All Boys puso mucho sacrificio para derrotar a Flandria. Jugó un buen primer tiempo en ataque, tuvo desajustes en defensa, corrigió esa zona en el segundo tiempo, y apeló al corazón para aguantar el partido y sumar tres puntos claves para escaparle al peligro del fondo de la tabla, y posicionarse con expectativas de clasificación al reducido.

El equipo de Floresta comenzó con Lisandro Mitre; Juan Carlos Salas, Jonathan Ferrari, Tomás Mantia y Tobías Bovone; Santiago Gallucci; Agustín Morales, Gerónimo Tomasetti, Joaquín Ibáñez y Thiago Calone; Franco Toloza.

Tomás Arrotea dispuso estos once para el equipo de Jáuregui: Martín Perafán; Cristian Broggi, Facundo Gómez, Nicolás Arrechea y Julián Marchio; José Torres, Gonzalo Papa y Federico Murillo; Alejandro Altuna; Alejandro Gagliardi y Catriel Sánchez.

El local dominó en el comienzo. A los 5′ un cabezazo de Toloza se fue apenas arriba del travesaño. A los 8′ fue Agustín Morales quien conectó bien un centro y Perafán le ahogó el grito. Era más el Albo, aunque Flandria tuvo una llegada a los 16′ con un disparo alto de Julián Marchio.

Sin embargo, All Boys iba a sacar rédito de su dominio, y a los 17′ una mano de Gómez dentro del área le dio el penal que el árbitro Franco Acita sancionó con corrección. Ejecutó Franco Toloza, a los 19′, y puso el partido 1-0 a favor de All Boys.

Con el resultado en contra se soltó un poco más la visita. Y pudo tener una buena ocasión, a los 31′, con una llegada de Alejandro Gagliardi, quien le ganó las espaldas a Ferrari y Mantia, quedó solo ante el arquero, pero su tiro fue muy bien tapado por Mitre.

Norberto Paparatto, entrenador local, decidió hacer un cambio para comenzar el segundo tiempo, con un reacomodamiento defensivo. El zaguero Franco Pardo entró en lugar de Thiago Calone. l equipo sse paró con tres centrales, Pardo, Ferrari y Mantia, dos carrileros, Salas y Bovone, por el medio centro Gallucci, más adelante Morales, Tomasetti y Joaquín Ibáñez, y de centro atacante, Franco Toloza.

A los 52′ se lesionó Gallucci y lo reemplazó Matías Muñoz, pero el dibujo táctico se sostuvo.

Flandria se adelantó unos metros y obligó a los carrileros a retrasarse, para que el local quedara con una línea de cinco. A los 58′ Lucas Seimandi ingresó por C. Sánchez, en la primera modificación del equipo de Jáuregui.

All Boys seguía partido, pues Muñoz no tenía socios para la recuperación. Muy abiertos los laterales, adelantados Tomasetti y Morales, Paparatto entendió que había que darle un auxilio al volante central, y dispuso, a los 63′, que Mirko Ladrón de Guevara entrara en lugar de Tomasetti. Mirko se ubicó al lado de muñoz, y así se reforzó la zona media del local.

Flandria iba con más entusiasmo que profundidad. A los 72′ el entrenador renovó el equipo con tres variantes; 73′ Facundo Melivilo reemplazó a José Torres; Marcos Rivadero ingresó por Julián Marchio, y Franco Tisera entró por Gonzalo Papa. Más gente de vocación ofensiva, y a la carga para buscar la igualdad.

Mientras el “Canario” empujaba, el “Albo” hizo dos variantes. Enzo Avaro entró por Agustín Morales, y Juan Pablo Zarate ocupó el lugar de Franco Toloza, cuando iban 79′ de juego. El equipo se paraba con un definitivo 5-4-1; Salas, Pardo, Ferrari, Mantia y Bovone; Enzo Avaro, Ladrón de Guevara, Muñoz y Joaquín Ibáñez; Juan Pablo Zárate.

Flandria hizo su último cambio a los 86′. Alejandro González entró por Cristian Broggi, y un hombre más para atacar.

Sin embargo, la última le quedó al local. Iban 90+2′ cuando Zárate se encontró solo con un balón que se había colado entre los zagueros visitantes, pero no pudo resolver de primera, enganchó y perdió la posibilidad.

All Boys se había entregado al triunfo con mucho corazón y sacrificio. Fueron tres puntos, al cabo, que le permiten soñar con la clasificación.

Hernán O’Donnell

Desplegó su fútbol, sostuvo la Defensa, y ganó con Justicia

Fue una hermosa noche de “Copas” en La Plata. Con una inmensa muchedumbre que acompañó a Defensa y Justicia en su mudanza de Florencio Varela a la ciudad de las diagonales, por que su Estadio Norberto “Tito” Tomaghello aún no tiene la capacidad que la CONMEBOL requiere para los juegos de play off, pero pronto, tal vez el año que viene, ya lo tendrá.

Lo cierto es que el “Halcón” fue local en el Estadio Único “Diego Armando Maradona”, y venció con justicia a Emelec, para avanzar a los Cuartos de Final de la Copa CONMEBOL Sudamericana.

El equipo de Julio Vaccari formó con Enrique Bologna; Agustín Sant’Anna, Julián Malatini, Tomás Cardona y Alexis Soto; Kevin Gutiérrez; Santiago Solari, Nicolás Tripichio, David Barbona y Gastón Togni; Nicolás Fernández.

El conjunto que dirige el profesor Hernán Torres, comenzó con Pedro Ortíz; Romario Caicedo, Aníbal Leguizamón, Luis Fernando León y Jackson Rodríguez; Carlos Villalba; Samuel Sosa, Michael Carcelen, José Francisco Cevallos y Diego García; Bryan Angulo.

Emelec salió a buscar el partido, pues tenía que revertir la derrota 1-2 en Ecuador. Soltó a sus volantes, y dejó a Villalba más retrasado. Defensa también planteó un 4-1-4-1, y el partido se hizo intenso, y de ida y vuelta.

A los 17′ llegó el primer aviso, con un tiro de David Barbona, al medio, pero fuerte, que controló Ortíz. A los 20′ fue Carcelen quien remató desviado desde una buena posición. Enseguida Togni ejecutó un tiro libre que rebotó en el travesaño, ya a los 22′, y la respuesta de Carcelén fue un tiro muy bien dirigido, que Bologna sacó al corner con una gran estirada, cuando iban 34′.

En el segundo tiempo, el partido creció de modo significativo. Se hizo más intenso, y con muchas llegadas a los arcos. Defensa se soltó un poco más, y Emelec, mientras estuvo a tiro, se la jugó por buscar la clasificación.

Un tiro libre, a los 49′, llegó al área local, y García estrelló su tiro en el travesaño, mientras que Tripichio cruzó un remate bárbaro, que salió apenas desviado cuando iban 53′ de juego.

A esa altura, el partido ya era una delicia. David Barbona armó una excelente jugada, a los 55′, abrió a la izquierda para Togni, este sacó el centro, tiró Barbona y el balón pegó en la mano de León, pero el árbitro y el VAR no consideraron de falta.

Esa pelota, que se fue al corner, volvió con peligro y tras dar en Leguizamón pegó en el travesaño del arco visitante, ya a los 56′ de juego.

Cuando iban 58′, Santiago Solari metió un tremendo disparo que rechazó Ortíz. Después fue Gaston Togni quien remató un tiro libre que despejó el arquero visitante, cuando iban 60′.

Hasta que a los 61′ llegó la apertura del marcador, con un centro de Togni y el remate d David Barbona, que puso el 1-0 a favor de Defensa y Justicia.

Emelc hizo su primera modificación a los 66′ de juego; Alexis Zapata reemplazó a José Cevallos.

Mejoró el equipo ecuatoriano con el recién ingresado, y a los 68′ un gran tiro de Angulo fue tapado por Bologna, con un excelente vuelo.

La primera variante en el local fue a los 75′; Julián López entró por Santiago Solari.

El encuentro era atrayente, porque los dos proponían. Emelec, obligado por la necesidad de convertir dos goles si quería forzar el desempate por penales. Defensa, porque está en su esencia atacar y jugar.

A los 76′ un tiro libre de Sosa pasó muy cerca. Cristhian Valencia entró por Carlos Villalba, cuando iban 77′ de juego.

Enseguida “Uvita” Fernández recuperó un balón en ataque, armó una buena maniobra individual, enganchó en el área y sacó un tiro que despejó el arquero visitante.

El profesor Torres se la jugó, a los 81′, con dos cambios finales: Tommy Chamba entró en lugar de Carcelen, mientras que Dixon Vera reemplazó a Samuel Sosa. Vaccari respondió con dos modificaciones en el equipo de Florencio Varela: Lucas Pratto ingresó por Nicolás Fernández, y Darío Cáceres reemplazó a Gastón Togni, cuando iban 88′. Luego, a los 90+1′, Manuel Duarte entró en lugar de David Barbona, también en el conjunto local.

Sin dificultades, Defensa manejó el final del partido. Y celebró durante varios minutos la clasificación; había ganado un partido duro, pero bien jugado, y con mucha jerarquía dio un paso, otro más, en su camino continental.

Hernán O’Donnell

Camino al Mundial, a la valija de Los Pumas se le sumaron interrogantes

Hacía tiempo que Los Pumas no andaban por Buenos Aires. Se extrañaba, en esta ciudad tan empapada de Rugby, la presencia del Seleccionado Nacional, ese equipo que tiene un vínculo con la gente desde hace muchos años, a fuerza de garra, mística y varios triunfos inolvidables.

Los Pumas volvieron al Estadio de Vélez Sársfield para medirse ante los Springbocks, una semana después de perder de manera muy ajustada, 22-21, en la última fecha del The Rugby Championship, y a pocos días del inicio de la Copa Mundial de Rugby-Francia 2023, con un partido ante España, como parte de la celebración del Centenario de la Fderación Española, como último partido de preparación.

El equipo de Michael Cheika formó con Thomas Gallo, Julián Montoya y Francisco Gómez Kudela; Pedro Rubiolo, y Tomás Lavanini; Pablo Matera, Santiago Grondona y Juan Martín González; Gonzalo Bertranou y Santiago Carreras; Santiago Cordero, Santiago Chocobars, Lucio Cinti y Emiliano Boffelli; Martín Bogado.

Sudáfrica alistó a Trevor Nyakane, Bongi Mbonambi y Thomas Du Toit, Jean Kleyn y Marvin Orie; Deon Fourie, Franco Mostert y Jasper Wiese; Cobus Reinach y Manie Libbok; Makazole Mapimpi, Andre Esterhuizen Lukhanyo Am y Canan Modie; Damian Willemse.

La tarde empezó complicada, casi desde el inicio por la lesión de Chocobares, que requirió del reemplazo por Matías Moroni, cuando apenas se jugaba 1′ del partido. Sudáfrica tomó las riendas del partido y volcó el juego cerca del ingoal local. A los 4′ falló un penal factible el apertura Manie Libbok, indicio de una tarde en la que falló varios remates a los palos.

Los Pumas tuvieron buen tackle y mucha atención para sostener la defensa. Incluso cuando Lucio Cinti pretendió salir con un kick y la intercepción de Kleyn forzó un line peligroso, pero el equipo resistió con seguridad.

El segundo penal que tuvo Libbok, a los 15′, fue acertado. Springboks se adelantó por 0-3.

Los Pumas estaban bien, más allá del dominio visitante, y tras ese cuarto de hora inicial, hicieron un buen primer tiempo. Gonzalo Bertranou, veloz y atento, jugó con astucia un penal a favor, salió rápido y marcó un try importante, que con la conversión de Emiliano Boffelli, dejó el partido 7-3 a favor de Argentina, cuando iban 21′ de juego.

El dominio de Sudáfrica era ineficaz. Bastante por la buena defensa local, y otro poco por los penales errados por su apertura, quien volvió a fallar a los 30′. Cuando iban 33′, Guido Petti remplazó a Pedro Rubiolo.

A los 35′ fue amonestado el wing-forward Franco Mostert, y Sudáfrica se quedó con uno menos durante diez minutos, al finalizar el primer tiempo, y al comienzo del segundo.

Un penal de Emiliano Boffelli, a los 36′, amplió el marcador para Los Pumas, que se fueron al descanso con una ventaja de 10-3.

Las cosas resultaron muy distintas en el segundo tiempo. A los 41′ una veloz corrida de Makazole Mapimpi terminó en su try, convirtió Libbok, y el partido quedó igualado 10-10.

Sudáfrica arrancaba bien, y con dos variantes; a los 41′ Jesse Kriel ingresó por Lukhanyo Am, y cuando iban 43′ Gerhard Steenekamp ingresó por Trevor Nyakane.

Cuando iban 45′ metió una estocada que iba a ser clave en el partido. Kick de Libbok a la derecha para el wing Moodie, falló en el cálculo para cortar el balón Martín Bogado, y Canan Moodie tomó con libertad el balón para irse al in goal y poner el partido 10-15 a favor de Sudáfrica.

Descontó Boffelli con un penal, a los 51′. El resultado quedaba 13-15.

Los cambios empezaron a sucederse con frecuencia. Facundo Isa entró por Santiago Grondona, a los 52′. Y la visita metió una catarata de variantes; cuando iban 52′ Joseph Dweba y Vincent Koch entraron por Bongi Mbonambi y Thomas du Toit. Mientras falló otro penal factible Libbok, a los 55′, un minuto más tarde, Herschel Jantjies y Evan Roos ingresaron por Cobus Reinach y Jasper Wiese.

A los 58′ Cheika modificó la primera línea local. Joel Sclavi entró por Thomas Gallo, y duardo Bello remplazó a Francisco Gómez Kodela. Pero el equipo no lograba reacomodarse en el juego. Y Sudáfrica facturó.

Libbok acertó a los palos cuando iban 59′; Springboks quedaban 13-18 adelante, mientras que a los 62′ Gerhard Steenekamp ingresó por Trevor Nyakane en la visita, y Tomás Albornoz reemplazó a Martín Bogado. Carreras ocupó el puesto de full back, y Albornoz jugó de medio apertura.

Pero los cambios no modificaron el rumbo que había tomado el segundo tiempo, con una Sudáfrica más determinante y un juego de dominio con los forwards, en el que Los Pumas caían en las infracciones. Dos penales sentenciaron la tarde de de Liniers. A los 66′ Libbok puso el 13-21, y a los 70′ selló el marcador final con otro acierto, que puso el 13-24 a favor de Springboks.

Los ingresos de Agustín Creevy ( muy aplaudido por la gente) por Julián Montoya, y Lautaro Bazán Vélez por Gonzalo Bertranou, a los 71′ de juego, quedaron solo para la estadística.

Los Pumas no pudieron sortear la aceleración de Springboks del complemento. Habían hecho una buena primera parte, con una defensa sólida y un ataque eficaz, pero aflojaron las riendas en el complemento y se llevaron una derrota que carga la valija del viaje al Mundial con muchos interrogantes.

Hernán O’Donnell

Argentinos merecía el triunfo, pero la noche terminó empañada

Empezó como una hermosa noche de copas, y terminó accidentada, angustiante y preocupante. Argentinos Juniors había armado una fiesta para recibir a su equipo, jugó un gran primer tiempo, y finalizó con dos lesionados, uno de ellos de gravedad, el arquero titular expulsado, y un empate que dejó sabor a poco. A muy poco. El elenco de La Paternal hizo el gasto como para tener un resultado alentador de cara al desquite ante Fluminense, pero ahora la perspectiva cambió, y todas esas circunstancias desgraciadas que se dieron durante el partido, le dieron un final distinto al que se preveía en gran parte del desarrollo.

El equipo de Gabriel Milito comenzó con Alexis Martin Arias; Luciano Sánchez, Marco Di Césare y Lucas Villalba; Javier Cabrera, Federico Redondo, Franco Moyano, Francisco González Metilli y Mariano Bíttolo; Luciano Gondou y Gabriel Ávalos.

El equipo brasileño arrancó con Fabio; Samuel Xavier, Nino, Felipe Melo y Marcelo; André, Lima, Ganso y John Arias; Keno y Germán Cano.

Fue muy disputado el comienzo. El local tenía más la pelota, pero le costaba penetrar la defensa brasileña. No podía hacerse profundo, pero Fluminense tampoco pasaba la mitad de la cancha. Cuando iban 11′ avisó el “Bicho”, con un centro punzante, que Fabio supo interceptar con rapidez.

Y a los 13′ abrió el marcador, tras un centro pasado desde la izquierda, el balón llegó a la derecha, Cabrera trazó el centro al medio, y Gabriel Ávalos, con una media tijera, puso el 1-0 para Argentinos Juniors.

Mantuvo el control el equipo local, mientras Fluminense empezó a despertarse, a partir del trato limpio y seguro del balón, con pases cortos y precisos. Así armó una gran jugada, a los 29′, con una serie de pases interesantes, hasta que John Arias definió con un buen remate que controló Martin Arias.

Argentinos se replegó un poco por el empuje de la visita, pero en cuanto pudo, apostó al contragolpe. A los 37′ metió una gran contra, donde Gondou abrió para Ávalos y su remate fue sacado por Fabio al corner.

Quedó sentido, Gabriel Ávalos, por el esfuerzo y debió dejar el campo a los 43′, reemplazado por Gastón Verón. Era el primer contratiempo de la noche de Argentinos, que después de un gran primer período, el que cerró con una clara situación por un remate de Bíttolo que despejó Fabio, y el rebote de Verón se fue afuera, cuando iban 45+3′, iba a ver como la noche se empezaba a empañar, tras un comienzo muy claro y alentador.

La primera situación del complemento fue del local, con un remate de Fanco Moyano que se fue apenas desviado, cuando iban 52′. Pero ya estaba mal barajada la jornada y a los 54′ un disparo de André, que dio en el poste, mostraba otra cara del equipo carioca.

El partido tomo otro rumbo cuando, a los 57′ Marcelo cometió una falta fuerte e imprudente sobre Luciano Sánchez, que derivó en una grave lesión del defensor de Argentinos Juniors. El lateral brasileño fue expulsado, aún cuando se mostró conmovido y consternado por la jugada.

El partido, los jugadores, el público, todos los presentes, estuvimos sumergidos en un largo rato de angustia y preocupación. Pablo Minissale entró por el lesionado Sánchez, cuando ya iban 60′ de juego, y D. Barbosa reemplazó a Ganso en Fluminense.

Tuvo un remate Keno, a los 65′, que dio en la base externa del poste y salió. Argentinos sintió el golpe del jugador lesionado y “Flu” se acercaba con mayor peligro.

Gabriel Milito decidió hacer tres variantes en la última ventana que le quedaba. Leonardo Heredia entró por Luciano Gondou, Rodrigo Cabrl ingresó por Francisco González Metilli, y Vera reemplazó a Mariano Bíttolo.

Pero los males de Argentinos no se iban a acabar, y a los 75′ Alexis Martin Arias salió muy lejos del área a cortar una contra del “Flu”, volteó al delantero rival, y el árbitro Piero Maza expulsó al arquero local.

Argentinos ya había hecho los cinco cambios, en tres ventanas disponibles. Debía poner a un jugador de campo en la valla. Se decidió que fuera Leonardo Heredia. Nos pareció, en ese momento, que era mejor aprovechar a Heredia en el terreno de juego, por su capacidad de manejar la pelota y de llegar al gol, amén de estar bien fresco en lo físico, pues recién ingresaba al partido. Es sólo una hipótesis. También habría que ver si hay algún jugador que se haya sentido capacitado para ocupar el arco en ese momento, y quizás haya sido el caso de Heredia.

Lo cierto es que Fluminense fue a buscar el empate. Con dos variantes, a los 78′. L. Fernández entró por Keno, y Martinelli reemplazó a Felipe Melo.

Así, los brasileños mantuvieron su estilo juego asociado y búsqueda del tiro al arco ante un arquero improvisado, y a los 86′ Samuel Walter sacó un tiro al ángulo inatajable aún para un portero formado como tal. 1-1, y partido cerrado.

Aún cuando Redondo remató cerca, a los 90+3′, y Yony Gonzalez ingresó en lugar de John Arias, a los 90+4′, el partido estaba concluido.

Para Argentinos, la noche terminó en una pesadilla de infortunios. Le queda la revancha en Río de Janeiro, para volver a soñar.

Hernán O’Donnell

En el epílogo, All Boys logró el triunfo que merecía

Tuvo que sufrir hasta el final. Tuvo que derrochar coraje, y por momentos, buen juego. Tuvo que agregarle pasión a la posesión, intensidad a la prolijidad, y esperanza a la incertidumbre. All Boys fue mejor que Defensores Unidos a lo largo de la noche del lunes en Floresta, y se llevó una victoria justa, conseguida cuando el partido estaba cerca de terminar. Como esas películas en las que el “Muchachito” logra vencer al villano en el último instante del film. Así fue el triunfo de All Boys.

El conjunto de Norberto Paparatto formó con Lisandro Mitre; Franco Pardo, Facundo Butti, Jonathan Ferrari y Tobías Bovone; Juan Salas, Matías Muñoz, Gerónimo Tomasetti y Joaquín Ibañez; Franco Toloza y Agustín Morales.

El equipo de Santiago David alineó a Henricot; Ponce de León, Laumann, Zadel y Suárez Costa; Bahiano García, Maximiliano Ortigoza, Nizzo y Lautaro Di Santo; Jonathan Suárez y Nicolás Toloza.

El CADU tuvo una llegada a los7′, con un tiro de Disanto que pasó arriba del travesaño. Después, fue todo del “Albo”. Dominó a través del juego asociado, con el trajín de Salas por la derecha, la conducción de Ibáñez y la potencia de Toloza. A los 11′ un tiro cruzado de Ibáñez pasó muy cerca; a los 17′, un tiro libre de Tomasetti fue sacado al corner por el arquero visitante. Cuando iban 38′, volvió a rematar cruzado Ibáñez, y la pelota pasó al lado del palo izquierdo del arquero Henricot.

El conjunto de Zárate aguantaba, y recién sobre el final del primer tiempo tuvo un par de aproximaciones al arco local. A los 42′, con un tiro alto de Matías Nizzo, y a los 45+3′, con un tiro libre que resolvió bien el arquero Lisandro Mitre.

En el segundo tiempo, el quipo visitante comenzó con una modificación; Franco Lonardi reemplazó a Suárez Cortés.

Intentó salir el CADU, y a los 49′ Juan Ponce de León probó con un tiro de media distancia, que pasó apenas arriba del travesaño.

Volvió a tomar el comando del partido el equipo de Floresta. Y a los 54′ Joaquín Ibáñez enganchó y disparó, en una buena ejecución.

Paparatto decidió dos variantes, cuando iban 59′. Marco Iacobellis entró por Morales, mientras que Thiago Calone ingresó por Juan Salas. El segundo cambio en la visita se produjo a los 65′; Brian Gómez entró en lugar de Maximiliano Ortigoza.

Entró muy bien Iacobellis. A los 66′ sacó un buen tiro que salió muy cerca del travesaño; a los 67′, tras una buena jugada colectiva, el tiro potente de Iacobellis fue sacado al corner por el arquero visitante.

David hizo el tercer y cuarto cambio visitante, a los 72′: Ariel Morales ingresó por Brian Garcia, y D. Nunez reemplazó a L. Disanto. Cuando iban 80′ llegaron el tercer y cuarto cambio del local; A. Melo entró en lugar de Joaquín Ibañez, y M. Gonzalez ingresó por Matías Muñoz.

All Boys empujaba, CADU buscaba de contragolpe. Y a los 87′ llegó el gol de la paz, tras una corajeada de Toloza en el área, para definir con el ángulo cerrado y poner el 1-0 a favor de All Boys.

Lautaro Osuna entró por Juan Ponce de León, en CADU, a los 88′. Era la última carta a jugarse, con un delantero por un lateral. Paparatto, el DT del local, entendió que había que reforzar la defensa en esos minutos finales, y Mauro Luque reemplazó al muy aplaudido Gerónimo Tomasetti, para armar una línea de cinco.

Para agregarle dramatismo, a los 90+3′, un cabezazo de Facundo Laumann fue desviado por Mitre, en una acción que paralizó a Floresta.

Pero fue solo ese instante. Después, todo fue cantos y festejos. All Boys celebró con alegría una victoria que le permite soñar con un futuro tranquilo y próspero.

Hernán O’Donnell

Santiago, ante el desafío de los Juegos Panamericanos

El reloj avanza, los días corren, y cada vez falta menos para el inicio de los Juegos Panamericanos Santiago 2023. Todo Chile vive con entusiasmo e ilusión esta cita deportiva, la máxima del continente, porque más allá del epicentro en la capital del país, habrá también actividades en Viña del Mar, Valaparaíso, con el Fútbol como bandera más destacada.

Harold Mayne Nicholls asumió el pasado 14 de junio el cargo de director ejecutivo del comité organizador de los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos. El dirigente, quien tiene una gran experiencia en el mundo del deporte, por haber sido oficial de desarrollo en FIFA y presidente de la Federación de Fútbol de Chile.

El primer objetivo que se trazó quien se iniciara como periodista fue el de “despertar en todo el pueblo chileno las emociones que generan estas competencias, y transmitir la importancia del deporte a nuestra infancia y juventud, para su desarrollo futuro; estos Juegos nos pueden ayudar a concientizar sobre la importancia de la práctica deportiva, y a combatir el sedentarismo, la obesidad, y, sobre todo, a unir a todos los chilenos en una causa común, que es llevar adelante esta tremenda empresa”.

A poco de asumir, ya había manifestado que “estos Juegos son muy importantes para todo el país; es difícil trazar un ránking, pero podemos decir que la Copa Mundial de la FIFA-Chile 1962 fue el evento más grande del siglo pasado, y este es el mayor evento deportivo en Chile del siglo XXI . Después de un momento muy duro como el terremoto de 1960, el Mundial de Fútbol logró unir al país, ahora el objetivo debe ser el mismo”, aseveró.

En sus primeras acciones, el nuevo director ejecutivo visitó las sedes de competencia de Santiago 2023, en una tarea similar a la desarrollada para la Copa Mundial Femenina Sub 20 de la FIFA-Chile 2008, cuando se construyeron los estadios de Coquimbo, La Florida, Chillán y Temuco.

Asumir el cargo, a cuatro meses del inicio, resultó todo un desafío para Mayne Nicholls. “Soy un apasionado del deporte, he practicado muchísimas disciplinas, y cuando a uno lo invitan a participar en un evento de esta magnitud, con esta trascendencia para nuestro país, es imposible decir que no”.

Los Juegos Panamericanos se realizarán del 20 de octubre al 5 de noviembre. Tendrá epicentro en Santiago, aunque habrá actividades en cuatro regiones del país. Se calcula que participarán alrededor de siete mil atletas, de 41 países del continente, y a continuación se harán los Juegos Parapanamericanos, del 17 al 26 de noviembre, para 2 mil Para atletas de 33 países.

En Santiago ya pusieron los relojes en la cuenta regresiva. Falta, pero cada vez están más cerca.

Hernán O’Donnell

Atlanta llenó de goles la noche del domingo

Fue una muy buena actuación de Atlanta. Tuvo orden, dominio del juego, generó varias llegadas en el primer tiempo, y en el segundo lo liquidó con una actuación deslumbrante de Juan Galeano, y una serenata de goles que llenaron de alegría al “Pueblo Bohemio” en la noche del domingo.

Chaco For ver nunca le encontró la vuelta al partido, y se fue envuelto en una gran preocupación de cara al partido de la Copa Argentina frente a Rosario Central.

Atlanta formó con Nicolás Sumavil; Franco Camargo, Alan Aguirre, Fernando González y Marco Pinto; Alejo Dramisino, Mauro Bogado y Juan Galeano; Lucas Ríos, Nicolás Mazzola y Franco Vedoya.

El equipo de Diego Osella alineó a Gaston Canuto; Juan Galetto, Gino Barbieri, Facundo Monteseirin e Ignacio Abraham; Alan Sombra, Javier Iritier, Diego Sánchez, Mateo Maccari y Nicolás Silva; Jonathan Dellarosa.

A los 3′ avisó el local con un centro de la derecha y el cabezazo de Nicolás Mazzola que se fue desviado. Probó Lucas Ríos, a los 9′, y controló bien el arquero visitante.

Era más Atlanta, aunque For Ever intentaba equilibrar el juego, y a los 12′ fue Silva el que exigió a Nicolás Sumavil. Y a los 23′ volvió a disparar Silva, pero tapó bien Aguirre.

Se reordenó el “Bohemio”, y empezó a darle explosión a la banda derecha, con un muy buen trabajo del trío Camargo, Dramisino y Lucas Ríos. Cuando iban 31′ Camargo sacó un buen tiro que desvió Canuto al corner.

Respondió For Ever, a los 39′, con una jugada de Dellarosa, que enganchó y remató cerca.

Pero insinuaba más el equipo de Villa Crespo, que cerró el primer período con dos llegadas claras. A los 41′ un centro de Franco Camargo al corazón del área fue cabeceado por Nicolás Mazzola, y el balón pasó alto. Y a los 43′ otro centro de Camargo fue enganchado de taco por Lucas Ríos, pero el balón salió afuera.

Nicolás Diez, entrenador local, hizo una modificación para comenzar el segundo tiempo. Nicolás Medina entró por Franco Vedoya.

Cuando iban 51′ Osella hizo los dos primeros cambios del equipo chaqueño. Leandro Allende entró por Nicolás Silva, y Enzo Bruno ingresó por M. Maccari.

Enseguida llegaron dos variantes en el local. Iban 53′ y Federico Bisanz entró en lugar de Mauro Bogado, mientras que Javier Ferreira reemplazó a Nicolás Mazzola.

Crecía Atlanta en su juego, y a los 57′ armó una maniobra colectiva de pases y combinaciones entre Galeano, Dramisino, Ferreira, Ríos y el propio Galeano, que indicaban el camino del equipo.

Y empezó a coronarlo a los 59′ con un frentazo de Federico Bisanz, que puso el partido 1-0 para Atlanta.

Pudo aumentar a los 60′, cuando Juan Galeano habilitó a Alejo Dramisino, y el remate de este pasó muy cerca del palo derecho del arquero visitante.

Javier Bayk entró por I. Abraham, y Gonzalo Ríos reemplazó a Alan Sombra, en Chaco For Ever, cuando iban 63′ del partido. Eran el tercer y cuarto cambio del equipo de Resistencia.

Pero las cartas estaban echadas, y a los 64′ empezó a sentenciarse la noche, amén de los goles que fueron una hermosa serenata. Juan galeno entró por la izquierda, remató, su tiro se desvió en un defensor y puso el 2-0 para Atlanta.

Diego Osella hizo entonces el quinto y último cambio dele conjunto visitante; Nicolás Juárez entró por Javier Iritier cuando iban 68′ de juego.

Sin embargo, nada detenía la marcha “Bohemia”. Iban 71′ y Lucas Ríos pretendió rematar al arco visitante, pero le salió un tiro defectuoso y con dirección a Juan Galeano, quien dominó el balón y puso el remate que significó el 3-0 a favor de Atlanta.

Nicolás Diez, entrenador local, decidió hacer la cuarta modificación, a los 72′: Federico Marín entró por Lucas Ríos. Y a los 75′ hizo la quinta variante; Valentín Gelos ingresó por Alan Aguirre.

Nada estaba terminado. A los 75′ Juan Galeano sacó un potente disparo, que se metió en el ángulo izquierdo de Canuto, para marcar el 4-0 para Atlanta.

Era el cierre de una noche cercana a la ideal, con una actuación de Juan Galeano que guardará por siempre en su memoria, con una producción colectiva de alto nivel, y con una ilusión que volvió a encenderse una noche de domingo.

Hernán O’Donnell