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El calor de Brasil cobija la definición de la CONMEBOL Copa América 2019

Ahí está Copacabana, quizás la playa más famosa del mundo. Con mucha gente, con el calor que domina estos días de junio y la pasión por el fútbol que se ve en algunos picados, aunque hoy es jueves, quinta feira, y no es lo mismo que el fin de semana, cuando estallan los partidos en la arena, con arcos profesionales y con las distintas variantes de este bendito deporte. Brasil se despierta con la definición de la Copa, con los partidos a todo o nada, con la ilusión de cada nación de dar el golpe y avanzar. Porque, ¿Quien le quita a Paraguay la ilusión de dar la sorpresa y poder vencer al loca esta noche en Sao Paulo? ¿Quien se atreve a dar por sentado un resultado antes de jugarse el partido?

Las sabias palabras del Maestro Tabárez resuenan ahora que llegó el momento de la verdad. Ahora que comienza la ronda de cuartos de final y todos van por el sueño, aunque algunos están más calificados que otros.

La CONMEBOL instaló en el Posto 2 de Copacabana un stand atractivo, con canchas de fútbol de arena y césped sintético, más una sala de descanso y paseo con la exposición de las Copas que simbolizan los torneos que ella organiza, con un apartado especial para la Copa América.

Mientras la gente pasea por una Copacabana inmensa, que pareciera poder dominarse con la vista pero que cuando se emprende la caminata de punta a punta es larga, atractiva y exigente.

Su belleza natural cautiva. Sus puestos de comida y tragos, su arena blanca, sus aguas serenas, todo conforma una postal de uno de los lugares emblemáticos que tiene el planeta, a la hora de definir el turismo por excelencia.

En esa larga caminata cons encontramos con Néstor Clivatti, periodista de Rafaela, símbolo del esfuerzo y la dedicación de quien emprende cada cobertura con orgullo y compromiso. Allí iba con sus conexiones radiales, sus aportes en los medios gráficos y en las redes sociales.

Mezclado con los hinchas que pasean con sus camisetas. Por ahora se ven más de clubes que de la selección: Boca, San Lorenzo, Quilmes, Newell´s y otras ya se muestran por estas playas.

Mañana será otro cantar. Mañana juega Argentina, mañana veremos la celeste y blanca brillar en las calles y, esperamos, también en el mítico Maracaná. Pero esa será una historia que ya no dependerá de la gente; pasará por el equipo y su rendimiento. Argentina siempre sale a flote cuando todo parece complicado. Mañana es otra oportunidad para enderezar la nave y salir a flote.


Hernán O’Donnell

(Enviado Especial a Río de Janeiro, Brasil)

CONMEBOL Copa América 2019: Ahora viene lo mejor

Ya pasó la primera etapa, la que siempre esconde alguna sorpresa, la que siempre tiene algún resultado inesperado. La etapa del inicio, donde algunos equipos aún no están en su mejor versión, donde se mezcla el comienzo de una ilusión, un objetivo, con el cansancio del final de una temporada en los clubes que siempre es larga y exigente.

Ahora que ha terminado esa etapa que siempre implica algún sobresalto y que insinúa a los favoritos; la fase donde alguna selección sorprende y otra puede decepcionar. Ahora llegó el momento de la verdad.

Ya pasaron los partidos de los grupos y empieza el torneo por eliminación directa. “Una nueva Copa comienza”, dijo Lionel Messi. Y es así. Ahora todos arrancan de cero. Todos tienen las mismas chances y las mismas oportunidades. Tanto el que ganó todos los encuentros, Colombia, como Paraguay, que se clasificó con sólos dos igualdades, sin conocer la victoria. Ambos, como el resto, comienzan con las mismas posibilidades.

Claro que hay favoritos. Equipos que uno sabe, por propuesta, nivel de juego, capacidad individual, ensamble de equipo, y varios etcéteras, que están un poco por encima del resto y se asoman como los principales protagonistas del torneo.

Brasil asoma en primer lugar. Da toda la sensación que tiene todo para dar el zarpazo y quedarse con la corona en su casa. Mostró un alto nivel de juego, dominó a sus adversarios, nunca tuvo inconvenientes y demolió con goles cuando fue necesario. A Bolivia le ganó sin despeinarse; con Venezuela tuvo muchas ocasiones y le faltó justeza y un poco de profundidad para dañar a un equipo que se defendió con inteligencia y cerró filas para aguantar los embates locales. Y ante Perú apareciót todo su poder de fuego, incluso con momentos de alto rendimiento.

Uruguay le ganó un partido caliente a Chile y confirmó su candidatura a partir de la base de un juego colectivo aceitado, una identidad arraigada en el plantel, el histórico espíritu de lucha y la enorme jerarquía de muchos de sus futbolistas. Es un serio candidato el equipo de Tabárez.

Colombia ganó todos los puntos y al buen juego al que nos tiene acostumbrados le agregó un encomiable espíritu de lucha. Ya no es sólo el equipo del buen toque del balón. Ahora también es el conjunto que se agrupa, que presiona bien alto y que mete cuando tiene que meter. El portugués Carlos Queiróz le aportó mucho en ese aspecto.

Chile mantiene una base que ya se conoce y tiene experiencia ganadora: Medel, Aranguiz, Vidal, Vargas, Alexis Sánchez…jugadores que han triunfado en dos ediciones de este torneo continental. Con Gerardo Martino, Juan Antonio Pizzi o Reinaldo Rueda, el equipo mantiene su protagonismo.

La Argentina es una incógnita. Le ha costado acomodarse en los primeros encuentros, y sin embargo cuando aparecen sus individualidades es un equipo de temer. Parece que estuviera en otra frecuencia, que los fantasmas se apoderaran de ella, que los rumores hicieran eco en el rendimiento. Pareciera que el equipo no ha logrado aún un estilo. Y entonces surgen los futbolistas, el peso de su jerarquía, los nombres rutilantes que con hablarse un poco, encenderse en el momento justo y acomodarse en el campo, les bastara para dominar al rival y superarlo. La Argentina no ofrece garantías aún como un equipo en el estricto sentido de la palabra, pero irradia una sensación que en cuánto se encienden sus nombres, los rivales pueden pasar un muy mal momento. Cuidado con el equipo de Scaloni que cuando apela al orgullo y a la historia más el despliegue individual de cada una de sus estrellas, puede hacer tropezar al más pintado.

Allí están los candidatos. ¿Aparecerá otro? Todo puede ser en esta parte del mundo, donde el continente respira fútbol y en su torneo más añejo lo más importante está por llegar.


Hernán O’Donnell

(Enviado Especial a Río de Janeiro, Brasil)

Uruguay acertó al final y se llevó el premio mayor

Ya es un clásico. Con todos los condimentos: una rivalidad creciente, pierna fuerte, viejos enconos, disputa intensa y vehemencia en cada balón dividido. Uruguay y Chile mantienen un duelo con mucha “pimienta” desde hace varios años y anoche, en la lucha por el primer puesto de la tabla del grupo “C”, no fue la excepción.

Chile se mostró mejor en el primer tiempo. Empujado por el temperamento de Gary Medel y la ubicuidad de Pulgar, buscó con las proyecciones de Paulo Díaz y Pablo Hernández abrir el campo por los laterales. Tuvo más la pelota y el control de juego, y se arrimó con peligro. A ,los 10′ Muslera pudo rechazar un remate fuerte de Hernández, en la situación más clara para “La Roja”.

Uruguay tuvo su llegada a los 22′, tras un corner desde la derecha, el rechazo, el centro de De Arrascaeta y el desvío de Gonzalo Jara cuando Godín entraba libre para cabecear al arco.

Ya en la segunda etapa, Chile volvió a tener su chance con un remate de Alexis Sánchez a los 47′ que se fue apenas alto. El partido manetnía el espíritu del primer tiempo: una mezcla de jerarquía e intensidad que recorrían el campo y reflejaban un partido vibrante.

A los 68′ José María Giménez despejó con un cabezazo sobre la línea el envío que, también de cabeza, había hecho Hernández. Era la situación más clara del partido. Y era para Chile.

Hasta que a los 81′ una jugada bien laborada de Uruguay terminó en la valla de Gabriel Arias. Movimiento de pelota de derecha a izquierda, apertura para Rodríguez, el enganche leve hacia adentro, centro preciso y el cabezazo de Cavani se mete junto al palo derecho del arquero de Chile. Uruguay golpeaba cuando el partido se acababa…

Uruguay acertó al arco y se llevó el premio mayor. Tuvo sangre fría para llevarse un duelo caliente y ahora sueña con conquistar Brasil, como en aquella hazaña de 1950.


Hernán O’Donnell

Dos grandes partidos cierran la fase de clasificación

Esta noche se termina la primera fase de la CONMEBOL Copa América Brasil 2019, y el menú no puede ser más atractivo: dos encuentros que tienen premio, dos partidos de distinta jerarquía, pero con matices importantes y con mucho en juego, lo que los vuelve muy intersantes para ver.

Chile y Uruguay vana dirimir quien es el dueño de la zona “C”. Ambos mostraron un alto nivel de juego en los partidos iniciales; la “Celeste” se mostró con mucha capacidad en su debut ante Ecuador. Fue un equipo asfixiante, dinámico, potente, y con mucho juego y eficacia en ataque ganó 4-0 con actuaciones individuales muy destacadas en todas sus líneas. Frente a Japón se adaptó en todo momento a un partido que fue duro, cambiante, que en un principio tuvo que replegarse y defenderse, cosa que hizo muy bien. Después debió levantar un marcador adverso en dos oportunidades, y también supo como hacerlo con rapidez. Terminó con un ritmo superior al rival y pudo haberse quedado con la victoria, pero lo más importante es que el conjunto del “Maestro” Tabarez siempre sostuvo su identidad de equipo.

Uruguay se sostiene en su carácter, su impronta, su sentido de juego colectivo y el alto nivel de sus individualidades.

Chile es un equipo parecido; tiene garra en la defensa con el liderazgo de Gary Medel; Pulgar es la rueda de auxilio del medio campo, con la ubicuidad y participación permanente de Arturo Vidal, la experiencia de Aranguiz, y el peso ofensivo que sostienen Eduardo Vargas y Alexis Sánchez.

Es un partido muy atrayente, con dos equipos que tienen grandes figuras y están dentro de los candidatos al premio mayor. Habrá que seguirlo de cerca para delinear su futuro en la Copa.

Japón y Ecuador juegan una final por el pase a la segunda ronda. No dependen de nadie, sólo de su esfuerzo, capacidad e imaginación. El que gane, continuará en los cuartos de final y el otro quedará afuera; pero si empatan, el clasificado será Paraguay por tener mejor diferencia de gol. Entonces, no hay alternativa más que buscar la victoria. Y no hay lugar para las especulaciones. Ganar y seguir. Otro resultado significará volver a casa.

Así están las cosas en el Grupo “C”. Con dos grandes encuentros que nos invitan a vivir otra hermosa y vibrante noche de copas.


Hernán O’Donnell

Argentina tuvo jerarquía, disposición y propuesta para ganar y clasificarse

El gol de Lautaro Martínez cuando iban 4′ de juego no sólo fue producto de un error en la salida de la defensa de Qatar. También fue la señal de la postura de la Argentina en el partido, de la manifestación táctica que se disponía a desplegar y del peso y la jerarquía de sus futbolistas.

Porque el gol mostró que la Argentina iba a presionar bien adelante, que iría en búsqueda del error del adversario; que a la depurada técnica del conjunto qatarí le iba a oponer presión alta. Y en la definición de Martínez, tras interceptar el pase, se observó la enorme jerarquía del futbolista argentino para resolver rápido y de modo eficaz ante una situación que se presentaba no del todo cómoda.

Entonces vimos a una Argentina más parecida a lo que marca su historia: adelantada en el campo de juego, dominante, con la intención de asfixiar al adversario en su campo.

Qatar es un equipo bien trabajado, que tiene la escuela española de Barcelona, la de buen trato de balón, juego asociado y búsqueda de los espacios con movilidad y pases cortos. Así contó con varias llegadas al arco rival, sobre todo con combinaciones por los laterales, donde les costaba achicar a los volantes y se filtraban entre los marcadores de punta y los centrales. Un tiro libre en el palo fue la más clara de Qatar, mientras que Argentina tuvo varias oportunidades, la más clara fue la que no pudo rematar y el zaguero Pedro Miguel la sacó sobre la línea.

Argentina mantuvo el libreto en la segunda etapa. Con el sacrificio de Martínez y Aguero para presionar y correr a los defensores rivales; con Paredes bien adelantado y De Paul y Lo Celso cerrados en la ayuda. Después ingresó Acuña, para tener más recorrido por el sector izquierdo que el que podía ofrecer Lo Celso. Y Qatar que no se rendía, a pesar de que le costaba más llegar al arco de Armani.

El equipo de Scaloni pudo aumentar: un remate fuerte de Aguero tras un corner de Paredes fue bien rechazado por Al Sheeb; otro fue sacado de apuro por Al Hajri. Una buena maniobra de Aguero, que cerró con un tiro lejano fue desviada por el arquero y Messi tuvo una posibilidad con un remate que le quedó un poco atrás y se fue alto.

Para el campeón de Asia las esperanzas se iban con el reloj. Porque le faltó profundidad, potencia cuando llegó al área albiceleste y pimienta para el gol. Vale elogiar que siempre mantuvo el respeto por la pelota, por la salida prolija y por el juego asociado. Pero rondaba la sensación que su valla estaba al caer…

Y llegó con el golazo de Sergio Aguero, la figura del partido, tras una buena maniobra individual, con una gambeta larga y vertical por el sector derecho eliminó a dos defensores y derrotó a Al Sheeb con un remate cruzado, al palo más lejano del arquero, cuando se jugaban 81′.

Fue el gol del alivio y la tranquilidad, aunque Colombia derrotaba a Paraguay y el mínimo tercer lugar se aseguraba. El factible segundo puesto del grupo, que se preveía en los papeles, ya quedaba sellado.

La Argentina consiguió una victoria lógica y previsible ante un rival que empieza a hacer su recorrido en el fútbol con seriedad y profesionalismo, pero aún está lejos de las potencias. Está en el momento de aprender, y eligió un camino correcto para el crecimiento y el desarrollo.

Ahora valen las palabras de un sabio del fútbol, el “Maestro” Tabarez, dichas hace unos días: “¿Quien me firma que Argentina no puede salir campeón de esta CONMEBOL Copa América Brasil 2019?”.

Sabias palabras de un hombre respetado que dirige uno de los equipos más serios del mundo.

En una Argentina de voces contundentes, afirmaciones temerarias y discusiones infinitas, donde a veces pareciera que sólo importa imponer la opinión propia y despreciar la ajena, es hora de empezar a escuchar a los mayores, sobre todo cuando han demostrado a lo largo de una vida sabiduría, respeto y prudencia.


Hernán O’Donnell

En silencio, Chile mostró sus armas y se clasificó

Es el campeón defensor del título; o mejor dicho, el bicampeón. Chile ganó las dos últimas ediciones de la Copa América y se postula otra vez como uno de los candidatos. No ha hecho mucho ruido, no parece estar en la cima de América, no es el “candidato” de la “cátedra”, pero ahí está. Con 6 puntos posibles en dos partidos jugados, con el pase a cuartos conseguido y con varias virtudes para tener en cuenta.

El gol de Fuenzalida a los 8′ le dio tranquilidad. El partido se encaminaba ante un adversario que está en una etapa de formación, pero que quiere dar una buena imagen, revertir la dura caída ante Uruguay de la primera fecha. Ecuador no iba a ser ese equipo timorato y dubitativo, sino que plantearía una lucha dura por el dominio del juego. Se paró con mayor decisión y fue en busca del arco adversario. A los 26′ Enner Valencia consiguió la igualdad de tiro penal. Y empezó otro partido para “La Roja”.

“Sabíamos que íbamos a tener un partido difícil. porque el Ecuador que perdió con Uruguay no se iba a repetir con nosotros. Y así pasó. Era importante sumar por el grupo como está y más por el resultado de Uruguay-Japón”, señaló Rueda en conferencia de prensa tras el partido.

Por eso Chile salió más decidido en el complemento y alcanzó el segundo tanto a los 51′, por intermedio de Alexis Sánchez. Ese gol le dio una tranquilidad clave para el manejo del juego.

Chile fue más inteligente a partir de allí. Se acomodó mejor que en la primera etapa, cuando Ecuador pudo irse encima del arquero Arias, hacerle pasar algún sofocón y llegar al empate parcial.

“Nos faltó serenidad en el primer tiempo y Ecuador no nos hizo las cosas fáciles”, señaló el entrenador.

“Ahora vamos a enfrentar al mejor de Sudamérica (por Uruguay); una selección que tiene una solidez destacada y una jerarquía marcada, por eso debemos hacer un partido muy inteligente, y con todos los jugadores que estén en su mejor nivel”, dijo Rueda sobre el próximo enfrentamiento.

Chile tiene sustento a partir del temperamento de Gary Medel en defensa, las proyecciones de Isla y Beasejour, la presencia de Pulgar en la mitad de la cancha, el orden táctico de Arturo Vidal y la potencia ofensiva de Eduardo Vargas y Alexis Sánchez. Es un equipo duro, con oficio, que sabe lo que quiere y que pelea todos los partidos. Una mezcla de temperamento con capacidad ofensiva. Bien equilibrado y balanceado. Es verdad que pasó algún sufrimiento en el arco de Arias que no pudo repetir la buena tarea que tuvo ante Japón, pero el equipo parece saber bien claro lo que tiene que hacer en cada sector de la cancha y en cada momento del partido.

Allí está Chile. En silencio y con el puntaje ideal, el bicampeón le anuncia al continente que habrá que tenerlo muy en cuenta.


Hernán O’Donnell

En el duelo de orientales, Uruguay y Japón no se sacaron ventajas

Cuando Luis Suárez sacó ese tremendo remate de larga distancia al minuto de juego y la pelota tocó la parte superior de la red, por fuera, tras pasar a centímetros del travesaño, una corriente de emoción recorrió el estadio y entre los gritos y expresiones de admiración, se advirtió que se abría un partido muy interesante, abierto y disputado. Además, resultó mucho más equilibrado que lo que se preveía en el análisis de antecedentes.

Japón ya había mostrado muchas virtudes ante Chile; habíamos comentado que el resultado para los trasandinos (4 a 0) había sido un poco exagerado y la victoria no había sido sencilla. Ganó bien Chile, pero Japón mostró muchas variantes en ataque y un par de goles pudo haber convertido. Anoche fue más certero. Atacó y lastimó.

El inicio fue llamativo, porque Japón se volcó al ataque y procuró llegar con velocidad al arco de Muslera. Uruguay se replegó, achicó espacios con inteligencia y mostró su capacidad de adaptación al partido. Es un equipo, el de Tabárez, que busca proponer con potencia, pero que sabe defenderse muy bien cuando lo atacan. Ayer cumplió con el retroceso de Nández, la marca de Cáceres y la solidez de Giménez y Godín. Y metía rápidas contras a través de Cavani y Suárez.

A los 25′ llegó la primera sorpresa. Miyoshi apareció por derecha, tras un ataque bien combinado y derrotó con un fuerte remate al primer palo al golero Fernando Muslera. Japón le ganaba 1 a 0 al gran candidato.

Uruguay no se desesperó. Adelantó sus líneas y fue en busca de la igualdad, que llegó muy pronto, tras un penal advertido al árbitro por el VAR en una jugada donde Ueda va a trabar con la suela arriba antes de que llegue el pie de Edison Cavani. Para el juez existió falta (nos pareció que era más jugada peligrosa que foul) y sentenció el penal que convirtió Suárez a los 32′.

Entre polémicas, mucha velocidad y cambio de roles, el primer tiempo se cerraba con mucha intensidad.

El complemento iba a mantener las emociones. Uruguay había emparejado hacía rato el control del juego y se empezaba a acomodar más cerca del arco de Kawashima. Un par de remates de Suárez fueron controlados con lo justo por el arquero nipón. Parecía que los celestes podrían torcer el resultado.

Sin embargo, otra maniobra colectiva bien jugada por Japón, volvió a ponerlos en ventaja. Condujo Nakajima por izquierda, siguió en Okazaki, el centro cerrado al área chica, el despeje de Muslera y el balón que le cae a Miyoshi que vuelve a convertir. Japón, a los 59′, otra vez se adlenataba en el marcador: 2 a 1.

Pero Uruguay no es de los equipos que se entregan con facilidad. Se sacudió la bronca y fue otra vez, con fuerza y empuje, a buscar la igualdad.

Entraron De Arrascaeta y valverde para tener más fútbol y refrescar la mitad de la cancha. En un corner desde la izquierda, apareció en el primer palo José María Giménez y de cabeza, cruzada al segundo poste, convirtió el tanto de la igualdad. Iban 66′ y el partido quedaba 2 a 2.

Ya no habría alteraciones en el tanteador, pero sí se mantendrían las emociones. El equipo del “Maestro” Tabárez no se detenía. Iba por la victoria que le asegurara la clasificación. Japón no se resignaba. Mantenía el entusiasmo y la velocidad para jugarle de igual a igual un partido que para ellos no admitía terminarlo sin sumar siquiera un punto. Por eso se aferró a su enorme voluntad, para llevarse algo que lo deje en carrera.

Se fueron conformes a pesar de no haber ganado. Se fueron satisfechos porque entendieron que el punto les sirvió a los dos, que el partido se presentó difícil, cambiante y equilibrado; que lo pudieron ganar, pero también perder.

Se fueron tranquilos porque los dos saben que están en carrera, pero sobre todo porque regalaron un gran partido, saben que han jugado bien y la CONMEBOL Copa América Brasil 2019 se llevó, en lo que va del torneo, una de las noches de fútbol más agradables.


Hernán O’Donnell

Argentina se sostuvo en su historia y aún está en carrera

Parecía una noche complicada. Igual que la primera. Porque la selección comenzó con ímpetu, con ganas, con buen trato de balón y con la intención de imponer condiciones. Pero le quedaba lejos el arco de Paraguay y cuando el primer tiempo entraba en su fase media, las nubes se asomaron por Belo Horizonte y provocaron una jornada con sobresaltos.

Paraguay tuvo la primera llegada con un remate de Derlis González que se desvió al corner. Y enseguida llegó el tanto del conjunto Guaraní. Gran desborde de Miguel Almirón por izquierda, corrida magnífica hasta el fondo, centro atrás y el remate de Richard Sánchez al poste izquierdo de Armani que no pudo llegar con su estirada. Iban 37′ y Paraguay se ponía 1 a 0. La albiceleste pagaba caro sus errores; incluso pudo haber sido expulsado el arquero Armani tras una salida en falso y un puntapié violento sobre un adversario, aunque sin intención pues se advirtió su claro objetivo de impactar al balón.

Argentina se veía sacudida, confundida. No surgían ya las combinaciones ni el juego asociado. Mucho menos el equipo “vertical” que pide el entrenador. Pinceladas de Messi, la pelea de Lautaro Martínez con los grandotes del fondo, sus choques con Gustavo Gómez, y alguna maniobra de Lo Celso.

La Argentina sintió el golpe y se fue al descanso confundida. Paraguay se aferraba al orden, al buen trato del balón y a la posibilidad de organizarse rápido para salir de contra.

En el complemento entró Sergio Aguero por Pereyra. Tres volantes, Messi de enlace, dos puntas. Más las subidas de Casco y Tagliafico. Sin embargo, el empate llegaría por la incursión del VAR que advirtió al árbitro una mano difícil de advertir en un lanzamiento de Martínez que se estrelló en el travesaño. Leo Messi convirtió el penal a los 57′ y ya el 1 a 1 no se modificaría a pesar de las emociones que siguieron. Porque Otamendi fue al piso dentro del área para despejar un balón sin advertir que Derlis González entraba por delante de él. Lo golpeó con claridad y el penal fue asumido por el propio González, pero Armani adivinó la intención y lo desvió tras arrojarse a su izquierda. Iban 63′ y el resultado quedaba igual: 1-1.

Argentina no pudo aprovechar el envión emocional. Ingresó Di María, después Matías Suárez, pero no tuvo peso ofensivo. Y cuando pudo poner el balón en el área, apareció el arquero Fernández para responder.

El equipo de Eduardo Berizzo se paró bien de contra y cuando ingresó Oscar Romero todo su juego pasó por sus pies. Para arrancar, para contragolpear, para dormir el balón…mientras que el resto se acomodaba para achicar espacios, luchar y marcar.

No tuvo más imaginación la Argentina. Se quedó en el ímpetu y en alguna sociedad que no prosperó. Fue un equipo que mejoró el carácter, que asumió un poco más de protagonismo pero no encontró las ideas necesarias para torcer el resultado. Lo pudo ganar, es cierto, porque Fernández tuvo una doble tapada. También lo pudo perder en el penal de González. Le quedó el empate que sabe a poco, pero que sirve porque el equipo sigue con posibilidades. Eso sí, habrá que aprender rápido todas las lecciones porque en el último exámen, ante Qatar, la Argentina ya no puede fallar más.


Hernán O’Donnell

Brasil dominó a Venezuela, pero no pudo quebrar su resistencia

Desde el minuto inicial, Brasil se le fue encima a Venezuela. Con mucha dinámica y juego asociado, apenas comenzó el partido el local volcó el juego hacia el arco de Fariñez. Con la conducción de Philipe Coutinho, el desborde por las badas de Richarlison y Neres, el juego asociado de Roberto Firmino, las subidas constantes de Dani Alves y Luis Filipe, Brasil ahogó a Venezuela..

La “Vinotinto” fue ordenada en defensa. Se paró bien cerca de su área, se replegó con mucha contracción a la marca, se hizo fuerte en el medio con la capacidad del experto Tomás Rincón e intentó salir rápido de contra con la potencia de Rondón. Esos eran sus intentos. En el primer tiempo, la ¨manija” del partido la tuvo Brasil y sólo le faltó concretar. De hecho, en esa etapa marcó un gol no convalidado por el VAR, situación que se repetiría dos veces en el complemento.

La segunda etapa fue un calco de la primera. Sólo el paso del tiempo mermó un poco el empuje de Brasil y de a poco Venezuela se soltó en el campo. Claro que no pudo tener el control de las acciones, porque el balón pasaba más tiempo en los pies de los jugadores brasileños. Cuando tuvo alguna salida se encontró con la velocidad de Filipe Luis, Thiago Sila y la seguridad extrema de Alisson Becker, tal vez el mejor arquero del mundo en estos momentos.

Brasil mantuvo su libreto y sus ambiciones. Le dio forma a algunas variantes para poder desnivelar: Ingresó Everton para darle más dinámica al ataque, Fernandinho por Casemiro y Gabriel Jesús para tener mayor presencia en el área rival. Se la jugó por maniobras colectivas, jugadas individuales y creatividad a la hora de resolver.

Aún así, no pudo quebrar la defensa visitante, que se agrupaba en su área y retrocedía para achicar espacios. Dos tantos más no validados por el VAR aumentaron la impotencia de Brasil, que no pudo salir del 0 a 0 ni evitar los silbidos de su público, a pesar de que dominó el partido, creó muchas situaciones y mereció quedarse con los tres puntos.


Hernán O’Donnell

Brasil intentará sellar su clasificación en la noche de Salvador

Dani Alves se quejó de la exigencia del público paulista, de la falta de apoyo al equipo y hasta del silencio que acompañó muchos momentos en la noche del debut de Brasil en la CONMEBOL Copa América 2019 ante Bolivia. El defensor devenido en volante, o hasta en delantero, dijo que por momentos escuchaba hasta las indicaciones de Tité, el entrenador del equipo. Pero aseguró que en el Arena Fonte Nova la cosa sería distinta.

El amigo de Messi se expresó con sinceridad extrema. Y dejó en claro que el equipo está en crecimiento y necesita el apoyo de su gente.

Hoy tendrá una prueba más exigente que la de Bolivia. Es verdad que la victoria trajo mucha tranquilidad y que la clasificación está muy cerca. Pero tendrá enfrente un adversario calificado, que ha crecido mucho en los últimos 10 años, que tiene un proyecto importante en los juveniles y que se ha sostenido en este tiempo en una tendencia alcista, con resultados destacados en las competencias de jóvenes y también con victorias resonantes, tal como lo hizo con Argentina en eliminatorias y en el último amistoso. Venezuela ya no es la cenicienta del continente. Hoy todos la miran con respeto. De hecho, aún está fresca en la memoria la tarde gélida de La Plata cuando por la Copa América Argentina 2011, Brasil no pudo más que igualar con la “Vinotinto”, en la que ya se destacaba el volante Tomás Rincón.

Esa tarde ya parece lejana en el tiempo. Han pasado 8 años, dos Copas América en el medio, y las relaciones entre los equipos ya no son las que se mantuvieron durante muchos años, los iniciales.

Ahora, todo se ha emparejado. Desde lo físico y desde lo futbolístico. Se prevé para esta noche un partido duro, mucho más de lo que fue el debut para el local. Tité tiene la intención de incluir a Arthur en la alineación titular en lugar de Fernandinho. El volante de Barcelona, recuperado de su lesión, le propone más tenencia y distribución del balón. No habría mayores modificaciones en el resto del equipo: Alisson; Dani Alves, Miranda, Marquinhos, Filipe Luis; Arthur y Casemiro; Richarlison, Philippe Coutinho y Neres; Roberto Firmino.

Venezuela anuncia a W. Fariñez; R. Rosales, J. Chancellor, M. Villanueva, Luis Mago; J. Savarino, Y. Herrera, J. Moreno, T. Rincón, J. Murillo; S. Rondón.

La mesa está servida. Brasil va por los tres puntos que le garanticen la clasificación. Venezuela cosechó una unidad ante Perú y le sirve el empate, pues todo dependería de si misma ante Bolivia en la última jornada.

Se espera un partido vibrante y con emociones, esas que ya empezaron a meterse en esta, una nueva edición del torneo de selecciones más antiguo del mundo.


Hernán O’Donnell