El desafío de la selección

Es el tema de estos días, de estos momentos, de estas horas. La lesión de Leo Messi en el biceps femoral le abre un gran interrogante a la selección argentina ( y a Barcelona, por supuesto), porque es una dificultad física más larga de lo que se supone y puede llegar a tener inconvenientes para la serie de dos partidos ante Colombia y Ecuador, que se jugarán el 7 y el 11 del mes próximo.

Se cree, por estas horas, que Leo no jugará. Que tiene una necesidad de descanso de tres semanas, y no llegaría a esos trascendentales partidos. Que pueden encaminar el rumbo del equipo hacia la Copa Mundial de la FIFA-Brasil 2014. Que son puntos muy importantes. Pero la preservar la salud del jugador es aún más necesario. Entonces, a fuerza de ser realistas, más allá de las ganas del futbolista que pueden inclinar la balanza, la sensación es que el Sr. Sabella deberá arreglarse sin el Rey del fútbol mundial.

Messi y SabellaAparecen entonces las alternativas. Es un problema, sin dudas, no contar con el mejor del mundo implica una baja sensible. Pero es, a la vez, un enorme desafío. Para el técnico y para los compañeros. Todos deberán demostrar su real valía; que pueden distinguirse por sí mismos, más allá de lo que los potencia Leo. Entonces es una hermosa oportunidad para mostrar el valor de este conjunto.

Creemos que podría cambiarse el esquema. Aún en el partido de local. Buscar un poco más de equilibrio, lo que le falta al equipo y el propio entrenador puede ver. Porque la Argentina es una trituradora en ataque, pero sufre cuando la desbordan por las bandas (como sucedió ante Chile) y los dos volantes centrales (por lo general Gago y Mascherano) no dan abasto para cubrir el ancho del campo. Entonces de esos desbordes por las bandas llegan rivales armados a enfrentar a laterales que sufren la superioridad numérica, y centrales que salen a respaldar y dejan huecos importantes. Todo eso desemboca en un desequilibrio que concluye en un equipo que sufre mucho en defensa.

Messi y Sabella IIEs una buena oportunidad para darle más trabajo al equipo; para equilibrarlo; e, insistimos, si hace falta cambiar el esquema, el dibujo táctico.

Sería interesante probar con un 4-4-2. Dos volantes por los costados que tengan recorrido pero sepan también cubrir la zona. Para que no sufran tanto los laterales; para que los volantes centrales no libren una batalla desesperada en mitad de cancha ante “miles” de soldados rivales. Para no pasar contratiempos. Se puede probar. es más, se puede trabajar con Di María, Sosa, Augusto Fernández, Montillo, Maxi Rodríguez, y varios más, son jugadores preparados para cumplir esa función. Con Agüero e Higuaín de delanteros, no se peredría tampoco potencia ofensiva.

Es para pensarlo, aunque “la Pulga” puede patear el tablero, presentarse a jugar y todo queda en la teoría, pues el Rey estará otra vez al servicio del equipo y su magia inacabable dará por tierra todas estas especulaciones…

 

Hernán O’Donnell