Fue una mañana lluviosa, fría y gris en el Bajo Belgrano. Destemplada, con las esperanzas de siempre y el clima meteorológico que presagiaba un domingo difícil. Excursio, el de la ilusión copera, jugaba un partido más ante Mercado Central Sacachispas. Y en una temporada donde los resultados fueron magros, los últimos encuentros significan un estímulo especial para no sufrir con el promedio del año que viene.
Pero esta visto que el año fue malo y se cerrará así. Con una incognita grande por lo que también se anuncia para lo que viene. Pero la gente que acompaña al verde no entiende de pesimismos y desafió al frío y a la lluvia para acompañar al equipo.

Sin embargo, las malas nuevas llegarían muy temprano. A los pocos minutos, gol de la visita. Y todo que se hace cuesta arriba…
El verde intentó no deseperarse. Mantuvo la línea y el estilo: siempre intentó jugar; desde el fondo salió con toques cortos y precisos y buscó llegar mediante el orden y el progreso a partir del buen trato de pelota. Pero le costó aproximarse al arco visitante. Jugaba “lindo”, pero no era profundo. Incluso pudo sufrir otro tanto, por un tiro libre que se estrelló en el poste derecho.
Salió más decidido el local en la segunda parte. Ya no llovía tanto, y la movilidad de los futbolistas despertaban el acompañamiento de la gente. Parecía que se podía torcer la historia. Pero chocó una y otra vez Excursio. Contra la defensa visitante, los nervios, los centros repetidos y la imprecisión en la puntada final.

Se consumieron los minutos. Algún centro cruzado, un corner perdido, algún remate desde lejos. Y poco más. Excursio casi no tuvo ni una chance clara para empatar. Se fue otra vez derrotado, entre el disconformismo de su gente, los reproches a los jugadores, las quejas hacia el entrenador Vilas Boas…
Habrá que arremangarse y empezar a trabajar para el mañana. El presente es malo. El futuro parece complicado. Y el promedio amenza preocupante. Habrá que arremangarse y empezar a luchar para remontar la situación. Los últimos minutos mostraron un sol que, tibio, se asomó por el Bajo Belgrano. Los jugadores, encabezados por Mariano Gerhling ensayaron un pedido de disculpas, sincero, por la mala racha. Pero en ese gesto, y en el sol tibio que asomó al final, se enciende, una vez más, una luz de esperanzas para el viejo Excursionistas, que resiste a la mala suerte, al paso de los años y a los cambios del barrio.
Hernán O’Donnell