Sufrido y merecido, el triunfo de Arsenal en el clásico lo invita a soñar

Arsenal ganó el clásico del Norte de Londres al Tottenham Hotspur, y la victoria no sólo vale por la importancia de derrotar a un histórico adversario, sino porque le permite acercarse al puntero Liverpool y despertar la ilusión de un grande de la capital inglesa, que sueña con conquistar la Premier League como quien logra un tesoro imprescindible.

Fue ambicioso desde el inicio, soportó un traspié y supo remontar el marcador. Arsenal sufrió, pero ganó con justicia y llegó al segundo lugar en la tabla de posiciones.

Crédito: @Arsenal

El local formó con David Raya;  Jurriën Timber, William Saliba,  Gabriel Magalhães y Myles Lewis-Skelly; Martin Odegaard, Thomas Partey y Declan Rice; Raheem Sterling, Kai Havertz y Leandro Trossard.

El visitante alineó a Antonin Kinsky;  Pedro Porro, Radu Dragusin,  Archie Gray y Djed Spence; Yves Bissouma, Pape Matar Sarr y Dejan Kulusevski; Lucas Bergvall, Dominic Solanke, y Heung-Min Son.

Arsenal salió decidido y a los 2′ tuvo su primera llegada, con un pelotazo a Sterling que cortó la rápida salida de Antonin Kinsky. Y sostuvo el dominio inicial durante veinte minutos, en los que tuvo otro momento claro cuando Havertz trabó la pelota ante la salida de Kinsky y puso en riesgo la valla visitante.

Le costó un buen lapso a los Spurs cruzar la mitad de la cancha, pero cuando lo hicieron, lastimaron. A los 21′ Spence se fue por izquierda, lanzó el centro para el ingreso de Kulusevski, y Gabriel Magalhaes sacó al corner.

En ese momento de dominio, la visita abrió el marcador. Iban 24′, contó con un corner a favor, la pelota llegó afuera del área, donde remató Son, y tras desviarse en Saliba, entró en la valla local para transformarse en el 0-1 a favor de Tottenham Hotspur.

Fue una ráfaga de la visita, suficiente para convertir y poner nervioso al rival. Y Arsenal chocó durante varios minutos, en un empuje que tuvo más fuerza que claridad, hasta que halló la igualdad en una pelota parada.

Iban 39′ cuando llegó el tiro de esquina, Gabriel Magalhaes cabeceó, la pelota pegó en Kulusevski y se metió en el arco visitante, para sellar el 1-1 en el Emirates Stadium.

Y cuando Tottenham quiso reaccionar, Thomas Partey cortó muy bien un balón, la pelota le quedó a Odegaard, este abrió a la izquierda, por allí se lanzó Leandro Trossard, quien sacó un violento remate cruzado, que se transformó en el segundo gol del local, y a los 43′ de juego, Arsenal revirtió el marcador y quedó adelante por 2-1.

Crédito: @Arsenal

Angelos Postecoglou, entrenador de los Spurs, decidió hacer dos cambios para comenzar el segundo tiempo. Brennan Johnson entró por Yves Bissouma, y James Madison ingresó en lugar de Pape Matar Sarr.

El encuentro se hizo más abierto, pero con menos llegadas. A los 60′ vino la primera variante en el local; Gabriel Martinelli entró en lugar de Raheem Sterling.

Era más el Arsenal, porque le ofrecía salida su rival, pero explotaba con peligro los espacios en los contragolpes. Y a los 73′ Kinsky tapó con firmeza un tiro de sumo peligro.

A los 75′, Mikel Arteta realizó la segunda modificación en Arsenal. Kieran Tierney reemplazó a Leandro Trossard. En tanto, la visita apostó al ataque, y a los 77′ el brasileño Richarlison ingresó por el coreano Son.

Intentaba Tottenham, pero las más claras eran del local. Así, a los 83′ Odegaard se perdió un gol cuando remató afuera y estaba muy solo frente al arco.

Arteta efectuó dos variantes más en su tercera ventana habilitada, cuando ya iban 86′. Mikel Merino reemplazó a Declan Rice, y Oleksandr Zinchenko entró por Myles Lewis-Skelly.

El final fue de alta tensión, porque la visita se la jugó por el empate y tuvo algunas llegadas. Entre ellas, la más clara a los 90+3′, cuando un tiro de Pedro porro pegó en el poste izquierdo de David Raya.

Arsenal festejó mucho el triunfo. Porque fue en un clásico, porque fue sufrido, porque fue también merecido. Y porque lo metió en la pelea por el Título, esa quimera que desvela a una enorme población londinense.

Hernán O’Donnell