Un grito de alegría explotó en la nochecita de Viña del Mar. Ya se había acabado el tiempo y Nigeria festejaba una victoria muy importante. Nada menos que la consagratoria, la que le deba el título de Campeón Mundial Sub-17 de la FIFA. Un equipo que asombra por su exhuberancia física, pero también por su habilidad, su potencia y su don de juego. Un conjunto que marcó el ritmo del campeonato, que superó a cada uno de sus adversarios y no tuvo piedad, ni siquiera ante Mali en la final del domingo 8 de Noviembre, al que superó de punta a punta del partido. Fue claro dominador, no tuvo fisuras y se llevó con justicia el título.
A los 4 minutos tuvo un penal a su favor; el arquero Diarrá le contuvo el remate a Ebere, y el travesaño devolvió el cabezazo del delantero. pero no se quedaron las águilas. insistieron y fueron por más siempre conducidos por su número 9, Osimhen, la figura del campeonato.
En la segunda parte tuvieron su premio. Un golazo de Osimhen a los 53 y un tanto de Bamgboye a los 57 abrieron y cerraron el partido en un soplido. En pocos minutos Nigeria destrozó las ilusiones de Mali. Lo liquidó, y de contra lo pudo aumentar. Un festejo largo y merecido para estos nuevos Campeones del Mundo sub 17. Salud!
Hernán O’Donnell
(Enviado Especial a Viña del Mar, Chile)