Integra un grupo complicado, con el local Ucrania, la siempre difícil Suecia y un grande del fútbol mundial, que además mantiene con ellos una suerte de clásico: Inglaterra.
Sin embargo, Francia se postula como candidato. Sabe la zona que integra pero conoce su potencial. Un equipo sólido, compacto y con buen juego que quiere dejar atrás la pobre imágen que dejó en el Mundial de Sudáfrica 2010 y la manera controvertida en que consiguió el pasaje a dicha Copa.

Además, los últimos amistosos le generan mayor confianza. La tremenda victoria ante Estonia es todo un buen augurio: 4 a 0, y la posibilidad de marcar más goles, aún.
En Le Mans, Benzemá mostró todo su olfato de goleador, mientras que Ribery y Ménez marcaron los tantos restantes.
Con buen fútbol, y preponderancia en ofensiva, el equipo de Laurent Blanc (aquel recordado defensor Campeón Mundial en la Copa de 1998) cerró su etapa de preparación con muy buenos síntomas: tres victorias en los amistosos, un juego aceitado y varias figuras para proyectar.

Si de nombres se trata, Karin Benzemá se presenta como la figura estelar: campeón de la Liga española con Real Madrid, el delantero es uno de los más calificados del mundo. A él se puede agregar Olivier Giroud, delantero campeón de la Liga francesa con Montpellier, de gran clase y jerarquía.
En el centro del campo Francia cuenta con excelentes jugadores: El muy reconocido Frank Ribery, el talentoso Florent Malouda, Ménez, Diarra, Nasri…Sí, Francia tiene volantes para elegir.
En defensa se destacan Patrice Evra, Philippe Méxes, Gael Clichy. Todas individualidades que hacen al conjunto.
Lloris apunta a ser el arquero elegido.

Las victorias ante Islandia, Serbia y Estonia alimentan la esperanza. Tres triunfos consecutivos para templar el ánimo y mantener el espíritu ganador. Saben que la empresa es difícil, el grupo complicado, el debut con Inglaterra, luego enfrentarán al local Ucrania, cerrarán con la siempre combativa Suecia…Pero Francia, sueña.
Francia sueña con volver a levantar la Copa. La misma que, alguna vez, levantaron Michel Platiní y David Trezeguet.
Hernán O’Donnell