Un espectáculo imperdible

Imposible de evitarlo. Un clásico de la magnitud de Argentina y Brasil es para gozarlo, para esperarlo, para no perdérselo.

Jueguen donde jueguen y por la instancia que sea, nunca es un partido más. En esta oportunidad, aquí en Resistencia, se dirime otra versión del Superclásico de las Américas. No es un amistoso; hay un trofeo en juego. Pero más allá de eso, la eterna rivalidad entre albicelestes y verdeamarelhos siempre provoca un atractivo especial.

“Partido histórico” lo define el diario local “Norte”; es el principal titular de su portada, que divide entre las imágenes del entrenamiento argentino y la figura de Neymar, el principal futbolista del “Scratch”.

“Siempre me gustó tener un equipo con tenencia de balón. Pero a veces no es todo la posesión, eso es solo una parte. Además, tenés que tener jugadores que puedan dañar al rival”. dijo Sabella en conferencia de prensa.

Y agregó: “En la ida jugamos en una cancha muy grande. Una de las más grandes de todo Brasil. La pelota no salía nunca afuera del campo. Eso es por las dimensiones y también por la jerarquía de los futbolistas”. en la misma rueda de prensa.

“Los jugadores hicieron un muy buen partido en Goiania, hicieron lo que se les pidió. Si de visitante el planteo fue criticado, de local lo sería más, pero todas las opiniones son respetables”. también comentó el entrenador.

“Del partido analizo el resultado y el rendimiento del equipo. Esta clase de encuentros sirven para ver el rendimiento de los jugadores ante un adversario tan poderoso como Brasil”. añadió el director técnico argentino.

Toda una incógnita por develar: si jugará con 5 defensores o 4, y si en este caso incluirá a Walter Montillo, como enlace u organizador de juego. Se sabe que el ex volante de San Lorenzo tiene características definidas para tener un equipo con mayor volumen de juego, aunque será el entrenador, al cabo, quien defina la estrategia y la táctica a emplear.

Es un miércoles lluvioso en Chaco. La expectativa crece a medida que se acerca la hora del partido. En las plazas, en los bares, ya se juega. La gente empieza a tomar el pulso de las grandes jornadas, esas que hacen que todas las tareas se detengan por un momento. El fútbol se vuelve el centro de las atenciones. Como en aquella “Fiesta” de Joan Manuel Serrat por unas horas ricos y pobres serán iguales, compartirán esa fiesta moderna en que se ha convertido el fútbol internacional.

 

Hernán O’Donnell

(Enviado especial a Resistencia, Chaco)