…Y una noche de febrero, asomó Sol de Mayo

Así es la Copa Argentina. Emotiva, por naturaleza. Porque esconde sorpresas, porque nada está escrito de antemano, porque es imprevisible, porque está hecha de historias maravillosas. Como esta que se escribió en la Provincia de Santa Fe, donde un grande del fútbol argentino, casi local pues jugaba a unos 140 kilómetros de su casa, cayó ante un equipo humilde, proveniente de Viedma, Río Negro, a miles de kilómetros de su hogar, con un presente deportivo que lo ubica por el fondo del Federal A, la tercera categoría de nuestro fútbol.

Sol de Mayo salió a jugarle de igual a igual, sin temores, con mucho esfuerzo y sacrificio. Sostenido en su principal figura y capitán, Diego Galván, Campeón de América con estudiantes en 2009 y de paso por River y Olimpo, entre otros, el conjunto patagónico no se escondió. Y aprovechó cada ventaja que le dio Central, que pareció atado en el partido. Muchos volantes y sólo Riaño para pelear arriba. Y si bien Central presentaba cuatro volantes ofensivos, no le alcanzaba para inquietar a Torres.

Sobre el cierre de la etapa, la primera sorpresa. Iban 43′, y Sol de Mayo abrió el marcador: Valdebenito entró por izquierda, cruzó el centro al área chica y Reyes convirtió. 1 a 0, y a descansar.

En el segundo tiempo, Central salió con un poco más de decisión, a partir de la movilidad de Palavecino, las trepadas de Becker y la amenaza constante de Riaño. Pero no le alcanzaba. Y por si fuera poco, a los 57′, un tiro libre desde la derecha, al corazón del área fue aprovechado por Malacarne para convertir de cabeza. 2 a 0 para el equipo de Viedma, y las lágrimas de emoción que se derramaban por las tribuna visitante…

La alegría iba a durar unos instantes. En tres minutos, Central llegó al empate, con dos aciertos de Riaño. 2 a 2 y volver a empezar.

El partido se hizo más trabado, luchado. Central empujó, pero le faltó profundidad. Sol de Mayo, como si fuera la última vez, dejó jirones de vergüenza deportiva. Y puso tanto corazón, que le llevó a los penales.

Y en la “lotería” de los tiros de los 11 metros, la fortuna y la eficacia estuvieron del lado de los de Río Negro.

Sol de Mayo escribió una página histórica en la sorprendente Copa Argentina. La Copa de las sorpresas vio caer al campeón en su primera presentación. Es que no esperaba que una noche de febrero, muy lejos de su casa, asomara el Sol de Mayo…



Hernán O’Donnell