La Premier League y un final de bandera verde

Se constituyó como la mejor Liga del mundo. A fuerza de incorporaciones, sí, pero sobre todo a partir de unas cuantas decisiones que la llevaron a ser la Liga más equilibrada, la más atrayente, la más deseada.

Resolvieron el tema de la seguridad. Afuera los “hooligans”, los violentos, los que nada tienen que hacer en un estadio. Después de muchos años de sufrir la agresividad de un sector del público, la Football Association resolvió tomar el toro por las astas y alejó a los indeseables. La Liga se convirtió en un espectáculo mucho más agradable para concurrir.

Después está la parte deportiva. A la tradición inglesa de ataque, desborde, centro atrás y cabezazo, le agregó condimentos que mejoraron aún los rendimientos de los equipos.

Y la incorporación de grandes figuras le dio un toque de brillo, de jerarquía. Un plus, un valor agregado que siempre es muy bien recibido.

Y esta temporada, la 2018/19, es tan atractiva como las últimas. Porque se ha dado una paridad interesante, porque aparecen varios equipos en la cima, y porque se han perfilado los conjuntos que luchan por el título, los que buscan la clasificación a la Champions League, los que tratan de llegar al consuelo de la Europa League y hasta los que pelean por no descender a la segunda categoría.

La disputa por el campeonato, cuando restan 10 partidos, parece ya una lucha mano a mano entre Liverpool y Manchester City. El tercero, Tottenham Hotspur, luce un poco alejado. Todo se ve en una pareja carrera entre los “Reds” y los “Ciudadanos”.

Dos equipos con estilos bien definidos, con muchas virtudes y merecimientos para terminar en lo más alto.


Liverpool, el puntero, tiene toda la impronta de su entrenador Jurgen Kloop. Un equipo intenso, ofensivo, de gran espíritu colectivo y con varias piezas claves. El arquero Allison, el defensa Van Dijk, el lateral escocés Robertson (de los mejores del mundo), el trajinar de los volantes como Henderson y Milner y la capacidad de sus delanteros, Mané, Salah, Origi, Sturridge…Su último resultado fue una victoria por 5 a 0 ante Watford, clara, concluyente, indiscutible.

Pelea mano a mano con el City de Pep. Un equipo con todas las características de los conjuntos de Guardiola: cuidado del balón, salida prolija, tenencia en la búsqueda de la oportunidad, apertura de espacios y contundencia a la hora de definir.

Se sostiene en la seguridad de Kompany y Otamendi, la calidad de sus volantes como De Bruyne, Gündogan y David Silva y la enorme jerarquía de sus delanteros: Sergio Agüero (primero en la fila), Sané, Sterling…

El City gana por demolición o por el peso de su juego. Puede vencer por goleada o por la mínima diferencia y de penal, tal como sucedió en su último partido frente a West Ham United.

La lucha está declarada. Detrás, un montón de equipos que pelean por llegar a las Copas de Europa. Pero eso será materia de otro análisis, de una próxima nota. Por ahora, disfrutemos y gocemos con este final de bandera verde entre dos equipos que sueñan con alzar el trofeo de Campeón cuando finalice otra temporada de ensueño.



Hernán O’Donnell