El Sub 17 y la alegría de ganar el Superclásico de las Américas

Así se lo bautizó hace un tiempo al enorme choque futbolístico entre la Argentina y Brasil. “El Superclásico de las Américas”. Y si bien el nombre parece rimbombante, le queda bien. A la medida. Es un partido que asombra al mundo, gigante. Aunque se juegue en otra categoría, como la de anoche, el Sub 17. Y por el Torneo Sudamericano Lima 2019, clasificatorio pra al Copa del Mundo Sub 17 de la FIFA-Brasil 2019. Se juegu donde y por el torneo y edad que se juegue, siempre será Argentina- Brasil, el Superclásico de las Américas.

En esta oportunidad, además, había un condimento extra. Era como una especie de final. Por lo menos para Argentina, porque Brasil ya está clasificado al mundial como país organizador. Pero para la albiceleste, la única chance de pasar a la segunda ronda era de una forma dura y exigente: ganar y por tres goles de diferencia. Empresa nada sencilla, sobre todo ante Brasil.

Y los pibes se la jugaron. Con orden y con enjundia. Con habilidad y esfuerzo, con talento y sacrificio.

El primer tiempo era parejo y sin grandes ocasiones de abrir el tanteador. La Argentina buscaba, pero no lograba perforar la defensa brasileña y mientras pasaban los minutos, asomaba una sensación de que el partido parecía difícil de quebrarse. Pero a los 37′ una falta innecesaria de Renan sobre Zeballos (lo cruzó a la altura del cuello) le otorgó el penal que Matías Godoy supo convertir.

La Argentina pasaba a ganar 1 a 0 y se metía más en la pelea. Era el gol de la calma, de la tranquilidad y de la esperanza.

En el segundo tiempo, el desarrollo fue otro. Mucho más volcado el equipo de Pablo Aimar al ataque, a los 55′ llegó el segundo tanto, con un remate desde afuera del área de Matías Palacios. Un golazo del joven volante de San Lorenzo. 2 a 0 y a jugarselá que había tiempo y sólo faltaba un tanto.

Brasil cometió el pecado de intentar salir del partido. De no jugarlo, de que no se jugase. Se metió atrás, lo cuál no sería criticable si lo hiciera con criterio: refugiarse un poco, achicar espacios y pensar en salir rápido de contragolpe. Pero, no. Se metió demasiado cerca de su arco, y procuró enfriar, demorar, dejar pasar el tiempo.

La Argentina insistió con el juego. Con Palacios como conductor, con Godoy y Zeballos como socios, con la voluntad de todos. Y cuando los minutos pasaban y el arco brasileño se cerraba, la albiceleste mandó a los centrales, sobre todo a Amione a jugar de delantero, bien metido en el área brasileña. Los laterales abiertos y Palacios más retrasado para conducir, distribuir y organizar los ataques de un encuentro que se jugaba en el campo de la verdeamarela.

Y tanto fue a la búsqueda, tanto fue a la fuente, que al final la rompió. Se jugaban 92′, ya era el tiempo de descuento y el final asomaba cercano. Matías Palacios recibió sobre la izquierda, sorteó con un taco la marca del lateral, también la falta y corrió tras esa bola para lanzar el centro pasado. Apareció Godoy por detrás de todos y con el último aliento, sobre la línea de fondo, metió la pelota atrás, en el área chica, justo donde estaba Amione. El arquero se había pasado tras la pelota que alcanzó Godoy, y el defensor de Belgrano se encontró solo, con tres brasileños en la línea del arco, que trataron de hacer lo imposible. Amione, con total serenidad remató seco, bajo , al medio del arco y selló el imprescindible tercer gol. La locura, la alegría, todo encerrado en el festejo. Y la sabiduría para jugar y manejar los dos minutos que faltaban de la prórroga.

La Argentina había conseguido el objetivo: ganar 3 a 0 y obtener la clasificación al hexagonal final que otorga 4 plazas para el mundial. Había logrado la satisfacción de ganar el Superclásico de las Américas.

Pero le quedaba algo más por lograr: el saludo cordial y respetuoso al vencido, la mano tendida para felicitar y demostrar hidalguía deportiva en la victoria, esa que es tan difícil a veces de conseguir. Saber ganar y ser respetuoso con el adversario derrotado. Lo consiguió. Se llevó el respeto y el aplauso por ser un buen ganador. Que es bastante más que una simple victoria deportiva.



Hernán O’Donnell

Un Angel para la salvación

Un partido malo, casi sin llegadas ni situaciones de gol, sin aproximaciones ni volumen de juego. Sin emociones ni revelaciones. Con mucho viento y demasiadas infracciones.

Argentina le ganó a Marruecos 1 a 0 con un gol de Angel Correa a los 82′, que sirvió para salvar la ropa, decorar un resultado positivo de cara a la historia y la oportunidad de ver a algunos futbolistas. No mucho más.

A diferencia del encuentro ante Venezuela en Madrid, esta vez el DT argentino, Lionel Scaloni, eligió ir a los seguro. Un clásico 4-4-2 para tener seguridad y confianza en la defensa, controlar el juego en mitad de cancha, y apostar al ataque con los dos delanteros y la llegada de los volantes externos y, en modo eventual, algún lateral o algún medio centro.

Andrada; Montiel, Pezzella, Kanemann y Acuña; Pereyra, Guido Rodríguez, Paredes y De Paul; Lautaro Martínez y Dybala. Clásico, para no pasar sobresaltos.

Pero no quedó mucho del partido. Poco para sacar conclusiones. Durante el primer tiempo hubo más infracciones que juego. Más roces que fútbol. Más revuelo y entrevero entre futbolistas que jugadas armadas. Los locales propusieron un partido físico y de corte sistemático. Argentina no supo escapar a esa propuesta. Al contrario, en lugar de intentar salir de esa telaraña y contestar con juego asociado, la albiceleste hizo causa común y contestó golpe por golpe. Entonces, más que un partido de fútbol internacional, se transformó en un desafío de barrio con guapeadas en cada acción interrumpida.

El segundo tiempo tuvo un poquito más de juego. Un poquito. Pero no demasiado. Marruecos hizo su juego. Y la Argentina no evolucionó. No cambió mucho su juego al margen de los ingresos de Suárez, Correa, Zaracho, Lo Celso, Marcone (al final) y hasta el arquero Musso, que entró a los 66′ para poder mostrarse un rato.

Nada pasaba hasta que se encendió un Angel. De un lateral, Correa hizo su clásico giro, la llevó de afuera hacia adentro, tiró una pared, gambeteó a un defensor y largó el remate cruzado para abrir el marcador a los 82′ de juego.

Nada más para destacar. Entre el viento, las infracciones permanentes y la falta de imaginación y atrevimiento hicieron del encuentro un partido ordinario.

Argentina rescata la victoria, que le sirve para las estadísticas y sumar confianza. Por lo demás, tendrá todavía mucho para trabajar y soñar, tal como lo sueña el pueblo futbolero, con recuperar la identidad y la esencia del viejo y querido fútbol argentino.



Hernán O’Donnell

Aún con el regreso de Messi, la Selección no encuentra su camino

Cuando todos esperábamos el regreso de Leo, la selección nos volvió a traer a la realidad: dudas, insuficiencia y toda la tarea recaída en las espaldas del mejor jugador del mundo, que, se volvió a ver, produce mucho, muchísimo, pero no puede hacer todo. Para eso necesita un equipo que acompañe.

Y Messi volvió al seleccionado una noche de primavera en Madrid. En una selección que necesita reconstruirse. Y para ello necesita formarse un equipo, con Messi incluído. Un equipo de 11 jugadores, no de uno y diez alrededor.

De entrada, un golpazo. A los 5′ un pelotazo largo para Salomón Rondón, a espaldas de Foyth y de Mercado, el atacante metió la diagonal llegó al área libre y de emboquillada a la salida apresurada de Armani, convirtió el gol. Venezuela arriba 0-1 en el amanecer del partido.

Apenas se acomodaban en el campo, y la Argentina sufría un cachetazo. Una mezcla de deficiencia en la defensa y virtud del delantero.

La selección sintió el golpe y quedó aturdida. No tuvo una reacción desmedida; se quedó con la pelota, sí, pero careció de fuerza, de espontaneidad, de aceleración…Y de contra, venezuela amenazaba; a los 35′ Machís apareció a espaldas de Lisandro Martínez y Armani salvó con lo justo. A los 37′ Messi sacudió desde afuera y el arquero de Venezuela, Fariñez se estiró para sacarla al corner. Después habilitó a Lautaro, pero su cabezazo su fue arriba.

Y a los 43′, otro terrible golpe. Foul a Tomás Rincón, la defensa que se distrae con el árbitro, pase rápido a Murillo y un remate cruzado que Armani no pudo detener. Venezuela arriba 0-2, y final de un primer tiempo deslucido para el equipo de Scaloni.

Solo el talento inagotable de Lionel Messi disimuló el desconcierto de la Argentina. Un equipo sin imaginación, trabado en el armado de las maniobras, con el único argumento de contar con un futbolista capaz de armar jugadas de peligro y muy endeble en defensa, se iba al caer el primer tiempo, 0-2 abajo ante Venezuela.

Scaloni metió mano y tres cambios para el segundo tiempo: adentro Kanemann, Suárez y Blanco. Afuera Lisandro Martínez, Mercado y Gonzalo Martínez. Se arma una línea de 4 con Armani; Montiel, Foyth, Kanemann y Tagliafico; Blanco, Paredes y Lo Celso; Messi; Lautaro Martínez y Suárez.

Un poco más de decisión, un poco más de presencia ofensiva…Y a los 13′ Lautaro martínez aprovecha una buena maniobra de Messi, el pase a Lo Celso y el delantero del Inter convierte: 1-2, de contra y a meterse en el partido.

El cambio de Benedetto por Lautaro no alteró el esquema. Argentina siguió con ímpetu, pero Venezuela tenía una carta en la manga: Josef Martínez. Entró, fabricó un penal y lo convirtió con maestría a los 30′ del ST. El resultado llegaba al 1 a 3 y a una sensación de vergüenza y disgusto.

Si alguién se había ilusionado, todo volvía a fojas cero. El error de Foyth es parte del aprendizaje, Martínez forzó la falta, el joven argentino no lo supo sortear.

Argentina no tuvo reacción. Solo la capacidad de Messi para buscar, intentar, tratar de armar algo. Pero no hubo nada. Benedetto estuvo errático, Suárez fue de mayor a menor, el ingreso de Pereyra no cambió demasiado. Venezuela tuvo orden y velocidad para cortar y salir de contra. Jugó mejor y ganó bien.

La Argentina se llenó de dudas, no tuvo juego ni rebeldía y se llevó una derrota dura ante un rival que a lo largo de la historia siempre fue inferior, pero que en esta noche de Madrid pareció una potencia y desnudó todos los defectos de Argentina.



Hernán O’Donnell

La Selección y Scaloni vuelven a rendir examen

Se lo ve sereno, como siempre. desde que asumió el cargo, Lionel Scaloni transmite una paz y una tranquilidad que son, en principio, acordes y necesarias para el cargo que tiene. La selección argentina precisa un conductor que tenga conocimientos, ganas y tranquilidad. mucha tranquilidad, para un momento espeso, de transición, con muchos golpes recibidos en los últimos tiempos, el más duro y fuerte fue el de la Copa del Mundo de la FIFA-Rusia 2018, con una eliminación fuerte en octavos de final ante Francia, pero con dos actuaciones fallidas en los partidos anteriores, en la fase de grupo, que incluyen un insólito empate con ¡Islandia! y una dura derrota con Croacia por 0-3.

Ahora es tiempo de barajar y dar de nuevo. de recomenzar la tarea, de empezar un ciclo nuevo, que ya tiene algunos partidos y algunas señales, pero que con la llegada de César Luis Menotti al cargo de Director de las seelecciones nacionales, le da una nueva vuelta de tuerca al inicio del nuevo ciclo y todo concluye en un volver a empezar.

En ese contexto, Lionel Scaloni luce tranquilo. Como lo deja ver desde que asumió el cargo. Y mañana tiene una nueva prueba, con el agregado de tener a Leo Messi, por pirmera vez para el DT, en el equipo.

“La formación será: Armani, Montiel, G. Mercado, Foyth, Lisandro Martínez y Tagliafico; Lo Celso y Paredes; Messi, Lautaro Martínez y Gonzalo Martínez”, anunció el entrenador. “El esquema puede variar durante el partido”.

“El DT de Argentina, como los DT de las selecciones grandes siempre están en evaluación. Y es un orgullo que hable bien de nosotros”, en referencia a su situación y la posibilidad de estar a prueba, aún.

“Estamos todos muy contentos con la vuelta de Leo. Soy joven, pero tengo la posibilidad de contar con él. Tenemos que intentar que el equipo lo acompañe y que Leo de lo mejor de sí”, agregó.

“Nosotros tenemos una manera de jugar y sentir el fútbol, lo hicimos en estos seis partidos y no lo vamos a variar. Esperamos que con la vuelta de Leo todo esto se potencie más”, señaló Scaloni.

“Planteamos el partido para llevar la iniciativa, eso es lo que queremos. Tenemos un mediocampo con jugadores de buen pie. También tenemos futbolistas en los laterales que pueden hacer daño. Lo importante es ser protagonistas. Y a veces nos puede tocar defender, los grandes equipos son los que saben defender, porque te puede pasar que el rival en algún momento te supere y tengas que saber defenderte”.

“Analizamos al Seleccionado Venezolano. Es una selección que está en alza. Que en la Copa América va a dar que hablar. Juega un fútbol bastante directo, un rival difícil, es una buena prueba de cara a lo que viene a nivel sudamericano, y nos va a dar la pauta de donde estamos”, respondió respecto al rival.

Ya falta poco. Con los nervios lógicos del nuevo examen, la Argentina empieza a probarse ante Venezuela en un Madrid que le abre sus puertas a la primavera europea.



Hernán O’Donnell

Rosario, entre la arena, el sol y el fervor de la gente

Un clima cambiante, con días de sol y calor y otros nublados y lluviosos que hasta obligaron a suspender la actividad. Todo junto y mezclado pasó en algunas jornadas de los IV Juegos Suramericanos de Playa ODESUR Rosario 2019. Mientras, lo que prevaleció fue el fervor de la gente, que empezó de modo tímido con el comienzo de las actividades y creció muy alto a partir del fin de semana.

Rosario se mudó al Río Paraná y entre música, aplausos y ovaciones, la Argentina conquistó varias disciplinas hasta alzarse en el primer puesto, por el momento, del medallero.

Tal como sucedió en los Juegos Olímpicos de la Juventud Buenos Aires 2018, las chicas del Handball de Playa fueron de las más cautivantes para el público. Las famosas “Kamikazes” se llevaron el oro y desataron la euforia en uno de los deportes más populares. La final contra Brasil fue dura y complicada, pero la sacaron adelante con el orgullo que las caracteriza.

En varones, Brasil fue el que se llevó el primer premio. Mientras que el Baech Voley, otra actividad convocante. Uruguay venció en la final masculina a la Argentina y Brasil obtuvo el bronce. En las damas, Brasil se llevó el oro, Argentina la medalla de plata y Colombia la de bronce.

El rugby fue una gratísima alegría. Argentina ganó la medalla de oro tanto en varones como en mujeres.

El clásico clima de los juegos Deportivos. Que puede ser Olímpico, panamericano o Suramericano. La fiesta que se vive en cada escenario, el clima de alegría y camaradería, la mezcla de nacionalidades, religiones, géneros y edades. El compartir las horas, los momentos…

Todo eso vive Rosario. La fiesta del deporte.



Hernán O’Donnell

La selección empieza a definir su cara

El Mundial de Rusia quedó atrás. La frustración de otra oportunidad perdida, desaprovechada, desperdiciada, se fue lejos con el tiempo. Otro sinsabor de un equipo que empieza a ver como sus últimos logros (Copa América 1993, o Copa del Mundo 1986) se transforman en un recuerdo lejano o historias noveladas para las nuevas generaciones. Una camada excepcional de futbolistas que no pudieron coronar con un título sus innegables condiciones, y que se encadenan a las frustraciones que se vivieron en 2002, 2006, 2010 y la excepción de la final del 2014.

Todo un tema el de la selección argentina. Ahora es tiempo de poner en marcha un nuevo plan, una nueva ilusión. Es cierto que el ciclo de Lionel Scaloni ya suma algunos partidos y ha mostrado una renovación, pero esta gira empieza a definir la nueva cara del seleccionado.

Lionel Messi está de vuelta en el equipo. En realidad, es como si no se hubiera ido nunca. Sobre su figura estará otra vez la columna, el sosten del equipo. Con un aliado histórico, Angel Di María. El resto, un equipo nuevo que buscará su identidad.

El primer examen es el viernes ante Venezuela. Será en el imponente Wanda Metropolitano, el estadio del Atlético de Madrid.

El DT ya imagina el equipo. Poco se sabe, hasta ahora, pero se presume que atajará Franco Armani, el arquero de River. Que en la defensa podrían estar Saravia, Foyth (o Mercado), Pezzella (o Kanemann) y Tagliafico,

En el medio Paredes y Lo Celso como volantes centrales. Más adelante Correa (o Pereyra), Messi y Di María; y el centrodelantero Lautaro Martínez.

Pero lo más importante es que el propio DT también entrará en la evaluación. Así lo entiende el Director General de Selecciones Nacionales, César Luis Menotti.

“Habrá una evaluación, pero no desde los resultados. Tengo una excelente relación con Scaloni, es un muchacho con muchas ganas y ojalá gane todos los partidos y llene los estadios”, aclaró el legendario entrenador rosarino.

Así está la selección. Con una nueva cara, y al comienzo de una etapa que tendrá definiciones.



Hernán O’Donnell

Errol Spence Jr, fuera de toda discusión

Se esperaba este combate, muchos pensaban que podía ser de alto nivel, hasta lo pronosticaban como la “pelea del año”. Tenían razones, dos pugilistas de primer nivel, acostumbrados a las grandes carteleras y con antecedentes muy ricos.

Sin embargo, como pelea no fue descomunal ni inolvidable. De alto nivel, sí, por la jerarquía de los contendientes, pero el producto que elevaron, lo que realizaron en el ring, la “pelea”, en definitiva, no alcanza un puntaje elevado ni los standares de los más exigentes. y no por el ganador, que en definitiva hizo su trabajo de manera impecable y se llevó la victoria de modo incuestionable, sino porque Mikey García estuvo muy lejos de su mejor versión y ofreció una noche para el olvido.

Subir tanto de peso fue un riesgo innecesario para Mikey. Quienes le sugirieron que la apuesta no era conveniente, tenían razón. Errol Spence Jr retuvo el título Welter de la Federación Internacional de Boxeo (FIB) en fallo unánime (e indiscutible): 120-107, 120-108 y 120-108 fue el veredicto de las tarjetas. Inapelable. El texano ganó todos los rounds.

Desde el primer asalto supo manejar su estrategia. La distancia justa, el jab de izquierda punzante y buenas combinaciones mantenían a García lejos y dominado. No podía acortar distancias ni meterse en la zona de fuego, y cuando intentaba acelerar, se encontraba con un adversario muy fuerte en el intercambio de golpes.

Si el plan de Mikey era poder conectar un golpe ganador, se diluyó muy pronto, porque las vueltas pasaban y era Spence el que dominaba cada acto. Incluso lo tuvo muy a su merced en el 8vo y 9no rounds, y cerca estuvo de llegar a la vía rápida.

En el descanso del décimo, el hermano de Mikey García le preguntó si quería continuar: “Faltan dos vueltas, tu dime si quieres seguir.” Mikey, guerrero de alma y corazón no rehusó la continuidad. Entonces, la indicación se repitió como a lo largo de cada vuelta. “Entra y sale, pegale afuera y adentro. Busca achicar las distancias”, fue la recomendación. Pero no alcanzó. Spence estuvo muy concentrado y ajustado a su plan.

No fue un combate lucido ni vibrante. Tuvo la enorme jerarquía de dos boxeadores de primer nivel, pero no alcanzó, como producto, a ser una pelea para recordar. Careció de paridad, no tuvo dramatismo ni el final se puso en duda en ningún momento. Lo mejor lo hizo el ganador, Errol Spence Jr, quien ofreció un repertorio destacado, definió un plan de pelea y lo ejecutó a la perfección.



Hernán O’Donnell

Rosario se mudó al río

Van a ser 10 días locos. para vivir, para gozar, para competir y para disfrutar. Rosario se mudó al río. La ciudad se fue al Río Paraná a gozar de sus costas, de sus playas y de su deporte. Empezó a vivir la fiesta de los IV Juegos de Playa Odesur Rosario 2019. Con alegría, organización y hospitalidad.

La costa norte rosarina abrió las puertas del primer día de competencias. En el Balneario La Florida, allí donde emergen el Estadio Rojo, epicentro de la mayoría de los deportes, el Estadio Azul y el Verde, allí mismo comenzó la fiesta un jueves de calor y sol radiante de fines de verano.

Allí empezó la gran fiesta. Con el Beach Voley como atracción principal, pero también con el rugby-playa y el triatlón, que concitó los primeros aplausos.



Una espléndida mañana y ya el oro empezaba a sumar para la Argentina.
La cordobesa Romina Biagioli ganó el Sprint femenino en triatlón y obtuvo la medalla de oro en la primera jornada de Rosario 2019.

“Esperaba el oro, había trabajado mucho para ello”, señaló la vencedora apenas finalizó la competencia.

Después fue el tiempo del Voley de playa y el carisma de las chicas argentinas y sus victorias al ritmo de la tarde, y la eficacia de la dupla masculina.

Pero esto recién empieza. El Monumento a la bandera, símbolo máximo de la ciudad, abre sus puertas. Rosario empieza a vivir 10 días locos, llenos de sol, calor y deporte.



Hernán O’Donnell

(Enviado Especial a Rosario, Santa Fe, Argentina)

Juventus fue una tromba imparable

Salió hecho una furia el equipo italiano. Al minuto había llegado al arco de Oblak y a los dos minutos había convertido, pero el árbitro no convalidó el tanto por una falta (leve) de Cristiano Ronaldo.

Era una tromba que atacaba sin parar, la Juventus. Con Emre Can por el lado derecho y Matuidí por izquierda, los de Turín atacaban con dos pistones que se unían a los tres hombres de ataque: Bernardeschi, Mandzukic y Cristiano. El Aleti se sostenía como podía. Con la voluntad de todos para correr y tapar agujeros, pero sin que ninguno se destacara, sin que ninguno hiciera pie en el partido.

Así volaron 20 minutos, donde el equipo español aguantaba como podía y trataba de congelar el partido. Recién a los 20′ pudo tener un rato la pelota y enfriar con toques cortos y seguros hasta que Koke remató alto, en su primera aproximación.

Salir lo perjudicó al Atlético de Madrid. Porque lo relajó, lo distrajo, lo confió. Aflojó en la concentración, creyó que la tromba inicial había pasado luego de 25′ de juego. Y ahí pagó. A los 26′ llegó el gol de Cristiano Ronaldo con un tremendo cabezazo. 1 a 0 y Juventus puso en marcha la esperanza.

El partido entraba en un momento fundamental para mantener viva la llama de los espectadores: la incertidumbre por el resultado, por la definición, por la resolución final de la llave.


Bernardeschi tuvo otra oportunidad, con un tiro libre fantástico a los 31′. Todo era del equipo local, mientras que el conjunto de la capital española no lograba afirmarse. Incluso, cuando tenía la pelota, el Aleti no podía profundizar. Se agrupaba, tocaba, pero todo de una manera lenta, previsible y accesible par la defensa de Juventus, un equipo que también se siente cómodo a la hora de reagruparse y cerrarse en actitud defensiva.

A los 44′ Chiellini conectó de cabeza un tiro de esquina de Pjanic y Oblak salvó con un manotazo al corner. Y sobre el cierre del primer tiempo, un buen centro del colombiano Arias fue conectado por Morata y su cabezazo se fue cerca…

El segundo tiempo trajo nuevos vientos. A Juventus no le alcanzaba el resultado y debía ir por más. Por eso fue con la misma decisión al ataque. Y a los 48′ Cristiano Ronaldo marcó el segundo tanto con un cabezazo fortísimo que Oblak rechazó a unos centímetros de la raya de gol y el silbato que toma la línea del arco le advirtió al juez que la pelota había ingresado. 2 a 0 y el encuentro que va a la prórroga y tal vez a los penales… pero falta mucho. Sigamos.

Mete mano el “Cholo” Simeone y a los 57′ ingresa Angelito Correa por Lemar. Para tener más manejo, más profundidad, más esperanza en ataque. El partido mantenía su libreto: las subidas de Cancelo, los centros al área chica y la cabeza de los atacantes para sacudir la defensa española. A los 67′ ingresó Dybala por Spinazzola y Juventus aumentó su volumen de juego. Kean tuvo una chance y se le fue afuera; Correa les dio otra, un empujón sin sentido a Bernardeschi dentro del área fue un obsequio que Cristiano Ronaldo aprovechó al máximo. Iban 84′ y Juventus, con el penal convertido, se ponía 3 a 0 y revertía la serie.

El estadio hervía y la Juve no aflojaba. Aún con el score a favor, el local no detenía su marcha. El Atlético de Madrid era una sombra. La misma del inicio; jamás apareció en el partido. Juventus lo atropelló desde el primero hasta el último minuto, revirtió la serie y mantuvo intacto su sueño en la Champions League.



Hernán O’Donnell

El seleccionado espera abrir otro capítulo con Messi

Lo más importante tal vez no ocurra. Lo más trasendente, lo más destacado en el anuncio de Lionel Scaloni, DT del seleccionado nacional, quizás no ocurra. Como a veces sucede en el trabajo cotidiano de los periodistas, puede ser que la noticia del equipo nacional sea una no-noticia. Que la novedad a informar no suceda.

Y queda claro que esto es así, y puede ser así, por las propias palabras del entrenador argentino. La noticia es la vuelta de Leo Messi a la selección argentina, pero esto, quizás, no se produzca…

“Leo (Messi) está convocado, después veremos si juega un partido o dos. Yo tomaré esa decisión”, afirmó Scaloni en la conferencia de prensa del jueves en Ezeiza.

Es decir que Leo está convocado. Es posible que juegue un partido, pero tampoco está asegurado. Depende de muchas cosas y una de ellas es si su físico le pide un descanso. Y si tal vez no juegue ningún partido, con lo cual aún no sabemos si se sumará siquiera al grupo en los entrenamientos previos. Que esté unos días con el plantel sería riquísimo. Sobre todo para la convivencia de los nuevos, como Esteban Andrada, Lisandro Martínez, Ivan Marcone, Domingo Blanco, Matías Suárez…

“Buscamos continuar con la mayoría de jugadores que estaban en el grupo y también ver otros que nos llaman la atención y es evidente que merecían una oportunidad. Esta es una lista previa, la confirmación para la Copa América llegará más adelante. Lo ideal es ver a la mayor cantidad de jugadores posibles”, señaló sobre la nueva lista el entrenador.

Sobre su relación con Agüero dijo: “ES con uno de los que mejor relación tengo”, aclaró el DT. “Es un jugador que no necesito verlo, ya está probado, su presente lo dice todo. Y quiero recalcar que no tengo inconvenientes con él, es un chico extraordinario”, completó.

Habló a Benedetto, Marcone, los arqueros, la vuelta de Di María, la ausencia del “Ruso” Ascacíbar. Habló de todo y respondió todas las preguntas.

Queda en el aire lo más interesante: la vuelta del rey Messi a su trono en el seleccionado. ¿Será en esta gira ante Venezuela y Marruecos? ¿O estará en forma directa en la Copa América? Preguntas que tendrán respuestas en muy pocos días. Por eso, lo más importante de las novedades que presenta la selección, todavía no puede ser anunciado.



Hernán O’Donnell