Aston Villa sufrió, ganó y no se baja de la pelea por el Título

Fue un triunfo sufrido, pero merecido. Agónico, pero justificado. Aston Villa derrotó Burnley sobre el final del partido, pero en el desarrollo había sido superior, y tuvo un lapso largo del segundo tiempo para definirlo. No lo pudo hacer en ese momento, y estuvo cerca de quedarse sin la victoria, que logró sobre el cierre.

El equipo de Unai Emery formó con Emiliano Martínez; Ezri Konsa, Diego Carlos, Clement Lenglet y Alex Moreno; Leon Bailey, John Mc Ginn, Douglas Luiz y Jacob Ramsey; Moussa Diaby y Ollie Watkins.

Burnley comenzó con James Trafford; Vitinho, Dara O’Shea, Louis Beyer y Charlie Taylor; Johann Gudmunsson, Sandr Berge, Josh Brownhill y Wilson Odobert; Lyle Foster y Zeki Amdouni.

El partido era controlado por Aston Villa desde el inicio; para Burnley las complicaciones empezaron temprano, por el ataque de su rival y por la lesión del zaguero Louis Beyer, que debió dejar el campo a los 15′, reemplazado por Hannes Delcroix. Y si bien tuvo un par de llegadas, a los 25′ con un tiro de Brownhill que pasó muy cerca del palo izquierdo de Martínez, y a los 26′ con otro remate de Brownhill que controló bien el arquero argentino, enseguida sufrió en su valla.

Iban 27′ y Watkins se fue por izquierda, enganchó bien y sacó un centro que controló Leon Bailey, con un toque desacomodó a su marcador y remató al ángulo alto izquierdo de Trafford, para poner el 1-0 a favor de Aston Villa.

Pero no demoró en llegar la igualdad. A los 30′, Burnley tuvo un tiro libre a favor, colocó el balón en el corazón del área, cabeceó el irlandés O’Shea hacia la izquierda y por ahí apareció Amdouni para marcar el empate, 1 a 1.

El partido había tomado un color fuerte, que incluso se profundizó con varias llegadas. Hasta que a los 41′ Watkins se escapó por la derecha, lanzó el centro, y por el otro costado surgió Moussa Diaby para poner el 2-1 favorable a Aston Villa.

Burnley intentó asomarse en el complemento. A los 47′ Amdouni sacó un gran tiro, que tapó abajo Emiliano Martínez.

Pero, de a poco, l local volvió a tomar el dominio del juego, y con la expulsión de Sander Berge, por doble amonestación cuando iban 55′, el control se hizo mucho más nítido.

A los 57′ una jugada preparada terminó con un tiro alto de Diaby. Kompañy, el entrenador visitante, resolvió acomodar el medio campo, y a los 58′ hizo la segunda modificación de su equipo. Aaron Ramsey ingresó por Zeki Admouni, y se paró con un 4-4-1, con Foster como punta de lanza.

Y el esquema le sirvió a la visita. Era cuestión de agazaparse y esperar la oportunidad. A los 60′ Foster se filtró, le ganó la corrida a Diego Carlos, y sacó un disparo que pasó al lado del palo izquierdo de Martínez.

Unai Emery reacomodó el equipo, con su primera variante, a los 61′: Pau Torres reemplazó a Clement Lenglet.

Ahí comenzó un momento claro de dominio local, que no pudo traducir en el tercer tanto. A los 62′ Trafford, el arquero visitante, se lució con una doble intervención; primero, despejó un remate de Mc Ginn, y luego volvió a intervenir para tapar un tiro de Diaby.

El propio Diaby elevó un disparo, a los 68′. Y lo mismo le sucedió a los 69′. Aston Villa dominaba y llegaba con claridad, pero fallaba en la puntada final.

Y en eso estaba cuando se distrajo en un pelotazo, Foster le ganó la cuerda interna a Alx Moreno, se escapó al área, no pudo el lateral español, no llegó a cubrir Diego Carlos, y Foster sacó un fuerte tiro que se metió entre el palo y la estirada de Martínez, para poner el partido 2-2.

Burnley volvió a acomodar las piezas y a los 73′ hizo dos modificaciones; Connor Roberts entró por Johann Gudmunsson, y Mike Tresor ingresó en lugar de Wilson Odobert.

Para Aston Villa el golpe fue fuerte, porque no pudo retomar el control del juego, ni el dominio territorial. Como un boxeador groggy, lució confundido un rato, hasta que Emery determinó el segundo cambio de su equipo, a los 81′: el colombiano Jhon Durán entró por Moussa Diaby.

Ahí volvió a crecer el local, y a los 85′ Durán fue ràpido para robarle un balón a Aaron Ramsey en el área, este lo tocó en la inercia, y el juez sancionó el lógico penal.

Se hizo cargo Douglas Luiz, a los 89′, y con un tiro alto, que pegó en la parte baja del travesaño y entró, puso el 3-2 para Aston Villa.

Los diez minutos adicionados le dieron una carga dramática al final del partido. Unai Emery hizo el tercer cambio del equipo de Birmingham a los 90+2′; Leander Dendoncker reemplazó a Leon Bailey.

Aguantó Aston Villa con un hombre más. Un poco, sufrió. Pero logró los tres puntos, volvió a asomarse a la cima, y se mantiene en lucha por el título.

Hernán O’Donnell

La derrota ante West Ham dejó al Arsenal sin la punta del Campeonato

Arsenal jugó para ganar, hizo méritos, dominó el partido y generó muchas situaciones. West Ham fue efectivo, disciplinado, defendió bien y facturó en cada llegada. Por eso se quedó con la victoria y dejó a su rival afuera de la punta del Campeonato. En una noche lluviosa, el equipo de Mikel Arteta siempre fue para adelante, pero tuvo un poco de mala suerte, falta de precisión, careció de lucidez para abrir una defensa cerrada y poblada, y abusó de los centros. La caída, al cabo, duele más porque el resultado pudo ser otro, y además, se perdió también el dominio en la tabla de posiciones.

Arsenal formó con David Raya; Ben White, William Saliba, Gabriel y Oleksandr Zinchenko; Martin Odegaard, Declan Rice, y Leandro Trossard; Bukayo Saka, Gabriel Jesús y Gabriel Martinelli.

El conjunto de David Moyes comenzó con Alphonse Areola; Vladimir Coufal, Konstantinos Mavropanos, Angelo Ogbonna y Emerson; Edson Álvarez, y Tomás Soucek; Mohammed Kudus, James Ward-Prowse y Lucas Paquetá; Jarrod Bowen.

Desde el arranque se vieron las intenciones de los dos equipos. El local, al ataque. Con el juego asociado, múltiples toques, y la búsqueda larga y paciente para encontrar el agujero, ya sea para progresar, o para rematar al arco. La visita, con mucha gente en zona defensiva, la disposición de todos para achicar espacios hacia atrás, y la intención de salir rápido de contragolpe.

A los 10′ Trossard remató alto, en la primera situación del local. Pero el gol tempranero de la visita iba a profundizar los esquemas y el plan estratégico inicial.

Se fue Lucas Paquetá por izquierda, sacó el centro al área, Zinchenko devolvió hacia el corner, tomó el balón sobre la línea Paquetá y volvió a tirar el centro que Tomas Soucek convirtió en gol, para poner el partido 0-1 a favor de West Ham United, cuando iban 12′ de juego.

A partir de allí se hizo más nítido el desarrollo, entre un equipo que atacaba y otro que tenía muy claro como cubrir espacios, defenderse con mucha gente y bloquear cada intento, sin ir al roce ni generar faltas peligrosas.

A los 29′ Saka metió un tremendo cabezazo que Areola desvió al corner. West Ham debió hacer una variante obligada, al cabo, fue la única que hizo en el partido, por la lesión de Lucas Paquetá, quien fue reemplazado por Said Benrahma, a los 31′.

Pero el dominio era de Arsenal, que tuvo una buena jugada colectiva, a los 36′, que finalizó con un disparo de Gabriel Martinelli, desviado, y a los 41′ Bukayo Saka se filtró por la derecha y sacó un gran tiro que dio en la base del poste izquierdo del arco visitante.

En el segundo tiempo, Arsenal volcó todo el juego hacia el arco de Areola. A los 52′ volvió a avisar con un remate de Declan Rice que se fue un poco alto.

Y cuando estaba jugado en la ofensiva, llegó un contragolpe de la visita que derivó en un corner, y de ese tiro de esquina, cabeceó Konstantinos Mavropanos, el balón dio en el travesaño, en el poste izquierdo, y se metió para poner el 0-2 a favor de Wets Ham United, cuando iban 54′ de juego.

El partido se hizo lineal. Pero al local el reloj le empezaba a jugar en contra, en tanto West Ham mantenía un orden defensivo, y una disciplina táctica, que irradiaban seguridad en obtener el resultado que habían logrado. El equipo no tenía pruritos en sumar a los diez hombres de campo dentro de su área, si hacía falta, para tapar todos los caminos del equipo local.

A los 57′ Gabriel Jesús, volcado a la izquierda, enganchó y sacó un buen tiro que se fue elevado. Luego, Mikel Arteta dispuso dos cambios en Arsenal. Eddie Nketiah entró por Gabriel Martinelli, mientras que Ressi Nelson ingresó en lugar de Oleksandr Zinchenko, a los 64′.

Arsenal empujaba con toques y búsqueda asociada, pero le costaba la puntada final, producto de la cantidad de gente que la visita acumulaba en zona defensiva. Y cuando lograba acercarse al arco, aparecía el portero rival. Como sucedió a los 73′, cuando Odegaard dejó solo a Trossard, y su tiro fue sacado por Areola al corner. Insistió Odegaard, a los 74′, y su disparo fue desviado.

Después fue el turno de Saka, quien ejecutó un gran remate, abajo, y allí apareció el arquero visitante otra vez, cuando iban 77′ de juego.

A los 78′ Arteta hizo la tercera modificación en su equipo; Emile Smith-Rowe reemplazó a Trossard.

Y el chico avisó con un pique al fondo para recibir un centro de Odegaard, que no llegó a conectar, y a los 85′ disparó fuerte, pero controló Areola.

Arsenal era dominador, pero sufría la impotencia de no poder definir. No pudo Nketiah, a los 88′, cuando intentó con una chilena que atrapó Alphonse Areola, ni pudo Martin Odegaard, a los 89′, con un excelente remate, que el arquero francés desvió muy bien al corner.

Y esa impotencia del local pudo tener un golpe mayor aún, cuando en un contragolpe Declan Rice se resbaló y cometió una falta dentro del área a Bowen, ya a los 90+5′, que derivó en el penal que remató Said Benrahma y David Raya sacó muy bien, para evitar otra caída del arco local.

Hubiera sido más doloroso aún. Porque Arsenal hizo méritos para llevarse algo de la noche lluviosa de Londres. Algo que bien pudo haber sido no solo el empate, sino los tres puntos. Pero chocó con el orden y la disciplina de West Ham, la falta de eficacia en la definición y la actuación formidable de Areola. Fue una noche triste, porque la justicia, como tantas veces en este deporte, no concurrió a la cita en el Emirates Stadium, y no solo se perdió el partido, sino también la punta del Campeonato.

Hernán O’Donnell

Manchester City mostró sus estrellas y anuncia su candidatura

El partido comenzó a los 28′, cuando Harrison aprovechó bien el centro que llegaba desde la izquierda y convirtió el gol de Everton, que lo ponía en ventaja por 1-0. Hasta allí, tenía ritmo, intensidad, hasta belleza, pero no alcanzaban a aparecer las jugadas brillantes, no había emociones ni sobresaltos. pero a partir de la apertura del marcador, el juego se volvió frenético, Manchester City se despertó y metió una levantada que lo llevó a dominar el juego casi en su totalidad, y a remontar el marcador, para prenderse en la lucha por el título de la Premier League, ya con el Mundial de Clubes ganado, el regreso de Arabia Saudita, y un largo mes de competencia local fuerte, antes de la reanudación de la Champions League.

Everton comenzó con Jordan Pickford; Nathan Patterson, James Tarkowski, Jarrad Brianthwaite y Vitaly Mykolenko; André Gomes y Amadou Onana; Jack Harrison, James Garner y Dwight Mc Neil; Beto.

El equipo de Pep Guardiola formó con Ederson; Kyle Walker, John Stones, Manuel Akanji y Nathan Aké; Matheus y Rodri; Bernardo Silva, Phil Foden y Jack Grealish; Julián Álvarez.

Después de la apertura del marcador, la visita dio un aviso concreto. Iban 31′ y Jack Grealish enganchó por izquierda, cedió con precisión a Rodri, y el disparo de este se fue abierto. Volvió a atacar Everton y Harrison sacó un potente disparo que desvió Ederson.

El ritmo creció, y el primer tiempo se cerró con una variante, por lesión. John Stones debió retirarse con una molestia, y fue reemplazado por Josko Gvardiol, a los 42′.

En el segundo tiempo, City aumentó la presión, y llegó al empate a los 52′, con una asistencia de Bernardo Silva a Phil Foden, este midió la distancia y sacó un remate espectacular, que se metió abajo, junto al palo izquierdo de Jordan Pickford, para poner el partido 1-1.

A los 60′ Julián Álvarez ejecutó un tiro libre con maestría, y Pickford desvió con un vuelo espectacular. El dominio era claro, y a los 61′ llegó el desnivel. Remató Aké, tras un tiro de esquina, el balón dio en el brazo de Onana y el juez sancionó el penal. Convirtió Julián Álvarez, ya a los 63′, con un tiro al medio, y City se puso adelante por 1-2.

Entonces se abrió una nueva ventana de variantes, con cambios en los dos equipos, cuando iban 64′ de juego. En la visita, Mateo Kovacic entró por Matheus, mientras que en el equipo de la ciudad de Liverpool ingresó Michael Keane por André Gomes, y D. Calvert-Lewin reemplazó a Beto.

Intentó el local con un contragolpe por derecha, el centro al área chica y la aparición de Calvert-Lewin, pero su tiro salió afuera, a los 74′. Luego, a los 76′, hizo su tercera variante.  Arnaut Danjuma ingresó en lugar de Jack Harrison.

City manejaba el partido con comodidad, y a los 85′ le puso su sello final. Presionó Julián Álvarez sobre la salida del arquero local Pickford, el pase le salió complicado, ganó Bernardo Silva y definió de lejos y de emboquillada, para poner el 1-3 a favor de Manchester City.

Fue una buena demostración del equipo de Pep Guardiola, que incluso pudo aumentar en dos ocasiones más. primero, a los 90′, con un tiro de Phil Foden que se estrelló en el poste izquierdo de ickford, y luego, a los 90+3′, otra vez Foden sacó un fuerte remate, que desvió Pickford con un vuelo esforzado.

Manchester City volvió de Arabia Saudita con el título de Campeón Mundial de Clubes de la FIFA. Se metió de vuelta en la Premier League, y anuncia su candidatura.

Hernán O’Donnell

Garnacho encabezó el vendaval de United para frenar el sueño de Aston Villa

Manchester United hizo estallar a Old Trafford. Estallar de alegría, de éxtasis, y de resarcimiento. Porque parecía que la noche del tradicional “Boxing Day” en el “Teatro de los Sueños” iba a ser un eslabón más de esa ilusión que tiene el Aston Villa, que se fue al descanso con un diferencia de 0-2 a favor. Pero en el complemento, el local fue un vendaval imparable, con Alejandro Garnacho a la cabeza, revirtió el marcador, y se llevó un triunfo que cambió los silbidos del final de la primera etapa por aplausos y ovaciones.

El equipo de Erik ten Hag formó con André Onana; Aaron Wan-Bissaka, Raphael Varane, Jonny Evans y Diogo Dalot; Kobbie Mainoo y Christian Eriksen; Alejandro Garnacho, Bruno Fernandes y Marcus Rashford; Rasmus Höjlund.

El conjunto de Unai Emery comenzó con Emiliano Martínez; Ezri Konsa Ngoyo, Diego Carlos, Clement Lenglet y Lucas Digne; Leander Dendoncker y Douglas Luiz; Leon Bailey, John Mc Ginn y Jacob Ramsey; Olie Watkins.

El partido tuvo un ritmo frenético de principio a fin. los dos equipos mostraron un supremo respeto por la pelota, buscaron salir siempre de forma prolija y asociada, aún cuando la presión del rival los obligaba a jugar con exactitud y muchas veces, le pasó sobre todo a la visita, se ahogaba en la posesión en su línea de fondo, hasta perderla en algún lateral.

A los 10′ avisó el local, con un tiro franco de Christian Eriksen que controló bien Emiliano Martínez. Pero enseguida llegó el momento de la visita en el partido. Fue un lapso corto, pero en el que golpeó dos veces y parecía construir un camino sólido para alimentar su gran sueño.

A los 21′, un tiro libre de Mc Ginn cruzó por toda el área, no reaccionó Onana, y el Aston Villa se adelantó por 0-1.

Cuando iban 25′ la visita tuvo un tiro de esquina, que ejecutó bien pasado, cabeceó al medio Clement Lenglet, y. de taquito, Leander Dendoncker marcó el segundo gol de Aston Villa, que quedó adelante por 0-2 en el score.

Fue una ráfaga fatal para United, que intentó levantar y produjo un par de llegadas. a los 30′ Marcus Rashford sacó un tiro certero y respondió bien “Dibu” Martínez; a los 43′ volvió a insistir Rashford por izquierda, y su remate se fue desviado.

En el segundo tiempo, cambió el viento y se desató un temporal futbolístico en Manchester. El local adelantó líneas, aceleró el paso, y apretó a la visita contra su campo. A los 47′ Rashford asistió a Garnacho, quien gambeteó la salida de Martínez, y mandó la pelota a la red, pero el VAR advirtió que había partido en posición adelantada. Era un aviso.

En esa jugada se lesionó el lateral izquierdo visitante, Lucas Digne, quien debió ser reemplazado por Alex Moreno.

Cuando iban 56′, Garnacho atacó de la derecha al medio, cedió la pelota a Bruno Fernandes, quien sacó un tremendo tiro, bien controlado por Emiliano Martínez. United no paraba de mandar avisos.

A los 58′ Diego Carlos dio un pase corto al medio, interrumpió Bruno Fernandes, quien habilitó rápido a Rashford, este se fue por izquierda cruzó el centro, y por derecha apareció libre Alejandro Garnacho para convertir a favor del local, y achicar la diefrencia. Ahora el partido estaba 1-2.

La visita salió raído y Bailey aprovechó un centro, pero su tiro fue cortado por Onana, a los 59′ de juego. Pero era claro el dominio local, con un Garnacho encendido, quien a los 62′ metió un gran pique por derecha, pero definió cruzado y desviado.

La presión era fuerte y la rsistencia de Martínez era el último bastión de Aston Villa. Entonces, a los 70′, Alejandro Garnacho remató desde el medio, el balón se desvió y descolocó a Martínez. Era el empate de United: 2 a 2.

Pretendió volver a reaccionar la visita con un disparo de Mc Ginn, pero Jonny Evans salvó con su pie izquierdo, a los 71′.

Unai Emery buscó hacer reaccionar a su equipo, y a los 76′ realizó su segunda y tercera variantes, en la segunda ventana de cambios disponibles. Moussi Diaby entró por Jacob Ramsey, y Nicolo Zaniolo ingresó por L. Bailey.

Los primeros dos cambios del local llegaron a los 80′. Antony reemplazó a Marcus Rashford, y Scott Mc Tominay entró en lugar de Kobbie Mainoo.

Ya el partido se le había desdibujado al equipo de Birmingham, y quedó sentenciad a los 81′, cuando Höjlund tomó un balón que venía de un corner, para poner un tiro junto al palo derecho de Martínez y marcar el 3-2 a favor de Manchester United.

El local había logrado remontar el marcador, a fuerza de empuje, ganas y velocidad.

Unai Emery fue por sus últimas dos modificaciones. Iban 85′ y Jhon Durán entró por John Mc Ginn, mientras que Tim Iroegbunam reemplazó a Dendoncker.

Erik ten Hag, orientador táctico de Manchester United, jugó con el reloj y las ventanas de cambios permitidas. Así fue que a los 87′ realizó la tercera variante de su equipo; Willy Kambwala ingresó por Höjlund, y más tarde, a los 90+3′, efectuó la cuarta y quinta modificación: Daniel Gore reemplazó a Christian Eriksen, y Hanibbal Mejbri ocupó la plaza de Alejandro Garnacho.

Se jugaron nueve minutos de recuperación, pero nada pasó excepto, el control de Manchester United, el dominio del juego, y la reparación hacia un público que estaba preocupado y se fue feliz por la victoria expresada en una gran ovación para despedir a su equipo.

Hernán O’Donnell

Manchester City aplastó a Fluminense, y es el Campeón Mundial de Clubes

De punta a punta, de principio a fin, Manchester City fue el protagonista central. Con apertura y cierre de Julián Álvarez, la estrella de la Final de la Copa Mundial de Clubes de la FIFA-Arabia Saudita 2023. Porque el delantero argentino abrió el marcador a los 41″ de juego, y lo cerró a los 87′. En el medio, hubo una actuación aplastante de Manchester City, que venció a Fluminense por 4-0 con sus virtudes de siempre. presión alta y asfixiante, buena circulación de pelota, y ataque constante.

El equipo de Guardiola comenzó con Ederson; Kyle Walker, Ruben Días, John Stones y Nathan Aké; Rodrigo y Rico Lewis; Bernardo Silva, Phil Foden y Jack Grealish; Julián Álvarez.

El conjunto carioca comenzó con Fabio; Samuel Xavier, Nino, Felipe Melo y Marcelo; André y Matheus Martinelli; John Arias, Ganso y Keno; Germán Cano.

Amanecía el partido y a la vez, parecía que se terminaba. Porque solo iban 41″ cuando Marcelo quiso hacer un cambio de frente de izquierda a derecha, por el centro Aké capturó el balón, y sacó un tiro fortísimo que pegó en el palo derecho ante el vuelo de Fabio. El rebote le quedó a Julián Álvarez que, de pecho, convirtió el primer gol del partido, para poner el 1-0 para Manchester City.

Durante diez minutos la presión del equipo inglés fue asfixiante. Fluminense no podía salir, y recién lo hizo a los 11′, cuando llegó por derecha y Keno remató alto.

Pero era City el que sostenía el dominio del juego, y aumentó a los 26′, cuando Phil Foden se filtró por el pasillo interno sobr el costado izquierdo, pretendió sacar un centro para Álvarez, pero el balón se desvió en Nino, quien metió el balón en contra de su valla, para dejar el encuentro 2-0 a favor de Manchester City.

Al final del primer tiempo, Fluminense esbozó una mejoría y pudo llegar hasta el arco rival. A los 37′ Germán Cano probó de lejos, en un tiro que salió desviado. A los 39′ tuvo la más clara: tiro de esquina desde la derecha ejecutado por Marcelo, cabeceó John Arias, y Ederson sacó el balón con un vuelo formidable.

El City tomó nota, y enseguida volvió a tomar el control, para avisar quien mandaba, y a los 41′ Jack Grealish enganchó y sacó un buen tiro que desvió Fabio.

Fernando Diniz, el entrenador de Fluminense, decidió hacer un cambio para comenzar el segundo tiempo; John Kennedy entró por keno, y el equipo se paró con dos centro atacantes.

Pero no le resultó, porque a los 46′ Foden casi mete el tercero, tras una buena palomita, pero tapó bien el arquero brasileño. Cuando iban 51′ tuvo otra chance; un tiro libre que buscó la habilitación de Foden, y su disparo que fue sacado por Fabio primero, y luego completó Felipe Melo en el despeje.

Entonces Diniz decidió sacudir al equipo y realizó tres modificaciones. Alexsander reemplazó a Marcelo, Diogo Barbos entró por Felipe Melo, y Lima ingresó por Ganso, cuando iban 60′. n esa misma ventana, Pep Guardiola hizo la primera modificación de su equipo, y Mateo Kovacic ocupó el lugar de Rico Lewis.

Si había algún atisbo de esperanza para el equipo carioca, se apagó a los 71′, cuando Julián Álvarez, tras recibir de Kovacic, se fue por izquierda y puso un centro fuerte para la entrada de Phil Foden, quien entró libre por el medio y marcó el 3-0 para Manchester City.

Diniz hizo su quinto y último cambio a los 74′; Marlon Santos reemplazó a Nino. También a los 74′ Guardiola realizó la segunda y tercera variantes de su equipo: Manuel Akanji entró por Rodrigo, y Josko Gvardiol reemplazó a John Stones.

Mientras City dominaba, Fluminense no perdía la dignidad, y a los 78′ John Kennedy se escapó y sacó un buen tiro que Ederson desvió al corner.

Cuando iban 80′ llegaron las dos últimas modificaciones del equipo inglés. Matheus reemplazó a Phil Foden, y Oscar Bobb ingresó por Aké.

Pero no era lo último del partido, porque aún quedaba una emoción más. Iban 87′, y Julián Álvarez iba a cerrar el partido tal como lo abrió. Matheus se fue por derecha, habilitó al delantero argentino, y Álvarez paró el balón, amagó frente a André, y sacó un excelente remate cruzado, que puso el 4-0 para Manchester City.

Fue el final de la fiesta. Casi sin minutos de prórroga, el partido concluyó con la celebración de Manchester City, que alzó la última Copa de un año inolvidable.

Hernán O’Donnell

Cuando Girona celebraba el fin de año, Betis le arrebató el festejo

Girona estuvo muy cerca del triunfo, que le hubiera permitido cerrar con tranquilidad, y tal vez con holgura la primera parte del año. Se puso en ventaja cuando terminaba la primera etapa y mantuvo la diferencia durante todo el complemento, aunque Betis se arrimó a medida que pasaban los minutos, y en el epílogo llegó a la igualdad.

La primera incidencia fue un cambio; el que tuvo que hacer Betis, a los 14′, por lesión de Héctor Bellerin, que fue reemplazado por Ruibal. Había comenzado con intensidad, pero la libreta de apuntes anotó, en su primer renglón, una variante obligada.

El equipo de Manuel Pellegrini formó con Rui Silva; Héctor Bellerin, Germán Pezzella, Chadi Riad y Juan Miranda; Andrés Guardado y Marc Roca; Assane Diao, Rodrigo y Ayose Pérez; Willian José.

La visita comenzó con Paulo Gazzaniga; Eric García, David López, Daley Blind y Miguel Gutiérrez; Iván Martín y Aleix García; Yan Couto, Pablo Torre y Savio; Artem Dovbyk.

A los 19′ llegó Betis; enganchó bien Ayoze, y sacó un tiro apenas desviado. Respondió la visita, con un centro de Yan Couto, el tiro de Savio y la respuesta de Rui Silva, bien abajo, cuando iban 22′.

Luego, Betis tuvo dos oportunidades. la primera a los 24′, con una corrida de Diao, que elevó su remate cuando enfrentaba solo a Gazzaniga; la otra, a los 25′, con un disparo de Willian josé que rechazó Paulo Gazzaniga, el rebote lo tomó Ayoze, y el arquero argentino volvió a responder bien.

Pero era una noche de infortunios con las lesiones, y a los 33′ Juanpe debió reemplazar a David López, con una molestia física.

El primer período se cerró con el penal de Ruibal a Savio. Remató Artem Dovbyk, y puso el 0-1 a favor de Girona.

Manuel Pellegrini decidió hacer el segundo cambio para inciar el complemento; William Carvalho reemplazó al mexicano Andrés Guardado.

Creció el local. A los 49′ el propio Carvalho sacudió con un remate que controló Gazzaniga. A los 60′ Diao sacó un tiro que se fue alto.

Girona se refugió en su campo, y Betis comenzó a apretar.

Llegaron las variantes, a los 64′ Cristhian Stuani ingresó por Artem Dovbyk, y Portu entró en lugar de Pablo Torre. En el equipo sevillano, a los 66′ llegaron las tres últimas modificaciones permitidas. Sergi Altimira entró por Marc Roca, Borja iglesias ingresó por Willian José y Abde Ezzaizzouli ocupó el lugar de Rodrigo Sánchez.

De a poco, todo se tiñó de verde. Probó Ruibal a los 75, a unque su tiro salió arriba.

Cuando iban 78′, Miguel Sánchez, entrenador visitante hizo los dos últimos cambios de su conjunto; Valery Fernández entró por Yan Couto, y Jhon Solís reemplazó a Savio. Pero no le dieron resultado las modificaciones. Girona, sin Dovbyk, Couto y Savio, perdió fuerza en el ataque.

Mientras, Betis forzaba las cosas. A los 83′ Abde hizo una gran jugada individual que terminó en un corner. Y a los 87′ llegó a la igualdad. La jugada comenzó en un tiro de esquina que no había sido, pues en la jugada anterior Borja Iglesias cabeceó afuera. El juez entendió que había habido un roce y sancionó el corner. De allí llegó el cabezazo, el rebote, otro más, y el balón le quedó a Germán Pezzella, quien con un gran tiro sorprendió a Gazzaniga, y puso el 1-1.

Lo tuvo Blind, a los 90′, em un balón que le quedó para definir, pro el tiro salió muy cerca. Y lo pudo liquidar Abde, a los 90+2′, pero Gazzaniga intervino a tiempo.

Fue empate, justo. Porque Girona tuvo su momento, pero se retrasó, sacó a sus mejores futbolistas, y se quedó en el complemento. Betis apostó por el empate, y al cabo tuvo su premio.

Hernán O’Donnell

En el último suspiro, Unai Gómez le dio vida al sueño de Athletic Club de Bilbao

Fue un partido bárbaro, lleno de intensidad, buen trato de pelota, y con planteos ambiciosos. Athletic Club de Bilbao produjo las mejores llegadas, la Unión Deportiva Las Palmas tuvo más la pelota. Pero lo cierto es que el local se mostró más cerca de la victoria, que pudo concretar con el ingreso del joven Unai Gómez, quien le dio frescura y movilidad al equipo, amén de meter el gol de cabeza en el epílogo del partido, tras varias salvadas del arquero visitante, Álvaro Vallés, otra de las figuras de la noche.

El equipo de Ernesto Valverde formó con Unai Simón; Iñigo Lekue, Dani Vivian, Aitor Paredes y Yuri; Ander Herrera y Beñat Prados; Iñaki Williams, Ohaian Sancet y Nico Williams; Gorka Guruzeta.

La visita comenzó con Álvaro Vallés; Julián Araujo, Saul Coco, Mika Marmol y Sergi Cardona; Marvin Park, Javier muñoz, Máximo Perrone, Enzo Loiodice y Muir El Hadaddi; Sory Kaba.

De entrada el local mostró sus caminos; una llegada de Iñaki Williams por derecha, y Vallés que tapó el mano a mano. Luego, a los 34′, un centro de Nico Williams fue cortado por el portero Vallés, y a los 38′ tuvo la mejor oportunidad de la primera etapa, a través de un penal que ejecutó Gorka Guruzeta y atajó Vallés, en otra intervención destacada.

En el complemento fue más punzante el local. Salió con mayor decisión, aunque Las Palmas no rsignaba sus aspiraciones de ataque.

A los 54′ llegaron los dos primeros cambios del conjunto vasco. Mikel Vesga entró por Ander Herrera, y Alex Berenguer reemplazó a Gorka Guruzeta.

Muy pronto, el Athletic Club iba a generar otra llegada importante. Iban 56′ cuando Nico Williams se fue por la derecha, lanzó el centro, Araujo no pudo despejar, el balón le quedó a Berenguer para definir, y Álvaro Vallés, en notable intervención, sacó la pelota al corner.

Francisco García Pimienta, el entrenador de Las Palmas, decidió hacer la primera modificación a los 58′: Sandro Ramírez ingresó en lugar de Sory Kaba.

A los 65′ llegó un cambio clave en el equipo local. Unai Gómez reemplazó a Sancet, de correcto partido. Pero Unai le dio otra frescura al equipo, mayor movilidad y dinámica.

A los 73′ disparó Iñaki Williams, abajo, allí atrapó Vallés. Cuando iban 76′ Unai Gómez se escapó por el medio, superó la salida de Vallés, y cuando iba a rematar, fue interceptado por Araujo. Luego, a los 78′, Nico Williams, disparó de media vuelta, y cortó Vallés.

Volvió a tener una chance Bilbao, a los 81′, con un corner de la izquierda y el cabezazo de Vesga que se fue apenas alto.

A los 85′ llegaron las dos últimas variantes del equipo de Valverde; Jauregizar entró en lugar de Nico Williams, mientras que Raúl García ingresó en lugar de Prados. En la visita, Alex Suárez reemplazó a Munir, a los 90′.

Y cuando todo parecía concluir, y la gente comenzaba a abandonar el estadio, llegó el desborde de Williams, el centro bajo, el despeje corto de Vallés y el cabezazo de Unai Gómez al costado derecho del arquero visitante, para poner el 1-0 a favor de Athletic Club de Bilbao, que se abrazó al joven salvador y al triunfo, que le permite soñar, soñar…

Hernán O’Donnell

Girona tuvo una gran actuación y le toma el gusto a La Liga

Es mucho más que la sensación de la temporada; es más que el equipo sorpresa, o la revelación del año. Girona es cosa seria. Un conjunto que trata muy bien el balón, que elabora asociaciones de modo permanente, que busca atacar desde el comienzo, que gana con autoridad. Que juega bien. Girona es el puntero de La Liga cuando se acerca la pausa de la mitad de la temporada. Venció a Alavés con claridad y sueña con la gloria.

El equipo de Miguel Sánchez formó con Paulo Gazzaniga; Eric García, David López y Daley Blind; Yan Couto, Iván Martín, Aleix García y Miguel Gutiérrez; Portu, Artem Dovbyk y Savio.

Alavés comenzó con Antonio Sivera; Andoni Gorosabel, Nahuel Tenaglia, Rafa Marín, Rubén Duarte y Javier López; Antonio Blanco y Ander Guevara, Jon Guridi, Samu y Luis Rioja.

El local salió con infulas, y a los 7′ aviso con un centro de Yan Couto que cabeceó Dovbyk, y el balón se fue al corner tras rozar en Marín. Dominaba y sostenía el ataque de manera permanente, hasta que llegó la apertura del marcador.

Tras una buena jugada de ataque, remató Couto, el arquero visitante dio rebote, y de cabeza Dovbyk puso el 1-0 para Girona, cuando iban 22′ de juego.

Respondió la visita, a los 29′, con un centro de la derecha ejecutado por Guevara, y el cabezazo de Samu fue bien controlado por Gazzaniga.

Era mucho más el local. A través de una presión constante y un respeto supremo por la pelota, dominó toda la primera parte. Y la cerró con otro gol; tras un centro de Yan Couto, Portu pusó el 2-0, a los 41′ de juego.

Se adelantó un poco Alavés en el inicio del complemento, y así hizo más entretenido el partido. Pero cuando parecía que podía darle cierta competitividad, llegó el tercero de Girona, a través de un tiro penal de Artem Dovbyk, que puso el marcador 3-0 para el local, a los 58′.

A los 59′ tuvo una chance la visita, con un buen tiro de Gorosabel, que controló Gazzaniga en forma brillante. Si bien la pelota se había ido por el fondo y debió sancionarse antes saque de arco para el local, los árbitros no advirtieron y dejaron seguir hasta la gran atajada del arquero argentino.

A los 60′ llegaron los primeros dos cambios de Alavés; Abderrahman Rebbach entró por Rioja, mientras que Ianis Hagi ingresó en lugar de Guridi.

En el local, las primeras dos variantes sucedieron a los 63′. Valery Fernández reemplazó a Savio, y Pablo Torre entró por Portu. El DT local ya empezaba a pensar en el partido del jueves ante Betis.

Fue el propio Pablo Torre quien, a los 72′, tuvo una buena chance, con una corrida y un remate muy peligroso.

A los 73′ se abrió otra ventana de cambios. El tercero de Girona fue el de Jhon Solís por Iván Martín, y el tercero y cuarto de la visita fueron: Kike García entró por Samu, mientras que Alex Sola reemplazó a Andoni Gorosabel.

Tuvo otra chance el local, a los 76′, con un remate de Valery Fernández que salió muy cerca.

Luis García, entrenador de Alavés, dispuso el quinto cambio de su equipo a los 77′. Carlos Benavídez entró en lugar de Antonio Blanco, mientras que el local realizó las dos modificaciones que le quedaban; Arnau Martínez ingresó por Yan Couto, y Juanpe reemplazó a David López, ya a los 78′.

Alavés cerró el partido con una imagen digna. Tuvo una llegada a los 81′, con un tiro de Rebbach que se desvió y controló Gazzaniga, y con un remate de Rubén Duarte que se estrelló en el travesaño, cuando iban ya 84′ de juego.

Girona cerró la noche española con una gran sonrisa. Había hecho un gran partido, construido una victoria amplia, y volvió a abrazar la punta de la tabla de posiciones.

Hernán O’Donnell

En los penales sonrió San Miguel y logró el ascenso a la Primera Nacional

Lo más emotivo del partido estuvo al final, en la serie de ejecuciones desde el punto del penal, para dirimir quien de los dos, San Miguel o Douglas Haig de Pergamino, ascendía a la Primera Nacional. En ese momento creció el dramatismo y la expectativa, porque el partido había acabado con un 0 a 0 insulso, pobre, desabrido. Todo lo que faltó en los ciento veinte minutos de juego, se completó en la serie de penales. Y San Miguel se quedó con el premio mayor: el ascenso a la Primera Nacional, la segunda categoría de nuestro fútbol.

Douglas Haig hizo las veces de local en el Estadio “Ciudad de Vicente López”, del Club Atlètico Platense, y formó con: Juan Ignacio Cabrera; Agustín Pezi, Lucas López, Agustín Osinaga y Mariano Mauri; Brian Meza y Juan Pablo Miño; Pablo Mazza, Tomás González y Mauricio Tévez; Nicolás Johansen.

El equipo de Los Polvorines comenzó con Joaquín Pucheta; Francisco manenti, Dixon Rentería, Rodrigo Díaz y Peter Grance; Matías Rojas, Federico Sena y David Muller; Lautaro Díaz, Jorge Ferrero y Ezequiel Melillo.

El primer tiempo tuvo algo de emotividad. A los 5′ avisó Mauricio Tévez con un remate fuerte que Pucheta controló con esfuerzo; a los 14′ llegó San Miguel, con una jugada que cortó lucas López tras el centro atrás.

había sido parejo el cuarto de hora inicial, pero luego Douglas se acomodó mejor al partido y tuvo una cantidad de llegadas bastante claras hasta el final de el etapa.

A los 20′ remató bien abajo Nicolás Johansen, y Pucheta supo controlar. A los 22′ una jugada iniciada por Lucas López, de buen primer tiempo, solvente y seguro, asistió Tévez, el centro fue para Johansen, quien metió un buen cabezazo atajado por el arquero de San Miguel. Cuando iban 26′ sacó un tiro preciso Mauri, a los 32′ no pudo resolver Tomás González luego de un buen enganche en el área, y a los 45′ Juan Miño elevó su disparo.

El equipo de Gusavo Raggio había dejado una mejor sensación al cabo del primer tiempo. Por eso San Miguel salió con otra determinación a jugar el segundo período, y a los 40″ avisó Muller con un tiro que pasó cerca.

Respondió Tévez, a los 52′, con un disparo que atajó Pucheta. Y a los 55′ Raggio hizo los primeros dos cambios de su equipo. Pablo Cuevas entró por Lucas López, lesionado, pero de buen partido, sobrio y sereno para manejar la línea de fondo, y Joaquín Petino reemplazó a Mauricio Tévez.

A los 64′ fue Gustavo Coleoni, DT de San miguel, quien hizo las dos primeras variantes en su equipo: Iván Regules ingresó en lugar de David Muller, y Álvaro López entró por Lautaro Díaz.

Hubo una llegada peligrosa de San miguel, a los 67′, que derivó en un tiro de esquina, pero con el correr del tiempo, el partido se quedó sin ideas, sin imaginación, y entró en el tobogán que llevaba a lo que todos sospechábamos: cuidarse más de lo que se arriesgaba, y que los penales dieran su veredicto.

Cuando iban 71′ Coleoni hizo el tercer y cuarto cambio de San Miguel; Matías Benítez entró por Federico Sena, y Pablo Ortega reemplazó a Jorge Ferrero. En el conjunto de Pergamino, Nicolás Trecco ingresó por Tomás González, a los 72′.

Tuvo una chance San Miguel, a los 81′, pero no pudo resolver Grance, y hubo que ir al alargue.

Allí pasó poco y nada. El cuarto cambio de Douglas a los 92′, con el ingreso de Mauro Siergiejuk por Nicolás Johansen, luego, a los 100′ Cristain Chávez entró por Ezequiel Melillo y Nahuel Sica reemplazó a Matías Rojas, en el quinto y sexto cambio que dispuso el “Sapito” Coleoni.

Nada por aquí, nada por allá. En el segundo tiempo suplementario, a los 115′, Ezequiel Ávila entró por Pablo Mazza, en Douglas Haig. Y enseguida llegaron los penales.

Y con los remates, los nervios y la tensión. Pezzi metió para Douglas, puso el 1-0 y luego se cerró el arco. Elevó Rentería el primero de San Miguel, Pucheta le atajó a Mauri, Cabrera a Nahuel Sica, Pucheta volvió a atajar, esta vez a Miño, y Álvaro López consiguió poner el 1-1 en el tercer intento de San Miguel.

Trecco puso el 2-1 para Douglas, igualó el experimentado Cristian Chávez, Siergierjuk convirtió el quinto remate de Douglas y Pucheta cerró la serie inicial con un buen remate. 3-3, y a definir en series de a un tiro.

El defensor Osinaga, de muy buen partido, adelantó a Douglas, 4-3. Rodrigo Díaz igualó, 4-4, para San Miguel.

Avila, dsviado junto al palo izquierdo de Pucheta. Ortega no pudo aprovechar la chance de San Miguel, y Cabrera con la atajada le devolvió la esperanza a Pergamino. Convirtió Petino, 5-4. Peter Martínez Grance convirtió para el equipo de Coleoni: 5-5.

Y ahí volvió a aparecer el héroe de la tarde. Pucheta detuvo el tiro de Brian Meza, y Matías Bnítez, no falló: San Miguel se quedó con la serie, por 5-6.

La locura, las lágrimas, y los abrazos viajaron de Vicente López a Los Polvorines. La tristeza, la desazón, la pena, cayó con los últimos rayos de sol de Floirda, directo a Pergamino. Unos rieron, otros lloraron. Así es el Fútbol.

San Miguel logró un ascenso glorioso a Primera Nacional. Sonríe la gente del “Trueno Verde”, un regalo de fin de año estaba escondido en las manos de Joaquín Pucheta, y el sacrificio de todos.

Hernán O’Donnell

Peñarol acertó la última bola, y el Campeonato Uruguayo estira su definición

La jugada más importante del partido fue la última. Sí, en ciento veinte minutos de juego, donde pasaron pocas cosas trascendentes, cuando todo parecía definirse en los penales, Abel Hernández metió un sprint final y definió con total justeza para darle la victoria a Peñarol, y llevar la definición a un doble encuentro entre el “Carbonero” y Liverpool, que contaba con la ventaja de haber sido el Primero del Torneo Anual, con lo cual, si ganaba esta semifinal, era el Campeón Uruguayo. Pero se metió “La Joya”, y ahora habrá una definición a dos partidos, uno en la casa de cada uno.

El conjunto de Jorge Bava formó con Sebastián Britos; Federico Pereira, Juan Izquierdo, Mateo Antoni y Miguel Samudio; Marcelo Meli, Pablo Siles y Gonzalo Nápoli; Alan Medina, Thiago vecino y Luciano Rodríguez.

El equipo de Diego Aguirre comenzó con Guillermo De Amores; Hernán Coelho, Menosse y Maximiliano Olivera; Camilo Mayada, Damián García, Sebastián Rodríguez, Ignacio Sosa y Lucas Hernández; Angel González y Matías Arezo.

Sorprendió Aguirre con los tres centrales y los dos carrileros. Porque ahogó a Liverpool en la mitad de la cancha, le impidió desarrollar su habitual juego atildado, y no encontró los caminos hacia el arco “Carbonero”. Fue más Peñarol en el primer tiempo, en el que tuvo una chance a los 12′ con un pelotazo de Coelho, la corrida solitaria de Angel González, y su remate que tapó bien Sebastián Britos, con una rapida salida.

Manejaba mejor los tiempos el “Aurinegro”, y Liverpool consiguió su primera llegada clara a los 44′, con una asistencia de Pablo Siles, y el remate de Luciano Rodríguez que atrapó De Amores.

El “Manya” salió a jugar el segundo tiempo con dos variantes; Valentín Rodríguez entró por Lucas Hernández, y Sebastián Cristoforo reemplazó a Ignacio Sosa.

Y salió decidido Peñarol. A los 48′ probó Camilo Mayada, con un tiro que pasó cerca. Contestó el equipo de Bava, con un tiro libre de Luciano Rodríguez que sacó bien el golero De Amores, cuando iban 56′.

A los 64′ vino el tercer cambio en Peñarol; Abel Hernández remplazó a “Speedy” González. Iba a ser una variante influyente…

Jorge Bava produjo dos modificaciones a los 66′; Martín Barrios entró por Pablo Siles, y Rodrigo Rivero reemplazó a Luciano Rodríguez. Este último cambio, también iba a tener incidencia en el match…

El partido se diluía entre las variantes, el roce y el corte del juego. El cuarto cambio en Peñarol llegó a los 73′: Matías Aguirregaray reemplazó a Camilo Mayada.

Liverpool contó con la jugada más clara hasta entonces; a los 76′ un gran centro de Rivero fue cabeceado por Vecino y De Amores desvió la pelota con un gran esfuerzo.

Bava hizo su tercer cambio a los 79′; Ruben Bentancourt ingresó por Gonzalo Nápoli. Quería ir a buscar el partido, pero a los 89′ Rivero se excedió en la lucha por el balón, levantó la suela ante la disputa con Menosse, y se fue expulsado. Se acercaba el final y Liverpool iba a jugar el suplementario con un futbolista menos.

Sin embargo, a los 90+3′ Thiago vecino su una oportunidad, pero el balón salió desviado. Y Bava optó por reemplazarlo, al delantero Vecino, por un defensor, Federico Andueza, para reacomodar a la línea de fondo, cuando iban 90+4′.

Diego Aguirre hizo un cambio ofensivo para comenzar el tiempo suplementario; Franco González entró por Valentín Rodríguez. Y le quedaba una sexta variante, que usó a los 103′, con el ingreso de José Neris por Matías Arezo. En Liverpool, Agustín Cayetano reemplazó a Marcelo Meli.

El partido se jugaba con más nervios que precisión. Para el inicio del segundo suplementario, vino el sexto cambio en Liverpool. Matías Ocampo ingresó en lugar de Miguel Samudio.

La tensión dominaba el ambiente y todo parecía conducir a los penales; sin embargo, en la última bola de la noche, Cristóforo tiró el pelotazo para Abel Hernández, la “Joya” corrió, se fue por derecha, superó la marca de Andueza, y ante la salida de Britos definió con certeza y potencia al primer palo, para poner a Peñarol adelante por 0-1, a los 119′ de juego.

Fue la explosión para el “Carbonero”, la tristeza para Liverpool. Pero, al cabo, solo el cierre de un capítulo, porque el triunfo de Peñarol conduce a la gran Final, a doble partido entre ambos contendientes. Por eso, a esta historia, todavía le falta lo mejor.

Hernán O’Donnell