Perú y Chile, un clásico empate que los dejó conformes y expectantes

Fue un clásico. Con todo lo que eso conlleva, sobre todo en esta parte del mundo, donde jugar ante un rival histórico implica, primero no perder. Después, si se puede y solo si se puede, ganar.

Pero para intentar ganar, hay que tomar todos los recaudos posibles, medir cada jugada y no dar pasos en falso. Perú y Chile protagonizaron una edición más del Clásico del Pacífico, y no pudieron sacarse ventajas. Hubo un momento para Chile, el inicial. Luego se animó más Perú, tuvo algo más de protagonismo en el segundo tiempo, y el empate cayó de maduro.

El conjunto que dirige Jorge Fossati formó con Pedro Gallese; Miguel Araujo, Carlos Zambrano, Alexander Callens; Andy Polo, Sergio Peña, Wilder Cartagena, Luis Advíncula; Edison Flores, Piero Quispe y Gianluca Lapadula.

El equipo de Ricardo Alberto Gareca comenzó con Claudio Bravo; Mauricio Isla, Paulo Díaz, Igor Lichnovsky, Gabriel Suazo; Marcelino Núñez, Erick Pulgar; Victor Dávila, Alexis Sánchez, Diego Valdes; Eduardo Vargas.

Chile fue más punzante en el inicio, y a los 15′ tuvo una situación clara con un centro de la izquierda y el disparo de Alexis Sánchez que se fue por arriba del travesaño. Perú contestó con un tiro de Edison Flores, a los 20′, que pasó cerca.

Volvió a tener una oportunidad Chile, a través de un tiro de Alexis Sánchez que salió un poco elevado, cuando iban 28′ de juego.

Perú tuvo una baja importante a los 34′ cuando se lesionó Luis Advíncula, quien debió ser reemplazado por Marcos López. Y cerró bien el primer tiempo con un cabezazo de Araujo, a los 42′, que controló muy bien Claudio Bravo.

El “Tigre” Gareca dispuso una modificación para comenzar el segundo tiempo. Darío Osorio ingresó por Diego Valdés, también con una molestia.

Lapadula tuvo una buena posibilidad, a los 57′, y fue el aviso del crecimiento de Perú.

Entonces Gareca entendió que debía hacer más variantes en su equipo, y a los 64′ decidió la segunda y tercera modificación: Marcos Bolados entró por Víctor Dávila, y Ben Brereton lo hizo por Eduardo Vargas.

En Perú, el segundo y tercer cambio llegaron a los 71′; Paolo Guerrero reemplazó a Edison Flores, y Joao Grimaldo entró por Piero Quispe.

Y volvió a llegar, a los 79′, con un corner, el cabezazo, y el intento de Paolo Guerrero ante el leve rebote que dio Claudio Bravo.

A los 83′ Fossati hizo el cuarto y quinto cambios permitidos en Perú: Luis Abram entró en lugar de Alexander Callens, y Oliver Sonne reemplazó a Andy Polo. En Chile, Rodrigo Echeverría ingresó por Marcelino Núñez, a los 84′.

La última fue para la “Roja”: un cabezazo de Brereton Díaz, a los 85′, que salió apenas alto.

Fue el final, porque se mantuvo la cautela y el cuidado. Perú y Chile cumplieron con la premisa de no perder el clásico. Dos ciclos nuevos que recién van por los primeros pasos. Jorge Fossati reemplaza a Gareca, en Perú, tras un ciclo de ocho años muy buenos. Y le empezó a dar su forma al equipo, con tres centarles, dos carrileros, la innovación de poner a Advíncula por izquierda, el final d jugar con dos “nueves”, por si había que terminar el partido con centros…

Ricardo Gareca también arranca su primera competición oficial en Chile, con una decisión fuerte, la de prescindir de dos históricos como Gary Medel y Arturo Vidal.

Sumaron un punto, no cedieron ante el rival histórico, mantienen viva la ilusión de la clasificación. Para empezar, no está mal.

Hernán O’Donnell

Países Bajos y Francia jugaron un primer tiempo para soñar, y el otro para dormir

El partidazo que prometían Países Bajos y Francia se redujo a tan solo un cuarto de hora. Tal vez unos pocos minutos más. Luego, el primer tiempo mantuvo la calidad pero bajó en intensidad. Aún así, fue bastante bueno, y generó muchas expectativas por lo que podía ser el complemento. Sin embargo, en el segundo tiempo las luces se apagaron, la música bajó el volumen, las estrellas se difuminaron, y la fiesta de Fútbol que ambos insinuaron se redujo a un partido pensado, cauteloso, tranquilo. Sólo Francia mantuvo la amenaza latente de llegar hasta el arco rival, y así produjo varias situaciones como para llevarse la victoria, pero no logró perforar la defensa naranja. Y la UEFA EURO-Alemania 2024 tuvo su primera igualdad con el marcador en blanco.

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El equipo de Ronald Koeman formó con Bart Verbruggen; Denzel Dumfries, Stefan de Vrij, Virgil van Dijk y Nathan Aké; Jerdy Schouten y Tijani Reijnders; Jeremie Frimpong, Xavi Simons y Cody Gakpo; Memphis Depay.

El equipo de Didier Deschamps alineó a Mike Maignan; Jules Koundé, Dayot Upamecano, William Saliba y Theo Hernández; NGolo Kanté, Aurelien Tchouameni y Adrien Rabito; Ousmane Demebelé, Marcus Thuram y Antoine Griezmann.

El cuarto de hora inicial fue frenético, con múltiples llegadas y la sensación de que iba a llover goles. Al minuto se escapó Frimpong por derecha, y cuando estaba cerca de definir, sacó un tiro cruzado que pasó muy cerca. Respondió Francia con un disparo al ángulo de Antoine Griezmann que el arquero Verbruggen sacó al corner, a los 3′ de juego.

Otra chance clara para los franceses sucedió a los 13′. Llegó Rabiot en posición de definir, optó por darle el pase a Griezmann, quien no pudo controlar la pelota y resolver. Luego, a los 14′, Griezmann sacó un tiro que se fue apenas alto.

Y enseguida, a los 15′, Cody Gakpo enganchó de izquierda al medio, dejó a dos rivales en el camino, y metió un remate que Maignan desvió abajo.

Era un comienzo electrizante, que recorría la noche de Leipzig a alto voltaje. De a poco, la tensión comenzó a bajar.

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A los 27′ un gran pelotazo de Jules Kounde a Marcus Thuram fue aprovechado por el delantero, que con un poderoso pique se fue al arco rival, y sacó un tiro que pasó por encima del travesaño.

Y sobre el cierre, Francia contó con otra oportunidad. Iban 42′ cuando llegó un centro que cabeceó muy bien Antoine Griezmann, pero Verbruggen controló abajo.

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Toda la expectativa generada por una gran primer período, se diluyó con el correr de los minutos del complemento.

Países Bajos se empezó a acomodar al resultado, retrasó líneas y le propuso a Francia un partido incómodo. Para los galos, tener el balón y el campo, sin espacios para explotar porque su rival acumulaba gente en su propio territorio, resultó problemático. Y optó por jugar tranquilo, medido, mover la pelota hasta que el hueco apareciera.

Esto sucedió a los 59′. Una combinación muy precisa entre Rabiot, Dembelé, Rabiot y el pase a Thuram, quien remató afuera, fue la primera maniobra bien elaborada del segundo período.

A los 62′ llegó un centro de la derecha que Tchouamení cabeceó alto. Y volvió a producir una jugada combinada de precisión, que otra vez terminó con un disparo defectuoso de Griezmann, cuando iban 64′.

Países Bajos recién iba a avisar a los 68′ con un disparo de Xavi Simons que llegó a la red, pero la jugada no fue convalidad por off side de Depay.

Visto en apremios, Ronald Koeman hizo tres variantes a los 72′ de juego: Joey Veerman entró por Xavi Simons; Georginio Wijnaldum ingresó por Jerdy Schouten, y Lutsharel Geertruida reemplazó a Jeremie Frimpong.

A los 74′ Didier Deschamps hizo las primeras dos modificaciones en Francia. Kingsley Coman reemplazó a Ousmane Dembelé, y Olivier Giroud, ovacionado por su gente, entró por Marcus Thuram. Cuando iban 78′ de juego, Koeman hizo el cuarto cambio en su equipo: Wout Weghorst entró en el lugar de Memphis Depay.

El partido, a esa altura, ya se había apagado. Apenas quedaban algunas luces de Francia, que llegó a los 85′ con una buena bajada de Olivier Giroud para la entrada de Antoine Griezmann, pero salvó a tiempo de Vrij.

Y no hubo nada más, porque la conformidad alcanzó a ambos, que sumaron un punto, pero quedaron en deuda porque nos habían mostrado, al inicio del juego, que podían haber hecho un partido para recordar.

Hernán O’Donnell

Argentina apretó en el segundo tiempo, y estrenó con éxito su defensa de la Copa América

En el segundo tiempo, se desató el carnaval. Cuando el equipo entendió la mejor manera de enfrentar al rival, atacarlo, ahogarlo en su campo, no permitirle salir. Y resultó bien el plan. porque había costado en el primer tiempo. Canadá le jugó a la Argentina tal como lo hizo Arabia Saudita, cuando le tocó enfrentar a la “Albiceleste” en el primer partido de la Copa Mundial de la FIFA-Catar 2022. Apretaditas las líneas, bien adelantada la defensa, con mucha presión en todos los sectores. Pero cuando la Argentina se acomodó a un nuevo plan, tuvo autoridad para llevarse el partido.

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El equipo de Lionel Scaloni formó con Emiliano Martínez; Nahuel Molina, Cristian Romero, Lisandro Martínez y Marcos Acuña; Rodrigo De Paul, Leandro Paredes y Alexis Mac Allister; Lionel Messi, Julián Álvarez y Ángel Di María.

El conjunto canadiense comenzó con Maxime Crepeau; Alistair Johnston, Moise Bombito, Derek Cornelius y Alphonso Davies; Tajon Buchanan, Ismael Koné, Eustaquio y Liam Millar; Jonathan David y Cyle Larin.

La Selección tuvo una primera chance a los 7′, con un contragolpe de Di María, que no pudo concretar porque el arquero Crepeau achicó justo y el balón se le había ido un poco adelante un instante antes del remate final.

Era una pintura del primer período. Canadá apretaba muy alto, y la Argentina apelaba a los largos pelotazos a las espaldas de los defensores rivales. El equipo norteamericano planteaba un sólido 4-4-2, pero que se transformaba en un 3-4-3 cuando atacaba, porque se adelantaba el tándem Alphonso Davies y Liam Millar. El lateral pasaba a la línea de volantes, y Millar se posicionaba como puntero izquierdo.

A los 27′ un pelotazo largo para Marcos Acuña no pudo concluir en una jugada peligrosa, porque el centro no alcanzó a un compañero.

Luego, hubo algunas llegadas de Canadá, como la de Buchanan a los 28′. Respondió la Argentina, a los 38′, con un centro de Rodrigo De Paul y el cabezazo fuerte de Mac Allister que controló el arquero.

Y al cierre del primer tiempo, Canadá tuvo la más clara. un centro de la derecha, y el cabezazo de Eustaquio fue muy bien atajado por “Dibu” Martínez, cuando iban 42′.

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Todo cambió en el segundo tiempo. La Argentina salió con otro plan, más decidida, mucho más adelantada. Abrió el marcador a los 48′, con una definición de Julián Álvarez, que puso el 1-0 para la Argentina.

Ahí empezó un ataque sistemático, al que le faltó muy poco para llegar al gol. A los 49′ un remate de Álvarez fue sacado por el arquero, al corner. Cuando iban 54′ Di María disparó por encima del travesaño.

A los 58′ vino la primera variante en Canadá: Jacob Shaffelburg entró en lugar de Tajon Buchanan.

Un contragolpe de Messi, a los 66′, no pudo concretarse. Tapó el arquero y un defensor, los dos intentos del rosarino.

El primer cambio que dispuso Scaloni fue a los 67′: Giovanni Lo Celso entró en reemplazo de Angelito Di María. Y a los 75′ efectuó la segunda y tercera variantes; Lautaro Martínez reemplazó a Julián Álvarez, y Nicolás Otamendi ingresó por Leandro Paredes.

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Argntina dominaba el juego, y otra escapada de Messi, cuando iban 78′, terminó con un tiro apenas desviado. A los 79′, Richie Laryera reemplazó a Cyle Larin, en el equipo de Jesse Marsch.

Un error en la salida de la defensa canadiense le dejó la pelota servida a Lautaro Martínez, pero su disparo lo tapó Crepeau, a los 81′.

Marsch hizo el tercer y cuarto cambio de Canadá a los 85′ Jacen Russel-Rowe entró por Liam Millar, y Jonathan Osorio ingresó en lugar de Isamel Koné.

En Argentina, a los 89′ Nicolás Tagliafico entró por Marcos Acuña, y Gonzalo Montiel reemplazó a Nahuel Molina.

Todo estaba resuelto. La Argentina tuvo un duro primer tiempo, se adelantó en el segundo y superó con claridad a un rival complicado. El primer paso está dado.

Hernán O’Donnell

El empate dejó conformes a Dinamarca e Inglaterra

La EURO presenta grandes partidos, en general bien jugados, y con muchos atractivos. También fue el caso de Dinamarca e Inglaterra, que protagonizaron un encuentro equilibrado, con predominio alternado y muchas ocasiones de gol. El inicio de cada tiempo favoreció al equipo británico, la parte final de ambas etapas fue protagonista principal el conjunto danés. Al cabo, el empate estuvo bien.

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Dinamarca formó con Kasper Schmeichel; Joachim Andersen, Jannik Vestergaard y Andras Christensen; Joakim Maehle, Morten Hjulmand, Pierre Hojbjerg y Victor Kristiansen; Christian Eriksen, Jonas Wind y Rasmus Hojlund.

Inglaterra comenzó con Jordan Pickford; Kyle Walker, John Stones, Marc Guhi y Kieran Trippier; Trent Alexander-Arnold y Declan Rice; Bukayo Saka, Jude Bellingham, y Phil Foden; Harry Kane.

Dinamarca trató de salir a ahogar a Inglaterra, pero los británicos tuvieron más llegadas en ese comienzo. A los 12′ un Phil Foden hio una buena jugada, y su remate final fue elevado.

Luego, a los 17′, abrió el marcador. Un pelotazo a la derecha, Kyle Walker le ganó la posición a Kristiansen, se fue por la banda, lanzó el centro bajo, tras un rebote la pelota le quedó a Harry Kane, que resolvió con inteligencia, pues puso un toque abierta con su pie izquierdo ante la salida de Schmeichel. Inglaterra quedaba 0-1 adelante en el marcador.

Ahí se atrasó el equipo inglés, y Dinamarca se adelantó en el terreno. Tuvo el manejo de la pelota, aunque le costaba generar profundidad. Y probó de lejos. Una pelota cruzada en una salida inglesa la recibió Morten Hjulmand, quien metió un tiro muy fuerte, desde muy lejos, para poner el partido 1-1 a los 33′ de juego.

Y comenzó a llegar Dinamarca. A los 38′ con un cabezazo de Andersen que pasó alto.

Phil Foden armó una excelente jugada individual, a los 40′, pero luego de gambetear a tres rivales, optó por sacar su disparo al arco, que controló bien Schmeichel, cuando Kane aparecía como una buena opción de pase.

Y el primer tiempo se cerró con un tiro de Hojbjerg que atrapó bien Jordan Pickford, a los 43′.

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El comienzo del segundo tiempo fue favorable a Inglaterra. A los 50′ un disparo de Declan Rice tuvo un desvío y atrapò Schmeichel. Cuando iban 52′, un buen pelotazo a Bukayo Saka fue bien cabeceado por este, pero la pelota pegó en la parte externa de la red.

Entonces, Garteh Southgate, entrenador de Inglaterra, hizo el primer cambio. Conor Gallagher entrò por Trent Alexander-Arnold, cuando iban 53′ de juego.

Era sostenido el dominio inglés, y a los 55′ Phil Foden sacó un excelente remate, que pegó en la base del poste izquierdo de Schmeichel.

Allí, Kasper Hjulmand, entrenador de Dinamarca, hizo dos variantes. Iban 56′ y Mikkel Damsgaard entró por Jonas Wind, y Alexander Bah reemplazó a Victor Kristiansen. A los 66′ hizo su tercera modificación; Yussuf Poulsen ingresó por Rasmus Hojlund.

Crédito: Photo by Alexander Scheuber – UEFA/UEFA via Getty Images

Mejoró Dinamarca. A los 67′ avisó con un remate de Damsgaard, que supo controlar Pickford.

Ante esa coyuntura, Gareth Southgate hizo tres cambios en el conjunto inglés. Jarrod Bowen entró por Phil Foden, Ollie Watkins reemplazó a Bukayo Saka y Ederechi Eze ingresó por Harry Kane.

Pero perdió potencia Inglaterra. Los ingresantes no pudieron elevar el nivel y hasta se extrañó a los salientes. Dinamarca hizo a los 81′ los dos cambios que le quedaban. Andreas Skov Olsen entró por Christian Eriksen, y Christian Norgaard reemplazó a Morten Hjulmand.

Y pudo convertir a los 82′, con un cruce salvador de Trippier, que sacó la pelota al corner. De ese tiro de esquina, Christensen elevó su remate. Y a los 84′, un tiro muy fuerte de Hojlberg se fue apenas desviado.

Fue un partido de momentos. Al comienzo de cada tapa, Inglaterra. Sobre el cierre de cada una, Dinamarca. El empate, en definitiva, dejó conformes y expectantes a los dos.

Hernán O’Donnell

Alemania hace del ataque su identidad y dio otro paso tras su sueño

No tuvo el brillo del debut, tampoco la contundencia, pero Alemania mantuvo su identidad futbolística, aquella que le transmite el entrenador Julian Nagelsmann, quien es un estratega apegado al ataque feroz, desde sus comienzos en TSG 1899 Hoffenheim, su consolidación en RB Leipzig, y su llegada al Bayern Münich. Para Nagelsmann, jugar al fútbol es atacar siempre, con la mayor cantidad de hombres posibles. Y frente a Hungría repitió esa propuesta, aún cuando no alcanzó la contundencia del debut ante Escocia, e incluso pasó algunos sofocones en su arco. Pero nada de eso le importó al equipo local, que siempre fue el dominador del partido, y se llevó los tres puntos, por ganar 2-0.

Crédito: Photo by Sebastian Widmann – UEFA/UEFA via Getty Images

Alemania formó con Manuel Neuer; Joshua Kimmich, Antonio Rüdiger, Jantahan Tah y Maximilian Mitteldstadt; Robert Andrich y Toni Kroos; Jamal Musiala, Ilkay Gündogan, y Florian Wirtz; Kai Havertz.

Hungría comenzó con Peter Gulacsi; Attila Fiola, Wili Orban y Marton Dardai; Bendeguz Bolla, Adam Nagy, Andras Schafer y Milos Kerkez; Roland Sallai, Branabás Varga y Domink Szobolszlai.

Dijimos que en este partido el local sufrió algunas alertas en su arco, cosa que no le había pasado en el debut. Pero en este juego, a los 15″ llegó Hungría con un pelotazo cruzado, la aparición de Roland Sallai, de buen primer tiempo, a la espalda de Kimmich, y su toque fue tapado justo por Manuel Neuer. Volvió a avisar la visita, a los 5′, con un remate de Bolla que Andrich desvió al corner en un cruce oportuno.

El local quería tomar el mando, pero Hungría le decía que no iba a ser un simple partenaire. A los 10′ Kai Havertz le ganó la posición a Orban y sacó un disparo muy peligroso que tapó Gulacsi. Alemania enseñaba que iba a ser muy fuerte en su ataque.

Crédito: Photo by Chris Ricco – UEFA/UEFA via Getty Images

Otra llegada de Sallai, a los 14′, fue tapada por Kimmich. Hungría quería plantearle un partido duro al local, pero en cuanto agarró el balón y se posicionó en campo adversario, Alemania sostuvo un juego difícil de contener.

A los 21′ abrió el marcador. Musiala habilitó a Gundogan, este peleó un balón con Orban, le ganó la posesión ante la caída del zaguero y la salida lenta de Gulacsi, cedió a Musiala, y este, con un remate alto, puso el 1-0 para Alemania.

Allí se empezó a ejercer el control del juego, pero Hungría no se resignaba, y volvióa atener llegadas. A los 25′, un tiro libre de Szoboszlai fue rechazado por Neuer, primero con las manos, tras un vuelo fenomenal, y luego con los pies. A los 28′ otra vez Szoboszlai remató al arco local, pero el zaguero Tah sacó la pelota al corner.

Fue el último momento en que Hungría pudo hacer un partido, digamos, parejo. Después, se acentuó el dominio territorial del local, y produjo un último cuarto de hora de ataque permanente que cerró con un remate de Musiala, a los 43′, que se fue apenas alto, y pudo ampliar el marcador.

Crédito: Photo by Alex Caparros – UEFA/UEFA via Getty Images

En el segundo tiempo, Alemania continuó con su protagonismo. A los 54′ un disparo de Toni Kroos fue sacado por Gulacsi. A los 57′, Nagelsmann hizo las dos primeras modificaciones del local. Niclas Fülkrug entró por Kai Havertz, y Leroy Sané ingresó en lugar de Florian Wirtz.

Una contra rápida de Hungría, con la escapada de Sallai por izquierda, siguió con un centro medido, que cabeceó Varga, pero el balón salió por encima del travesaño, cuando iban 59′ de juego.

Respondió Musiala, a los 61′, con un remate alto. El partido ya había tomado un desarrollo claro; el que ganaba atacaba, y el que perdía, intentaba meter contragolpes.

Cuando iban 63′, Marco Rossi, el técnico italiano de Hungría, hizo su primera variante: Laszlo Kleinheisler reemplazó a Adam Nagy.

Pero enseguida aumentó Alemania y todo pareció definirse. Un centro de Mitteldstadt hacia el corazón del área, fue aprovechado por Ilkay Gündogan, quien ocupó un lugar libre con inteligencia, y resolvió con categoría, para poner el 2-0 a favor del local, cuando iban 66′ de juego.

Llegaron otros dos cambios en Alemania, el tercero y cuarto: Chris Führich ingresó por Robert Andrich, y Emre Can reemplazó a Jamal Musiala, a los 70′ de juego.

Crédito: Photo by Chris Ricco – UEFA/UEFA via Getty Images

Un disparo de Leroy Sané, a los 74′, fue sacado por Gulacsi al corner. Otra oportunidad para el local.

Cuando iban 75′, Rossi hizo el segundo y tercer cambio de la visita. Martin Adam ingresó por Milos Kerkel, y Zsolt Nagy entró en lugar de Bendeguz Bolla.

Tuvo una llegada la visita, a los 82′, en un tiro de esquina que encontró una salida apurada de Neuer, y Emre Can desvió el balón hacia el corner.

A los 83′ Nagelsmann hizo la quinta modificación en el local, con el ingreso de Deniz Undav por Ilkay Gündogan, mientras que a los 86′ Rossi hizo las dos últimas variantes en Hungría: Daniel Gazdag entró por Barnabás Varga, y Kevin Csoboth reemplazó a Roland Sallai.

Otra salida falllida de Neuer posibilitó un tiro de Hungría que Can salvó sobre la línea. El locla tuvo, más allá de su indiscutido triunfo, algunos desacoples en defensa.

Pero eso no empaña su triunfo, ni su actuación, definida por el ataque constante, masivo y arriesgado, que es un sello de su entrenador y el equipo lo reproduce en cada actuación.

Hernán O’Donnell

Francia fue práctico y seguro para dar el primer paso

Cuando Francia advirtió que Austria le iba a jugar un partido cara a cara, con audacia y ambición, sintió que se le presentaba la oportunidad de replegarse, abrir espacios a la espalda de los defensores austríacos, y explotar la velocidad en contragolpe de Mbappé. También de Dembelé y Thuram. Y que ese planteo podía resultarle muy cómodo. Por eso eligió esa forma, y cuando se puso en ventaja, fue a lo seguro para dar el primer paso en el largo camino que espera recorrer en la UEFA EURO-Alemania 2024.

Crédito: Photo by Christopher Lee – UEFA/UEFA via Getty Images

El equipo austríaco formó con Patrick Pentz; Stefan Posch, Kevin Danso, Maximilian Wöber y Philip Mwene; Nicolas Seiwald y Florian Grillitsch; Konrad Laimer, Marcel Sabitzer y Chrispoh Baumgartner; Michael Gregoritsch.

El conjunto de Didier Deschamps comenzó con Mike Maignan; JUles Kounde, Dayot Upamecano, William Saliba y Theo Hernández; N’Golo Kanté y Adrien Rabiot; Ousmane Dembelé, Antoine Griezmann y Marcus Thuram; Kylian Mbappé.

Los primeros minutos fueron de estudio, y tanto Austria como Francia intentaron tomar el control del partido. El Sub Campeón mundial tuvo un par de llegadas de mucho peligro. A los 8′ arrancó Hernández por izquierda, cuando lo volteaban asistió a Mbappé, quien arrancó por ese mismo sector, llegó a la puerta del área y sacó un tremendo remate que Pentz desvió abajo, junto a su palo derecho, y la pelota fue al corner.

A los 12′ fue el propio Theo Hernández quien se metió en el área y sacó un centro muy peligroso, que nadie llegó a conectar.

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Después, Austria se propuso ir a buscarlo y Francia cedió terreno y balón. Los dos parecían acomodarse a ese rol; Austria se entusiasmaba con su planteo ofensivo y de presión alta, y Francia entendía que jugar de contragolpe podía ser un buen negocio.

El equipo de Ralf Rangnick llegó con claridad a los 35′, tras una habilitación a Baumgartner, quien entró solo y remató frente a la salida de Maignan, que con un pie desvió el tiro al corner, aunque el juez no advirtió el final de la maniobra y dio saque de arco.

Austria sentía que podía acercarse al cielo de Düsseldorf, pero Francia le hizo ver la estrellas. Iban 37′ cuando Kylian Mbappé desbordó muy bien por derecha, sacó un centro para la entrada de Antoine Griezmann, y Maximilian Wöber, en su intento por rechazar de cabeza, metió el balón en su valla, para que el partido quedara 0-1 a favor de Francia.

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Que pudo ampliar el marcador a los 45′, con un pelotazo a Mbappé, quien solo ante la salida de Pentz no pudo controlar la pelota, que al cabo le quedó al arquero austríaco.

En el segundo tiempo, Francia mantuvo la tesitura de jugar de contragolpe. Y a los 54′ tuvo una oportunidad clarísima, con una escapada de Mbappé, quien, ante la salida solitaria de Pentz, definió con un tiro abierto y combado, que salió apenas al lado del palo izquierdo del arquero.

Entonces Ralf Rangnick decidió hacer tres cambios en el equipo de Austria, cuando ya iban 58′ de juego. Marko Arnautovic entró por Michael Gregoritsch, Gernot Trauner reemplazó a Maximilian Wöber, y Patrick Wimmer ingresó en lugar de Florian Grillitsch.

Ya se jugaba en campo francés, aunque Austria no podía profundizar su dominio, y el equipo de Didier Deschamps metía contragolpes peligrosos. A los 63′ se fue Dembelé y su disparo salió alto.

El equipo francés advirtió que podía definir el partido, y adelantó líneas. Sin dejara espacios ni regalarse, tuvo unos diez minutos de control territorial en el que buscó meter el segundo tanto que le diera la tranquilidad de manejar el resultado. Hizo dos cambios, a los 70′, para reforzar la idea: Randal Kolo Muani entró por Ousmane Dembelé, y Eduardo Camavinga ingresó en lugar de Adrién Rabiot.

Crédito: Photo by Michael Regan – UEFA/UEFA via Getty Images

El encuentro se hizo más abierto, y Austria también contó con sus oportunidades, como la que tuvo a los 78′ cuando un pelotazo largo fue disputado por Baumgartner y el arquero Maignan, quien llegó con lo justo para ganar el balón, aunque no pudo evitar el choque con el delantero.

A los 87′ Alexander Prass entró en lugar de Philip Mwene, en el conjunto austriaco, y en los galos Olivier Giroud ingresó por Kylian Mbappe, con un golpe, y Youssouf Fofana entró por Antoine Griezmann, cuando iban 90′ de juego. También se produjo entonces el último cambio en Austria; Romano Schmid reemplazó a Konrad Laimer.

Los minutos finales fueron de alta tensión, porque Francia arriesgó un poco más y tuvo alguna chance, que también supo tener Austria. Pero nada modificó el resultado.

Francia se sabe candidato y por eso quiere dar cada paso sobre seguro. Fue un equipo práctico, se ajustó a lo que proponía el rival y se llevó tres puntos para dar comienzo a la gran ilusión.

Hernán O’Donnell

Países Bajos siempre creyó, y al final tuvo su premio

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No lo confundió la desventaja inicial, no se desesperó, no entró en pánico ni cambió el estilo. Al contrario, Países Bajos siempre se mantuvo en su idea, supo aguantar los momentos favorables a Polonia y al final se llevó la victoria.

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El equipo polaco formó con Wojciech Szczesny; Jan Bednarek, Bartosz Salamon, Jakub Kiwior; Przemyslaw Frankowski, Piotr Zielinski, Taras Romanzcuk, Nicola Zalewski; Sebastian Szymanski, Adam Buksa y Kacper Urbanski.

El conjunto de Ronald Koeman comenzó con Bart Verbruggen; Denzel Dumfries, Stefan de Vrij, Virgil Van Dijk, Nathan Aké; Jerdy Schouten, Joey Veerman, Xavi Simons, Tiijani Reijnders; Cody Gakpo y Memphis Depay.

El inicio fue con un predominio del equipo neerlandés, que llegó con claridad en los primeros minutos, pero el que abrió el marcador fue Polonia. Iban 15′ de juego, Zielinski ejecutó un corner desde la izquierda, cabeceó cruzado Buksa, el reemplazante de Robert Lewandowski nada menos, y convirtió el 1-0 para el equipo polaco.

Países Bajos asumió el golpe pero no entró en la locura. Le agregó aceleración a su juego, y empezó a llegar al arco de Szczesny. A los 22′, un tiro cruzado de Depay fue el primer aviso. Cuando iban 24′ llegó Reijnders, también sacó un disparo cruzado y el cruce de Salamon envió la pelota al corner.

Y a los 28′ llegó el empate, por intermedio de Cody Gakpo, quien recibió de Aké y sacó un fuerte tiro, se desvió en Salamón, y el partido quedó 1-1.

Siguió el dominio “naranja”, aunque en este partido vestido de azul. A los 41′ desbordó Aké, lanzó el centro y el tiro de Gakpo se fue apenas alto.

Crédito: Photo by Stuart Franklin – UEFA/UEFA via Getty Images

El Director Técnico de Polonia, Michal Probierz, determinó una variante para empezar el segundo período de juego. Jakub Moder entró por Symanski.

Países Bajos mantuvo su idea, y a los 48′ probó Memphis Depay desde afuera del área.

Ante el dominio de su rival, Probierz fue por dos variantes más a los 54′ de juego. K. Swiderski entró por Urbanski, y B. Slisz reemplazó a T. Romanchuk.

Y ahí creció Polonia. Tomó aire, refrescó su juego, y comenzó a dominar. A los 57′, un disparo de Kiwior fue tapado por Verbruggen. Cuando iban 60′, Zalewski desperdició una chance, con un remate muy alto.

Reaccionó Ronald Koeman, el entrenador de Países Bajos, y metió dos variantes a los 61′ de juego. G. Wijnaldum ingresó por J. Veerman, y D. Malen reemplazó a Xavi Simons.

Se reacomodó el equipo de azul, y empezó a fluir con más llegadas. A los 69′ Dumfries lo tuvo claro, pero tapó Szczesny, en una jugada que le quedaba mejor a Depay para el disparo. Un corner, a los 72′, fue cabeceado por de Vrij, pero la pelota salió arriba.

El cuarto cambio de Polonia fue a los 76′ Jakub Piotrowski entró en lugar de P. Zielinski. En Países bajos, a los 80′ J. Frimpong entrò por Cody Gakpo, y Wout Weghorst entró en lugar de Memphis Depay,.

Muy pronto Weghorst mostró su capacidad goleadora, y aprovechó un buen centro raso, para meter un remate fuerte, y marcar el gol de Países Bajos, que puso el partido 1-2 a los 82′ de juego.

Crédito: Photo by Stuart Franklin – UEFA/UEFA via Getty Images

El partido tuvo dos cambios finales. A los 85′ B. Bereszynski entró por B. Salamon, en Polonia, y en el ganador, Micky van de Ven entró en lugar de Nathan Ake.

Tuvo dos oportunidades Polonia para igualar el partido. A los 88′ Piotrowski no pudo acertarle al arco tras un rechazo del arquero rival, y a los 90+1′ Jakub Moder metió un fuerte tiro que salvó Bart Verbruggen.

También en la defensa se sostuvo el triunfo de Países Bajos. Siempre creyó en su fútbol, mantuvo su idea de ataque, y se llevó una victoria muy valiosa.

Hernán O’Donnell

Dogos XV facturó cada oportunidad y gritó Campeón del Super Rugby Américas 2024

Llegaba casi de punto. De visitante, con una caída reciente ante su contrincante, con el segundo puesto en la fase regular, y con la postergación de un día de la final, que coincidió con una jornada del torneo provincial. Pero Dogos XV hizo de las dificultades una oportunidad. Se comprometió con el juego, apeló a la fortaleza de los forwards, no cedió espacios, facturó cada penal que le concedieron, y le ganó por un amplio margen, de 21-37 al local, Pampas XV, que vivió una tarde descolorida, luego de un semestre muy bueno.

Crédito: Prensa UAR

El equipo porteño comenzó con Javier Corvalán, Ramiro Gurovich y Estanislao Carullo; Eliseo Fourcade y Marcelo Toledo; Manuel Bernstein, Nicolás D’Amorim y Joaquín Moro; Ignacio Inchauspe y Joaquín de la Vega Mendía; Jerónimo Ulloa, Justo Piccardo, Juan Pablo Castro y Santiago Pernas; Benjamín Elizalde.

La franquicia cordobesa formó con Boris Wenger, Tomás Bartolini, Octavio Filippa; Lautaro Simes y Franco Molina; Aitor Bildosola, Valentín cabral y Efraín Elías; Agustín Moyano y Julián Hernández; Felipe Mallía, Faustino Sánchez Valarolo, Leonardo Gea Salim y Lautaro Cipriani; Mateo Soler.

El partido comenzó cerrado, con ambos equipos dispuestos a asegurar la pelota, no cometer errores y a tratar de estar atentos para aprovechar alguna oportunidad. Todo en un ambiente que hervía, entre la gente que desbordó el Club Atlético San Isidro y, entre gritos y cantos, alentaba a cada uno de los equipos, aunque la gente de Dogos era más clara en el apoyo, en tanto el público porteño se acercó más a ver rugby, y en todo caso “hinchar” por los jugadores que representaban a su club, más que al equipo.

A los 4′ Julián Hernández abrió el marcador, con un penal que puso el partido 0-3. Enseguida igualó Joaquín De la Vega Mendía, y el partido quedaba 3-3, cuando iban 7′ de juego.

Dogos se apoyaba en un juego cerrado, con un pack fuerte y difícil de pasar. En un ataque sólido, el ala Aitor Bildosola llegó al try, convirtió Julián Hernández, y el match quedó 3-10 para Dogos XV a los 10′ del partido.

El roce y la intensidad dejaron el primer herido, y a los 15′ Facundo Cardozo entró por Aitor Bildosola, en el primer cambio del visitante.

Pampas fue por la igualdad, y la logró a los 16′ con un try de Javier Corvalán que convirtió el apertura De la Vega Mendía, y el match quedó 10-10.

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Cuando el apertura del local puso el 13-10 con un penal a los 23′, parecía que Pampas podía doblegar el partido. Dominaba el juego, contaba con un hombre más por una amonestación, pero Valentín Cabral interceptó una jugada de ataque de pampas, corrió desde su campo y apoyó en la bandera. Dogos lo daba vuelta; 13-15 a los 25′ de juego.

El penal de De la Vega Mendía, a los 32′, cerraba el primer tiempo por 16-15 para el local.

Dogos sumaba otra dificultad por el golpe que había recibido su medio apertura, Julián Hernández, quien, a los 38′, debió dejarle el lugar a Juan Bautista Baronio, que iba a tener un protagonismo estelar en la tarde de la gran final.

Para comenzar el segundo tiempo, Pedro Delgado entró por Octavio Filippa, en la tercera modificación de la visita. Y, de a poco, empezó a construir el triunfo.

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Porque la franquicia cordobesa se apoyó en la solidez de sus delanteros para avanzar, ganar cada pelota en disputa, y forzar a Pampas a acometer penales, que le dieron una seguidilla de puntos que dieron vuelta el partido.

A los 42′ Juan Bautista Baronio acertó un penal a los palos, y revirtió el marcador: 16-18. Después, volvió a marcar a los 48′, para poner el 16-21, y a los 52′ Baronio colocó el 16-24. El partido ya estaba bajo el dominio psicológico de Dogos XV. Porque de cada penal, Pampas salía con decisión a buscar sus puntos, pero la defensa de la visita era muy sólida, ganaba la pelota y volvía a atacar, y sumaba.

Facundo Sacaiano entró por Javier Corvalán, y Simón Benítez Cruz ingresó por Ignacio Inchauspe, en dos modificaciones de Pampas, a los 53′ de juego. En Dogos XV, el cuarto cambio se hizo a los 57′, con el ingreso de Agustín Segura por Faustino Sánchez Valarolo.

Erró un penal Baronio, a los 60′, y parecía que a Pampas le surgía una oportunidad. Dispuso de varios cambios. Ignacio Bottazini entró por Ramiro Gurovich, Javier Coronel reemplazó a Estanislao Carullo, y Rodrigo Fernández Criado entró en lugar Eliseo Fourcade. Un sacudón para el pack de forwards, más el ingreso de Bruno Heit por Juan Pablo Castro, unos minutos después.

Pero ya el control del juego era muy claro a favor de Dogos, más allá de los embates de Pampas. El penal de Baronio a los 66′, que puso el 16-27 fue el principio del fin. Ni que hablar el penal siguiente, cuando iban 68′, que dejó el encuentro 16-30.

Manuel Nogués ingresó en lugar de De la Vega Mendía, en un último intento de revertir la situación, a los 69′ de juego. Lo mismo que el ingreso de Santiago Montagner por Nicolás D’Amorim

En la visita, Agustín De Vertiz entró por Felipe Mallía.

Todo parecía resuelto, pero Dogos no salía de su libreto, y aún cuando jugaba con un hombre menos por la amonestación de Leonardo Gea Salim, a los 70′, con un avance constante de los delanteros forzó una serie de infracciones del local que derivaron en un try penal que alargó la distancia a 16-37, cuando iban 79′ de juego.

El try de Pampas, a los 80′, por intermedio de Scaiano solo sirvió para dejar el resultado en la historia por 23-37. Ya había sonado la campana y ahí mismo se desató la fiesta cordobesa.

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Fernet, bailanta y gritos invadieron San Isidro. Córdoba mudó su fiesta hasta las orillas del Río de la Plata.

Fue un triunfo justo, merecido, indiscutible. Puso el alma y el corazón. Se aferró a sus cualidades, pensó siempre, desde el banco se orientó en cada jugada y minuto a minuto. Facturó cada oportunidad y es un justo Campeón.

Hernán O’Donnell

Tras sufrir un golpe inicial, Argentina levantó la guardia y noqueó a Guatemala

Como un combate de boxeo, donde el pugilista principal, el Campeón, el favorito, empieza tranquilo, sereno, medido, y en el primer round recibe un golpe que lo hace trastabillar. Así empezó la Argentina ante Guatemala, un poco fría y con un pequeño descuido que le costó un golpe que le avisó que la “pelea” había empezado. Y, errática, fue a buscar el “combate”, en el que le costó al comienzo hallar la distancia justa, y la precisión necesaria para golpear al rival. Pero entre un error defensivo, el crecimiento del equipo, el ingreso de Ángel Di María, y la excelencia habitual de Lionel Messi, la selección creció a lo largo del partido y metió los golpes en los momentos justos para ganar con amplitud.

El equipo de Scaloni formó con Emiliano Martínez; Nahuel Molina, Nicolás Otamendi, Lisandro Martínez y Nicolás González; Valentín Carboni, Enzo Fernández, Alexis Mac Allister y Giovani Lo Celso; Lionel Andrés Messi y Lautaro Martínez.

Guatemala comenzó con Nicholas Hagen; José Morales, José Carlos Pinto, Nicolás Samayoa y José Ardon; Oscar Castellanos y Marco Domínguez; Oscar Santis, Jonathan Franco y Elmer Cardoza; Rubio Rubín.

A los 4′ llegó el gol de Guatemala, un poco producto de la mala fortuna, porque el cabezazo no traía peligro, pero el balón dio en la defensa y Lisandro Martínez, en su intento por despejar, metió el balón en la valla argentina. 0-1 para Guatemala en el primer round.

Argentina tuvo un momento de confusión, de imprecisión, pero una falla en la salida del arquero Hagen le permitió a Leo Messi convertir el 1-1 a los 12′ de juego.

El gol tranquilizó a la Argentina, pero no alcanzó a perfeccionar su juego. Sin embargo, aceleró sobre el final del primer tiempo, y una combinación entre Messi y Valentín Carboni, generó un desborde el juvenil, lo bajaron en el área, y el penal lo tiró Lautaro Martínez, para poner el 2-1 a favor de Argentina, a los 39′ de juego.

En l segundo tiempo mejoró de modo notable la Selección. Se adelantó en el campo, atoró al rival, y lo empezó a golpear, como el pugilista que pone contra las cuerdas a su rival. Y con las tres modificaciones hechas a los 60′, el equipo se hizo imparable. Angel Di María entró por Carboni; Rodrigo De Paul remplazó a Lo Celso, y Leandro Paredes ingresó een lugar de Alexis Mac Allister.

Y ahí fue un vendaval de ataque, con la jugada que significó el tercer gol; la entrada de Messi por derecha, el centro atrás y Lautaro Martínez ingresó por el centro para poner el 3-1 a los 65′ de juego.

Luego, a los 66′ Julián Álvarez reemplazó a Lautaro Martínez.

Siguió Argentina con la misma intensidad, y a los 76′ Leo Messi definió con categoría, para poner el 4-1 final.

Argentina recibió un golpe en el primer round, levantó la guardia, y empezó a caminar el ring hacia adelante, hasta poner contra las cuerdas a un digno rival, que intentó mantenerse en pie hasta el final, pero no pudo aguantar el ritmo del campeón.

Hernán O’Donnell

Alemania puso en marcha la EURO con una actuación sobresaliente

El Fútbol vive un tiempo de fiesta, un mes repartido entre fines de Junio y principios de Julio, con dos celebraciones en dos continentes que respiran todos los días este bendito deporte. Y así, como en este lado del Atlántico aguardamos el inicio de la CONMEBOL Copa América-USA 2024, en el viejo continente se pone en marcha la UEFA EURO Alemania 2024. En un país tradicional, que supo jugar ¡ocho! finales del mundo, que salió ¡cuatro veces! Campeón del Mundo, y que recibe a la vieja y querida Eurocopa, que ahora también tiene una moderna denominación.

Y la inauguración estuvo a cargo del local, una Alemania que mostró desde el inicio el sello de su entrenador, Julian Nagelsmann, Director Técnico de permanente cita en estas páginas, por sus cualidades, su innegociable vocación ofensiva, y su obra relevante en Hoffenheim y RB Leipzig, dos clubes que le permitieron escalar en su carrera para llegar al Bayern Munich, y luego a la selección germana.

Desde el comienzo Alemania mostró una voraz vocación ofensiva, con muchos hombres que llegaban a posiciones de ataque. Escocia intentó defenderse, pero se vio desbordado por una fuerza incontenible, y sucumbió a poco de comenzar.

El local formó con Manuel Neuer; Joshua Kimmich, Antonio Rudiger, Jonathan Tah y Maximilian Mitteldstadt; Robert Andrich y Toni Kroos; Florian Wirtz, Gundogan y Jamal Musiala; Kai Havertz.

El equipo escocés comenzó con Angus Gunn; Ryan Porteous, Jack Hendry y Kieran Tierney; Anthony Ralston, Scott Mc Tominnay, Callum Mc Gregor y Andrew Robertson; Ryan Christie, Che Adams y John Mc Ginn.

Crédito: Photo by Sebastian Widmann – UEFA/UEFA via Getty Images

A los 9′ el local abrió el marcador. Toni Kroos cambió del medio hacia la derecha, Kimmich lanzó un centro preciso y Florian Wirtz convirtió con un remate fuerte, que pegó en la base del poste derecho de Angus Gunn y se metió detrás suyo, para poner el 1-0 a favor de Alemania.

Ahí se acabó la resistencia escocesa, y el segundo tanto, a los 18′, fue letal. Buen pase filtrado para Kai Havertz, el delantero controló y asistió a Jamal Musiala, quien enganchó y definió con un tiro elevado, para poner el 2-0 a favor de Alemania.

El balón pasó a ser monopolizado por el local, y se mantuvo así durante todo el primer período. Incluso sumó más oportunidades de convertir, como el tiro libre de Havertz, a los 27′, que desviò el arquero escocés.

A poco de cerrar el primer tiempo, el partido quedó resuelto. Porque Alemania volvió a llegar a los 41′, y cuando Gundogan iba a definir sufrió un planchazo de Porteous que significó un penal para el local y la expulsión del zaguero escocés. Kai Havertz se hizo cargo de la ejecución, y puso el 3-0 para Alemania, a los 45′ de juego.

Crédito: Photo by Sebastian Widmann – UEFA/UEFA via Getty Images

Steve Clarke, el entrenador de Escocia, determinó una variante para comenzar el segundo período; Grant Hanley entró por Adams, en tanto Julian Nagelsmann dispuso que Pascal Groos reemplazara a Robert Andrich.

El desarrollo fue una continuidad de la primera parte. Dominio total de Alemania, incluso más evidenciado por contar con un hombre de más. a los 50′ probó Antonio Rudiger, de lejos, y Gunn desvió al corner. A los 57′ un centro de Musiala, de gran actuación, fue conectado por Wirtz, pero el tiro salió muy alto.

Luego, una catarata de cambios. Cuando iban 62′ llegaron el segundo y tercero del local; Niclas Fulkrug entrò por Kai Havertz, mientras que Leroy Sané ingresó en lugar de Florian Wirtz.

A los 66′ llegaron la segunda y tercera modificación del visitante. Billy Gilmour entró por Callum Mc Gregor, y Kenny Mc Lean reemplazó a John Mc Ginn.

Un tremendo remate de Niclas Fulkrug puso el 4-0 a los 67′. Alemania era un aplanadora, al estilo d su gran DT.

Thomas Muller entró por Jamal Musiala, a los 72′, en el local, y a los 77′ Scott Mc Kenna ingresó por Kieran Terney, en el equipo británico. A los 80′, la última modificación germana; Emre Can reemplazó a Toni Kroos, y a los 81′ Lawrence Shankland ocupó el lugar de Christie, en la visita.

Faltaba muy poco y aún así hubo tiempo para algunas emociones más. A los 86′ descontó escocia, con un tiro libre, el cabezazo de Mc Kenna, y el desvío en Antonio Rudiger que metió el balón en contra de su propia valla, para el transitorio 4-1, que luego fue 5-1, por el golazo de Enre Can, a los 90+2′, que cerró la cuenta: 5-1 para Alemania.

Fue un festival del equipo de Nagelsmann. Una actuación aplastante, un equipo con el sello avasallante de su entrenador. Una Alemania que inauguró la EURO con una actuación como para que todos tomen nota.

Hernán O’Donnell