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Francisco Cerúndolo no se desesperó y logró un triunfo contundente

Fue una victoria merecida, lógica, clara. Más allá del comienzo, un poco errático, con algunas fallas pero sobre todo con un rival que dejó lo mejor de sí en el inicio del partido. La clave fue que Francisco Cerúndolo no perdió la cabeza, no se entregó ni resignó el primer set, aún cuando parecía perdido, porque tras los primeros games, cuando Bagnis se adelantó 2-0, Francisco no se pudo acomodar al partido y muy pronto quedó 1-5 abajo.

Un poco por los nervios, un poco mérito del rival, lo cierto es que Cerúndolo no entraba en el partido y Bagnis lucía como dominador. Sin embargo, en el séptimo game, “Fran” se soltó. Ganó el primer punto del juego con una fórmula positiva, lo sacó al rival bien afuera de la cancha y con una derecha paralela se puso 0-15. Era una señal saludable. Enseguida quebró el saque de Bagnis y se fue al descanso 2-5, pero ya con otra perspectiva en el partido. Mantuvo el saque y achicó a 3-5 la diferencia, luego vino un game casi decisivo, porque Bagnis con su saque no pudo llevarse el set, aún cuando estuvo a un punto de hacerlo. Y Cerúndolo, que necesitó casi de seis break points, soportó la presión de estar al borde de perderlo, cometió algún error aislado y al final lo ganó con autoridad, lo que desembocó en un grito amplio y efusivo. Quedó 4-5 con su saque y enderezó el camino, hasta llevarse la manga por 7-5.

El segundo set fue más contundente. Muy pronto quedó 4-1. El siguiente fue un game apretado, pero Cerúndolo mantuvo el servicio y se adelantó 5-1. Bagnis no se entregó y defendió su saque: Cerúndolo quedó adelante 5-2 y la gran posibilidad de cerrar el juego.

Así lo hizo, con solvencia y seguridad. Sumó los cuatro puntos del juego y selló el partido con un rotundo 6-2 en el segundo set.

“Fue un partido muy difícil”, dijo ante las cámaras de la TV oficial. “No estaba mal, aunque él arrancó muy bien. Entonces pensé en jugar punto a punto, y a medida que ganaba me decía a mí mismo, ‘vamos por uno más’. Cuando pasé el 3-5, que había sido un poco largo, sentí que lo podía ganar”, dijo Francisco Cerúndolo.

Se fue envuelto por el calor de la gente, los aplausos generales y la alegría de la familia y los amigos, que sueñan y lo acompañan.

Hernán O’Donnell

Dusan Lajovic se equivocó menos y venció a Poiret en el inicio del Argentina Open

Esta vez el Argentina Open comenzó con un día fresco, sin la clásica alta temperatura que suele agobiar cada jornada. Pero con un impetu en la gente, con una pasión y una expectativa enormes, que casi una hora antes que se abrieran las puertas ya los encontraba en los alrededores, dispuestos a vivir una larga jornada.

Benoit Paire y Dusan Lajovic protagonizaron el primer partido, casi el que abrió el torneo. Y mucha gente se acercó a observarlo, al tener en cuenta que se enfrentaban dos jugadores que pueden llegar lejos. Por eso, el mediodía del lunes tenia un gran clima.

Empezó Lajovic con el saque. Se quebraron mutuamente y luego el serbio se quedó con su saque: 2-1. Pero reaccionó el francés y con un saque muy fuerte y un juego solido Dio vuelta el marcador y se adelantó 3-2. Quebró para el 4-2 en el siguiente juego. Lajovic defendió su servicio y se fueron al descanso con el frances adelante por 4-3, hasta que se llevó la manga por 6-4.

El segundo set comenzó duro y equilibrado. Cada uno mantuvo su saque para colocarse 2-2. Luego Lajovic se hizo fuerte, defendió su saque y con muy buenos passing quebró al francés y se adelantó 4-2. Paire, molesto y confundido quebró su raqueta en el séptimo game, antes de que se le fuera y el marcador quedara 5-2 para el serbio.

Salió mas tranquilo y concentrado Benoit, sacó con holgura, jugó fuerte en el saque del rival y achicó a 4-5 el segundo set, con su servicio a favor. Pero no lo sostuvo y el segundo set fue para Lajovic por 6-4.
El tercer y definitivo set fue intenso y cambiante. Comenzó con el quiebre de Paire, luego quebró el serbio y el tercer game fue para el sacador. Lajovic se fue al descanso 2-1. Paire sacó el látigo de su derecha e igualó 2-2. Lajovic no se quedó atrás a lo hora de los palazos, y se llevó su saque: 3-2, tras una batalla de balazos, en la que se había adelantado 40-0 y luego estuvo a punto de perder el game.

El tramo final del set definitivo fue de la misma manera y con la misma energía e intensidad.

Sacó Benoit para igualar, 3-3. Y fue más decidido en el séptimo game: 4-3 para pensar en resolver el partido con su saque, tras un quiebre fundamental.

El cierre del encuentro estuvo en el mismo tono del partido. Con altibajos, algunos errores y algunas imprecisiones. Paire pudo sostener el dominio, y con cierto sufrimiento sostuvo el saque y se adelantó 5-3.

Un revés cruzado lo adelantó 0-15; luego lo frenó la red, 15 iguales. Una serie de toques sutiles como no se habían visto en el partido lo llevaron al 15-30, pero se recuperó Lajovic y ganó su saque. Paire habria de sacar 5-4 arriba.

Sin embargo, los nervios, la imprecisión y el apuro no le permitieron cerrar el juego. Iba 40-15 y Dusan lo quebró: 5-5. A esta altura el público, que había comenzado con un apoyo irrestricto al francés, ya mostraba alguna simpatía por el serbio.

Pero todo era un concierto de sorpresas y Lajovic no aprovechó su momento. Quebró Paire y a sacar con el 6-5 a favor.

¿Ventaja para el francés? en absoluto. Perdió todos los puntos y Lajovic logró el game para igualar 6-6 y llevar la definición al tie-break.

Allí dominó muy pronto el serbio, se adelantó 4-0 y luego mantuvo la ventaja hasta ganar 7-3 y llevarse el partido.

Fue, al cabo, 4-6, 6-4 y 7-6 (3) para Dusan Lajovic, en un partido intenso, fuerte, con errores y altibajos, en el que ganó el que menos se equivocó.

Hernán O’Donnell

Juan Martín Del Potro, a la hora del cercano adiós

Entró erguido a la sala de prensa, confiado, a paso seguro y vestido para la ocasión. Pero apenas comenzó a hablar, tan solo cuando pidió la palabra y enfrentó a los periodistas, se quebró. ”Tal vez esto sea mas una despedida que una vuelta”, anunció de modo sorpresivo, hasta que la emoción lo embargó.

Fue un sacudón y el ambiente enseguida se llenó de una mezcla de consternación, incertidumbre y sensaciones encontradas, entre la enorme expectativa por ver al tenista otra vez ante su gente en un Estadio que promete estar colmado el martes por la noche, y la melancolía de un adiós al tenista profesional que parece que esta vez se acerca de modo inexorable.

“Desde hace mucho tiempo pienso en el mensaje que quiero expresarles, es muy difícil para mí. Tal vez esto sea más una despedida que el anuncio de otra vuelta. La rodilla me tiene en una pesadilla, hace muchos años que intento alternativas, y tratamientos, médicos y diferentes maneras de solucionarlo. Y es el día de hoy que no lo logro. Nunca imaginé retirarme del tenis si no era en una cancha y no encontraba mejor torneo que el de Buenos Aires para hacerlo; después de estas semanas veré que hago de mi futuro. Hoy tengo que elegir poder vivir como una persona de 33 años, es una decisión difícil pero la quería comunicar”, comenzó su presentación.

“No veo la hora de entrar a esa cancha; voy a jugar el martes. Es el día de hoy que hago un esfuerzo tremendo para poder jugar porque amo este deporte, pero es muy difícil hacerlo con tantos dolores, y no poder dar el 100% como lo hice siempre”, agregó. “Me tocará hacerlo con un amigo como Fede (Delbonis)…Creo que no podía pedir otro rival para jugar que no sea Fede, porque juntos vivimos días muy lindos en nuestras carreras…” y ya las lágrimas fueron incontenibles, en una conferencia emotiva, profunda, impactante.

“Lo deportivo hoy está un poco al margen, aunque en mi esencia siempre está el querer ganar, aunque juegue con Fede, voy a querer ganar. Necesitaba estar en el torneo, ahí tengo el foco, necesitaba sentirme jugador, estar adentro de la cancha”, continuó Del Potro.

“Tuve muchas lesiones a lo largo de mi carrera, pero he logrado muchas cosas en el tenis. Quizás esta vuelta no sea milagrosa como las anteriores y el final esté a la vuelta de la esquina, porque los dolores ya no son solo dentro del deporte sino en la vida cotidiana. A mi me gusta estar con amigos, jugar al fútbol, estar activo, y todas esas cosas hoy no las puedo hacer, así que tengo que pensar en mi vida diaria. Entran en juego esas decisiones que antes no las tenía en cuenta y ahora sí las considero”.

Todo giró sobre esa posibilidad latente de decir adiós y la emoción que encierra un final de una carrera deportiva profesional. Por eso habló de esos momentos tan gloriosos, como el ganar el US Open tras vencer a Rafael Nadal y Roger Federer, la conquista de la ansiada Copa Davis y la medalla plateada en los Juegos Olímpicos Río de Janeiro 2016. “Aunque lo del martes puede superar todo”, imaginó en lo que promete ser una noche inolvidable.

“Lo que puedo imaginar creo que va a quedar chico en cuanto a lo que pase, por como me lo hace sentir la gente, aquí en el club, en la calle…jugaré aquí y en Río, porque allí también fui muy feliz con el tenis”, señaló. “Va a estar mi mamá, que nunca me vio jugar…”, y la emoción volvió a aflorar en medio de los sentimientos más profundos.

Al final, consultado por este medio sobre si había hablado de esta decisión con tenistas, amigos, profesionales que haya compartido momentos, “la verdad es que lo hablé con los más íntimos, ustedes saben que siempre mantuve un perfil bajo y me gustó más hablar en la cancha. Era algo que yo tenía guardado desde hace mucho tiempo, y salir a contarlo no es fácil. Pero ahora me siento mucho más aliviado, de haber sido transparente como siempre lo fui. La gente más cercana me dice ‘no pienses en el tenis, tenés 33 años, pensá en tu vida’. Por eso tenía que hacer un corte y comunicarlo”.

Dejó un mensaje en inglés para todos los fanáticos que tiene alrededor del mundo, saludó con cierta timidez, y dejó la sala de prensa, a la espera de la próxima función, que puede ser la última o no, pero que ya se palpita como la del sello del amor eterno con su gente.

Hernán O’Donnell

Se suman nombres a Buenos Aires y el Tenis abre el nuevo año

“¡Hola Buenos Aires! Estoy emocionado de regresar en 2022. Espero con muchas ganas que empiece el torneo de nuevo, ahí donde gané mi primero título. Tengo muy buenos recuerdos. Amo la ciudad, la gente, el court central. Así que nos veremos pronto, no veo la hora de que llegue febrero”. Con un mensaje a través de las redes sociales, fruto de la comunicación de estos tiempos, Casper Ruud anunció su participación en el Argentina Open ATP 250, el torneo que se desarrollará en el Buenos Aires Lawn Tennis Club del 5 al 13 de Febrero, en una nueva edición que, desde 2001 se juega de manera ininterrumpida en cada verano de Buenos Aires.

Así se presentó el noruego Casper Ruud, N° 8 del ranking mundial de la ATP y ganador del Argentina Open 2020 aquella tarde calurosa del 16 de Febrero. Así se sumó al campeón vigente y mejor argentino del ranking, Diego Schwartzman, al austríaco Dominic Thiem, bicampeón del torneo y vencedor del Abierto de los Estados Unidos 2020, y el ascendente italiano Lorenzo Sonego.

Pero esto no es todo, pues aún hay una expectativa muy grande con la posibilidad de tener a Juan Martín Del Potro en el certamen. “Entreno con todo; tengo días mejores que otros, pero siempre con la esperanza de regresar a la cancha a principios del 2022. Sería muy especial volver en Buenos Aires y luego jugar en Río. Trabajo con la ilusión y el esfuerzo como ustedes saben para que podamos vernos acá. En las próximas semanas les contaré cómo evoluciono”, escribió el tandilense en su cuenta de Instagram.

Y la expectativa es enorme. Porque a la pasión por el tenis se suma la jerarquía de estas figuras, tres de ellos dentro de los mejores 15 del planeta.

Estos jugadores son la continuidad de una constelación de estrellas que adornaron el firmamento del Buenos Aires Lawn Tennis Club. Bajo esos cielos desfilaron Gustavo Kuerten, Carlos Moya, Juan Carlos Ferrero, Rafael Nadal, David Ferrer, David Nalbandián, Juan Mónaco, Gastón Gaudio, Guillermo Coria, Nicolás Almagro, entre muchos otros.

Hoy es tiempo de disfrutar la propuesta de Schwartzman, Thiem, Ruud…y tal vez, Del Potro. Hoy es tiempo de creer; aún es tiempo de soñar.

Hernán O’Donnell

El Argentina Open ya se vive en Buenos Aires

El Argentina Open ATP 250, el torneo que conmueve a Buenos Aires en cada verano desde hace más de veinte años, que pertenece al fabuloso circuito de la ATP y que en 2022 se jugará entre el 5 y el 13 de febrero como siempre en el legendario Buenos Aires Lawn Tennis Club, se presentó en una prolija, cálida y descontracturada conferencia de prensa. Allí estuvieron organizadores, representantes del gobierno, directores y, en representación de los jugadores, el campeón vigente, Diego Schwartzman, número 13 del ATP Tour.

Hubo muchas novedades; la más importante es que habrá un 100% de aforo en el torneo, lo que motiva a los jugadores y al público en general, a tener otra vez una presencia masiva en el Estadio principal y en el resto de las canchas en que se juegue. También habrá una pre-qualy que se jugará del 17 al 22 de enero en el mismo escenario.

También se habló de los tenistas. Se ha confirmado la presencia del austríaco Dominic Thiem, jugador número 15 del ranking de la ATP y del italiano Lorenzo Sonego, quien ocupa el 27º lugar del ranking ATP.

Consultado sobre la posibilidad de contar con la presencia de Juan Martín Del Potro, el director del torneo, Martín Jaite, señaló: “Nos encantaría contar con Juan Martín. Depende de su estado físico, si se recupera tendrá su lugar en el torneo; mientras, mantenemos conversaciones con jugadores importantes y en los próximos días puede haber novedades al respecto”.

Otra novedad destacable la aportó Martín Hughes, director ejecutivo y socio de Tennium, la empresa que organiza el Torneo: “El Argentina Open podría pasar a la categoría 500 en dos años; la ATP dará un “upgrade” (ascenso de categoría) a tres torneos 250 en todo el mundo y los elevará a 500. El Argentina Open es uno de los candidatos por su gran organización, que fue reconocida en los últimos años con numerosos premios”, señaló Hughes.

“Soy parte del Argentina Open desde chico. Es un torneo que fue fundamental en mi crecimiento y me encanta que también funcione así para los más chicos hoy en día. Es mi torneo favorito en el circuito”, dijo el “Peque” Schwartzman.

El torneo ya alcanzó la mayoría de edad; aquel certamen que nació en 2001, con una enorme expectativa pero sin imaginar el tiempo que iba a pasar y que se jugaría de forma ininterrumpida, tendrá el año próximo su edición número 22. “Me llena de orgullo”, dijo Jaite ante tamaña aventura. Y ahí está el Argentina Open. Con distintos sponsors que cobijaron su historia y le dieron nombre a cada una de sus ediciones, pero que en todas ellas hubo un hilo conductor: el amor incondicional por el tenis.

Hernán O’Donnell

Avanza la semana y las candidatas se perfilan en el Argentina Open

Pasó un miércoles intenso, con muchos partidos y el perfil que empieza definirse en el Argentina Open WTA 125 K. En la tradicional belleza que encierra el Buenos Aires Lawn Tennis Club, con los bosques de Palermo y el lago de Regatas alrededor, con el público tradicional de tenis, que arrastra décadas y décadas de ver lo mejor de este deporte en este escenario, cuna de grandes alegrías y olvidables tristezas, que hemos caminado desde hace más de cuarenta años, cuando en 1980 fuimos con la ilusión adolescente a ver a la Argentina ante Estados Unidos por la final americana, en un marzo de calor intenso y tribunas atiborradas para ver a Vilas, Clecr, Mc Enroe…en ese mismo Estadio, las chicas viven su momento en una semana hermosa, que avanza y resuelve sus favoritas.

Irina Bara, recién llegada de Rumania y con una expectativa importante, logró el primer gran triunfo del miércoles ante la local Martina Capurro Taborda por 6-3 y 6-1. Fue sólida con el servicio, sobre todo con el primero que le permitió tener dominio del partido y también supo ser agresiva en la recepción del saque de la joven argentina. Se sintió cómoda y así lo expresó tras el juego, en el mismo court, aún con las secuelas del largo viaje de Europa.

Luego llegó el turno del partido del día; la brasileña Beatríz Haddad Maia frente a la ascendente chilena Daniela Seguel. Comenzó la trasandina con su saque y se adelantó por 1 a 0, pero allí se vino un vendaval de tenis de la brasileña que ganó tres juegos seguidos sin ceder ni un punto, para adelantarse por 3-1. Quebró en el quinto game y se hizo fuerte con su saque: 5-1. Seguel sirvió y achicó a 5-2, y Haddad Maia mantuvo su servicio para cerrar la primera manga por 6-2.

Era más agresiva, más intensa y muy ofensiva, con un juego de ataque y cercanía a la red que la hizo dominar con autoridad ese primer set.

Mejoró Seguel en el segundo set y lo hizo más peleado. Mantuvieron ambas su saque hasta igualar 3-3 y en el séptimo game, la brasileña logró quebrar y esa fue la diferencia. Porque con el 4-3 conseguido, sacó y se puso 5-3, luego Seguel ganó con su saque (5-4) y la brasileña mantuvo el suyo para cerrar por 6-4.

Fue, al cabo, 6-2 y 6-4 para Beatríz Haddad Maia, y avanzó a los cuartos de final a jugarse el viernes.

El último partido del miércoles en el court central lo jugaron la húngara Anna Bondar y la número uno de juniors, Victoria Jiménez Kasintseva, de Andorra. Comenzó con el saque Jiménez y se quebraron de manera mutua en los primeros cuatro games: 2-2. Luego supieron conservar el servicio en los cuatro siguientes, 4-4. Quebró Bondar, para ponerse 5-4 y luego mantuvo para ganar el primer set por 6-4.

En el segundo set cada uno conservó el saque hasta el 3-2 de la andorrense. Allí logró quebrar y se adelantó por 4-2, con la posibilidad de forzar un tercer set. Pero afloró la experiencia de la húngara y quebró el saque de Jiménez, luego mantuvo el suyo y el set quedó igualado en 4. Luego, 5-5. Allí volvió a obtener un quiebre Bondar, para adelantarse por 6-5 y con su servicio cerró la manga 7-5.

El partido fue para Anna Bondar por 6-4 y 7-5. Y el miércoles se llenó de sol, ante un público que empezó a acercarse al Buenos Aires y a revivir los viejos noviembres, cuando el Abierto de la República invitaba a disfrutar de buenos partidos en un escenario entrañable.

Hernán O’Donnell

El WTA Tour regresó a la Argentina y el Tenis vive una semana de fiesta

Pasaron 34 años, una eternidad. Pasó la época de la admirable Gabriela Sabatini, de la dulce Mercedes Paz, de Bettina Fulco y “Pato” Tarabini…cuando el tenis femenino, en la Argentina, le empezaba a ganar la pulseada al masculino, y tenía más seguidores, más fanáticos, más acompañamiento de los medios, más apoyo general. Esa luz se apagó con el tiempo y hoy parece volver a encenderse. El Argentina Open WTA 125 k está en su semana de disputa y ahí estamos para vivir y gozar lo mejor del tenis femenino y el futuro de nuestras jugadoras.

La primera ronda comenzó con un cielo nublado y fresco, inusual para Noviembre. Pero no por ello con menos pasión y expectativas. En el Court Central la chilena Daniela Seguel dio el primer paso, tras un comienzo incierto, pero con una consolidación muy grande a medida que trabajó el partido frente a la local Jazmín Ortenzi. El arranque fue para la joven argentina, quien eligió sacar, quebró en el segundo game y mantuvo en el tercero, para ponerse 3-0. Ahí apareció la trasandina. Se acomodó en el juego, se aplomó en la cancha y eslabonó cinco juegos seguidos, con dos quiebres de servicio incluidos, para adelantarse por 5-3. Reaccionó Ortenzi, se puso 4-5 y le quebró el saque para llegar una igualdad esperanzadora de 5 iguales. Pero allí afloró la experiencia y el momento de Seguel, quien le quebró el saque sin ceder ningún punto, se adelantó 6-5 y con su srevicio se llevó el primer set por 7-5.

En la segunda manga la chilena jugó más suelta, más tranquila y más fuerte. Quebró el servicio de Ortenzi en el inicio, se adelantó 2-0, volvió a quebrar y sostener su saque, 4-0, quebró y se puso 5-0 y con su servicio a favor no pudo definir el juego. Fue el único momento del segundo set en el que flaqueó, y cedió su saque a la argentina. Con el 5-1 a favor volvió a romper el servicio de su adversaria y cerró el partido con un 6-1 contundente en el segundo set.

En el siguiente partido que pudimos observar, Solana Sierra jugó el partido del día y derrotó con un contundente 6-2 y 6-4 a Sol Faga, quien venía de la qualy. Fue una tarde muy buena de la tenista de Mar del Plata; comenzó con un quiebre del servicio de su rival, ganó el segundo game y volvió a quebrar para ponerse 3-0 muy rápido. Faga pudo recuperar en el game siguiente para achicar el resultado y mantener su servicio y quedar 2-3 abajo, pero luego la marplatense se recuperó: 4-2, quiebre para 5-2 y agresividad con su saque para cerrar el primer set 6-2.

Sol Faga arrancó con su servicio el segundo set y luego quebró a la marplatense. El partido quedó 2-0, pero allí ninguna pudo mantener su saque y el set quedó 2-3 para Sierra, quien ahora sí con su saque igualó 3-3; quebró para 4-3, luego cada una hizo su parte y el segundo parcial se cerró a favor de Sierra por 6-4.

“Jugué mejor el primer set; siempre estaba adelante en el marcador y me sentí mejor. El segundo set lo comencé mal, pero después lo pude remontar. Estaba firme de la cabeza y me sentí bien en los puntos importantes”, dijo Solana Sierra tras el 6-2 y 6-4 de su victoria sobre Sol Faga.

“Estoy muy contenta por la victoria y por ser parte de este torneo tan grande”, dijo en conferencia de prensa. “No sentí la presión de ser favorita. Traté de hacer mi mejor juego”, agregó la marplatense.

Y se fue con una sonrisa, el optimismo en la piel, y los sueños que este torneo en Buenos Aires le pueden dar forma a la ilusión.

Hernán O’Donnell

Primero hay que saber sufrir, después ganar, después partir…

Como el tango “Naranjo en Flor”, Argentina en esta serie de Play Off de Reclasificación del Grupo Mundial I ante Bielorrusia por la Copa Davis by Rakuten, fue una expresión de la famosa canción de Homero y Virgilio Expósito, y que el “Polaco” Goyeneche interpreta hasta erizar la piel. “Primero hay que saber sufrir, después amar, después partir…” la Selección Argentina de Tenis fue eso. Un sufrimiento enorme por la derrota inesperada de Diego Schwartzman ante Daniil Ostapenkov. Luego, la actuación de Guido Pella que acomodó un poco las cosas, en un sábado de miradas desconcertantes y búsqueda de explicaciones de lo tal vez inexplicable.

Y el domingo también supo, primero sufrir, después ganar y luego partir, a seguir la vida trashumante de los tenistas, que los encuentra en cualquier lugar del mundo. Pero no fue un domingo cualquiera, porque con el nuevo formato de la Davis, aún en esta fase más baja que la Final que se juega como un Mundial de Fútbol, aún con estas reminiscencias de la vieja y añorada Copa, el esquema de jugar en dos días dejó toda la expectativa para la jornada final, pues todo queda por resolverse en ella. Y la Argentina y Bielorrusia llegaron al siempre importante punto de dobles con una igualdad que los colocaba con cierta expectativa. El equipo local ya tenía previsto jugar con Horacio Zeballos y Máximo González; Bielorrusia decidió poner a los dos singlistas, que de hecho ya habían pasado por la prueba de fuego del día inicial. Así, con la desfachatez de Daniil Ostapenkov y la juventud de Erik Ariutunian salió a pelearle el match a la Argentina. Y hubo que sufrir, como dice el tango, vaya si hubo que sudar.

Porque el primer set fue para la visita. Arrancó con el saque Zeballos, lo siguio Ostapenkov, luego González y por último Ariutunian. Todos conservaron y fue 2-2 la primera ronda de servicios. Lo mismo pasó en la segunda ronda, aunque la Argentina tuvo 3 break points en el octavo game que no pudo usufructuar. El match quedó 4-4. Sacó Zeballos, de buen partido, y puso el 5-4. Ostapenkov, con un servicio fortísimo, 5-5. Falló “Machi”, de juego deslucido en el primer set y quebraron los bielorrusos. 5-6. Sostuvo Ariutunian y el set fue para la visita, 5-7.

El segundo parcial fue igual en el inicio; la misma ronda de sacadores y el 2-2 parcial; luego, Zeballos puso el 3-2 para la Argentina, quebraron a Ostapenkov, 4-2; González, que creció en el juego y en la confianza, puso con su saque el 5-2 y quebraron el servicio de Ariutunian para llegar al 6-2.

Y la tercera manga fue similar; defendieron su saque Zeballos, Ostapenkov y González: 2-1 para la Argentina. Quebraron a Ariutunian, 3-1. Sacó bien Zeballos, 4-1. Ostapenkov con su servicio achicó a 4-2. González amplió a 5-2 y quebraron el saque de Ariutuinian para sellar el 6-2 del tercer y último set.

Argentina inclinaba el marcador en el tercer partido para adelantarse por 2-1 ante Bielorrusia.

Y llegó el momento de Diego Schwatrzman. El esperado instante del desquite, de sacudirse los fantasmas y reencontrarse con la gente. Enfrente, Alexander Zgirovsky. Un partido casi sin análisis ni equivalencias: 6-1 y 6-2 para poner el cuarto punto a favor de la Argentina. La serie quedaba terminada con el 3-1, aunque quedaba un partido por jugar.

“La gente te trata muy mal, cuando perdés un partido de tenis, y a veces eso es muy duro”, dijo el “Peque” al borde de las lágrimas en una entrevista para el canal TyC Sports que se reprodujo en los altavoces del Buenos Aires Lawn Tennis Club. “El tenis tiene eso, que vas y venís, perdés y ganás, y por eso les quiero agradecer a todos los que vinieron por el apoyo en los dos días. lo mío el sábado fue malo, no contagié mucho, pero hoy había que salir adelante. Se que puedo jugar mucho mejor, pero lo importante era ganar y sacarme la mala sangre de ayer”.

“Es espectacular representar al país. Tenemos un buen equipo, nos llevamos muy bien, venimos con muchas ganas de jugar. Y también le quiero agradecer a Fede Delbonis, al “Yaca” (Leo Mayer) y todos los jugadores argentinos que ayer me escribieron para darme aliento”, cerró en el court central.

Después fue el turno de la presentación de Federico Coria, quien derrotó por 6-3 y 6-1 a Daniil Ostapenkov. Y también lo embargó la emoción: “Gracias por quedarse, aunque ya habíamos ganado la serie. Este es el día más especial de mi carrera y de mi vida. Se lo quiero dedicar al más grande de todos, a Guillermo Vilas. Gracias a él, mi papá, es profesor de tenis. Gracias a él, mi ídolo se llama Guillermo. Gracias a él, hoy puedo tener el día más especial de mi vida en su cancha. Le quiero agradecer de corazón. Voy a seguir luchando por mis sueños”, afirmó también embargado por las emociones.

Fue como el tango. La Argentina supo sufrir, después gozar…y después partir, a buscar nuevos horizontes, nuevos desafíos, y a soñar con Marzo de 2022, cuando la famosa Copa Davis nos vuelva a llamar al corazón.

Hernán O’Donnell

Daniil Ostapenkov dio la sorpresa y la serie está igualada

“De un lado de la red hubo un jugador que hizo todo mal, y del otro lado, uno que hizo todo bien”. Aún con la amargura de la inesperada derrota, Diego Schwartzman tuvo tiempo de hacer un análisis del partido que abrió la serie por los Play Off de Reclasificación del Grupo Mundial I de la Copa Davis by Rakuten, ante el joven bielorruso, Daniil Ostapenkov, quien dio la nota de la jornada, del fin de semana y quizás de las más trascendentes que le tocó sufrir al equipo argentino, porque el tenista europeo aún no tiene ranking de ATP, es su segunda serie en la que participa, y no estaba en los planes de nadie que pudiera ganar el partido.

Sin embargo se hizo del primer juego para Bielorrusia, tras ganar por 6-4 y 6-3, en un partido en el que prevaleció de principio a fin. Aceitó su juego con muy buenos golpes de fondo, un saque fortísimo y seguro, muy consistente para la devolución y por consiguiente para quebrar el saque del tenista argentino, cosa que hizo en 6 oportunidades.

Schwartzman solo dominó en el primer game, en el que quebró el saque de su rival, pero luego se desinfló. Ostapenkov no perdió la calma, quebró el servicio del “Peque” para poner el 1-1, luego mantuvo su saque y volvió a romper el servicio del local para adelantarse por 3 a 1. Quebró Schwartzman y mantuvo, con lo cual se llevó dos games e igualó en 3 el primer game. Después vinieron dos juegos claros de Ostapenkov, se impuso con su srevicio, para quedar 4 a 3 y quebró a Diego para ponerse 5 a 3. Schwartzman aprovechó un par de yerros y errores no forzados en el siguiente juego, volvió a quebrar y achicó la diferencia: el bielorruso quedó 5-4, pero el saque para el argentino. Y volvió a quebrar el europeo para llevarse el set por 6-4.

El segundo set fue aplastante. En un abrir y cerrar de ojos Ostapenkov sacó una ventaja inalcanzable. Arrancó con su saque, quebró, mantuvo y volvió a quebrar: 4 a 0. Luego pareció reaccionar el “Peque” y rompió el servicio de su rival, a fuerza de constancia y una pequeña variante en su juego: drops y tiros con slice, algo que no había intentado a la largo del partido. Al contrario, se mantuvo en la inercia del palo a palo, que favorecía el juego de su rival. El set quedó 4-1 y tras mantener su servicio se acercó un poco más. Ahora Schwartzman perdía por 4-2, pero la reacción no fue suficiente. Ostapenkov mantuvo para el 5-2, no perdió la línea ni le ganaron los nervios cuando el “Peque” achicó a 5-3 y se llevó el set y el partido con el 6-3 final.

“Hice todo mal, no encontré mi juego”, dijo Schwartzman. Y agregó: “la única realidad es que jugué muy por debajo de mi nivel y no me salió nada. No hay excusas, ni de la presión del público ni del favoritismo. Tuve un día malo y no hay nada más que decir”.

Luego llegó el triunfo de Guido Pella, más parecido a las expectativas del público y de la opinión generalizada. Ante un rival joven como Erik Arutiunian, el argentino se adelantó 3-0, cedió su saque para el 3-1 parcial, luego recuperó y se puso 4-1, mantuvo para el 5-1 y volvió a quebrar para el 6-1 de la primera manga en 35′ de juego.

El segundo set también lo ganó con contundencia y autoridad: tras el reparto de los primeros juegos, Pella quedó 2-1. Quebró al rival y se puso 3-1, mantuvo para colocarse 4 a 1, Arutiunian ganó su srevicio y el partido se puso 4-2; pero Guido Pella recuperó su tenis, su control y se adelantó con su saque a 5-2 y quebró el servicio visitante para cerrar el segundo set por 6-2.

La serie quedó en un asombroso 1-1 inicial. El domingo arranca el dobles y luego los singles invertidos. No debería haber problemas, pero la Davis está llena de historias fantásticas, misteriosas e impredecibles. Nadie imaginaba que algo así podría suceder en esta, pero los duendes y fantasmas del histórico torneo, otra vez se dieron una vuelta por Buenos Aires.

Hernán O’Donnell

La Copa Davis se enciende en Buenos Aires

La espera terminó. Lo que tanto se anhelaba, el tener otra vez la Copa Davis by Rakuten en casa, con público en las gradas y toda la magia de un torneo legendario, histórico y con ribetes que aún conservan algo de la tradición, a pesar de los cambios en el formato del certamen, las modificaciones en la duración de los partidos, la supresión de los sets “largos”, y la fase final que convoca a los equipos de Tenis a una suerte de Mundial. A pesar de todo, algunas tradiciones parecen sobrevivir y en él Buenos Aires Lawn Tennis Club las volvimos a sentir, luego de tantas variantes y tanta ausencia.

El viernes 17 fue el día del sorteo de los partidos en este play off de reclasificación del Grupo Mundial I de la Copa Davis by Rakuten. Ese día mágico que siempre fue el jueves, donde las especulaciones, pronosticós y chimentos recorrían las salas de conferencias del mundo del tenis, antes, durante y después del sorteo, cuando todo iba al azar y los número uno del mundo podían enfrentarse el viernes a primera hora o el domingo en el último turno, cuando el match ya estaba decidido. Esos jueves de murmullos y rumores, a veces de grandes polémicas, pasaron para el día viernes, que dejó de ser la primera gran jornada para darle lugar a las ceremonias, más solemnes y tranquilas.

Pero algo de todo lo vivido durante casi medio siglo, desde que empezamos a seguir a la bendita ensaladera en 1977, algo de ese olor pudimos percibir en estas horas. El clima, la conjunción del equipo, los entrenamientos, el optimismo marcado, el compañerismo. Valores que siempre se le reclamaron al Seleccionado Argentino de Tenis. Y que hoy, desde hace un tiempo en rigor de verdad, lo tiene. Se percibe con claridad.
Y los jugadores reflejan ese sentir, junto a una lógica seguridad por un match que no debería traerles complicaciones, en función de las notorias diferencias que existen entre los equipos.

Pero todo se maneja con seriedad, con responsabilidad y respeto. Por el rival, por el compromiso, por la historia del certamen y por el público que va a acompañar.
Quedaron algunos detalles del sorteo. Como que a Diego Schwartzman le toca abrir la serie y él, a diferencia de la mayoría de los tenistas, prefiere jugar en segundo turno. “No solo porque puedo dormir un poco más, sino porque se cómo está el día, como se presenta el clima, el viento, y al ver el primer partido ya me doy una idea de cómo afrontar esas cuestiones. Pero no cambia demasiado, me tendré que levantar un poco más temprano y acomodar el juego en primer turno”, dijo el “Peque” desde el court central.
Ya está listo el escenario y las piezas. La Copa Davis se enciende en Buenos Aires. Vamos a vivirla, como en aquellos largos, históricos y fascinantes fines de semana de antaño.

Hernán O’Donnell