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Milan, y el despertar del gigante dormido

La remontada de la reanudación es llamativa y elogiable. Despachó a Roma, Lecce, Lazio, Juventus, Parma, en tanto remontó un 0-2 ante SPAL para igualar en dos, y un empate ante el duro Nápoli de Gatusso. Y Milan no para. Ahora fue el turno del Bologna. Otra víctima de este Milan que se ha recuperado a pasos agigantados y da gusto verlo jugar, en tanto le abre una ventana al futuro.

A los 5′ tuvo un contragolpe bien llevado por Zlatan, la apertura a la izquierda para Rebic y este que engancha y remata en lugar de devolver la pared al sueco que mostró todo su fastidio en tanto el arquero visitante Lukasz Skorupski contuvo el disparo. Y un minuto después, una hermosa maniobra colectiva con la subida clave de hern{andez, el pase a Kessie, este a la izquierda para Rebic, la habilitación para Hernández y el tiro del marcador de punta que tapó, otra vez, el arquero de Bologna. Milan avisaba con un estilo punzante, rápido y elegante.

Era tanta la superioridad que manifestaba que a los 9′ abrió el marcador, tras una buena jugada por izquierda, el centro de Rebic y el remate de Saelemaekers a la derecha del arquero para marcar el 1 a 0.

Y siguió el local con el control del partido, a partir de su dinámica y juego asociado. A Bologna le costaba meterse, porque a pesar de su esfuerzo y aunque Milan por ahí le cedía un poco el balón y el terreno, le achicaba muy bien los espacios. Entonces el visitante se ahogaba, perdía la pelota y el equipo de Stefano Pioli amenazaba en cada contragolpe.

Entonces llegó, a los 24′, el segundo tanto, tras una falla del arquero polaco, quien recibió un pase complicado pero que lo solucionó aún peor pues le dejó el balón servido a Calhanoglu que no tuvo problemas en marcar el 2 a 0.

Milan se sentía seguro y dominante en el partido; pudo aumentar a los 34′ cuando una contra manejada por Rebic por la banda izquierda buscó la entrada limpia de Kessie, y su remate pegó en el palo izquierdo del arquero visitante. Bologna tuvo su chance recién a los 36′ después de un tiro cruzado que pasó por las narices de Donnarumma y Orsolini no pudo concretar.

Cuando todo parecía dominado por el local, apareció un golpe, una sorpresa de esas que el fútbol parece tenernos preparada. Tomiyasu ganó un balón en ataque, sorteó la salida dubitativa de Romagnoli y cuando encontró el tiempo y el espacio sacó un tiro bárbaro para meterse en el ángulo superior derecho de Donnarumma y achicar a 2-1 el resultado cuando iban 43′ de juego.

Herido en el orgullo por ese cierre del primer tiempo, Milan salió decidido en el complemento y enseguida ajustició al rival. Una jugada de izquierda a derecha, la habilitación para la entrada de Bennacer, y este remató cruzado en tanto ingresó libre por el medio a los 49′ para ampliar el marcador a 3-1 para el local.

Entonces el encuentro tomó su rumbo definitivo, porque Bologna se desarticuló, perdió consistencia y no encontró juego para arrimarse a Donnarumma, en tanto el local se asentó en su esquema, buscó espacios y con la conducción de Zlatan, abrió surcos para poder llegar al arco visitante.

De modo lógico llegó el cuarto gol, tras un brillante pase de Ibrahimovic a Rebic, quien se filtró por izquierda y sacó un remate muy fuerte para marcar el 4 a 1 a los 57′ del partido.

Todo quedó resuelto en esos pocos minutos del complemento. Bologna sintió los goles como golpes de knock out. Y recurrió a tres cambios para intentar levantarse del pozo en que había caído: I. Mbaye por T. Tomiyasu, G. Corbo por Danilo y A.F. Baldursson entró por N. Dominguez; todos a los 59′ del encuentro, en tanto MIlan aprovechó para renovar también a su formación: a los 60′ G. Bonaventura entró por H. Calhanoglu, R. Leão reemplazó a Zlatan Ibrahimovic y R. Krunic ingresó por A. Saelemaekers; un partido nuevo se iniciaba con tantas variantes, pero estaba casi toda la película desarrollada y era muy difícil torcer el destino.

Bologna apeló a los últimos dos cambios de los cinco permitidos: iban 74′ y A.S. Olsen entró por R. Orsolini y M. Svanberg por R. Soriano, en tanto que en el local a los 78′ Lucas Biglia reemplazó a I. Bennacer y a los 81′ L. Colombo entró por A. Rebic.

La última imagen fue el quinto gol de Milan, que sonó como una orquesta en su famoso teatro. Proyección de Kessie por derecha, centro atrás y Calabria, que llegaba en diagonal, entró libre para convertir el 5-1 a los 90+2′ del partido.

Un cierre a toda orquesta, tras otra actuación fenomenal del equipo, sostenida en la seguridad del joven y a la vez experto Donnarumma, las proyecciones de Hernández, la dinámica de Kessie y Bennacer, la potencia de Rebic, la velocidad de Saelemaekers y la enorme sabiduría de Ibrahimovic.

Ha montado una remontada impresionante desde la reanudación de la Serie “A”. Es el Milan, y el despertar del gigante dormido.


Hernán O’Donnell

DC United y New England Revolution, un agradable empate de viernes por la noche

Era el partido más atractivo de la jornada del MLS is Back Tournament, y, sin embargo, no estaba prevista su transmisión por Tv sino por streaming, esta nueva modalidad que ha ganado adeptos y seguidores por todo el mundo y que con una computadora moderna y una buena conexión de internet es más que suficiente para tener acceso a un mundo inacabable de transmisión de deportes de todo tipo. Y el fútbol no es la excepción, por eso mucho de lo que no aparece en la pantalla tradicional, está por esta vía. Por streaming. Transmisión en línea. En vivo y en directo.

Así el mundo pudo ver la mejor propuesta del viernes: DC United vs New England Revolution. Dos equipos que llegaban con buenos antecedentes; el de la capital, con un empate sobre el final, tras ir 0-2 abajo y comenzar la remontada a los 83′ de juego. En tanto, el conjunto de Boston llegaba con una victoria y con una enorme expectativa por el futuro.

New England comenzó mejor; más preciso y más adelantado en el campo. Con el control del balón y el dominio territorial, se las arregló para llegar al arco de Hamid. Tuvo la mejor oportunidad a los 24′ cuando Rowe sacó un hermoso remate que se desvió en el travesaño.

Con la movilidad de Gustavo Bou, la potencia de Buksa y la dinámica de Penilla, New England controló la primera parte. Y tuvo otra chance clara a los 41′ cuando la “Pantera” Bou sacó un tremendo remate de afuera del área y el arquero la mandó al corner. Par DC United el partido se había hecho difícil, más allá de que tenía un plan: ordenarse de mitad hacia atrás, achicar espacios y buscar la salida rápida por Yamil Asad, Sorga y Flores para armar los contraataques.

No hubo goles pero si emociones en esa primera parte.

El futuro del Grupo “C” se dirimía en este encuentro; por lo menos, una buena parte de él. Por eso salieron con más decisión en el complemento. Y el conjunto de Boston mantuvo la iniciativa hasta que convirtió el gol de Buksa a los 49′ para poner el 0-1.

A partir de allí mejoró DC United. Se soltó, se adelantó en el campo y buscó la paridad. Con el ingreso de Federico Higuaín tuvo la cuota de experiencia y claridad para concretar lo que había empezado a generar, y a los 72′ un derechazo del argentino marcó el 1 a 1.

Después el partido tomó otro rumbo. Más equilibrado, más parejo. La entrada de Higuaín fue un aporte de calidad para los de Washington; el conjunto tuvo más fútbol, mejores movimientos y más llegadas, con la profundidad de Ulises Segura.

En New England, entre Bou y Bunbury armaron varias llegadas con peligro. Y el empate tuvo un sabor agradable, porque se cerró con dos equipos que querían un poco más, que lucharon por llevarse la victoria y tienen el crédito abierto para el futuro, en tanto nos dejaron una hermosa noche de viernes de fútbol.


Hernán O’Donnell

El sueño de Leeds United fue hecho realidad con Marcelo Bielsa

Leeds United volverá a jugar en Premier League tras muchos años de ausencia y de frustraciones. Marcelo Bielsa fue el capitán del barco, cumplió el anhelo para un histórico club de Inglaterra, y el camino hacia el objetivo tan deseado fue inolvidable: renovó la esperanza en la ciudad, revolucionó al club y al estado de ánimo en los hinchas, y se metió de lleno en su corazón. En su segunda temporada al frente del equipo, tras quedarse en el camino por muy poco en el primer torneo, el elogiado entrenador rosarino pudo devolver a un importante club a la prestigiosa Premier inglesa.

El Loco llegó al Leeds en junio de 2018 con la misión de conducir otra vez a los Peacocks hacia la máxima competición del fútbol inglés, en la cual no participaban desde la temporada 2003-2004. La historia del equipo del condado de West Yorkshire no se correspondía con los decepcionantes años que atravesó a partir de ese descenso, y necesitaban a un salvador que los haga encontrarse con su trayectoria.

Hasta la llegada de Bielsa y el giro que le dio al club, Leeds vivió un triste período lejos de la cima en el que incluso tocó fondo en el año 2007, cuando fue relegado a la tercera división de Inglaterra. Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que compitieron en primera. Los Whites han vivido reiterados altibajos durante mucho tiempo en el cual no lograron avanzar del Championship (Segunda división).

Aquella etapa oscura surgida a partir del descenso de hace 16 años contrastó con la reputación de un equipo que supo ser uno de los más destacados del fútbol inglés e incluso de Europa.

Leeds United tuvo una época donde fue un constante animador del campeonato de primera, un equipo fuerte que cosechó varios títulos, en lo que marcó la etapa dorada de la institución y que generó la envidia y la rivalidad con otros equipos. El período de esplendor del club comenzó con la dirección técnica de Don Revie, que se convirtió en leyenda de Leeds y del fútbol inglés, a partir de la obtención de la segunda división en 1963-64, y ya en el año siguiente en la máxima empezó un andar exitoso que sostuvo por muchos años. Fue subcampeón de forma consecutiva tras el ascenso, por detrás de Manchester United y de Liverpool, respectivamente. También alcanzó la final de FA Cup en 1965.

La primera alegría, que dio lugar a las demás, fue en 1968 con la victoria en la final de la Copa de la Liga ante Arsenal en Wembley. En ese mismo año, Leeds pisó fuerte en Europa y conquistó la antigua Copa de Ferias, primer título continental de su historia. El éxito comenzó a despertar recelo en rivales, que catalogaron a aquel equipo como ‘Dirty Leeds’, en alusión a su juego brusco y desvalorizándolo por ello. Incluso uno de sus defensas, Norman Hunter, fue apodado por una pancarta que decía “Bites yer legs” (Te muerde las piernas). Mientras la envidia crecía, los de Don Revie siguieron en busca de la gloria y llevaron al club a lo más alto.

En 1969 llegó el ansiado título de primera división inglesa, el primero en las vitrinas del club, que ratificó al excelente Leeds de ese momento. Y siguió en la lucha por la cima, fue subcampeón en los tres años siguientes, volvió a ganar la Copa de Ferias en 1971 y se consagró en la FA Cup del año posterior, otra vez tras un triunfo ante Arsenal.

Leeds volvió a ser campeón de primera en Inglaterra en 1974, y fue el cierre del ciclo inolvidable con Don Revie, que luego asumió el cargo de entrenador en la selección nacional. Al año siguiente los Blancos incluso estuvieron a las puertas de la gloria máxima en la Copa de Europa, pero cayeron en una final con polémica ante Bayern Munich.

Esa fue la época que marcó al Leeds para siempre y le imprimió un prestigio en Inglaterra. Tras una desmantelación de ese plantel y sin su amado entrenador, se perdió la identidad y en los 80′ estuvo en segunda. Hasta que en 1990 volvió a primera, y dos años más tarde fue campeón otra vez y sumó su tercer título de liga.

A un club con esta historia, pero con un pasado reciente para el olvido y lejos de sus aspiraciones, llegó El Loco, para emprender la tarea de renovar las ilusiones en Elland Road y traer de vuelta el fútbol de primera división, con una liga de las más importantes del mundo.

Su llegada como entrenador entusiasmó de inmediato por su trayectoria y reconocimiento, y no sólo se convirtió en alguien entrañable para los hinchas por el desempeño deportivo, sino también por algunas de sus “locuras”. En la primera temporada, Bielsa se adentró en la pasión de los hinchas del Leeds por el equipo, y un día llevó a sus jugadores a que recojan basura por tres horas, para que sientan el esfuerzo y el tiempo que dedican los aficionados día tras día para poder asistir a los partidos. También se ganó el cariño de la gente al ir y volver de los entrenamientos caminando, cruzándose en el camino con los hinchas y ciudadanos, como también lo han visto haciendo en el supermercado haciendo las compras con la ropa de entrenamiento.

Ese comportamiento que fue metiéndose en el corazón del aficionado fue acompañado por un plantel que absorbió sus ideas y las reflejó en cada fin de semana en el English Football League Championship, un torneo muy exigente, batallador, donde se dudaba si los conceptos que pregonaba Bielsa podían implementarse. Y la segunda división inglesa es un certamen complejo, por ello al Leeds le costó años conseguir la promoción y hasta sufrió una relegación. Es un campeonato extenso, donde participan 24 equipos, y es a doble rueda, por lo que son 46 fechas. Larguísimo. El ascenso a Premier es una tarea más que complicada y no para cualquiera.

Para muchos el Championship es una de las ligas más importantes de Europa, sin considerar a las principales, y sin dudas es atractiva, hay fichajes por mucho dinero, tiene una duración mayor a otros certámenes del continente y la cantidad de equipos también lo hace muy competitivo.

Tan difícil es el reto de la segunda división que en el 2018-2019, a pesar de una muy buena campaña, Leeds se quedó corto para lograr el ascenso, aún habiendo logrado 83 puntos y tras ser puntero en gran parte del torneo. Perdió los puestos de promoción directa con un Norwich encendido que arrasó con 94 puntos y a un Sheffield United que fue escolta con 89. Quedó tercero y debía jugar los play-offs por el tercer boleto a Premier. En semifinales de esa eliminación, los Peacocks cayeron contra Derby County y se quedaron con las manos vacías a pesar de la gran temporada.

A pesar de ciertos rumores que anunciaban que podría irse, Bielsa siguió a cargo del equipo, a pesar del frustrado final de la temporada pasada, en busca de dejar atrás aquel traspié para poder ir de lleno hacia el objetivo que tan cerca estuvo. Y marchó firme hacia el sueño. Otra vez el Championship tuvo a un Leeds United que exhibió fútbol ofensivo, muchos toques, presión alta, y un nivel que lo ubicó arriba en gran curso del torneo. Desde noviembre del 2019 los dirigidos por Bielsa estuvieron en el top 2 de la tabla. Luego de la interrupción por la pandemia en marzo, en la vuelta a las canchas Leeds volvió a demostrar que estaban para el ascenso. Salvo un par de traspiés ante Cardiff y Luton Town, el equipo del Loco hizo lo que tenía que hacer y consiguió los triunfos que necesitaba, algunos fueron cómodos, otros más agónicos.

Marcelo Bielsa logró una gran hazaña que quedará marcada en su carrera como entrenador. Superó el desafío de sacar de la complicada segunda división inglesa, tras años de estancamiento, al Leeds United, un club con una historia rica y un pasado glorioso, que estaba sumido en una depresión, para devolverle la alegría a sus hinchas, renovar el orgullo y regresarlo a la máxima categoría, aquella donde el equipo de Don Revie supo brillar a finales de los años 60′ y principios de los 70’s. El Loco cumplió el anhelo y, tras 16 años de ausencia, Leeds volverá a jugar en Premier League.


Martín O’Donnell

Milan acelera en la recta final y busca llegar a la Europa League

Tuvo un inicio de campeonato discreto, irregular, con muchos tropiezos. Y en la reanudación se ordenó, creció, mejoró. Con un compromiso total por parte de los jugadores y la influencia decisiva de Zlatan Ibrahimovic. Un equipo que ha tenido una sostenida recuperación en la reanudación de la Serie “A” y ha vencido a rivales como Roma, Lecce, Lazio, Juventus, en tanto igualó con SPAL tras ir 0-2 abajo y ante el difícil Nápoli.

Con algunas variantes comenzó el juego frente a Parma. Donnarumma en el arco, como siempre, y la habitual línea de cuatro: Conti, Kjaer, Romagnoli y Hernández. Lucas Biglia en el medio en reemplazdo de Bennacer y Kessie, como contención habitual. Leao por Rebic, Bonaventura por Paquetá fueron las otras modificaciones.

Parma intentó pelearle el partido en el centro del campo, pero el local tomó muy rápido el control del juego. Y tuvo algunas llegadas precisas. A los 17′, un corner de la derecha, el cabezazo limpio de Romagnoli y el travesaño que salvó al visitante.

A los 34′, Zlatan Ibrahimovic sacó un tiro de afuera del área, desde la derecha, cruzado, y el balón se fue al lado del poste derecho de Sepe.

Pero el fútbol tiene mucha leyes no escritas, y una de ellas dice que los goles que se pierden en un arco se concretan en el de enfrente. Así fue que a los 43′ Parma se puso en ventaja. Gervinho le cortó una pelota en profundidad a Grassi, este fue al fondo y lanzó el centro atrás que Kurtic convirtió en gol con un remate con efecto, al palo izquierdo de Donnarumma. 0-1 para la visita, que pudo sostener el resultado tras una gran maniobra del Milan, a los 44′, con un pase a la entrada libre de Hernández y el remate con destino de red fue tapado por el arquero visitante.

Por esos duendes del fútbol, Milan se iba en desventaja sin merecerlo.

Davide Calabria por Conti fue el cambio del Milan para el segundo tiempo. Un lateral con un poco más de proyección, y el impulso de ir a buscar el empate, en tanto Dermaku entró por Bruno Alves en Parma.

Enseguida Milan consiguió la igualdad, cuando Kessi tomó el balón en tres cuartos de cancha, de modo leve hacia la izquierda, se metió en diagonal y sacó un remate espectacular que pegó en el palo izquierdo y entró a los 54′ para marcar el 1 a 1. Un minuto más tarde Bennacer reemplazó a Biglia.

Milan logró el impulso necesario para reaccionar y continuar la senda victoriosa. A los 58′ un tiro libre de Calhanoglu al corazón del área fue aprovechado por Romagnoli para convertir de cabeza el 2 a 1. El Local revertía el marcador adverso, tal como lo merecía por su producción. Y sumó otra variante, a los 60′ A. Rebic reemplazó a R. Leão. Parma movió el banco para tratar de mejorar su funcionamiento: Hernani por A. Grassi y R. Inglese por G. Brugman cuando iban 62′ del encuentro.

El tema es que el Milan mantenía la actitud, la firmeza, la disposición en ataque. Rebic era un refresco necesario, que le daba un gran impulso a cada ataque, con sus ganas y potencia, en tanto Zlatan se movía como un director de orquesta. El “Rossonero” era el amo del partido, y a Parma se le hacía difícil progresar, llegar al arco de Donnarumma con posibilidades de lastimar. Sin embargo, en la primera aproximación del segundo tiempo, a los 73′, Kulusevski tuvo un remate en el travesaño.

Milan volvió a facturar. Una larga corrida de Hernández por izquierda, el pase al medio, la habilitación a Calhanoglu cuando venía por derecha y su remate lejano fue fuerte y preciso. 3 a 1 a los 76′ para el Milan.

Allí llegó el final del encuentro. Porque Milan se tiró unos metros más atrás, dejó venir a la visita y de contragolpe amenazó una y otra vez con aumentar el marcador. Cerró la ventana de cambios con el ingreso del uruguayo Laxalt por T. Hernandez y R. Krunic por H. Calhanoglu a los 79′, y dejó a Zlatan los noventa minutos del juego, en tanto Parma metió a G. Caprari por Y. Karamoh.

Ya había pasado el tramo principal. Sólo quedaba aguardar por el silbato final, en tanto el Milan sumaba una nueva victoria, otra actuación convincente y la imagen que mejora cada día más desde que se reanudó la Serie “A” italiana.


Hernán O’Donnell

La FIFA ya tiene el calendario de la próxima Copa Mundial

El lunes 21 de Noviembre de 2022 a las 13, hora local, se pondrá en marcha la XXII Copa Mundial de Fútbol de la FIFA-Qatar 2022. Será en el Estadio Al Bayt, con capacidad para 60.000 espectadores y con la actuación del seleccionado qatarí. La final será el domingo 18 de Diciembre de 2022 en el Estadio Lusail, ante 80.000 espectadores.

Habrá cuatro partidos por jornada, con los horarios de las 13, 16, 19 y 22 hs; además, para que todas las selecciones dispongan del tiempo suficiente para recuperarse, la fase de grupos tendrá una duración de doce días, un poco menos de los habituales 14 que se jugaban hasta el último Mundial. Por las características del país, y la cercanía de los estadios, será posible para el público, medios y allegados, poder concurrir a más de un partido por día.

Al Rayyan Stadium. Crédito: FIFA.com

También será útil para los seleccionados en tanto no tendrán desplazamientos aéreos y tendrán mayor tiempo de descanso.

Los únicos partidos ya establecidos con horario y sede son los tres más renombrados: el inaugural, el del tercer puesto y la final.

El resto de los encuentros tendrán definidos su estadio y el horario después del sorteo final, previsto tras el cierre de la Competición Preliminar, en marzo de 2022.

Education City Stadium. Crédito: FIFA.com

Cuando se conozcan los grupos y partidos, se determinará el horario y las canchas de acuerdo a la valoración de los equipos y las audiencias televisivas.

Los tickets comenzarán a venderse a partir de diciembre de este año, primero los llamados de “Hospitalidad”, y en una segunda etapa, los boletos individuales.

La Copa Mundial de la FIFA-Qatar 2022 empieza a moverse; con la Competición prelimar se darán los primeros pasos. El balón rueda.


Hernán O’Donnell

Como en “All That Jazz”, para Atalanta el show debe seguir

Allá por 1980, hace ya 40 años, en el mundo se estrenó una película que sería un suceso: “All That Jazz”, que en la Argentina se tradujo como “El show debe seguir”. Y ese título entonces fue usado para reflejar la marcha de muchos conjuntos en campeonatos donde se los veía desfilar al compás de triunfos y goles. como fue el caso de Sarmiento de Junín en aquel torneo de Primera B de 1980. Y cuatro décadas más tarde, el Atalanta de Bérgamo se ha ganado también el derecho a que lo ilustren con ese mensaje, pues hace de cada presentación del equipo, un verdadero show.

El comienzo fue inmejorable. Al minuto de juego el local se puso en ventaja con un remate de Pasalic. 1 a 0 y el comienzo a todo ritmo con un equipo que hace del ataque una religión. Pero Brescia no quería ser solo un actor de reparto en la película, por eso le planteó un encuentro suelto y cara a cara. Llegó a la igualdad a los 7′ por intermedio de Torregrossa. 1 a 1 en el amanecer.

Era un encuentro abierto, con mucho toque y dos equipos dispuestos a buscar el resultado. Atalanta lucía mejor en cuanto a esa permanente disposición en el campo, donde todos los futbolistas parecen desparramados en la búsqueda del espacio libre y en la oferta de recepción de pase hacia el compañero que tiene la pelota. Porque ese es el rasgo distintivo de este equipo; tocar y buscar. Y cuando uno tiene el balón, todos los demás se muestran como posibles receptores. Esta vez no fue distinto. Aún con Alejandro Gomez en el banco, cerebro principal en la construcción de las maniobras, Atalanta se las arregló para mantener la esencia del conjunto.

Y muy rápido llegó a la demolición del adversario.

A los 24′ De Roon clavó una volea tremenda tras recibir un balón desde la izquierda que puso el partido 2 a 1. No hubo mucho tiempo para acomodarse, porque a los 27′ Malinovskiy clavó el 3 a 1 con un remate de lejos, en una clásica jugada suya, tras una gambeta vistosa y un disparo potente y preciso desde una lejana distancia.

Y casi sin respiro llegó el cuarto gol, con un centro desde la izquierda y la hermosa palomita de Duván Zapata para clavar el 4 a 1 a los 30′ de juego. En un lapso muy corto, Atalanta sacudió a Brescia con tres golpes de knock out. Duro, preciso, contundente.

El local se había adueñado del balón, del control del juego, pero lo más importante es que lo había traducido en goles, en golpes que dejaron malherido al equipo visitante. Pero nada se había terminado con el primer tiempo. En el complemento, la tormenta iba a continuar.

A los 54′ una buena jugada colectiva con un pase final de Malinovskiy a Pasalic y el croata-alemán entró por derecha y marcó el quinto gol. 5-1 y todo podía suceder. Porque enseguida hubo otra llegada, un pase al medio que capturó Pasalic y marcó el 6 a 1 para el local.

Brescia lucía confundido, golpeado y nervioso. Por eso una reacción desbordada ante el toque del local, producto de la impotencia y la bronca. El juez calmó los nervios con palabras de tranquilidad y el partido se encauzó.

El local mantuvo el estilo: triangulaciones permanentes, búsqueda del espacio, pases en diagonal, asistencias al espacio…un equipo que está en permanente movimiento y tiene el arco adversario entre ceja y ceja. A los 79′ se lo perdió Bellanova, con un tiro alto.

Tan dulce estaba el local que intentó salir con toques y pases desde su área aún cuando estaba ahogado y Tameze perdió un balón que le costó un descuento por parte de la visita, que recuperó el esférico en superioridad numérica y Spalek, que entró solo por derecha, convirtió para dejar el encuentro 6 a 2 cuando iban 82′ del partido.

La última imagen destacad fue la de Píccoli quien estuvo cerca de marcar el séptimo tanto local, pero su remate se fue desviado. Y no hubo tiempo para más, porque el árbitro se apiadó de Brescia y lo dio por terminado apenas el reloj llegó a los 90′ reglamentarios.

Atalanta se llevó un partido con resultado de set de tenis, alcanzó el segundo lugar y se puso a seis unidades de Juventus, claro que con un partido más porque este juego dio comienzo a la 33º fecha de la Serie “A”. Pero soñar no cuesta nada, y ahí está con sus ilusiones y su fútbol de alto vuelo que alegra cada jornada, porque como en aquella famosa película “All that jazz”, el show debe seguir.


Hernán O’Donnell

Real Madrid, a las puertas del cielo

Le falta nada para consagrarse campeón de La Liga temporada 2019/2020. Apenas una victoria más de los dos partidos que le faltan, aunque también puede verse beneficiado con un nuevo resbalón de Barcelona, su perseguidor casi utópico porque está a cuatro unidades y quedan seis en juego. En fútbol nada está dicho hasta que las matemáticas lo confirmen, pero parece muy difícil que al Real Madrid se le escape este certamen. está a las puertas del cielo. A la espera de un partido más para abrazar la gloria. Este Real Madrid que levantó críticas por los penales recibidos en los últimos juegos, por alguna falta de brillo en su funcionamiento, pero que está estructurado de una manera que se hace muy difícil para cualquier rival poder doblegarlo.

Es un equipo sólido, fuerte, y contundente. Basado en su tradicional espíritu ganador y una enorme cantidad de futbolistas que aportan su grano de arena para hacer la diferencia.

Ante Granada dio otra muestra inequívoca de su poderío. Con un rápido gol de Mendy a los 10′ sacó una ventaja que, como siempre, le permitió manejar el partido con serenidad y autoridad.

Un equipo que se respalda en la seguridad de Courtois, arquero de equipo grande, que puede jugar con la defensa lejos y no se amilana, que brinda una cuota de seguridad tranquilizadora y que aparece siempre que el juego lo requiere. Las pocas que llegan, las ataja.

La defensa titular es muy fuerte. Carvajal es un lateral de oficio, experiencia y temperamento. Clausura su banda y sube con decisión. Raphael Varane y Sergio Ramos son muy conocidos. Dos campeones del mundo con su seleccionado. Poco para agregar a lo que todos saben. Garantía de seguridad.

Ferland Mendy se ganó el puesto de lateral izquierdo por la lesión de Marcelo, pero también cumplió a fuerza de buenas actuaciones. Su proyección por la banda izquierda es una de las armas más peligrosas del equipo. Sube con criterio y profundidad. No va a ver que pasa. Es decidido y tiene un enorme espíritu de ataque. Su gol a Granada fue la última prueba de su potencial ofensivo.

En el medio juegan de memoria Modric, Casemiro y Kroos. Se entienden con la mirada, los movimientos son mecanizados, se cubren y se apoyan en todo momento. Luka Modric suele ir hasta la línea de los zagueros para buscar la pelota e iniciar las jugadas. Sus laderos saben donde ponerse siempre. Y cuando no está alguno de ellos, Federico Valverde lo reemplaza sin ningún problema. Como también lo hacen Lucas Vazquez, Isco o a quien le toque entrar.

En ataque hay un figura que sobresale: Karim Benzema. Es el única titular indiscutido. Porque por los extremos pueden jugar Rodrygo, Asensio, el propio Isco, Hazard (o tirado atrás de volante), Bale o Vinicus Junior. Pueden jugar cualquiera de ellos que, en general, el equipo no se resiente. Casi que no importa tanto quienes ocupen las orillas. Lo importante es que Benzemá esté por el medio, para ser referencia, pero también para moverse, para abrir espacios, llevar marcas, generar pasillos de ingreso, tocar rápido, convertir…un delantero utilísimo que se convirtió en una figura imprescindible en este Real Madrid.

Y la serenidad de Zinedine Zidane desde el banco de suplentes. Una figura de un peso descomunal por su enorme trayectoria como jugador de la “Casa Blanca” y del seleccionado de Francia, Campeón y figura de todos los torneos que se puedan soñar. Su impronta, su estampa y su calma, se traducen en un equipo sobrio, contundente y ganador.

Dio cuenta de Granada y está a un paso del título. Otro más. Con algunas controversias arbitrales, sí, pero con muchos valores propios, mucha jerarquía y unos cuantos atributos que lo llevan a ser el mejor de La Liga y estar a un pasito, nada más, de abrazar la corona una vez más.


Hernán O’Donnell

Nápoli y Milan jugaron por un largo tiempo y al final se conformaron con la igualdad

Los dos llegaban con una buena remontada, un crecimiento muy marcado con la reanudación de la Serie “A”. Los dos venían con buenos resultados y antecedentes cercanos muy felices. Nápoli viene de conquistar la Coppa Italia ante Juventus y de sumar victorias importantes; Milan ha vencido en serie a Roma, Lecce, Lazio y Juventus, con un empate ante SPAL en el medio. Un buen momento para los dos, para aguardar un partido más que prometedor..

Y el primer tiempo comenzó como lo esperábamos, con mucha disposición a buscar el arco contrario aunque con recaudos, con precauciones. Con pierna fuerte y mucha marca en el medio. Los dos mostraban que su intención era buscar la diferencia, pero la disputa por el centro del campo hizo un inicio trabado. Kessie y Bennacer patrullaban la zona media por el Mial, en tanto Paquetá, Calhanoglu y Rebic escoltaban a Zlatan Ibrahimovic, en una fórmula parecida a la del equipo que venció a Juventus.

Así llegó a la apertura del marcador, tras una llegada del local y la atajada de Donnarumma a Callejón, llegó la contra, un centro de la derecha de Rbic sobró a Ibrahimovic y Hernández apareció por izquierda para concretar de volea el 0-1 a los 19′ del partido.

Ahi apareció el local. Despertó Nápoli. Soltó un poco las líneas y fue en busca de la paridad, con las proyecciones de Mario Rui y Dí Lorenzo, el manejo de Fabián Ruiz y Zielinski, el equipo de Gatusso comenzó a tomar el control. Con la profundidad de Insigne, Mertens y Callejón, Nápoli creció y llegó al empate. Y llegó al empate por medio de Di Lorenzo, a los 34′, cuando tomó el rebote de Donnarumma tras un tiro libre de Insigne, y conectó el balón para sellar el 1 a 1 parcial.

En el complemento, A. Saelemaekers entró por L. Paqueta en el visitante, en la única variante desde el reinicio. El partido fue más equilibrado, pero Nápoli encontró el momento para sacar ventaja con una entrada de Callejó por la derecha, el centro atrás y la entrada de Mertens para marcar con un tiro cruzado sacó el 2 a 1 a los 60′. El partido cambiaba de dueño y llegó la primera ventana de cambios para el Milan. Iban 61′ y entraron G. Bonaventura por H. Calhanoglu y el portugués R. Leão por Zlatan Ibrahimovic; la visita debía reaccionar.

A partir de allí, empujo hacia el área de Ospina, con más ímpetu y audacia. El local movió la banca a los 65′: D. Demme reemplazó a Fabián Ruiz y E. Elmas ingrresó por Lobotka.

Una buena jugada en ataque del Milan derivó en el penal de Nicola Maksimovic a Rebic y el árbitro no dudó en sancionar penal. Sin Ibrahimovic en el campo, Kessie se hizo cargo y ejecutó de modo brillante a los 72′ para marcar el 2 a 2.

El partido entró en zona de confort. Porque los dos ya vieron con buenos ojos ese resultado, aunque el Nápoli metió dos variantes, A. Milik por D. Mertens y H. Lozano por L. Insigne, para refrescar el ataque y fue a buscar un poco más. Incluso se le presentó una ventaja tras la expulsión de Saelemaekers, por eso dejó una última imagen mejor, la de un equipo que quería un poco más aunque sin descuidarse demasiado. Milan se abrazó al empate. Había hecho un gasto enorme y la igualdad lo dejaba satisfecho, tras un encuentro atractivo, cambiante y disputado.


Hernán O’Donnell

Juventus consiguió un punto por el código penal

La primera parte fue atractiva, dinámica, vistosa. Dos equipos que salieron a jugar, con el pensamiento en el arco de enfrente y voluntad de ir a buscar el resultado.

Atalanta tuvo un arranque a toda orquesta. Con la conducción de Alejandro Gómez, el equipo de Bérgamo se hizo de la pelota, tuvo mucha dinámica y encontró todos los caminos para llegar a Szczesny. Y muy pronto tuvo su recompensa, porque a los 16′ el “Papu” Gómez hizo un buena maniobra, habilitó a Duván Zapata, y el colombiano definió fuerte cuando entraba al área. 0-1 y resultado que se justificaba.

El tanto ponía justicia en el marcador. Atalanta se hamacaba a gusto en Turín, con un equipo que tiene muy claro lo que quiere y lo que busca. Toque rápido, desmarques y búsqueda permanente del arco contrario. Mucho ritmo y dinámica. La “Juve” parecía cansada, como si la seguidilla de partidos le hubiera pasado factura. El equipo no tenía la frescura que había mostrado en los partidos iniciales de la reanudación. Solo Dybala mantenía el calor del juego. Bernardeschi tropezaba, Rabiot lucía incómodo, Matuidí discontinuo y Cristiano sin entrar en el circuito. El primer tiempo se fue entre lamentos, en tanto la visita derrochaba optimismo.

En el segundo tiempo el encuentro alzó el volumen. Se despertó el local, empujó hacia el arco de Pierluigi Gollini, y encontró la chance en una mano de De Roon que no nos apreció plausible de ser sancionada. Sin embargo, el árbitro entendió que era falta y el penal lo convirtió Cristian Ronaldo a los 54′ para poner el 1 a 1.

Luego, las ventanas de los cambios, que a veces refrescan y a veces desnaturalizan el juego. Primero a los 56′, el local movió la escuadra: Alex Sandro entró por Danilo y Douglas Costa reemplazó a Bernardeschi. Después lo hizo la visita; M. Pasalic ingresó por Ilicic.

El partido era entretenido, con un equilibrio más sostenido que lo que habíamos visto en el primer tiempo, donde el visitante nos había dejado una mejor impresión. La segunda ventana de cambios fue importante, porque incidiría en el desarrollo posterior. Iban 67′ cuando L. Muriel entró por Duván Zapata y R. Malinovskiy por Alejandro Gomez en Atalanta y Gonzalo Higuaín por Paulo Dybala en el local.

Las emociones iban a llegar con las variantes. Atalanta no renunciaba a su estilo, en tanto la “Vecchia Signora” exponía su jerarquía y el peso de la camiseta, en tanto le costaba más elaborar juego.

Llegaron los dos últimos cambios en la visita: A. Tameze por R. Freuler y M. Caldara por José Luis Palomino, a los 74′ de juego.

Y, lo dicho, la emoción que le agregaron los nuevos protagonistas. Muriel entró muy bien en juego, se asoció con criterio y las proyecciones de Hateboer le dieron a Atalanta un impulso que se concretó cuando Ruslan Malinovsky definió una jugada colectiva con tremendo remate de afuera a los 80′ y marcó el 1-2.

El resultado le ponía color al campeonato. Y Atalanta lo sostenía con mucha hidalguía. Incluso el ucraniano armó una jugada bárbara a los 84′ y su remate se fue apenas afuera. Hubiera sido la definición del partido.

Pero llegó otra polémica con el cierre del partido cuando Higuaín controló un balón, intentó un pase y el balón dio en la mano de Muriel. Quizás involuntaria, pero más clara que la anterior y plausible de ser sancionada. Iban 89′ cuando Cristiano Ronaldo volvió a hacerse cargo del disparo y lo ejecutó tal como había hecho el primero, fuerte y seco, al ángulo bajo derecho del arquero visitante.

Juventus llegaba al 2 a 2 por el código penal. El primero, difícil de sancionar, el segundo, con poco para discutir.

Así se cerró el encuentro en tanto el local se aferró al punto que lo mantiene a una buena distancia de sus perseguidores. Para Atalanta fue una frustración, porque en el cierre se le escaparon dos unidades que hubieran significado llegar al segundo lugar de la tabla. Pero dejó una imagen grande y valiosa de cara al futuro. Juventus acaricia la gloria, aún cuando el tanque de nafta empieza a dar señales de agotamiento, tras la caída ante Milan y este empate agónico.


Hernán O’Donnell

Sassuolo se llevó una victoria merecida y a Lazio se le esfuman las ilusiones

Un partido a pleno sol, contra un rival digno, prolijo y audaz. Una tarde que invitaba a la ilusión. A los 3′ llegó el local, con un remate cruzado de Immobile que pasó muy cerca del palo derecho del arco de Consigli.

Sassuolo no se sentía menos y le planteaba el partido de igual a igual, con mucho trabajo en la mitad de la cancha. Locatelli, Boga y Bourabia se plantaron para asistir las llegadas del equipo visitante, que muy pronto avisó con un tanto que no fue convalidado por el VAR.

Le costaba a Lazio salir, aunque había presentado una línea de cinco volantes, perdía en el centro del campo. Lukaku era el más activo para el progreso por izquierda, pero la visita se adueñó del control en el primer cuarto de hora. Y en ese andar, Sassuolo se mostró más lúcido y con mayor adaptación al juego.

Recién a los 32′ llegó Lazio, con un remate de Sergej Milinković-Savić que se fue bien abierto. El tiro no había sido para destacar, pero sí el momento en que el local volvió a aparecer en el juego. Y enseguida llegó el gol, por esos misterios del fútbol que a veces se hacen presente. un equipo que había hecho muy poco, casi nada, y sin embargo se encontró con una ventaja. Se fue de contragolpe Lazzari por la banda derecha, sacó el centro y Luis Alberto, cuando iba a controlar para rematar, el rechazo de un defensor rebotó en su pierna derecha y el balón fue al arco para sellar el 1 a 0 a los 33′ del encuentro.

Sin haber hecho demasiado, Lazio se encontraba en ventaja. Sassuolo iba a mantener la actitud, y siguió con ese espíritu de ataque que había mostrado desde el inicio. A los 37′ Boga sacó un disparo desde afuera que pasó muy cerca del poste izquierdo de Thomas Strakosha. Y sin mucho más para agregar se fue el primer tiempo, en un partido liviano, de tono menor, con buenas intenciones pero con poco ritmo, opacado por el calor y la acumulación de partidos.

El complemento se inició con variantes: Jony por J. Lukaku en Lazio y F. Caputo entró por H.J. Traore, mientras que M. Muldur reemplazó a J. Toljan en la visita.

Sassuolo, que había sido más claro en el primer tiempo, muy pronto encontró su recompensa. A los 51′ llegó por derecha con el ingrsado Francesco Caputo, y su centro fue derecho a Raspadori, quien convirtió el 1 a 1 con un disparo certero. El marcador se parecía un poco más a la realidad.

El dominio de la visita se hizo más claro, entonces Inzaghi decidió mover el banco local: Cataldi por Caicedo a los 60′ del encuentro. Buscaba sumar manejo a la mitad de la cancha, equiparar la zona de gestación, porque la visita, hasta esa hora de juego, se había mostrado más prolijo y claro en el dominio.

Y siguió esa tónica de juego, con la visita parada en campo del local, los zagueros bien cerca del centro del campo, Marlon y Ferrari empujaban desde allí y Caputo, se movía por los agujeros, para librar espacios y buscar llegadas. Lazio volvió a meter mano en el banco: Lucas Leiva entró por Milinkovic-Savic a los 66′. Y a los 67′ L. Haraslin por F. Djuricic en la visita.

El dominio de Sassuolo se hizo más marcado. Como si Lazio se hubiera desinflado, no sólo en lo físico, también en lo anímico, se lo veía caer con el correr del juego. A los 78′ Rogerio entró por J. Boga, de muy buen partido. Lazio aprovechó la última ventana para producir dos cambios: Iban 82′ cuando D. Vavro reemplazó a S. Radu y Bobby Adekanye entró por Luis Alberto; era el último intento por torcer un partido que tenía un rumbo complicado para el local. A los 86′ hubo un pelotazo …

Sassuolo metió el último cambio a los 88′. El zaguero Giangiacomo Magnani entró por el autor del gol, Raspadori, para acomodar la defensa ante el último arrebato de Lazio, que recién al final había arrimado al área visitante.

Y la justicia apareció al final; ya en tiempo de prórroga, Sassuolo desniveló, tras un tiro de esquina desde la derecha, apareció Caputo libre por el otro sector y con un cabezazo dentro del área chica marcó el 1-2 a los 90+1′ del partido.

Sassuolo celebró con mucha alegría la victoria. Había hecho los méritos para llevarse el partido de la capital de Italia. Fue más que su rival, propuso juego desde el inicio, no se deprimió con la desventaja inicial, fue práctico, limpio y honesto. Se llevó lo que merecía y hundió a Lazio en un tobogán que lo despide de la lucha por el título, en tanto el conjunto se mostró abatido y entregado casi desde el inicio del encuentro.


Hernán O’Donnell