Real Madrid, a las puertas del cielo

Le falta nada para consagrarse campeón de La Liga temporada 2019/2020. Apenas una victoria más de los dos partidos que le faltan, aunque también puede verse beneficiado con un nuevo resbalón de Barcelona, su perseguidor casi utópico porque está a cuatro unidades y quedan seis en juego. En fútbol nada está dicho hasta que las matemáticas lo confirmen, pero parece muy difícil que al Real Madrid se le escape este certamen. está a las puertas del cielo. A la espera de un partido más para abrazar la gloria. Este Real Madrid que levantó críticas por los penales recibidos en los últimos juegos, por alguna falta de brillo en su funcionamiento, pero que está estructurado de una manera que se hace muy difícil para cualquier rival poder doblegarlo.

Es un equipo sólido, fuerte, y contundente. Basado en su tradicional espíritu ganador y una enorme cantidad de futbolistas que aportan su grano de arena para hacer la diferencia.

Ante Granada dio otra muestra inequívoca de su poderío. Con un rápido gol de Mendy a los 10′ sacó una ventaja que, como siempre, le permitió manejar el partido con serenidad y autoridad.

Un equipo que se respalda en la seguridad de Courtois, arquero de equipo grande, que puede jugar con la defensa lejos y no se amilana, que brinda una cuota de seguridad tranquilizadora y que aparece siempre que el juego lo requiere. Las pocas que llegan, las ataja.

La defensa titular es muy fuerte. Carvajal es un lateral de oficio, experiencia y temperamento. Clausura su banda y sube con decisión. Raphael Varane y Sergio Ramos son muy conocidos. Dos campeones del mundo con su seleccionado. Poco para agregar a lo que todos saben. Garantía de seguridad.

Ferland Mendy se ganó el puesto de lateral izquierdo por la lesión de Marcelo, pero también cumplió a fuerza de buenas actuaciones. Su proyección por la banda izquierda es una de las armas más peligrosas del equipo. Sube con criterio y profundidad. No va a ver que pasa. Es decidido y tiene un enorme espíritu de ataque. Su gol a Granada fue la última prueba de su potencial ofensivo.

En el medio juegan de memoria Modric, Casemiro y Kroos. Se entienden con la mirada, los movimientos son mecanizados, se cubren y se apoyan en todo momento. Luka Modric suele ir hasta la línea de los zagueros para buscar la pelota e iniciar las jugadas. Sus laderos saben donde ponerse siempre. Y cuando no está alguno de ellos, Federico Valverde lo reemplaza sin ningún problema. Como también lo hacen Lucas Vazquez, Isco o a quien le toque entrar.

En ataque hay un figura que sobresale: Karim Benzema. Es el única titular indiscutido. Porque por los extremos pueden jugar Rodrygo, Asensio, el propio Isco, Hazard (o tirado atrás de volante), Bale o Vinicus Junior. Pueden jugar cualquiera de ellos que, en general, el equipo no se resiente. Casi que no importa tanto quienes ocupen las orillas. Lo importante es que Benzemá esté por el medio, para ser referencia, pero también para moverse, para abrir espacios, llevar marcas, generar pasillos de ingreso, tocar rápido, convertir…un delantero utilísimo que se convirtió en una figura imprescindible en este Real Madrid.

Y la serenidad de Zinedine Zidane desde el banco de suplentes. Una figura de un peso descomunal por su enorme trayectoria como jugador de la “Casa Blanca” y del seleccionado de Francia, Campeón y figura de todos los torneos que se puedan soñar. Su impronta, su estampa y su calma, se traducen en un equipo sobrio, contundente y ganador.

Dio cuenta de Granada y está a un paso del título. Otro más. Con algunas controversias arbitrales, sí, pero con muchos valores propios, mucha jerarquía y unos cuantos atributos que lo llevan a ser el mejor de La Liga y estar a un pasito, nada más, de abrazar la corona una vez más.


Hernán O’Donnell