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Inglaterra cantó victoria en un final emocionante

Todo sucedió en la agonía. Porque el partido fue monótono, previsible, unilateral. Inglaterra tuvo la pelota, la hizo circular, la condujo con precisión, dominó en el territorio a Islandia, pero le faltó “chispa” para desnivelar. Y lo consiguió en el cierre del juego, cuando ya se habían completado los noventa minutos reglamentarios y nos metíamos en el tiempo adicional.

Allí se resolvió el pleito. Porque en la última bola del tiempo legal, llegó un tiro de esquina de Alexander-Arnold desde la derecha, El tiro bien pasado, el remate de Sterling y la mano de Ingason tras arrojarse para desviar el tiro del delantero de Manchester City; el balón le pegó en el codo, y el árbitro no dudó en sancionar la falta dentro del área local. Penal en el minuto final y Sterling que convierte con un tiro al medio a los 90’ para que Inglaterra se adelante 0-1.

Pero aquí no terminaba el partido, aunque muchos creíamos que así era. Pero se lanzó con todo Islandia al ataque y Joe Gómez cometió un tonto penal tras agarrar al delantero cuando ingresó al área a buscar el pelotazo local. Penal y Bjarnason que asumió la responsabilidad, pero su tiro se fue arriba del travesaño e Islandia se perdió la oportunidad de igualar a los 90+2’ del partido.

Inglaterra se abrazaba así a una victoria justa, apretada sí, pero por la que había hecho muchos méritos. Trabajó el juego, movió la pelota, la hizo circular y procuró generar acciones de peligro a través de la movilidad de sus hombres más creativos, pero falló en el armado final, en tanto Islandia se agrupó muy bien en bloque, trabajó el partido con mucho espíritu de lucha y tuvo siempre presente que debía mantener el conjunto bien corto, con pocos metros entre sus defensores y atacantes.

La visita crecía desde el fondo; con la salida por los laterales, Walker y Trippier, para abordar desde allí acciones ofensivas. Mejor este último en cada intervención, luego el trío Sterling, Sancho y Foden procuraba darle el mejor destino al balón, pero chocaba con el orden defensivo local y la tarde apagada de Harry Kane, que jugó un primer tiempo interesante, pero en el segundo se diluyó hasta ser reemplazado. A los 63′ tuvo una llegada precisa con un tiro libre de Trippier que Ingason desvió al corner. Islandia era un conjunto abroquelado y concentrado en su tarea; cuando produjo la primera variante, a los 66′, y A. Sigurdsson entró en lugar de J. Thorsteinsson, se animó un poco más. Porque el ingresado mostró algún atrevimiento, un poco de manejo y una disposición a la aventura en ataque. Pero igual era la visita la que manejaba el trámite. Y para profundizar, Ings entró por Froden a los 68′. Aún cuando a los 70′ se fue expulsado Walker y quedó con un hombre menos continuó el dominio inglés; entonces, el DT Southgate decidió que ingresara Alexander-Arnold por Sancho, a los 72′ para cubrir ese lateral e hiciera la banda con una mezcla de buena salida y también marca, como acostumbra el lateral derecho de Liverpool.

Pero costaba lastimar y entonces Kane, que había desmejorado, dejó su lugar a los 77′, para que lo reemplazara Greenwood.

Y así llegó el final. Cuando todo parecía diluirse en un insulso 0-0. Cuando se empezaba a jugar el tiempo de descuento; cuando todo parecía concluído. Por eso el fútbol es y será siempre el más hermoso de todos los deportes. Porque parecía terminado, luego era de Inglaterra, Islandia tuvo la chance de empatar y no lo pudo lograr. Todo, en los cuatro minutos agregados. Para celebrar la magia de este bendito deporte.

Porque cuando todo parecía terminado, en su presentación en el Grupo 2 de la Liga “A” de la UEFA Nations League, Inglaterra se abrazó a una victoria estimulante.

Hernán O’Donnell

Edin Dzeko le puso un freno a la recuperación de Italia

Le dolió mucho la eliminación a la última Copa del Mundo de la FIFA-Rusia 2018; en realidad, fue un sacudón en el mundo del balompié, una sorpresa para todo el planeta fútbol. Nadie podía entender que sucedía, y a la Italia futbolera y opulenta, la que levantó ¡cuatro veces! la Copa Mundial, quedar afuera de ese Campeonato le dolió hasta el infinito. Y el mundo quedó boquiabierto. Una suerte de conmoción futbolística que desató una crisis y el punto de partida para el relanzamiento, la refundación de su fútbol y la búsqueda de volver a ser una de las grandes potencias futolísticas, esas que son respetadas y temidas con el solo hecho de mencionar su nombre o que aparezca su camiseta en un campo de juego. Se fue tras esa Competición Preliminar el entrenador Ventura y asumió Roberto Mancini, quien brilló como delantero en la Sampdoria, conquistó el Scudetto con el equipo genovés en 1992, formó una dupla de ataque trascendente con Gianluca Vialli y fue parte del seleccionado que salió tercero en el Mundial en su casa, en 1990. Luego jugó en Lazio y en el Leicester de Inglaterra.

Dirigió a equipos muy importantes como Fiorentina, Lazio, Inter, Manchester City y luego de dirigir al Zenit de San Petersbugo, llegó a la “Nazionale”. Y emprendió con entusiasmo esta nueva etapa.

Tuvo una buena participación en la primera edición de la UEFA Nations League, mantuvo la categoría y ganó los 10 partidos de su zona de clasificación a la EURO 2020.

Uno de sus rivales fue Bosnia y Herzegovina, a quien había batido 2-1 de local y 0-3 de visitante en ese clasificatorio. Y le tocó debutar en esta UEFA Nations League en el Estadio Artemio Fancchi, en Florencia.

El primer tiempo casi se podría pasar de largo; fue livianito, con el dominio de Bosnia inicial, en los primeros quince minutos, más por su intención de ir a buscar el partido que de generar situaciones concretas. Después se acomodó el local, a partir de la movilidad de Lorenzo Insigne y el empuje de Sensi, pero no tuvo más que la posesión, el traslado prolijo y una media vuelta de Belotti como llegada más importante; el visitante se desdibujó después de ese cuarto de hora inicial, y dependía de Dzeko, figura y capitán, para armar algo que se asemejara a una maniobra ofensiva.

En el complemento se armó el partido. Creció en intensidad y tuvo un poco más de emoción, amén de la llegada de los goles. A los 51′ Insigne tuvo un buen remate que tapó Sehic, el arquero de Bosnia; de contra, se fue Hodzic por izquierda, sorteó la salida de Donnarumma y su tiro, con un ángulo muy cerrado y difícil, pegó en el palo derecho del arquero del Milan.

Y a los 56′ Bosnia y Herzegovina llegó al gol; corner desde la derecha, la bajada de cabeza de Sunjic y Dzeko de media vuelta lanzó un buen tiro cruzado que se convirtió en el 0-1 en Florencia.

Con el marcador en contra, se despertó Italia. A los 62′ un tiro libre desde la derecha fue rechazado por la defensa visitante y el balón le quedó a Barella, pero el remate del volante de Inter fue controlado por Sehic. Pero pronto llegó a la igualdad.

Iban 66′ de juego cuando se produjo el desborde por izquierda y Sensi sacó un remate fuerte, que se desvió en un defensor para descolocar al arquero; así llegó el 1 a 1 para tranquilidad de Mancini.

Italia movió el banco a los 72′ con los ingresos de 72′ N. Zaniolo en lugar de F. Chiesa y de Ciro Immobile en reemplazo de A. Belotti; el equipo tuvo más frescura en ataque e insistió por desequilibrar el marcador, pero le costó ante una defensa que se cerraba y apostaba al ímpetu de Dzeko para generar contragolpes; así, las llegadas más peligrosas, al final las tuvo la visita: a los 82′ Visca se fue solo y salvó Donnarumma. A los 89′ el contragolpe lo encabezó Besic, la defensa tardó en tomarlo y el bosnio se fue solo ante el arco local, pero su disparo salió al lado del palo izquierdo de Donnarumma. No hubo tiempo para más. Italia tuvo más el balón, pero le faltó profundidad, imaginación y creatividad para generar situaciones de peligro. No pudo continuar con su serie larga de victorias, pero mantuvo el espíritu y a pesar de este freno, vive el tiempo de la recuperación.

Hernán O’Donnell

España aprovechó el quedo de Alemania y sobre el final se llevó el empate

La segunda edición de la UEFA Nations League se inició con un partido que prometía mucho. Alemania y España en Stuttgart, nada menos. Dos potencias mundiales que desarrollan un juego atractivo, ambiciosos, ofensivo; diferentes en algunos matices, pero con muchas similitudes en cuanto a la búsqueda del arco contrario y el deseo de ganar.

La noche de Stuttgart los vio en un primer tiempo que comenzó animado y brillante. Un poco mejor Alemania en el comienzo, con el trabajo de Gundogan y Sané, la potencia ofensiva de Timo Werner y la proyección lateral de Gosens. España se ordenaba a partir del equilibrio de Thiago Alcántara, Sergio Busquets y Fabián Ruiz, de izquierda a derecha en el medio campo. Bien en la salida por el costado derecho con el tandem de Jordi Alba y Jesús Navas, mientras que Rodrigo Moreno (reciente adquisición del Leeds al Valencia) mostró ímpetu pero también imprecisión para resolver las jugadas.

A los 13′ se lo perdió Rodrigo. Si bien aprovechó un mal pase hacia atrás de Can para irse derecho al arco, cuando le ganó la posición a la salida rápida de Kevin Trapp, dudó en rematar con su pierna derecha y demoró varios segundos para definir, que le sirvieron al arquero para recuperarse y salvar la caída con un quite con su pie derecho.

De contra, Alemania lo tuvo con Draxler, pero su disparo fue tapado por De Gea. Ahí se animó el partido, y a los 17′ Sané sacó un tiro combado, al ángulo superior derecho del arco visitante, y De Gea con una volada magnífica, desvió al corner.

España tuvo una nueva chance cuando Fabián Ruiz ejecutó un tiro libre a los 22′ al corazón del área, la bajó Torres de cabeza y Sergio Busquets sacó un tiro seco que Trapp atajó con solvencia.

A partir de esos minutos, el partido cayó en una meseta y de a poco se apagó el fuego. Sólo una corrida de Timo Werner a los 35′, apurado por Sergio ramos, elevó su remate arriba del travesaño.

Y cuando se cerraba la etapa, Rodrigo se escapó solo, pero su tiro de zurda fue tapado por Trapp; la jugada siguió y volvió a recibir Rodrigo, pero demoró su remate y todo quedó inconcluso. Así finalizó el primer tiempo, con una merma en el juego que deslució el inicio del mismo.

En el complemento, la “Roja” salió con una variante; Ansu Fati por Jesùs Navas, para darle más fútbol al ataque, aunque resignara desborde por la banda derecha.

Pero fue el local el que se animó en los primeros minutos y muy pronto se puso en ventaja; desborde por la izquierda, centro al medio para Timo Werner, el flamante refuerzo de Chelsea que enganchó sobre la cobertura de Sergio Ramos y con un remate cruzado venció a De Gea para marcar el 1 a 0 a los 50′ del partido.

Ahí volvió a encenderse el juego; porque la visita se soltó, adelantó líneas y fue a buscar el empate, en tanto el local se retrasó unos metros para buscar espacios amplios que favorecieran la velocidad de sus futbolistas para lastimar de contragolpe.

Iban 57′ y España tuvo una llegada; Rodrigo recibió de espaldas, giró y sacó un zurdazo de media vuelta que se fue apenas arriba del travesaño. Ahí Luis Enrique dispuso el segundo cambio en la visita; Merino por Sergio Busquets.

Alemania volvió a avisar con una contra de Sané, el pase que le quedó largo a Werner y su remate por afuera. Y un minuto después salió Sané, lesionado, y Ginter entró para ocupar un lugar en la zaga, en tanto Can pasó a la zona de volantes. Y el ritmo no paró; España atacaba y Alemania contraatacaba, en un ida y vuelta fenomenal, al que solo le faltaba el calor, el color y los gritos del público, ausente en estos tiempos de pandemia.

Thiago sacó un tiro bárbaro de afuera a los 69′ que se fue desviado; respondió Toni Kroos a los 70′ con otro tiro potente que De Gea supo controlar. A los 74′ Serdar reemplazó a Gundogan en el local y a los 76′, Sule cabeceó fuerte y alto, pero el vuelo de De Gea envió el balón al corner.

Alemania se quedó, en los minutos finales se metió un poco más atrás y parecía que le alcanzaba para cerrar el partido pero no advirtió que España se le venía y a los 80′, cuando entró Oscar rodríguez por Fabián Ruiz, volcó el juego hacia Trapp. Incluso tuvo una chance que no fue convalidada a los 90+1′, porque cuando Ansu Fati cabeceaba hacia la valla local, el juez ya había sancionado una falta de Ramos sobre Sule, en su salto a cabecear. Era un aviso. Y españa creyó; cuando todo parecía acabarse, pelotazo de izquierda a derecha, el centro de Ferrán Torres, el cabezazo de Rodrigo para bajar el balón y la posición solitaria de Gaya para clavar el empate 1 a 1 a los 90+5′ del encuentro.

Una igualdad justa, porque el partido fue parejo y equilibrado; cuando Alemania fue superior, sacó ventajas, pero luego se empezó a quedar, pareció conformarse, y en el últimos suspiro, España se llevó lo que merecía.

Hernán O’Donnell

La UEFA Nations League enciende los motores de Europa

Comenzó como un torneo secundario, una forma de crear una competición para que los partidos en fechas FIFA entre equipos que no jugaba clasificaciones, tuvieran mayor sentido. Un reemplazo de los amistosos. Así lo planteó en su momento Michel Platini, cuando estaba al mando de la UEFA y creyó que los encuentros amistosos carecían de interés por parte de los aficionados; que no los valoraban y que incluso para los futbolistas no tenían el peso de jugar por los puntos, por menor que fuera el certamen. Veían, él y un grupo de dirigentes, que continuar con los partidos sin el estímulo de luchar por los tres puntos los conducía al hastío. Y para darle un sentido a los encuentros que las Naciones deben realizar cuando no tiene clasificaciones para la EURO o para las Copas del Mundo, se decidió crear la UEFA Nationes League, una Liga que contiene a todas las selecciones del continente, 55 en total, que se dividen en cuatro Ligas: Como el viejo fútbol argentino, tienen la “A”, “B”, “C” y “D”. Con ascensos y descensos. Ya se jugó una temporada inaugural, en la que Portugal se consagró Campeón tras vencer en la final a Paises Bajos, en tanto Inglaterra finalizó tercero;  el jueves 3 de septiembre se pone en acción la segunda edición de esta UEFA Nations League.

El formato del torneo es de la siguiente forma; cada equipo se enfrenta a ida y vuelta con los rivales de su grupo; los primeros de cada Grupo de la Liga “A” se clasifican para la fase final, en la que juegan las semifinales y una final, al margen del partido por el tercer puesto. El campeón, además, tiene el acceso ganado a la EURO.

Los primeros de cada Grupo de las Ligas “B”, “C” y “D” obtienen el ascenso y los que queden últimos en cada Grupo de las Ligas “A” y “B”, descienden de categoría. Los cuatro últimos de la Liga “C” jugarán entre play-off entre sí, en partidos de ida y vuelta para determinar los dos descensos, pues en la Liga “D” hay solo dos Grupos.

Es un torneo nuevo y poco conocido por el gran público, sobre todo por esta región, pero es apasionante su formato y muy emotivo en su desarrollo, pues casi todos los partidos juegan por algo: o pelear el campeonato, o alejarse del descenso de categoría, o buscar subir de Liga. Casi siempre se juega por algo.

Tras el sorteo de los grupos, la Liga “A” quedó con este panorama, en cuanto los equipos y las zonas en las que participarán:

Grupo 1: Holanda, Italia, Bosnia y Herzegovina, Polonia
Grupo 2: Inglaterra, Bélgica, Dinamarca, Islandia
Grupo 3: Portugal, Francia, Suecia, Croacia
Grupo 4: Suiza, España, Ucrania, Alemania

Este último Grupo se pone en marcha con los partidos entre Alemania vs España y Suiza ante Ucrania. Son los partidos más relevantes, pues en el día de inicio son los únicos que se juegan en la “Primera División”.

Por las categorías de “Ascenso”, en la “B” hay varios encuentros interesantes: Por el Grupo 3 Rusia recibe a Serbia y Turquía a Hungría, mientras que por el Grupo 4 también de la Liga “B”, Bulgaria esperará por la República de Irlanda y Finlandia recibirá la visita de Gales.

El color del fútbol se empieza a vivir en Europa; un torneo nuevo y diferente que, de a poco, se ganará su lugar. A disfrutarlo, porque promete ser entretenido.


Hernán O’Donnell

Mario Saralegui, y una nueva etapa en Peñarol

Es un hombre conocido de la casa. Fue un volnate de buen andar, siempre por el costado derecho, que en su mezcla de buen manejo y espíritu de lucha le permitió llegar al seleccionado celeste, jugar en Europa en el Elche de España, después pasar a un River Plate de Buenos Aires que hizo historia, porque integró aquel equipo que ganó Campeonato local, Copa Libertadores e Intercontinental en 1986. Más tarde se integró a Estudiantes de La Plata y cerró su carrera como futbolista en el Peñarol que lo vio nacer, con un paso intermedio por Barcelona de Ecuador.

Dirigió muchos equipos del interior de Uruguay, y luego comenzó su vínculo con Peñarol; primero en las divisiones inferiores, después en la tercera. Luego se hizo cargo de la primera división en dos ocasiones; esta es la tercera vez que asume la conducción del plantel “Aurinegro”.

“Siento felicidad y responsabilidad a la vez; Peñarol tiene un gran equipo, mucho mejor de lo que la gente cree, y tiene la obligación de pelear arriba”; y también se refirió a la Copa Libertadores: “La gente quiere la sexta y estamos en carrera por ella. Todos los equipos tienen posibilidades, así que depende de cada uno y de lo que pueda luchar por el objetivo”, declaró el lunes por la noche.

El martes al mediodía fue su presentación formal en el Palacio Peñarol. “Afronto un desafío muy especial, que me genera una gran responsabilidad con la institución, con los hinchas. Tengo muy en claro el lugar donde estoy”, declaró en conferencia de prensa. “El campeonato tiene muchas fechas aún, se puede mejorar. Es un torneo parejo, más que lo que era antes y hay equipos que juegan bien; el primer objetivo debería ser la Copa Libertadores, para estar a la altura de la historia de este club. Me dirán que estoy loco, pero ese debe ser el objetivo. También hay que ganarle al tradicional rival y luego hay que jugar la final del Torneo Uruguayo”, resumió Saralegui.

“No miro la edad de los jugadores, miro el rendimiento. Va a jugar el que mejor esté para hacerlo; yo no puedo hacer ahora un diagnóstico de lo que pasa, hay que observar y dilucidar que condiciona el rendimiento”, señaló en referencia al equipo y su situación. “Han cambiado algunas reglas, pero en lo básico el fútbol es el mismo de siempre. Es estrategia pura, Una parte es jugar, otra pensar y otra engañar”, explicó el DT.

Se habló, en los pasillos, de refuerzos. Uno podrìa ser Lucas Viatri, habría que ver la situación contractual con Colón y si existe una deuda que le permita salir al delantero argentino del equipo de Santa Fe y regresar a Montevideo…

Tiene sangre “aurinegra” y es odiado por los hinchas del clásico rival. Reúne dos condiciones indispensables, entonces, para ser un Dt avaldo por el pueblo “Manya”, dentro de todo lo que se comprende por folcklore futbolero bien entendido. Se crió en el club y dijo que esperaba este llamado desde hacía 11 años, el último día de su segunda etapa en el club. Apenas se había ido de Peñarol y ya deseaba regresar. Ahora le apareció la oportunidad, y Mario Saralegui no está dispuesto a dejarla escapar.


Hernán O’Donnell

Diego Forlán conoció muy pronto los sobresaltos de su nueva profesión

Luego de un domingo oscuro, con una derrota impensada y una imagen preocupante, Diego Forlán conoció muy rápido los sinsabores de su nueva profesión y fue despedido de la dirección técnica de Peñarol este lunes 31 de Agosto, tras nueve meses en el cargo. Tres partidos ganados, tres empatados y tres perdidos. En 9 fechas del Torneo Uruguayo, Forlán no pudo encontrar el funcionamiento del equipo, tampoco halló un equilibrio en los resultados y empezó a extraviar la confianza de los dirigentes, en tanto aparecieron las voces críticas de las expresiones de los hinchas a través de las redes sociales. La última derrota de local ante Montevideo Wanderers caló hondo en todo Peñarol, porque es un equipo acostumbrado a pelear y ganar campeonatos, que a lo largo de la historia ha sido protagonista siempre y cuyos objetivos desde el inicio de cada torneo son los vinculados a las más altas posiciones. Hoy el equipo navega en la mitad de la tabla y el malestar se ha trasladado al entrenador, un hombre con un pasado glorioso como futbolista tanto en Europa como en el seleccionado celeste. Y toda esa estela que lo acompañó en su presentación, un DT joven, inteligente, educado, instruido y con una cultura modelada en Europa, se desvaneció. Las críticas lo alcanzaron como a cualquier hijo de vecino, cuando uno de los dos equipos más populares de Uruguay no logran resultados.

La campaña, tras la reanudación del torneo por la pandemia, fue irregular. Comenzó con un empate ante Nacional el pasado 8 de agosto que pudo haber sido un trampolín, porque el equipo pudo sobrellevar el hombre de menos por la expulsión de Matías Britos, mientras perdía por 1 a 0; pero así y todo se sobre puso y logró empatar 1 a 1.

Después le ganó a Boston River por 2 a 0 y cuando se suponía que el barco iba a enderezar su rumbo, llegaron las dificultades. Derrota concluyente ante Deportivo Maldonado en Punta del Este por 2-0, empate de local 2 a 2 con Rentistas tras ir en ventaja por 2-0 y recibir dos goles para sufrir el empate cuando restaban quince minutos de juego, un triunfo ante Cerro Largo también por 2-0, y la caída ante Wanderers que sembró de dudas a la dirigencia.

La noche del domingo fue candente y determinante, porque la derrota dejó muy preocupado al pueblo “Aurinegro”. El equipo no mostró una idea clara de juego, no tuvo propuestas y dejó muy acentuada la falta de respuestas anímicas, porque Peñarol, después del primer tanto visitante se empezó a caer y luego del segundo ya se mostró vencido. La imagen del entrenador se desdibujó y le criticaron todo lo que sucedió esa noche: la alineación titular, el planteo táctico, el juego del equipo, los cambios tardíos. Y en ese sentido, a la distancia, resultó llamativa la ausencia en la alineación titular de Facundo Pellistri, el futbolista más hábil del equipo. Igual que la prescindencia de Fabricio Formiliano en la zaga central, confinado al banco de suplentes.

También le cuestionaron las desvinculaciones de algunos futbolistas. Muchos destacaron a Ignacio Lores como el mejor futbolista del último partido, influyente en el triunfo de Wanderers, y se preguntan por qué Forlan lo dejó ir de Peñarol. Asimismo le critican a la dirigencia la salida de Lucas Viatri del equipo, a comienzos de este año.

El entrenador saliente tomó la decisión con tranquilidad y se expresó a través de sus redes sociales: “Gracias por la oportunidad que me dieron, fue un orgullo para mí dirigir al Club Atlético Peñarol; a los jugadores muchas gracias por su respeto, su paciencia, su entrega y sus enseñanzas. A los que trabajan día a día en Los Aromos, de corazón, gracias. Por último, gracias a los hinchas por el cariño. No me quedan reproches, así es el fútbol. Exitos en lo que venga, ¡Arriba peñarol!”, escribió a modo de despedida, en un nuevo ejemplo de su integridad, su educación y su hombría de bien.

Diego Forlán, el futbolista que surgió en Independiente, que brilló en Manchester United y Atlético de Madrid, que obtuvo dos veces la Bota de Oro, en las temporadas 2004/2005 y 2008/2009, que fue distinguido con el Balón de Oro al mejor jugador de la Copa Mundial de la FIFA-Sudáfrica 2010, que jugó en Internazionale de Milan e Internacional de Porto Alegre, que se mezcla entre los mejores futbolistas de la historia de Uruguay, que vivió con suma educación las mieles de la fama, en este año debut en la nueva tarea de Director Técnico, empieza a conocer los efectos de la “silla eléctrica”, las críticas punzantes que se destinan a los entrenadores fecha a fecha, el cargo cuestionado en forma permanente y los sobresaltos que caracterizan a su nueva profesión.


Hernán O’Donnell

Hamilton no afloja y Renault volvió a la palestra

Una carrera impecable del inglés Lewis Hamilton. Una más. Y un camino hacia la Gloria que parece estará rodeado de rosas, porque su marcha es imparable, porque domina de punta a punta y porque hace en cada una de ellas un esfuerzo tremendo a la par de una exhibición de conducción que va más allá del dominio de Mercedes, que en Bélgica volvió a hacer el 1-2 con la segunda ubicación de Valteri Bottas, que dicho sea de paso, finalizó a casi 10″ de su compañero de equipo. Toda una demostración de Lewis en el Gran premio de Spa-Francorchamps.

En tercer lugar llegó Max Verstappen, el tercero en discordia de cada competencia, el segundo en las posibilidades de alcanzar el título. Muy buena carrera de Max, pero, tal como lo reconoció en la nota posterior a la carrera que le realizó la TV oficial, siempre vio de lejos a los Mercedes, no sintió que aparecieran oportunidades y al final optó, como todos, por conservar el auto y la posición.

Pero todos los aplausos se los lleva el siempre amable Daniel Ricciardo quien llevó a Renault al cuarto lugar, realizó un gran fin de semana de clasificación y coronó el domingo con el récord de vuelta al final de la competencia para llevarse un punto más y todos los aplausos virtuales de quienes siguieron la carrera alrededor de todo el mundo.

Y por si fuera poco, para Renault la carrera fue soñada, porque Esteban Ocon llegó en el quinto lugar tras realizar también una gran carrera y logró superar, cuando faltaba una vuelta, al Red Bull de Alexander Albon, en una persecución final que tuvo su premio en el ocaso del Gran Premio.

Albon finalizó sexto y apretado, porque Lando Norris también se le acercó mucho. De hecho, pareció que en un momento podía acercarse y superar a Ocon, pero el Renault fue más veloz.

Pierre Gasly fue para el gran público el piloto del día. Terminó octavo, pero tuvo una gran tarea. Se acercó a Ricciardo, logró ponerse quinto al promediar la carrera, pero cuando tuvo que detenerse a cambiar neumáticos perdió posiciones que le costó recuperar.

Fue un Gran Premio constante, con una largada prolija donde Hamilton tomó la punta, lo siguió Bottas y Verstappen debió esforzarse para conservar el tercer lugar en tanto Ricciardo lo acosó con un muy buen comienzo de carrera.

No resultó para Ferrari, que tuvo un mal fin de semana; fue mala su performance en la qualy dos, no pudo tener una mejoría en el inicio de la competencia, ni tampoco le funcionó el trabajo de boxes, con detenciones prolongadas que perjudicaron a Charles Leclerc y Sebastian Vettel.

No hubo cambios en las primeras posiciones; las emociones quedaron reservadas a la zona media, donde Renault fue el gran protagonista, y donde brillaron sus pilotos Ricciardo y Ocon, en tanto Albon y Norris también animaron el espectáculo.

Pero poco le importó a Mercedes, y menos al gran Lewis Hamilton, que elaboró otra magnífica conducción para llevarse el GP de Bélgica de punta a punta y seguir en su camino hacia la Gloria.


Hernán O’Donnell

Niza tuvo los goles de Kasper Dolberg y la convicción de todos para vencer a RC de Estrasburgo

El mundo de la pelota gira alrededor del futuro de Lionel Messi, en tanto la pelota sigue su andar por el resto del planeta. El público se divide en diálogos que se dividen entre el porvenir del crack argentino y el partido o el tema que los ocupe. Aún en la Ligue 1, cuando el fútbol le abre las puertas a la gente y lo hace mucho más agradable, más humano.

El primer tiempo fue interesante, con una imagen superior del visitante. Niza lucía más atento, más rápido para armar los ataques y más ductil en el uso de las bandas, para ampliar el territorio y hacer bien ancho el campo de juego. Thuram, el hijo del célebre defensor campeón del mundo en 1998, Lilian Thuram, fue un protagonista importante para esa táctica. Niza siempre se mostró más intenso, con las ideas más claras y con el objetivo más afianzado en su idea de juego. Bien Silvestre en todo su desarrollo en el campo, firme el brasileño Dante en la defensa y seguro el argentino Walter Benítez en el arco. El local se ahogaba en su intento de salir y no se organizaba para armar su juego.

Así fue el primer período, con un dominio mental del visitante y en una escapada de Silvestre le llegó la oportunidad, porque fue derribado en el área por Kone, en una acción que se vio apurado al zaguero para ir al piso, y Kasper Dolberg convirtió, de penal, el 0-1 cuando se jugaban 37′ del primer tiempo del partido.

Así se cerró la primera etapa, con un equipo visitante que dejaba una impresión más organizada y sobre todo una actitud dominante, que le costaba mucho al Estrasburgo poder emparejar.

En el complemento, Niza mantuvo la intensidad y muy pronto llegó a aumentar el marcador; otra corrida veloz, en este caso de Dolberg y el goleador de la tarde marcó el 0-2 con un tiro fuerte y cruzado a los 59′ del encuentro. Recién se acomodaban en el campo, faltaba más de media hora de juego, y sin embargo empezó a flotar en el ambiente una sensación de partido resuelto.

Tras las ventanas de los cambios, Rony Lopes entró por Silvestre en el visitante a los 62′, en tanto en Estrasburgo ingresaron a los 63′ I. Saadi por A. Thomasson, L. Zohi lo hizo por M. Chahiri y A. Caci en lugar de L. Carole, en un intento claro del entrenador Thierry Laurey de modificar las fuerzas de ataque.

El partido se hizo a pedir de Niza, porque la visita se ordenó en su campo, dejó que el local se adelantara, lo esperó, achicó terreno en defensa y abrió espacios en el frente de ataque. Lo contuvo y amenazó de contragolpe, con Dolberg como abanderado y con el ingresado Rony como acompañante estelar, porque el ex jugador de Sevilla se mostró rápido, potente, hábil para elaborar maniobras individuales y grupales, bien secundados por Gouiri.

Para Racing de Estrasburgo, la jornada fue confusa. No tuvo ideas claras, careció de creatividad y le faltó animarse a la aventura, a la rebeldía para generar ocasiones. Se repitió en los centros frontales, en tirar pelotazos al área sin demasiado sentido, y chocó con Dante, Pelmard y las manos seguras del ex arquero de Quilmes, Walter Benítez.

Así Niza construyó una victoria importante, trascendente, que resolvió a media hora de finalizar el juego y que lo lleva a la punta del campeonato en el inicio del mismo, para darle paso a la ilusión.


Hernán O’Donnell

En la MLS, Toronto se quedó con el duelo entre canadienses

Es el líder de la Zona “A” y lo ratificó con un triunfo trabajado, luchado, por momentos bien jugado y con el aliciente de ganar el clásico de Canadá, porque Toronto FC no sólo se afirma en la MLS, sino que la victoria como visitante ante Montreal Impact, le deja el sabor dulce de vencer ante su clásico nacional.

El local intentó con Lappalainen y Maximiliano Urruti por las bandas, con el buen trabajo de Emanuel Maciel, ex San Lorenzo, en el centro del campo y un esquema abierto, y con la intención de ser ofensivos. Enfrente, un Toronto sostenido en el trajinar del experimentado Michael Bradley, y la habilidad de Pablo Piatti.

En ese contexto, el equipo de Thierry Henry intentó jugar, tener la pelota, y progresar. Más práctico el visitante, buscaba llegar con mucha gente, pero con salidas rápidas y contraataques veloces, con mejor manejo del balón y mayor posesión, había dejado una impresión superior en ese lapso.

En el complemento, Toronto sacó ventajas con el penal sancionado por mano de Maciel y lo ejecutó Alejandro Pozuelo a los 50′, para abrir el marcador y dejarlo 0-1.

Allí se tranquilizó el visitante, y enseguida tuvo un par de ocasiones para aumentar el score, con un buen remate de Delgado.

El DT local optó por una variante: a los 69′ S. Shome, delantero, por A. Sejdic, con la intención de mejorar el ataque. Y más tarde volvió a mover el banco por una lesión; a los 71′ O. Okwonkwo reemplazó al argentino Maximiliano Urruti.

Toronto supo ordenarse y con el buen trabajo defensivo cerró los caminos del local. Tuvo paciencia para jugar y capacidad para soportar el embate final de Montreal Impact, que tuvo una buena chance sobre la hora, con un tiro libre y cabezazo ofensivo, pero que Westberg pudo contener con seguridad. Así, el arquero se quedó con la última pelota del partido y Toronto FC sumó una victoria en el clásico de visitante, en tanto se trepó a lo más alto de la tabla en su zona y sueña con el porvenir.


Hernán O’Donnell

Gonzalo Bergessio, y un reverdecer de su carrera en Nacional

Parecía que lo mejor de su carrera había pasado. Que habíamos visto al mejor Gonzalo Rubén Bergessio en esos años de esplendor donde surgió en Platense, Instituto de Córdoba lo lanzó a la fama, Racing le abrió las puertas de Europa para llegar a Benfica y en San Lorenzo alcanzó un nivel estupendo, con una noche consagratoria el 8 de Mayo de 2008, cuando el Ciclón revirtió un 2 a 0 en contra ante River Plate en el Monumental, con dos jugadores menos por expulsiones de Diego Rivero y Jonathan Bottinelli, y a puro coraje, con las gambetas de Andrés D’Alessandro y el esfuerzo de todos, Bergessio fue el héroe con dos goles de su autoría para alcanzar un memorable 2 a 2 que le permitió al Ciclón pasar a los cuartos de final de esa edición de la Copa Libertadores de América. Años dorados que le permitieron regresar a Europa para jugar en Saint-Etienne de Francia y brillar en el Catania de Italia, donde fue ídolo venerado.

Después, sus goles en la Sampdoria y el Atlas de México, para regresar al Ciclón, esta vez con menos oportunidades que en su primera etapa, un paso fugaz por Vélez Sársfield y la llegada a Nacional de Montevideo para un relanzamiento de su carrera que pocos sospechaban podía darse de forma tan contundente y rotunda.

Se metió muy rápido en el equipo, se adaptó con facilidad y encontró un nuevo lugar en el mundo. En Nacional de Montevideo vio reverdecer su carrera a fuerza de excelentes actuaciones, goles importantes y una gran participación en el grupo, en el vestuario, con voz de mando y palabra orientadora para los más jóvenes.

Consiguió con el “Bolso” el Campeonato Apertura y el Campeonato Intermedio en 2018; la Supercopa Uruguaya, el Torneo Clausura y el Campeonato Uruguayo en 2019. Todos los logros le llegaron en su último club.

Amado por la enorme hinchada tricolor, es rechazado por la otra mitda de Uruguay: los simpatizantes de Peñarol creen que es un jugador que se excede en el uso de la fuerza y los codos cuando juega de espaldas al arco contrartio, y es vehemente con los defensores rivales. Así lo hicieron saber los hinchas rivales, ya no solo los “Manyas”, tras su última expulsión ante Plaza Colonia, de visitante, luego de un golpe hacia el defensor rival Yvo Calleros, que hizo explotar las redes sociales. Para los hinchas propios solo fue un manotazo que se solucionaba con una tarjeta amarilla y fue expulsado por la “fama” que le construyeron, en tanto el resto de los hinchas de fútbol expresaron su coincidencia con la expulsión y un malestar y fastidio con el jugador, al que acusan de violento y le recuerdan sus cuatro expulsiones desde que se sumó a la Liga Uruguaya. La primera fue en 2018 ante Rampla Juniors con roja directa y las otras fueron ante Feniz y Peñarol, en 2019, ambas por doble amonestación.

Pero esto no empaña su renacer futbolístico ni su romance con la gente de Nacional, que vitorea sus goles, tal como lo hizo en el último clásico, el de la niebla, ante Peñarol, o los tres tantos convertidos ante River Plate para encaminar a un equipo que había tenido algún tropiezo en el inicio del Torneo, o el tanto a Montevideo City Torque en la fecha siguiente.

Mientras espera cual será la sanción final por la expulsión ante Plaza Colonia, que podría llegar a 3 partidos, el presente de Gonzalo Bergesssio en Montevideo es de un rencaer futbolístico. Campeón de varios títulos en su carrera, goleador del Bolso en 2019, ganador del Premio “Atilio”, que en homenaje al gran delantero y goleador de Nacional, Atilio García, se le otorga al máximo artillero “Bolso” de cada temporada, el cordobés lo alcanzó con 20 tantos el año pasado.

Y en esta temporada arrancó bien alto en la tabla de los goleadores, la que encabeza con 7 tantos.

Ahí está Gonzalo Rubén Bergessio. En el alma y corazón de la gente de Nacional, en un reverdecer de su carrera profesional.


Hernán O’Donnell