Los All Blacks escribieron otra página acorde a la precisiòn, la efectividad, y la seguridad que han tenido en cada vitoria de su larga historia. Comenzaron otra edición de The Rugby Championship con una victoria ante unos Pumas que jugaron un buen partido, tuvieron momentos de dominio y muchos puntos a destacar, pero sucumbieron ante un equipo que hace del rigor al rival, una religiòn.

Los Pumas formaron con Mayco Vivas, Julián Montoya (C), y Pedro Delgado; Franco Molina,y Pedro Rubiolo; Pablo Matera, Marcos Kremer y Joaquín Oviedo; Gonzalo García y Tomás Albornoz; Bautista Delguy, Santiago Chocobares, Lucio Cinti, Rodrigo Isgró; Juan Cruz Mallía.
Luego ingresaron Ignacio Ruiz, Nahuel Tetaz Chaparro, Joel Sclavi, Guido Petti, Juan Martín González, Simón Benítez Cruz, Santiago Carreras y Justo Piccardo.
La visita comenzó con Ethan de Groot, Codie Taylor, Fletcher Newell; Scott Barrett (C) y Fabian Holland; Tupou Vaa’i, Du’Plessis Kirifi y Ardie Savea; Cortez Ratima y Beauden Barrett; Rieko Ioane, Jordie Barrett, Billy Proctor, Sevu Reece; Will Jordan.
A los 4′ abrió Barret con un penal, que puso a la visita 0-3 arriba. Un penal de Albornoz, a los 6′, pegó en un poste, y fue un anticipo de las dificultades.

Un avance de All Blacks generó una buena jugada de apertura a la derecha, para que Reece apoyara, a los 8′, y on la conversión de Barret, llegó a 0-10. Respondieron los Pumas con una jugada similar, apoyó Isgró, y convirtió Albornoz: 7-10, a los 16′.
Fue un tiempo de dominio de la visita, porque con la conducción de Barret ponía el jugo siempre en campo de Los Pumas. A los 24′, el try de Ratima convertido por el “10” de Nueva Zelanda, aumentó a 7-17, y el penal de Albornoz achicó a 10-17. Parecía que ese era el cierre del primer tiempo, pero con la fórmula de buscar lines ofensivos, en las 22 locales, para lanzar con precisión, armar el maul y mpujar al try, llegaron a los tries de Savea y Reece, convrtido por Barret, y llegar a un parcial de 10-31.

Con varios cambios, los locales dominaron en el comienzo del complemento y llegó Lucio Cinti al try, convertido por el “10” argentino, para achicar a 17-31, a los 53′.
Y el try de Guido Petti, a los 67′, también convertido por Albornoz, llevó a 24-31.
Parecía el momento de Argentina, pero allí fue cuando apareció Nueva Zelanda, para ajustar su juego, cerrarlo y buscar el line ofensivo para luego armar el maul y entrar al in goal.
Así, por medio de esa herramienta, All Blacks llegaron al try d Taukei’Aho, para marcar un 24-36, que parecía inalcanzable, y otra jugada similar también coronada por el try de Taukei’Aho, cerró el marcador en 24-41.

Fue un problema de difícil solución el maul visitante. Y el juego simple, que funcionó como un reloj aceitado y preciso, para marcar las diferencias a través de las virtudes que el equipo veía en su poder, y explotarlas al máximo. Para Los Pumas queda el sabor agrio de la derrota, pero una sensación positiva en cuanto a muchos aspectos que se hicieron bien, sobre todo en el segundo tiempo. Queda un segundo capìtulo por descubrir, y Buenos Aires tiene la palabra.

Hernán O’Donnell
(Enviado Especial a Ciudad de Córdoba, Provincia de Córdoba, Argentina)