La selección abre sus puertas

La selección nacional abre sus puertas. Parece inminente la llegada de Carlos Tévez, delantero clave de Juventus, campeón de Italia en la última temporada, jugador desequilibrante y adorado por su público. De modo casi inexplicable quedó afuera de la Copa del Mundo FIFA-Brasil 2014, aunque esa historia ya es vieja y no vale la pena repasar las razones ( o sin razones) de su exclusión. Tal vez queden para los libros de historia, para las revistas o para alguna anécdota remonatada del pasado.

Tevez

Lo cierto es que ya suena muy fuerte su vuelta a la selección nacional. La gira por Inglaterra, donde de modo paradójico no se enfrentará al combinado local, sino que se medirá ante Croacia (en Londres) y Portugal (en Manchester), es una buena propuesta para seguir en la búsqueda del equipo.

Gerardo Martino demuestra el caracter suficiente para saber qué necesita el equipo. Y sobre todo, para convocar a quien considera necesario, sin temor a quejas de otros integrantes del conjunto ni a caprichitos solapados. La selección está por encima de todos los nombres y los hombres, y si esta frase es verdad y queremos llenarla de contenido, nada mejor que un entrenador con las manos abiertas que pueda disponer sin ataduras ni condicionamientos.

Quedan dos partidos importantes, difíciles, ante dos rivales calificados, con jugadores de muy buen nivel. Es una buena oportunidad para desandar un camino que la selección deberá recorrer y que necesita del aporte de todos.

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Hernán O’Donnell

 

Más que un entrenamiento, menos que un partido

Sirve, aunque no lo parezca. Sirve, y sirvió, porque fue el debut de varios, y siempre es importante pasar la primera prueba con la camiseta sagrada de la Selección Nacional. Para Nahuel Guzmán, para Vergini, para Vangioni…para el mismo Nicolás Gaitán, incluso para que Banega se vuelva a sentir importante.

Sirvió, también, para tener una exigencia mayor a la de un entrenamiento. Aunque los entusiastas corredores de Hong Kong sean menos que los suplentes de Argentina o incluso de los sub 20 que muchas veces hacen de sparring, todo lo que connota ponerse el uniforme completo, jugar en un estadio grande y atractivo, en un pais diferente, con árbitros desconocidos, con el tiempo reglamentario de juego, lo hacen todo mucho más serio que una mera práctica. Y se obtienen mayores réditos.

Hong Kong Arg

Sirvió, además, para saber como enfrentar a esta clase de equipos, que hasta pueden llegar a enfrentarse en una competición oficial. No es decabellado pensar que alguna vez Hong Kong o un seleccionado similar, pueda acceder a alguna instancia competitiva oficial. Y es bueno saber como hay que medirse con un equipo que abroquela gente atrás, muy cerca de su área, o adentro si es necesario, y se dedica a defenderse de modo perpetuo, sin siquiera tener la ilusión de un contraataque. La paciencia es una de las armas más importantes para ganar esta clase de encuentros. El equipo supo ejercitarla.

Hong Kong Arg II

Sirvió, incluso, para saber jugar sin Messi en el equipo. Ya sucederá, también en competencias oficiales, que Leo, por cualquier razón, no va a a estar. Por eso es positivo tener un partido oficial (más allá del rival) sin Leo, para ver el caracter del equipo y su funcionamiento.

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La Argentina ganó por 7 a 0, tuvo la pelota durante casi todo el partido, supo abrir la cancha, jugó con paciencia, manejó el ritmo y los tiempos, no entró en la deseperación, tuvo goles de rebote, de cabez, por acción individual o por combinaciones colectivas, no sobró el partido ni “cargó” al adversario, fue prudente y respetuosa con el espectáculo y la gente, marcó la diferencia y sacó conclusiones de un partido de exigencia menor, pero que sirvió mucho más que un mero entrenamiento.

Hernan en Estadio Kempes

 

Hernán O’Donnell

 

 

 

 

Argentina no encontró el camino

Más allá del resultado y de la derrota, la Argentina muestra una versión renovada, distinta a la de los últimos años. Se ponen en la cancha jugadores de buen pie, se buscan en el terreno, tocan y combinan, aceleran, llegan a posiciones de gol…

La propuesta argentina es atractiva. Roberto Pereyra, Angel Di María y Erik Lamela tuvieron 20 minutos, los iniciales, muy buenos. Con combinaciones y posesión de la pelota, lograron dominar a Brasil y generar un fútbol intersante. Messi se acopló por momentos, a Aguero le costó más meterse en el circuito.

Después vino el bajón, el desequilibrio entre líneas y Brasil que emparejó el juego. Un Brasil muy poco emparentado con su riquísima historia. Este equipo tiene el sello de Dunga: marca, muerde, raspa. Achica espacios en todo momento. Aprieta a los centrales argentinos a la hora de la salida. Y supo aprovechar al máximo su primera oportunidad: Un centro desde la derecha, Zabaleta que va a la posición de Federico Fernández para cabecear los dos la misma pelota, salta primero el central ex Estudiantes, corto a la derecha, la recibe el centrodelantero Diego Tardelli y su remate cruzado es muy bueno: 1 a 0 para Brasil a los 23.

Arg Bra en ChinaEntonces llegó el desorden producto del ímpetu por buscar la igualdad. Las ganas de revertir el marcador. Y los espacios que se abrían en defensa. Una contra de Neymar pudo haber ampliado el marcador, pero el delnatero de Barcelona definió con un exceso de suficiencia y desperdició la chance del 2 a 0…

Una contra de Argentina le abrió una posibilidad inmejorable: Danilo trabó en el áarea, Di María cayó y el árbitro compró el penal. Pero Jefferson estuvo seguro y detuvo el remate de Messi.

El segundo tiempo fue otro partido. Más abierto, de ida y vuelta, con una Argentina más lanzada al ataque y desprotegida ante las contras verdeamarelhas. Y creció el equipo de Dunga al compás de Oscar, Neymar y las proyecciones de Danilo y Filipe Luis.

Martino intentó cambiar con Higuaín y Pastore por Aguero y Lamela. Por los rendimientos de los reemplazados, los cambios son irreprochables. Lamela se diluyó con el paso de los minutos y el Kun tuvo un primer tiempo inexpresivo.

Pero se hizo más complicado: Corner de Oscar, cabezazo de David Luiz, rebote y aparece otra vez Diego Tardelli para marcar el 2 a 0.

Arg Bra en China IIInjusto, puede ser. Pero el fútbol a veces es doloroso por eso. Y también ma-ra-vi-llo-so. Porque ese es el encanto de este deporte, el más hermoso de la tierra. El encanto está en que pueden salir partidos geniales o aburridos, y el resultado puede ser amplio, cerrado, justo o injusto. Irrepetible en otros ámbitos.

Lo importante, a partir de ahí era no desordenarse ni comerse una goleada inmerecida. Porque el fútbol también es eso: eficacia. Y Brasil que perdía 5 a 0 con Alemania y estaba para comerse una goleada histórica y mayor que la que sufrió en la semifinal del Mundial, estaba con ganas de vengarse…

Era difícil entrarles. Se defendían como cualquier equipo del mundo. Con mucha gente atrás, y sin ninguna verguenza. Y no se podía entrar…

Neymar tuvo dos oportunidades para ampliar el marcador, además de la del primer tiempo. Una definió alto, sólo ante Romero y en la otra se demoró en el remate.

Pero hubiera sido injusto. Más aún, irreal.

Argentina perdió, aparecieron las voces críticas y las “viudas” de Sabella, que ignoran las circunstancias que rodearon a la selección y le allanaron el camino que le permitió llegar a la final del Mundial. Empezó un nuveo ciclo, con una propuesta noble y ofensiva. Creemos en ella.

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Hernán O’Donnell

Brasil también se renueva

Es tiempo de secar las lágrimas, dejar atrás el mal trago y empezar a construir el futuro. Es tiempo de olvidar aquella ilusión, que de tanto perseguirla, se convirtió en una quimera. Es tiempo de borrar esa sed de revancha por el mundial perdido en 1950 y la presión insostenible que significó querer ganar el 2014 a toda costa. Y más como una cuestión de honor por vengar aquel viejo “Maracanazo”, que por disfrutar el presente. Brasil vivió un Mundial muy duro en lo deportivo, que lo llevó, al final, a sufrir una verdadera pesadilla, cuando al principio eran todos sueños…

Hoy es momento de empezar la reconstrucción. Para eso, Dunga. Un DT que tiene experiencia, que salió Campeón del Mundo como jugador y no pudo como técnico, aunque ganó una Copa América y una Copa Confederaciones y sabe de que se trata ir a un Mundial.

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Un técnico ganador, de enorme personalidad, que hace mucho hincapié en la construcción de un equipo fuerte, corto, solidario. Que pase muy rápido al ataque, y vuelva a posiciones defensivas con la misma velocidad. Que actúe en bloque.

Para eso llamó a Kaká, quien hacía casi dos años no actuaba en el conjunto verdeamarelho. Pero que volvió gustoso a dar una mano. “Sevir a la selección brasileña siempre es un placer”, afirmó el volante apenas arribado a China. También retornó Robinho, del Santos, y se quedaron afuera Thiago Silva (por lesión), Hulk y Maicon. La lista completa la integran los Arqueros Jefferson (Botafogo) y Rafael Cabral (Napoli), los defensores David Luiz (Paris Saint Germain), Marquinhos (Paris Saint Germain), Miranda (Atlético de Madrid), Gil (Corinthians), Mario Fernandes (CSKA Moskva), Filipe Luís (Chelsea), Danilo (Porto) y Dodo (Inter); los volantes Fernandinho (Manchester City), Luiz Gustavo (Wolfsburg), Elias (Corinthians), Ramires (Chelsea), Everton Ribeiro (Cruzeiro), Oscar (Chelsea), Willian (Chelsea), Ricardo Goulart (Cruzeiro) y Philippe Coutinho (Liverpool) y los delanteros: Diego Tardelli (Atlético Mineiro), Robinho (Santos) y Neymar (Barcelona).

Un equipo que mezcla experiencia y renovación. Que busca reconstruirse después de la amargura deportiva vivida en su mundial. Y que quiere dejar atrás ese pasado cercano que lastima tanto y empezar a mirar el futuro.

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Hernán O’Donnell

El SuperClásico, en China

Ya faltan muy pocas horas. Será el próximo sábado. En un lugar inédito, Beijing, China. En un horario poco habitual para estas latitudes: las 9.05 am. Argentina y Brasil disputarán otra versión del SuperClásico de las Américas en el Estadio Olímpico de Beijing, conocido comúnmente como nido de pájaro, debido a la red de acero de su exterior. El recinto fue sede de las ceremonias de inauguración y clausura, las pruebas de atletismo y la final de fútbol en los JJ. OO. de Beijing 2008. Tiene 330 metros de largo, 220 m de ancho y 69 m de altura. Está equipado con un sistema de energía solar y de recogida de agua de lluvia para su riego y limpieza.olympic_park. Beijing, China

Mientras, las dos selecciones se preparan para un partido importante, porque empieza a trazar el rumbo a la Copa del Mundo FIFA-Rusia 2018.
Por eso, los dos ponen muchas cosas en juego.
Brasil tiene ya la mano de Dunga, el entrenador que quiere devolverle la fe: los primeros entrenamientos fueron en espacios reducidos, prácticas constantes de fútbol en dimensiones pequeñas , para armar un equipo compacto.
El aspecto que más remarcaba el entrenador es la velocidad en ataque y la rapidez en el retroceso a posiciones defensivas: insistía Dunga en la importancia de la rápida transición entre una fase y la otra. Para eso convocó a Kaká, aquel de los rápidos traslados y de la verticalidad en las transiciones. Brasil quiere volver a ser Brasil.
Kaka
Brasil tiene una deuda consigo mismo luego de su mala actuación en la Copa que organizó en su país. Y quiere empezar a saldarla.
Enfrente, la Argentina de Gerardo Martino. Que ya trabaja con intensidad, que ya ganó en su primera presentación y nada menos que ante el Campeón del Mundo, Alemania, en su casa.
Pero esta ya es otra historia. Un partido que siempre, como todo clásico es diferente. Distinto. Que no toma en cuenta antecedentes ni presentes. Es un cuento nuevo cada uno de los enfrentamientos.
Y en Beijing, tan lejana al Clásico del Atlántico, se escribirá un nuevo capítulo.
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Hernán O’Donnell

La Selección, renovación y cambio

Ya no quedan dudas que el “Tata” Martino empezó una nueva etapa. Que deja atrás al equipo de Sabella, un técnico serio, respetuoso y trabajador, y comienza un ciclo renovado, con muchos jugadores nuevos y una propuesta distinta.

Se terminó la etapa de Augusto Fernández, Ricky Alvarez, Hugo Campagnaro, José Basanta, y otros. Hoy reaparecen Javier Pastore, Ever Banega, llegan Sergio Vergini, Nicolás Gaitán, Roberto Pereyra, Nahuél Guzmán, Erick Lamela, Vangioni, Facundo Roncaglia…

Es otra selección la que se empieza a armar. Hay varios partidos a la vuelta de la esquina. Y nada fáciles, por cierto.

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El 11 de octubre habrá un partido con Brasil, el Superclásico de las Américas se traslada a China. Allí jugarán en Beijing. El 14 juega ante Hong Kong. Y cierra la gira el 18 de noviembre con un encuentro ante Portugal (se anuncia la presencia de Cristiano Ronaldo) en Manchester, Inglaterra.

Será el tiempo de Messi, Higuaín, Mascherano, Romero, Zabaleta, Agúero, Di María, Rojo, Demichelis…ellos son los que deberán llevar la bandera. Los “viejos” del seleccionado, o los “históricos” si así prefiere llamarlos.

La selección necesita esta renovación. Hizo un buen Mundial, llegó a la final, y hasta estuvo cerca. Creemos, igual, que el balance es correcto, pero no lo exultante que algunos dicen que fue, ni tampoco nada extraordinario en cuanto a juego y rendimiento. Recordemos que tuvo muchos condimentos a favor, fruto del buen trabajo realizado por los dirigentes que entonces lideraba don Julio Grondona: Rivales accesibles, viajes muy cortos, pocos traslados, arbitrajes amigables, horarios convenientes…todo lo externo jugó a favor. O muy a favor. Entonces, el mérito de haber progresado tanto en el Torneo se reparte entre quienes trabajaron para que eso sea posible. Dentro de la cancha faltó un poco más.

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Pero ya eso es tiempo pasado. Ahora es el momento de mirar para adelante. De confiar en Martino, de seguir su trabajo, de entender su prédica. De saber que hay un entrenador capaz, diferente, que hizo de Newell´s un gran equipo, como también realizó un buen proyecto con la selección de Paraguay y condujo con seriedad al gran Barcelona.

Un entrenador que no se tiró de cabeza al seleccionado, sino que pretendió aclarar todos los detalles para que después no hubiera sorpresas. Que arrancó su tarea con la mayor honestidad intelectual posible. Y que comenzó una muy importante tarea de renovación y cambio.

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Hernán O’Donnell