Parecía que iba a ser un amistoso más. Uno de esos partidos que se juegan en un lugar lejano, exótico, y que reportan una buena cantidad de dinero, alguna prueba para un jugador nuevo y un desarrollo y resultado que luego se pierden en la memoria…
Sin embargo, el partido de mañana en Riyadh ante Arabia Saudita viene bastante movidito.
Para aquellos que pensaban (pensábamos…) que iba a ser un partido más del seleccionado, una cadena de imponderables se sucedió en pocos días, hasta llegar a una situación que era difícil de imaginar.
Primero, la lesión de Gonzalo Higuaín. Inesperada, inoportuna, en un momento donde el centrodelantero del Real Madrid se había convertido en pieza vital del equipo argentino.
Luego llegó la desafectación de Fernando Gago, por una fuerte contractura en el sóleo de la pierna izquierda; más tarde, Alejandro Sabella, desafectó por lesión a los futbolistas de Benfica, Enzo Pérez y Ezequiel Garay. La lesión de Pérez, según el parte, es “contracturas en los músculos peróneos de ambos miembros inferiores”. La de Garay “contractura en el isquiotibial izquierdo”.
No hubo tiempo para convocar más futbolistas. Sólo Rodrigo Palacio, que ingresó por Higuaín se sumó al plantel. Entonces, habrá que apelar a diferentes variantes para cubrir las vacantes que dejan los lastimados. Incluso, el entrenador pensó que, por estas alternativas imprevistas que han surgido, para próximas convocatorias, la llamada deberá incluir un número mayor de profesionales.
Y esto no fue todo. El susto mayor se vivió con la llegada de Leo Messi (Y unos cuantos jugadores más). Pero lo cierto es que fue “La Pulga” quien vivió un susto mayúsculo cuando en medio del habitual conglomerado que vive por donde quiera que vaya, se sumó una custodia demasiado cercana y un fusil que lo apuntaba de modo peligroso, en una foto que recorrió el mundo.
Si había habido ya muchos percances, el impacto que produce la fotografía genera un escalofrío mayor…
Nos imaginábamos que iba a ser un partido más, donde se reportarían buenas ganancias y un resultado que se perderá en el tiempo. Pero se llenó de contratiempos, imprevistos y algún susto impensado. Lejos de ser un partido más, este viene movidito, movidito…
Hernán O’Donnell