Es local, juega el partido inaugural, tiene historia en la EURO e incluso en los Mundiales de fútbol.
Polonia quiere regresar a los primeros planos, aquellos tiempos, en los ’70, cuando su fútbol era reconocido por la seguridad de Tomaszewski, el despliegue de Szmuda, el talento de Deyna y la capacidad goleadora de Gregorsz Lato. Esa Polonia que fue sensación el Mundial de Alemania 1974, donde resultó tercero y Lato el goleador.
Esa Polonia que hizo un buen Mundial en Argentina 1978; que repitió en España 1982. Esa Polonia quiere volver a ser.

Para ello, debe imponerse en su zona, complicada pero no imposible: Inaugura el torneo ante Grecia, el 8 de junio.
El 12 jugará frente a Rusia y el 16 ante República Checa. La condición de local debería darle cierta tranquilidad y favoritismo. Veremos si lo puede aprovechar.
La victoria frente a Letonia por 1 a 0, a poco de iniciarse el certamen le dio más confianza al conjunto, a la vez que aumentó las expectativas de su gente.
Su actualidad dice que Damien Perquis es aún la mayor duda para la selección co-anfitriona. El jugador del FC Sochaux-Montbeliard se rompió el codo en el mes de marzo y el fisioterapeuta de Polonia, Remiqiusz Rzepka, ha admitido que lucha a contracorriente para estar ante Grecia el próximo 8 de junio: “No estamos seguros si llegará a ese encuentro al 100 por cien”. Sin embargo, Perquis no se marchará a casa antes de que se conozca la lista definitiva y tal vez juegue algunos minutos en el amistoso del domingo ante Eslovaquia. Cerrará su etapa de preparación el 2 de junio frente a Andorra.
Un equipo que quiere volver a las fuentes: Aquel que conformó un “clásico” frente a Alemania, que sorprendió a la Argentina, que doblegó a Italia, que durante una década fue uno de los “cucos” de Europa.
Esa Polonia quiere volver a ser.
Hernán O’Donnell