Defensa y Justicia acompaña a sus socios mientras el fútbol espera un futuro mejor

La pandemia desatada por el Covid-19, que ha entrado en el planeta de una manera agresiva y letal, causó y causa mucho dolor, muchas víctimas, una emergencia sanitaria pocas veces vista en los últimos años y una gran incertidumbre por el futuro económico de las Naciones, de los Estados, de las empresas, de las industrias. Y entre estas últimas, del fútbol, claro está.

Como se resolverá la economía es un tema que se verá con el tiempo, porque primero hay que resolver la cuestión de la salud. Una vez lograda la superación de este virus, que llevará un tiempo, por cierto, habrá que ver como se acomodan las economías. Y la del fútbol es una que ya se advierte tendrá muchos cambios. No será igual a la de estos últimos tiempos. Cambiará. Los valores que se manejaron se modificarán. Y veremos como sigue.

El club Defensa y Justicia tomó una decisión que pone alivio en el bolsillo de sus socios: no cobrará la cuota del mes de abril, como una manera de colaborar con la economía de sus adherentes, quienes en su gran mayoría vive en la populosa localidad de Florencio Varela y deben hacer frente a muchas obligaciones y necesidades básicas, mientras dura la cuarentena, en tanto no harán uso de las instalaciones del club ni, por supuesto, podrán ver a su equipo en condición de local.

El comunicado oficial del club dice:

“Con relación al brote de coronavirus Covid-19, desde la institución se han tomado diversas medidas para poder colaborar con sus distintos públicos, a saber:

Con relación a sus asociados, y a la situación general en la que se encuentra la sociedad a raíz de Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio, y entendiendo que el mismo afecta económicamente a la población, la Comisión Directiva del Club Social y Deportivo Defensa y Justicia ha decido eximir la cuota social del mes de abril de todos sus socios que se encuentren con la cuota de marzo al día.

Desde la institución nos encontramos abocados a trabajar  en forma permanente en gestiones con proveedores, auspiciantes, entidades financieras y demás actores institucionales para que el impacto económico y financiero sea el menor posible.

En cuanto al aspecto deportivo, el club ha adquirido membresías a la red social Zoom lo que permite que todos los planteles, tanto profesionales como de las divisiones juveniles e infantiles, trabajen a distancia, con los entrenadores, preparadores físicos, y médicos realizando un seguimiento personalizado de cada uno de ellos. La misma modalidad se ha adoptado para el handball y el hockey, quienes se encuentran entrenando a distancia.

Y el comunicado también agrega: “

A su vez, desde la institución se ha realizado una encuesta socio-ambiental de cada uno de los jugadores de sus infanto-juveniles, para conocer la realidad social de cada familia y cómo el club puede colaborar con cada uno de ellos.

Este escenario es dinámico y obliga a estar permanentemente evaluando la situación. Por ello, los iremos manteniendo informados sobre las distintas acciones que se vayan tomando a fin de velar por el correcto funcionamiento de la institución.

Aprovechamos la oportunidad para agradecer el apoyo de nuestros socios y simpatizantes. Por un Defensa unido, Volemos Juntos”.

Es una medida que se conoció hoy y causó una gran repercusión en el ambiente del fútbol argentino. Hay quienes pueden sostener que Defensa toma está determinación porque cuenta con recursos superiores, de sponsors, televisación, etcétera y no repercutirá tanto en su economía. Y que tal vez equipos con mayor cantidad de socios, como los 5 grandes por ejemplo, no podrían tomar esta decisión pues el aporte de la masa societaria es fundamental en el sosten de sus actividades y cortar ese ingreso generaría una crisis inmanejable. Puede ser.

Pero vale destacar el gesto. Es una acción hacia sus socios, un aporte en un momento delicado.

El fútbol vive en tiempos de pandemia, donde la pelota se ha detenido y las mentes se ponen en movimiento para que pueda sostenerse y continuar cuando toda esta pesadilla haya terminado.


Hernán O’Donnell