Rubén Darío Insúa entre los botines de fútbol y los guantes de boxeo

Esta nota se publicó en la Revista Ring Side, que dirige Calos Irusta, allá por 2007. Era la primera de mis notas en dicha publicación y también la primera de una serie de hombres del deporte, el arte, la cultura en general, que tenían un gran amor por el pugilismo. Rubén Darío Insúa jugó en San Lorenzo, Independiente, Barcelona (Guayaquil, Ecuador) y la selección Argentina, entre otros. Y aceptó un café y una larga charla de boxeo, que aquí reproducimos:

En los años 80, Rubén Darío Insúa se destacó como mediocampista de San Lorenzo, Estudiantes e Independiente. De gran dinámica, habilidad y personalidad, sus características lo llevaron a jugar en el seleccionado nacional y en Europa.

Luego trazó una interesante carrera como entrenador: Barcelona de Ecuador (fue subcampeón de la Copa Libertadores de América), Ferro Carril Oeste, San Lorenzo (fue campeón de la Copa Sudamericana 2002), Barcelona de Guayaquil estuvieron bajo su mando.

Pero a la pasión por el fútbol siempre le adosó un enorme gusto por el boxeo. En cuanto surgió la propuesta de hablar de boxeo su cara se iluminó y aceptó entusiasmado compartir un diálogo que dejó comentarios, opiniones y muchos recuerdos.

P: Rubén, ¿cómo nace tu gusto, tu afición, por el boxeo?

RDI: Siempre me gustó; después del fútbol es el deporte que más me gusta. Y siempre lo he seguido. Cuando era jugador y tenía posibilidades iba al Luna Park. Veo todas las peleas que puedo…el boxeo es un lugar que permite que mucha gente a la que la vida no la trata bien, pueda incorporarse. Es un lugar que puede recibir gente humilde, darle un buen nivel de entrenamiento, mejorar su capacidad física y competir a altos niveles. Quizás, lo que no le da la vida, se lo da el boxeo…y le permite integrarse a la sociedad.

P: ¿Practicaste boxeo?

RDI: Sí, aficionado…ahora ya estoy viejo y me cuesta mucho, pero me gusta el boxeo.

P: ¿Qué boxeadores te gustaban?

RDI: Los dos mejores boxeadores que tuvo la Argentina fueron Carlos Monzón y Nicolino Locche. Muy distintos entre sí, pero fueron dos boxeadores de primer nivel. Después, yo siempre fui muy hincha de “Mano de Piedra” Durán. Que era un peleador callejero, pero cuando estaba en el plano físico 10 puntos y con mucho gimnasio encima, era casi imbatible. También me gustaba Leonard…

P: Aquella fue una época de oro, con Durán, Leonard, Hearns, Cuevas, Hagler…

RDI: Uuuhh!!…Wilfredo Benítez, Tommy Hearns, sí…la década del ’80 fue una época espectacular. Yo creo que Durán, en 66 kilos era imbatible. El le ganó a Leonard, bien, en Montreal, y en la revancha se enojó y se fue. No porque se haya asustado ni nada de lo que se dijo…el que sabe boxeo sabe que ese dia se enojó porque no lo encontraba, se movía, y él llegaba al lugar para hacer la descarga y Leonard ya no estaba…entonces, me parece que le dio un poquito de vergüenza, se enojo y se fue.

El boxeo es un deporte muy exigente, hay que cuidarse mucho, ir al gimnasio, llegar 10 puntos a cada pelea. Y es un deporte donde todo lo que vos recibís lo vas acumulando. No es para cualquiera. Y volviendo a la Argentina siempre tuvo muy buen boxeo: Galíndez, Palmita que cada tanto tenemos la suerte de compartir una cena y hablar de boxeo; también hablo mucho con “Látigo” Coggi, que fue un gran campeón.

P: ¿En algún momento dudaste? ¿Pensaste que ibas a ser boxeador en lugar de futbolista?

RDI: Yo siempre quise ser jugador de fútbol e hice todo lo que estaba a mi alcance para llegar. Creo que si no hubiese triunfado como jugador de fútbol, hubiese probado ser boxeador.

P: De los últimos tiempos, ¿qué boxeador te llamó la atención?

RDI: Y, Marcos “El Chino” Maidana es un proyecto muy interesante. Es un boxeador que tiene la velocidad que se necesita a nivel internacional, buena combinación de golpes, se lo ve fresquito, con ganas. Ojalá que se entrene, que se cuide mucho. Yo creo que ahí la Argentina tiene un futuro campeón. Y en los últimos tiempos, sin llegar al nivel que se tenía hace unos veinte años, la Argentina ha tenido buenos campeones. Narváez es un buen campeón. Me gustaría que tenga mayor continuidad, que pelee más veces por año. Pero es un buen campeón…A mí me gustan, esencialmente, los boxeadores que tienen coraje. El Roña Castro, si bien es cierto no fue un ejemplo de cómo un boxeador tiene que llegar a cada pelea,  cuando uno ve que fue campeón del mundo, la forma en que ganó y la cantidad de peleas que tiene…Se ve que tiene mucho coraje. Y hay que respetarlo.

P: ¿Cual fue el mejor boxeador que viste en tu vida?

RDI: El más completo fue Leonard. Pero yo era hincha de Durán. A mi me gustaba esa mezcla que tenía de peleador callejero y lo que le daba el gimnasio.

Y me gustaban esos boxeadores como Durán, Hearns, Leonard, Hagler que cuando el rival sentía una mano, no se le escapaba. Viste, como cuando al cazador la presa no se le escapa…O sea, un boxeador que sentía una mano de Durán, perdía la pelea. Y lo mismo pasaba con Leonard, con Hearns, con Hagler…no se le escapaban. Una de las mejores peleas que yo he visto, y duró menos de 9 minutos, porque terminó en K.O, en el segundo minuto del tercer round, o sea que duró 8 minutos, pero un nivel de boxeo extraordinario, de ataque, defensa…fue la pelea de Hearns-Hagler. Allí Hagler sorprendió a todos con una estrategia de pelea que nadie esperaba. Todos creíamos que iba a ser el  ataque de Hearns  y el contraataque de Hagler. Pero Hagler hizo todo al revés: lo fue a buscar en la corta distancia, y lo terminó demoliendo. Y a mi me quedó grabado que Hagler recibió siete u ocho manos de Hearns, que cualquier otro boxeador hubiese caído. Y a Hagler ni lo movió y terminó dándole una paliza. A mi no me gustan los boxeadores que cuando se caen nunca se levantan. Cuevas no tenía capacidad de absorción, lo mismo que Tyson. El gran campeón es el que se cae y se levanta.

P: O al que no lo movés…

RDI: Ese es el ideal. Pero volviendo a Tyson, parecía imbatible, pero nunca tuvo enfrente un Cassius Clay, un Larry Holmes en su mejor momento, un Frazier…cuando le tocó un boxeador de jerarquía como Evander Holyfield pasó dos papelones…Ahí está la diferencia entre el gran campeón y el normal.

P: ¿Lo viste a Muhamad Alí?

RDI: Sí, en videos…era un peso pesado diferente al resto. Dos piernas prodigiosas, técnico, muy guapo…un boxeador de lujo. Al mejor Alí lo vi por videos, ese pibe joven, atrevido, con piernas y manos que no tenía ningún peso pesado. La pelea que le gana  a Liston, a Archie Moore lo agarra grande. Las tres con Frazier, aunque ya era el post Alí que estuvo tres años sin pelear. La que le ganó a Foreman en Zaire la vi muchas veces, con una estrategia espectacular: Yo creo que hasta el sexto round Alí no sacó ni una mano. Yo veía la pelea y decía que le pasa a Ali, que le pasa a Alí…y después dijo que se dedicó esos seis rounds a cansar a Foreman. Y Foreman, después del sexto, no podía levantar las manos. Lo terminó noqueando. No puedo decir que fue el mejor que he visto porque, por ejemplo vi a  Sugar Ray Leonard, que fue el único boxeador que le pudo ganar al tiempo. Estuvo casi cuatro años sin pelear, y cuando vuelve y gana todos sabemos que eso fue increíble, porque tres o cuatro años sin pelear, en boxeo es mucho tiempo…

Un tiempo que se fue volando entre café y recuerdos. Rubén Darío Insúa dejó, por un momento, la pelota y se metió de lleno a hablar del boxeo que vio, vivió y, desde siempre, lo apasiona. 


Hernán O’Donnell

(Publicada en Revista Ring Side Octubre 2007)