En el estreno de Koeman, Barcelona brilló y opacó los murmullos

En el debut oficial de Ronald Koeman al frente del equipo, el blaugrana venció 4-0 al Villareal. Ansu Fati, el gran protagonista de la noche, fue el autor de los primeros dos tantos, Lionel Messi gritó el tercero y Pau Torres, en contra, completó el marcador.

Twitter: @FCBarcelona

Barcelona comenzó su camino en La Liga 2020-21 con una victoria necesaria, que fue producto de una gran función y que atenúa los conflictos que rodean al club desde la eliminación de la Champions League pasada.

Sin tantas modificaciones en el once inicial, pero que igualmente generaron repercusion, el conjunto culé realizó una primera mitad sin inconvenientes y se marchó al vestuario con los tres puntos casi en el bolsillo. Koeman no cambió tanto los nombres titulares, pero sí la disposición en el terreno de juego. Con Neto en el arco por la lesión de Ter Stegen, la línea de cuatro defensores fue idéntica a la de las últimas temporadas: Sergi Roberto, Gerard Pique, Clément Lenglet y Jordi Alba.

En el centro del campo hubo nuevas decisiones: la alineacion desplegada era un 4-2-3-1, con matices, delante de la defensa mencionada, Sergi Busquets y Frenkie de Jong compartían el eje, mientras que por los costados, más adelantados, participaron Antoine Griezmann, por derecha, y Ansu Fati, por izquierda. Philippe Coutinho recibió la confianza del neerlandés en su regreso tras haber sido cedido a Bayern Munich, y al igual que Messi, participó con libertad en la cancha, con un rol de conducción. No hubo un centrodelantero definido en el equipo.

Los factores externos que rodeaban a Barcelona previo al partido pudieron ser opacados por un inicio sólido en el campeonato local. En la semana se había anunciado la salida de Luis Suárez, que generó polémica, y el debut goleador del uruguayo en Atlético de Madrid dio lugar a más críticas por su salida. Tambien se marcharon Ivan Rakitic, Arturo Vidal y Nelson Semedo, mientras que la conflictiva situación de Messi, que no se muestra a gusto, todavía hacía ruido.

Una vez que la pelota rodó, aquellos conflictos quedaron a un lado. La nueva formación posibilitó otra dinámica del equipo, el funcionamiento fue bueno, a la vez que se encontraron ante un rival desdibujado, que ofreció poca resistencia. A los 15 minutos, Antoine Griezmann tiró el centro atrás, raso, para Ansu Fati, que puso en ventaja al local con un fuerte remate al poste derecho de Sergio Asenjo, que nada tuvo por hacer ante semejante disparo.

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El joven de 17 años volvió a gritar minutos después, a los 19′, tras una gran conducción de Coutinho, que lo habilitó cerca del área. Con tranquilidad, Barcelona dominaba el partido y el marcador. Más tarde, el brillante joven que ya debutó en la Selección Española se deshacía de su marca hasta que le cometieron penal. Leo Messi lo cambió por gol y el resultado era abultado.

Sobre el final de la primera etapa, el capitán realizó una gran maniobra, de las que pueden esperarse de él, y lanzó un gran centro para Sergio Busquets, en el cual intervino Pau Torres, pero convirtió en propia puerta.

Para el segundo tiempo, con el panorama ya a favor del local, Unai Emery realizó dos cambios para la visita. Salieron Paco Alcacer y Francois Coquelin, e ingresaron Vicente Iborra y Manu Trigueros. El desenlace del partido no cambiaría. Ambos entrenadores utilizaron las cinco modificaciones a disposición. A los 70′, se retiró la estrella de la noche, Ansu Fati, junto a Coutinho, de gran presentación, e ingresaron Pedri, debutante, y Ousmane Dembélé, que fue afectado por lesiones en su estadía en el club.

Koeman también dio lugar a Trincao y Pjanic, flamantes incorporaciones, en reemplazo de Griezmann y Busquets. Emery sacó a Chukwueze y metió a Kubo. Pocas emociones continuaron en el encuentro. A los 84′, Ramiro Funes Mori ingresó por Raúl Albiol, y Carlos Bacca en lugar de Gerard Moreno.

La ultima emoción fue por parte del blaugrana también, que no pudo anotar el quinto ni por medio de Trincao, ni luego por Messi, debido a una gran respuesta de Asenjo.

Barcelona resolvió en la primera etapa un encuentro que no presentó dificultades. Koeman acertó en las decisiones que tomó para su debut oficial. Ansu Fati respondió con goles y desequilibrio a la confianza del entrenador, mientras que Coutinho también mostró una versión positiva en su regreso. Fue una noche en la que los Culés fueron precisos, eficaces, y desplegaron un buen funcionamiento en conjunto. La goleada sirve para empezar con el pie derecho La Liga, para creer en los cambios que hubo en el equipo y para poder ilusionarse con que el proyecto que comienza traerá mejores resultados.

Martin O’Donnell

Milan no detiene la marcha triunfal que lo devuelve a los primeros planos

La gran incógnita era ver como se acomodaba el Milan a tantas ausencias de su equipo titular. Sobre todo a la de su máxima esterlla, Zlatan Ibrahimovic, un jugador al que no parece afectarle el paso del tiempo; al contrario. Como los buenos vinos, cuanto más añejo, más sabio, más capaz, más determinante.

Pero no sólo debía adaptarse a la falta del sueco; también a la ya prolongada de su zaguero y referente, Romagnoli, a Bennacer en la mitad de la cancha, e incluso a Castillejo. Varios cambios de un equipo que tiene una marcada marcha ascendente desde hace varios meses, que se ha recuperado de un año pasado de comienzo irregular y que busca ser el conjunto respetado y temido que siempre fue en Europa.

Y lo hizo con suficiencia. Supo manejar el primer tiempo con un total control del desarrollo, a partir de una línea de cuatro adelantada, con Calabria por derecha y Hernández por izquierda en un avance constante, sumado a la firmeza de Kjaer y Gabbia, en tanto el juego nacía en el medio campo con Kessie y el talento de Calhanoglu, que se convirtió en el conductor permanente de cada acción de ataque del Milan. Rebic, quien suele jugar por el extremo izquierdo, ocupó el lugar central de Ibrahimovic. Y Milan se las arregló para generar varias situaciones en la primera etapa hasta desnivelar en el cierre de ese período.

A los 15′ Calhanoglu entró por derecha y sacó un buen tiro que atrapó Cordaz; a los 19′ Calhanoglu ejecutó un corner preciso y el cabezazo de Kjaer pegó en el travesaño. Luego, a los 36′ una hermosa jugada colectiva del visitante derivó en un gran pase de Calhanoglu a Rebic, pero el arquero local salió rápido y abortó el peligro. A los 42′, un cabezazo de Gabbia, tras un tiro libre de Calhanoglu, se fue afuera, cuando Kjaer llegaba mejor.

Y a los 44′ llegó el penal por infracción de Marrone a Rebic, y tras la revisión del VAR, a los 45+2′, Kessie lo convirtió para cerrar el primer tiempo con un 0-1 para la visita.

Crotone salió con un cambio en el segundo tiempo: E. Henrique en lugar de N. Zanellato; y Milan enseguida amplió la ventaja. Brahim Díaz consiguió a los 50′ ampliar el resultado a 0-2 para el visitante y a partir de allí el partido empezó a perder nivel y jerarquía.

Un poco porque Milan bajó el pie del acelerador; otro poco creció el local; y también en la salida de Rebic, lesionado tras un cruce involuntario de Lisandro Magallán, que le provocó una salida del hombro y su reemplazo por el joven Colombo a los 56′.

En tanto las ventanas de los cambios frenaron el ritmo del partido. A los 62′ S. Castillejo reemplazó a A. Saelemaekers y I. Bennacer ingresó por S. Tonali; Milan ya movía con tres variantes parte de su estructura y se empezaba a conformar con la ventaja en tanto Crotone también sumaba dos cambios más: a los 71′ A. Reca entró por P. Pereira y M. Vulic ingresó en lugar de D. Dragus; el equipo local empezó a crecer en función de la dinámica de Junior Mesías.

A los 78′ el brasileño sacó un buen remate de tiro libre que Donnarumma pudo rechazar; era la mejor llegada de Crotone. Luego, a los 80′. un buen centro que Kjaer desvió al corner de cabeza. A los 82′ se cerraron los cambios con la última ventana. Una variante en el local, A. Rispoli en lugar de S. Molina, y dos reemplazos finales en el Milan: 82′ R. Leão entró por H. Calhanoglu y R. Krunic ingresó en reemplazo de B. Diaz.

Milan había desacelerado y Crotone  empujó un poco más. Recién a los 86′ la visita tuvo una última llegada con un remate de Leao, el rebote y Krunic elevó el tiro final.

Era lo último y suficiente. Milan supo reemplazar a sus estrellas, ganar un partido complicado y resolverlo en menos de una hora de juego, para seguir en esta racha triunfal que lo devuelve a los primeros planos.

Hernán O’Donnell