Milan acelera en la recta final y busca llegar a la Europa League

Tuvo un inicio de campeonato discreto, irregular, con muchos tropiezos. Y en la reanudación se ordenó, creció, mejoró. Con un compromiso total por parte de los jugadores y la influencia decisiva de Zlatan Ibrahimovic. Un equipo que ha tenido una sostenida recuperación en la reanudación de la Serie “A” y ha vencido a rivales como Roma, Lecce, Lazio, Juventus, en tanto igualó con SPAL tras ir 0-2 abajo y ante el difícil Nápoli.

Con algunas variantes comenzó el juego frente a Parma. Donnarumma en el arco, como siempre, y la habitual línea de cuatro: Conti, Kjaer, Romagnoli y Hernández. Lucas Biglia en el medio en reemplazdo de Bennacer y Kessie, como contención habitual. Leao por Rebic, Bonaventura por Paquetá fueron las otras modificaciones.

Parma intentó pelearle el partido en el centro del campo, pero el local tomó muy rápido el control del juego. Y tuvo algunas llegadas precisas. A los 17′, un corner de la derecha, el cabezazo limpio de Romagnoli y el travesaño que salvó al visitante.

A los 34′, Zlatan Ibrahimovic sacó un tiro de afuera del área, desde la derecha, cruzado, y el balón se fue al lado del poste derecho de Sepe.

Pero el fútbol tiene mucha leyes no escritas, y una de ellas dice que los goles que se pierden en un arco se concretan en el de enfrente. Así fue que a los 43′ Parma se puso en ventaja. Gervinho le cortó una pelota en profundidad a Grassi, este fue al fondo y lanzó el centro atrás que Kurtic convirtió en gol con un remate con efecto, al palo izquierdo de Donnarumma. 0-1 para la visita, que pudo sostener el resultado tras una gran maniobra del Milan, a los 44′, con un pase a la entrada libre de Hernández y el remate con destino de red fue tapado por el arquero visitante.

Por esos duendes del fútbol, Milan se iba en desventaja sin merecerlo.

Davide Calabria por Conti fue el cambio del Milan para el segundo tiempo. Un lateral con un poco más de proyección, y el impulso de ir a buscar el empate, en tanto Dermaku entró por Bruno Alves en Parma.

Enseguida Milan consiguió la igualdad, cuando Kessi tomó el balón en tres cuartos de cancha, de modo leve hacia la izquierda, se metió en diagonal y sacó un remate espectacular que pegó en el palo izquierdo y entró a los 54′ para marcar el 1 a 1. Un minuto más tarde Bennacer reemplazó a Biglia.

Milan logró el impulso necesario para reaccionar y continuar la senda victoriosa. A los 58′ un tiro libre de Calhanoglu al corazón del área fue aprovechado por Romagnoli para convertir de cabeza el 2 a 1. El Local revertía el marcador adverso, tal como lo merecía por su producción. Y sumó otra variante, a los 60′ A. Rebic reemplazó a R. Leão. Parma movió el banco para tratar de mejorar su funcionamiento: Hernani por A. Grassi y R. Inglese por G. Brugman cuando iban 62′ del encuentro.

El tema es que el Milan mantenía la actitud, la firmeza, la disposición en ataque. Rebic era un refresco necesario, que le daba un gran impulso a cada ataque, con sus ganas y potencia, en tanto Zlatan se movía como un director de orquesta. El “Rossonero” era el amo del partido, y a Parma se le hacía difícil progresar, llegar al arco de Donnarumma con posibilidades de lastimar. Sin embargo, en la primera aproximación del segundo tiempo, a los 73′, Kulusevski tuvo un remate en el travesaño.

Milan volvió a facturar. Una larga corrida de Hernández por izquierda, el pase al medio, la habilitación a Calhanoglu cuando venía por derecha y su remate lejano fue fuerte y preciso. 3 a 1 a los 76′ para el Milan.

Allí llegó el final del encuentro. Porque Milan se tiró unos metros más atrás, dejó venir a la visita y de contragolpe amenazó una y otra vez con aumentar el marcador. Cerró la ventana de cambios con el ingreso del uruguayo Laxalt por T. Hernandez y R. Krunic por H. Calhanoglu a los 79′, y dejó a Zlatan los noventa minutos del juego, en tanto Parma metió a G. Caprari por Y. Karamoh.

Ya había pasado el tramo principal. Sólo quedaba aguardar por el silbato final, en tanto el Milan sumaba una nueva victoria, otra actuación convincente y la imagen que mejora cada día más desde que se reanudó la Serie “A” italiana.


Hernán O’Donnell

La FIFA ya tiene el calendario de la próxima Copa Mundial

El lunes 21 de Noviembre de 2022 a las 13, hora local, se pondrá en marcha la XXII Copa Mundial de Fútbol de la FIFA-Qatar 2022. Será en el Estadio Al Bayt, con capacidad para 60.000 espectadores y con la actuación del seleccionado qatarí. La final será el domingo 18 de Diciembre de 2022 en el Estadio Lusail, ante 80.000 espectadores.

Habrá cuatro partidos por jornada, con los horarios de las 13, 16, 19 y 22 hs; además, para que todas las selecciones dispongan del tiempo suficiente para recuperarse, la fase de grupos tendrá una duración de doce días, un poco menos de los habituales 14 que se jugaban hasta el último Mundial. Por las características del país, y la cercanía de los estadios, será posible para el público, medios y allegados, poder concurrir a más de un partido por día.

Al Rayyan Stadium. Crédito: FIFA.com

También será útil para los seleccionados en tanto no tendrán desplazamientos aéreos y tendrán mayor tiempo de descanso.

Los únicos partidos ya establecidos con horario y sede son los tres más renombrados: el inaugural, el del tercer puesto y la final.

El resto de los encuentros tendrán definidos su estadio y el horario después del sorteo final, previsto tras el cierre de la Competición Preliminar, en marzo de 2022.

Education City Stadium. Crédito: FIFA.com

Cuando se conozcan los grupos y partidos, se determinará el horario y las canchas de acuerdo a la valoración de los equipos y las audiencias televisivas.

Los tickets comenzarán a venderse a partir de diciembre de este año, primero los llamados de “Hospitalidad”, y en una segunda etapa, los boletos individuales.

La Copa Mundial de la FIFA-Qatar 2022 empieza a moverse; con la Competición prelimar se darán los primeros pasos. El balón rueda.


Hernán O’Donnell

Como en “All That Jazz”, para Atalanta el show debe seguir

Allá por 1980, hace ya 40 años, en el mundo se estrenó una película que sería un suceso: “All That Jazz”, que en la Argentina se tradujo como “El show debe seguir”. Y ese título entonces fue usado para reflejar la marcha de muchos conjuntos en campeonatos donde se los veía desfilar al compás de triunfos y goles. como fue el caso de Sarmiento de Junín en aquel torneo de Primera B de 1980. Y cuatro décadas más tarde, el Atalanta de Bérgamo se ha ganado también el derecho a que lo ilustren con ese mensaje, pues hace de cada presentación del equipo, un verdadero show.

El comienzo fue inmejorable. Al minuto de juego el local se puso en ventaja con un remate de Pasalic. 1 a 0 y el comienzo a todo ritmo con un equipo que hace del ataque una religión. Pero Brescia no quería ser solo un actor de reparto en la película, por eso le planteó un encuentro suelto y cara a cara. Llegó a la igualdad a los 7′ por intermedio de Torregrossa. 1 a 1 en el amanecer.

Era un encuentro abierto, con mucho toque y dos equipos dispuestos a buscar el resultado. Atalanta lucía mejor en cuanto a esa permanente disposición en el campo, donde todos los futbolistas parecen desparramados en la búsqueda del espacio libre y en la oferta de recepción de pase hacia el compañero que tiene la pelota. Porque ese es el rasgo distintivo de este equipo; tocar y buscar. Y cuando uno tiene el balón, todos los demás se muestran como posibles receptores. Esta vez no fue distinto. Aún con Alejandro Gomez en el banco, cerebro principal en la construcción de las maniobras, Atalanta se las arregló para mantener la esencia del conjunto.

Y muy rápido llegó a la demolición del adversario.

A los 24′ De Roon clavó una volea tremenda tras recibir un balón desde la izquierda que puso el partido 2 a 1. No hubo mucho tiempo para acomodarse, porque a los 27′ Malinovskiy clavó el 3 a 1 con un remate de lejos, en una clásica jugada suya, tras una gambeta vistosa y un disparo potente y preciso desde una lejana distancia.

Y casi sin respiro llegó el cuarto gol, con un centro desde la izquierda y la hermosa palomita de Duván Zapata para clavar el 4 a 1 a los 30′ de juego. En un lapso muy corto, Atalanta sacudió a Brescia con tres golpes de knock out. Duro, preciso, contundente.

El local se había adueñado del balón, del control del juego, pero lo más importante es que lo había traducido en goles, en golpes que dejaron malherido al equipo visitante. Pero nada se había terminado con el primer tiempo. En el complemento, la tormenta iba a continuar.

A los 54′ una buena jugada colectiva con un pase final de Malinovskiy a Pasalic y el croata-alemán entró por derecha y marcó el quinto gol. 5-1 y todo podía suceder. Porque enseguida hubo otra llegada, un pase al medio que capturó Pasalic y marcó el 6 a 1 para el local.

Brescia lucía confundido, golpeado y nervioso. Por eso una reacción desbordada ante el toque del local, producto de la impotencia y la bronca. El juez calmó los nervios con palabras de tranquilidad y el partido se encauzó.

El local mantuvo el estilo: triangulaciones permanentes, búsqueda del espacio, pases en diagonal, asistencias al espacio…un equipo que está en permanente movimiento y tiene el arco adversario entre ceja y ceja. A los 79′ se lo perdió Bellanova, con un tiro alto.

Tan dulce estaba el local que intentó salir con toques y pases desde su área aún cuando estaba ahogado y Tameze perdió un balón que le costó un descuento por parte de la visita, que recuperó el esférico en superioridad numérica y Spalek, que entró solo por derecha, convirtió para dejar el encuentro 6 a 2 cuando iban 82′ del partido.

La última imagen destacad fue la de Píccoli quien estuvo cerca de marcar el séptimo tanto local, pero su remate se fue desviado. Y no hubo tiempo para más, porque el árbitro se apiadó de Brescia y lo dio por terminado apenas el reloj llegó a los 90′ reglamentarios.

Atalanta se llevó un partido con resultado de set de tenis, alcanzó el segundo lugar y se puso a seis unidades de Juventus, claro que con un partido más porque este juego dio comienzo a la 33º fecha de la Serie “A”. Pero soñar no cuesta nada, y ahí está con sus ilusiones y su fútbol de alto vuelo que alegra cada jornada, porque como en aquella famosa película “All that jazz”, el show debe seguir.


Hernán O’Donnell

La Fórmula 1 empezó con emociones, frustraciones y polémicas

La temporada 2020 de la Fórmula 1 debió esperar para su comienzo, debido a la pandemia que irrumpió justo antes del inicio previsto para marzo. Tan sólo hace dos semanas comenzó la acción, con el atractivo Gran Premio de Austria. El acotado calendario que quedó disponible tras meses de inactividad, presenta carreras durante cada fin de semana, a diferencia de un año normal donde habría uno de pausa entre cada Gran Premio.

Por eso la intensidad es más fuerte, la chispa está latente ya que la actividad es semana tras semana. Apenas pasaron dos jornadas y ya se registraron una variedad enorme de emociones, alegrías, frustraciones y polémicas. Las primeras dos citas que tuvieron lugar en Austria estuvieron marcadas por algunos sucesos claros que se repitieron en ambos fines de semana: el dominio de Mercedes, el decepcionante inicio de Ferrari, el ascendente andar de McLaren y los impecables, pero acompañados por escándalos, desempeños de Racing Point.

El insuperable poder de la escudería alemana con la firmeza y jerarquía de sus pilotos Lewis Hamilton y Valtteri Bottas la consolida en el primer lugar en el campeonato de constructores con 80 puntos, producto de la victoria del finlandés en la primera carrera del año, donde Hamilton quedó detrás de él pero por una penalización fue 4º, y sumado al fabuloso 1-2 del equipo conseguido el domingo siguiente, cuando el británico ganó cómodamente la carrera desde la largada. Y la competencia por el primer lugar en la tabla de pilotos por ahora tiene más paridad entre los dos hombres de esta escudería, con el momentáneo liderato de Bottas con 43 puntos y Hamilton como su inmediato perseguidor con 37 unidades.

Ferrari se encuentra lejos de sus rivales y de los resultados a los que apunta. En el primer reto en el Red Bull Ring, Charles Leclerc salvó a la escudería italiana de un pobre papel al finalizar segundo (tras la mencionada sanción a Hamilton) mientras que Sebastian Vettel solamente logró 1 punto por culminar décimo. La inconformidad de los seguidores y la dudosa imagen tras esta carrera empeoraron aún más en el Gran Premio de Estiria. Apenas en la primera vuelta, un intento de Leclerc por avanzar en un hueco, terminó en un choque con Vettel y ambos debieron abandonar. El monegasco luego se responsabilizó por el episodio y pidió disculpas por el resultado que tuvo el intento por avanzar de lugar. El resultado del domingo fue totalmente opuesto al de Mercedes que logró las primeras dos posiciones. Así el equipo de Italia quedó distanciado de la escudería con la cual compitió, aunque sin poder vencerla, en los últimos años. Todavía es temprano y el campeonato tendrá más oportunidades, pero Ferrari tropezó en la salida y se le achica el margen de error si quiere finalizar en lo alto de la tabla y no perder pisada ante un oponente que carece de imperfecciones.

Por otro lado están las presentaciones de McLaren: su rendimiento cambió con respecto al de los años anteriores y se marchó alegre tras los compromisos de Austria. Lando Norris fue la sensación en la apertura de la temporada al terminar tercero y lograr su primer podio, mientras que en el último domingo hizo un impresionante cierre de carrera al avanzar tres lugares en las últimas dos vueltas para terminar quinto. Carlos Sainz, por su parte, fue 5º y 9º, en cada fin de semana. La histórica escudería británica acumula 39 puntos y está segunda en la tabla de constructores.

Racing Point también tuvo un arranque prometedor pero está observado con sospecha por otras escuderías y se enfrenta a las numerosas dudas y cuestionamientos sobre su monoplaza RP20. En las pruebas antes del comienzo de temporada ya había levantado suspicacia por el parecido con el coche ganador de Mercedes del año anterior. La polémica por tal similitud se reavivó luego de que en el Gran Premio de Estiria se viera un impresionante ritmo de Sergio “Checo” Pérez. El mexicano avanzó desde la décimo séptima posición hasta el quinto lugar, desde donde persiguió a fondo a Alexander Albon, hasta que sobre el final tuvieron un roce que dañó el ala frontal de Checo y así fue pasado por Norris pero resistió para finalizar sexto. Su colega Lance Stroll terminó por detrás suyo, y el equipo canadiense está cuarto en el campeonato de constructores detrás de Red Bull y delante de Ferrari. Pero la escudería continúa a la defensiva ante las sospechas rivales.

Luego del último Gran Premio fue que Renault elevó una protesta para que se investigue la legalidad del monoplaza RP20, reclamo que fue admitido por los oficiales y así se confiscaron los elementos cuestionados, los conductos de freno delantero y trasero, de los coches de Pérez y Stroll, como también Mercedes debió presentar los de su W10 utilizado el año pasado, para la comparación. Luego de los resultados de la investigación del departamento técnico de la FIA se dará a conocer si habrá o no sanción para Racing Point.

El jefe de equipo de Red Bull, Christian Horner, también apuntó: “Creo que todos estarían preocupados por lo de Racing Point”. Desde la escudería canadiense, por su parte, declararon estar “extremadamente decepcionados por ver sus resultados en el Gran Premio de Estiria cuestionados por lo que parece ser una mal concebida y pobremente informada protesta”. Aseguraron haber colaborado completamente con la FIA en la pretemporada acerca de cada pregunta sobre el diseño de su RP20, y mostraron optimismo con que la protesta sea desestimada luego de la investigación.

El clima de la Fórmula 1 es de una alta tensión para la tan temprana etapa del campeonato, en la cual la batalla no sólo se da en la pista pero también en las oficinas. Bajo este ambiente es que llegará el próximo fin de semana el Gran Premio de Hungría, con Mercedes y la búsqueda de despegarse del resto, con un Red Bull que quiere acercarse, con la expectativa de McLaren por continuar con una sonrisa, con el gigante dormido como Ferrari que quiere dejar atrás un inicio débil y con las polémicas que atacan a Racing Point, que quiere dar pelea.

Martín O’Donnell

Real Madrid, a las puertas del cielo

Le falta nada para consagrarse campeón de La Liga temporada 2019/2020. Apenas una victoria más de los dos partidos que le faltan, aunque también puede verse beneficiado con un nuevo resbalón de Barcelona, su perseguidor casi utópico porque está a cuatro unidades y quedan seis en juego. En fútbol nada está dicho hasta que las matemáticas lo confirmen, pero parece muy difícil que al Real Madrid se le escape este certamen. está a las puertas del cielo. A la espera de un partido más para abrazar la gloria. Este Real Madrid que levantó críticas por los penales recibidos en los últimos juegos, por alguna falta de brillo en su funcionamiento, pero que está estructurado de una manera que se hace muy difícil para cualquier rival poder doblegarlo.

Es un equipo sólido, fuerte, y contundente. Basado en su tradicional espíritu ganador y una enorme cantidad de futbolistas que aportan su grano de arena para hacer la diferencia.

Ante Granada dio otra muestra inequívoca de su poderío. Con un rápido gol de Mendy a los 10′ sacó una ventaja que, como siempre, le permitió manejar el partido con serenidad y autoridad.

Un equipo que se respalda en la seguridad de Courtois, arquero de equipo grande, que puede jugar con la defensa lejos y no se amilana, que brinda una cuota de seguridad tranquilizadora y que aparece siempre que el juego lo requiere. Las pocas que llegan, las ataja.

La defensa titular es muy fuerte. Carvajal es un lateral de oficio, experiencia y temperamento. Clausura su banda y sube con decisión. Raphael Varane y Sergio Ramos son muy conocidos. Dos campeones del mundo con su seleccionado. Poco para agregar a lo que todos saben. Garantía de seguridad.

Ferland Mendy se ganó el puesto de lateral izquierdo por la lesión de Marcelo, pero también cumplió a fuerza de buenas actuaciones. Su proyección por la banda izquierda es una de las armas más peligrosas del equipo. Sube con criterio y profundidad. No va a ver que pasa. Es decidido y tiene un enorme espíritu de ataque. Su gol a Granada fue la última prueba de su potencial ofensivo.

En el medio juegan de memoria Modric, Casemiro y Kroos. Se entienden con la mirada, los movimientos son mecanizados, se cubren y se apoyan en todo momento. Luka Modric suele ir hasta la línea de los zagueros para buscar la pelota e iniciar las jugadas. Sus laderos saben donde ponerse siempre. Y cuando no está alguno de ellos, Federico Valverde lo reemplaza sin ningún problema. Como también lo hacen Lucas Vazquez, Isco o a quien le toque entrar.

En ataque hay un figura que sobresale: Karim Benzema. Es el única titular indiscutido. Porque por los extremos pueden jugar Rodrygo, Asensio, el propio Isco, Hazard (o tirado atrás de volante), Bale o Vinicus Junior. Pueden jugar cualquiera de ellos que, en general, el equipo no se resiente. Casi que no importa tanto quienes ocupen las orillas. Lo importante es que Benzemá esté por el medio, para ser referencia, pero también para moverse, para abrir espacios, llevar marcas, generar pasillos de ingreso, tocar rápido, convertir…un delantero utilísimo que se convirtió en una figura imprescindible en este Real Madrid.

Y la serenidad de Zinedine Zidane desde el banco de suplentes. Una figura de un peso descomunal por su enorme trayectoria como jugador de la “Casa Blanca” y del seleccionado de Francia, Campeón y figura de todos los torneos que se puedan soñar. Su impronta, su estampa y su calma, se traducen en un equipo sobrio, contundente y ganador.

Dio cuenta de Granada y está a un paso del título. Otro más. Con algunas controversias arbitrales, sí, pero con muchos valores propios, mucha jerarquía y unos cuantos atributos que lo llevan a ser el mejor de La Liga y estar a un pasito, nada más, de abrazar la corona una vez más.


Hernán O’Donnell

Nápoli y Milan jugaron por un largo tiempo y al final se conformaron con la igualdad

Los dos llegaban con una buena remontada, un crecimiento muy marcado con la reanudación de la Serie “A”. Los dos venían con buenos resultados y antecedentes cercanos muy felices. Nápoli viene de conquistar la Coppa Italia ante Juventus y de sumar victorias importantes; Milan ha vencido en serie a Roma, Lecce, Lazio y Juventus, con un empate ante SPAL en el medio. Un buen momento para los dos, para aguardar un partido más que prometedor..

Y el primer tiempo comenzó como lo esperábamos, con mucha disposición a buscar el arco contrario aunque con recaudos, con precauciones. Con pierna fuerte y mucha marca en el medio. Los dos mostraban que su intención era buscar la diferencia, pero la disputa por el centro del campo hizo un inicio trabado. Kessie y Bennacer patrullaban la zona media por el Mial, en tanto Paquetá, Calhanoglu y Rebic escoltaban a Zlatan Ibrahimovic, en una fórmula parecida a la del equipo que venció a Juventus.

Así llegó a la apertura del marcador, tras una llegada del local y la atajada de Donnarumma a Callejón, llegó la contra, un centro de la derecha de Rbic sobró a Ibrahimovic y Hernández apareció por izquierda para concretar de volea el 0-1 a los 19′ del partido.

Ahi apareció el local. Despertó Nápoli. Soltó un poco las líneas y fue en busca de la paridad, con las proyecciones de Mario Rui y Dí Lorenzo, el manejo de Fabián Ruiz y Zielinski, el equipo de Gatusso comenzó a tomar el control. Con la profundidad de Insigne, Mertens y Callejón, Nápoli creció y llegó al empate. Y llegó al empate por medio de Di Lorenzo, a los 34′, cuando tomó el rebote de Donnarumma tras un tiro libre de Insigne, y conectó el balón para sellar el 1 a 1 parcial.

En el complemento, A. Saelemaekers entró por L. Paqueta en el visitante, en la única variante desde el reinicio. El partido fue más equilibrado, pero Nápoli encontró el momento para sacar ventaja con una entrada de Callejó por la derecha, el centro atrás y la entrada de Mertens para marcar con un tiro cruzado sacó el 2 a 1 a los 60′. El partido cambiaba de dueño y llegó la primera ventana de cambios para el Milan. Iban 61′ y entraron G. Bonaventura por H. Calhanoglu y el portugués R. Leão por Zlatan Ibrahimovic; la visita debía reaccionar.

A partir de allí, empujo hacia el área de Ospina, con más ímpetu y audacia. El local movió la banca a los 65′: D. Demme reemplazó a Fabián Ruiz y E. Elmas ingrresó por Lobotka.

Una buena jugada en ataque del Milan derivó en el penal de Nicola Maksimovic a Rebic y el árbitro no dudó en sancionar penal. Sin Ibrahimovic en el campo, Kessie se hizo cargo y ejecutó de modo brillante a los 72′ para marcar el 2 a 2.

El partido entró en zona de confort. Porque los dos ya vieron con buenos ojos ese resultado, aunque el Nápoli metió dos variantes, A. Milik por D. Mertens y H. Lozano por L. Insigne, para refrescar el ataque y fue a buscar un poco más. Incluso se le presentó una ventaja tras la expulsión de Saelemaekers, por eso dejó una última imagen mejor, la de un equipo que quería un poco más aunque sin descuidarse demasiado. Milan se abrazó al empate. Había hecho un gasto enorme y la igualdad lo dejaba satisfecho, tras un encuentro atractivo, cambiante y disputado.


Hernán O’Donnell

Hamilton empezó su propia carrera en la búsqueda del séptimo título

El sextúple va por un récord. Imparable de principio a fin, Hamilton se llevó el segundo GP del año y se encamina en la búsqueda de su séptimo título mundial, una marca que posee Michael Schumacher.

“El equipo hizo un gran trabajo, estoy contento y satisfecho. Me gustan las carreras consecutivas”, señaló apenas terminó su tarea a la TV oficial. Lewis había hecho una tremenda carrera, sin fisuras, impecable, luego de un fin de semana de excelente labor en las pruebas de clasificación. Largo primero, y en esa posició arribó luego de las 71 vueltas.

El inicio, la largada, llegó con novedades importantes. Más allá de la impecable salida de Lewis Hamilton, de Max Verstappen, que supo agunatar muy bien el ataque de Carlos Sainz, en la curva 3 se produjo el toque entre Chalres Leclerc y Sebastian Vettel que dejó como resultado los dos autos Ferari afuera de competencia. Primero el alemán; luego de unas pocas vueltas, en el sexto giro, quedó afuera el monegasco. Apenas comenzar y tener que abandonar, una pesadilla para la escudería de Maranello. Y la entrada del auto de seguridad cuando apenas iban tres vueltas del Gran Premio Estiria, segunda fecha del Campeonato Mundial de Fórmula 1 2020.

Mientras Hamilton aceleraba, Sainz intentaba acercarse a Verstappen, en tanto Bottas se arrimaba con mucha decisión y lograba un ´record de vuelta en tanto se alejaba de Albon y sus perseguidores.

Y la remontada impecable de Sergio Pérez. Había largado muy atrás, pero su aceleración permanente lo llevó al promediar la carrera a la zona de los que suman puntos. Del 17º lugar de largada en la vuelta 12 llegó al 10º lugar. Y no se detuvo allí.

Luego dio cuenta de Sainz, Stroll y una pasada maravillosa ante Daniel Ricciardo. El orden de Hamilton, Verstappen y Bottas no se alteraba, en tanto las paradas en boxes marcaban modificaciones solo circunstanciales. La emoción se vivía del cuarto lugar para atrás; verdaderas batallas donde el mexicano Pérez era el principal protagonista.

Sobre el final, el ataque de Bottas sobre Verstappen se hizo más intenso. No pudo Valteri en el primer intento, pero en el siguiente giro encontró el hueco y lo superó para alcanzar el segundo lugar. En tanto, Lando Norris aprovechó un problema de Pérez, se había tocado con Albon cuando perseguía el cuarto lugar, y encontró el momento para superar al mexicano y coronar una muy buena carrera. Así, detrás de los Mercedes quedaron Verstappen, Albon, Norris, Pérez, Stroll, Ricciardo, Sainz y Kvyat en los puestos que suman puntaje para el campeonato, que por ahora tiene a Bottas primero con 43 puntos, a Hamilton segundo con 37 y Lando Norris tercero con 26.

Será una batalla entre Mercedes. Mc Laren da la sopresa de la mano de Norris, Leclerc quedó cuarto pero con esta frustración de Ferrari y Verstappen promete subirse a la discusión. Todo seguirá en una semana, en Hungría.

Mientras, Lewis Hamilton saborea este triunfo y acelera en una carrera que corre solo, tras el récord de Schumacher.


Hernán O’Donnell

Juventus consiguió un punto por el código penal

La primera parte fue atractiva, dinámica, vistosa. Dos equipos que salieron a jugar, con el pensamiento en el arco de enfrente y voluntad de ir a buscar el resultado.

Atalanta tuvo un arranque a toda orquesta. Con la conducción de Alejandro Gómez, el equipo de Bérgamo se hizo de la pelota, tuvo mucha dinámica y encontró todos los caminos para llegar a Szczesny. Y muy pronto tuvo su recompensa, porque a los 16′ el “Papu” Gómez hizo un buena maniobra, habilitó a Duván Zapata, y el colombiano definió fuerte cuando entraba al área. 0-1 y resultado que se justificaba.

El tanto ponía justicia en el marcador. Atalanta se hamacaba a gusto en Turín, con un equipo que tiene muy claro lo que quiere y lo que busca. Toque rápido, desmarques y búsqueda permanente del arco contrario. Mucho ritmo y dinámica. La “Juve” parecía cansada, como si la seguidilla de partidos le hubiera pasado factura. El equipo no tenía la frescura que había mostrado en los partidos iniciales de la reanudación. Solo Dybala mantenía el calor del juego. Bernardeschi tropezaba, Rabiot lucía incómodo, Matuidí discontinuo y Cristiano sin entrar en el circuito. El primer tiempo se fue entre lamentos, en tanto la visita derrochaba optimismo.

En el segundo tiempo el encuentro alzó el volumen. Se despertó el local, empujó hacia el arco de Pierluigi Gollini, y encontró la chance en una mano de De Roon que no nos apreció plausible de ser sancionada. Sin embargo, el árbitro entendió que era falta y el penal lo convirtió Cristian Ronaldo a los 54′ para poner el 1 a 1.

Luego, las ventanas de los cambios, que a veces refrescan y a veces desnaturalizan el juego. Primero a los 56′, el local movió la escuadra: Alex Sandro entró por Danilo y Douglas Costa reemplazó a Bernardeschi. Después lo hizo la visita; M. Pasalic ingresó por Ilicic.

El partido era entretenido, con un equilibrio más sostenido que lo que habíamos visto en el primer tiempo, donde el visitante nos había dejado una mejor impresión. La segunda ventana de cambios fue importante, porque incidiría en el desarrollo posterior. Iban 67′ cuando L. Muriel entró por Duván Zapata y R. Malinovskiy por Alejandro Gomez en Atalanta y Gonzalo Higuaín por Paulo Dybala en el local.

Las emociones iban a llegar con las variantes. Atalanta no renunciaba a su estilo, en tanto la “Vecchia Signora” exponía su jerarquía y el peso de la camiseta, en tanto le costaba más elaborar juego.

Llegaron los dos últimos cambios en la visita: A. Tameze por R. Freuler y M. Caldara por José Luis Palomino, a los 74′ de juego.

Y, lo dicho, la emoción que le agregaron los nuevos protagonistas. Muriel entró muy bien en juego, se asoció con criterio y las proyecciones de Hateboer le dieron a Atalanta un impulso que se concretó cuando Ruslan Malinovsky definió una jugada colectiva con tremendo remate de afuera a los 80′ y marcó el 1-2.

El resultado le ponía color al campeonato. Y Atalanta lo sostenía con mucha hidalguía. Incluso el ucraniano armó una jugada bárbara a los 84′ y su remate se fue apenas afuera. Hubiera sido la definición del partido.

Pero llegó otra polémica con el cierre del partido cuando Higuaín controló un balón, intentó un pase y el balón dio en la mano de Muriel. Quizás involuntaria, pero más clara que la anterior y plausible de ser sancionada. Iban 89′ cuando Cristiano Ronaldo volvió a hacerse cargo del disparo y lo ejecutó tal como había hecho el primero, fuerte y seco, al ángulo bajo derecho del arquero visitante.

Juventus llegaba al 2 a 2 por el código penal. El primero, difícil de sancionar, el segundo, con poco para discutir.

Así se cerró el encuentro en tanto el local se aferró al punto que lo mantiene a una buena distancia de sus perseguidores. Para Atalanta fue una frustración, porque en el cierre se le escaparon dos unidades que hubieran significado llegar al segundo lugar de la tabla. Pero dejó una imagen grande y valiosa de cara al futuro. Juventus acaricia la gloria, aún cuando el tanque de nafta empieza a dar señales de agotamiento, tras la caída ante Milan y este empate agónico.


Hernán O’Donnell

Sassuolo se llevó una victoria merecida y a Lazio se le esfuman las ilusiones

Un partido a pleno sol, contra un rival digno, prolijo y audaz. Una tarde que invitaba a la ilusión. A los 3′ llegó el local, con un remate cruzado de Immobile que pasó muy cerca del palo derecho del arco de Consigli.

Sassuolo no se sentía menos y le planteaba el partido de igual a igual, con mucho trabajo en la mitad de la cancha. Locatelli, Boga y Bourabia se plantaron para asistir las llegadas del equipo visitante, que muy pronto avisó con un tanto que no fue convalidado por el VAR.

Le costaba a Lazio salir, aunque había presentado una línea de cinco volantes, perdía en el centro del campo. Lukaku era el más activo para el progreso por izquierda, pero la visita se adueñó del control en el primer cuarto de hora. Y en ese andar, Sassuolo se mostró más lúcido y con mayor adaptación al juego.

Recién a los 32′ llegó Lazio, con un remate de Sergej Milinković-Savić que se fue bien abierto. El tiro no había sido para destacar, pero sí el momento en que el local volvió a aparecer en el juego. Y enseguida llegó el gol, por esos misterios del fútbol que a veces se hacen presente. un equipo que había hecho muy poco, casi nada, y sin embargo se encontró con una ventaja. Se fue de contragolpe Lazzari por la banda derecha, sacó el centro y Luis Alberto, cuando iba a controlar para rematar, el rechazo de un defensor rebotó en su pierna derecha y el balón fue al arco para sellar el 1 a 0 a los 33′ del encuentro.

Sin haber hecho demasiado, Lazio se encontraba en ventaja. Sassuolo iba a mantener la actitud, y siguió con ese espíritu de ataque que había mostrado desde el inicio. A los 37′ Boga sacó un disparo desde afuera que pasó muy cerca del poste izquierdo de Thomas Strakosha. Y sin mucho más para agregar se fue el primer tiempo, en un partido liviano, de tono menor, con buenas intenciones pero con poco ritmo, opacado por el calor y la acumulación de partidos.

El complemento se inició con variantes: Jony por J. Lukaku en Lazio y F. Caputo entró por H.J. Traore, mientras que M. Muldur reemplazó a J. Toljan en la visita.

Sassuolo, que había sido más claro en el primer tiempo, muy pronto encontró su recompensa. A los 51′ llegó por derecha con el ingrsado Francesco Caputo, y su centro fue derecho a Raspadori, quien convirtió el 1 a 1 con un disparo certero. El marcador se parecía un poco más a la realidad.

El dominio de la visita se hizo más claro, entonces Inzaghi decidió mover el banco local: Cataldi por Caicedo a los 60′ del encuentro. Buscaba sumar manejo a la mitad de la cancha, equiparar la zona de gestación, porque la visita, hasta esa hora de juego, se había mostrado más prolijo y claro en el dominio.

Y siguió esa tónica de juego, con la visita parada en campo del local, los zagueros bien cerca del centro del campo, Marlon y Ferrari empujaban desde allí y Caputo, se movía por los agujeros, para librar espacios y buscar llegadas. Lazio volvió a meter mano en el banco: Lucas Leiva entró por Milinkovic-Savic a los 66′. Y a los 67′ L. Haraslin por F. Djuricic en la visita.

El dominio de Sassuolo se hizo más marcado. Como si Lazio se hubiera desinflado, no sólo en lo físico, también en lo anímico, se lo veía caer con el correr del juego. A los 78′ Rogerio entró por J. Boga, de muy buen partido. Lazio aprovechó la última ventana para producir dos cambios: Iban 82′ cuando D. Vavro reemplazó a S. Radu y Bobby Adekanye entró por Luis Alberto; era el último intento por torcer un partido que tenía un rumbo complicado para el local. A los 86′ hubo un pelotazo …

Sassuolo metió el último cambio a los 88′. El zaguero Giangiacomo Magnani entró por el autor del gol, Raspadori, para acomodar la defensa ante el último arrebato de Lazio, que recién al final había arrimado al área visitante.

Y la justicia apareció al final; ya en tiempo de prórroga, Sassuolo desniveló, tras un tiro de esquina desde la derecha, apareció Caputo libre por el otro sector y con un cabezazo dentro del área chica marcó el 1-2 a los 90+1′ del partido.

Sassuolo celebró con mucha alegría la victoria. Había hecho los méritos para llevarse el partido de la capital de Italia. Fue más que su rival, propuso juego desde el inicio, no se deprimió con la desventaja inicial, fue práctico, limpio y honesto. Se llevó lo que merecía y hundió a Lazio en un tobogán que lo despide de la lucha por el título, en tanto el conjunto se mostró abatido y entregado casi desde el inicio del encuentro.


Hernán O’Donnell

En su camino al título, Madrid suma triunfos y polémicas

Una nueva controversia acompañó al Real Madrid. Y esta, de movida. Porque había pasado muy poco hasta el penal. Apenas la llegada de Alavés, que tuvo la situación más clara en el inicio cuando tras el centro de la izquierda Joselu metió un frentazo que se estrelló en el travesaño. Era un aviso en el inicio. El equipo visitante señalaba que no iba a jugar con complejos, pero el partido iba a tomar su rumbo definitivo en uno minutos más.

Muy pronto iba a llegar, otra vez, la polémica por un penal a favor de los merengues. Mendy se fue por la izquierda, entró al área y el cruce del lateral de Alavés lo derriba ante una rodilla que se choca con la pierna derecha del jugador local. Pareció leve, pero el contacto existió y el árbitro sancionó penal que Benzema transformó en gol a los 11’ para que el encuentro quedara 1-0.
La sensación de dudas en el fallo y la presunción de cosa juzgada se mezclaron en el amanecer del partido. Porque a esa falta de certeza total en cuanto a la infracción, el mundo que observaba por TV el encuentro trambién sumaba una sensación de que el partido estaba acabado no más comenzar.

Por más que Alavés soltó amarras y fue por el empate. pero las diferencias de jerarquía hacían suponer que mucho le iba a costar. Encima debió apelar a una variante a los 22′ cuando se fue lesionado el defensor navarro y debió ingresar Aguirregabiria. Pero iba a dar pelea, aún con los contratiempos sufridos.

Alavés supo explotar el costado derecho del local; sabía que por ahí encontraría el camino. Y fue, con los extremos y los volante. A los 25′ Burke sacó un buen remate que Courtois contuvo con jerarquía; a los 34′ una gran jugada por la banda izquierda de Oliver Burke generó un centro que Joselu no pudo rematar con precisión. Y Madrid que descnasaba en la ventaja y en el buen desmpeño de Mendy para progresar por izquierda mientras Modric conducía las salidas y Benzema abría surcos, caminos y pasillos, para la llegada de Rdrygo y Asensio. El partido, con sus bemoles, era parejo, por lo menos hasta el final del primer período.

En el segundo tiempo la cosa se iba a definir muy rápido; así como el inicio se resolvió con un penal, el sello del trámite iba a llegara los 50′ con el gol de Asencio tras la asistencia de Benzemá y la confirmación posterior del VAR. 2 a 0 y ahora sí quedaba ya la imagen definida. Solo un milagro podía torcer la historia. No porque no pudiera Alavés achicar la distancia, sino porque Madrid amenazaba con aumentar, mientras Courtois abortaba cualquier ilusión visitante.

Con el 2-0 Real Madrid se tranquilizó y se dedicó a mover el balón. La visita propuso dos variantes: a los 53′ A. Mahmoud entró por L. Fejsa y L. Rioja reemplazó a L. Perez. Mientras, Madrid aceleraba las imagenes de superioridad. A los 57′ Benzemá sacó un fuerte remate que Roberto Jiménez desvió y el rebote de Lucas Vázquez cruzó toda la valla. mendez sacudió y respondió Courois a los 65′ y Modric disparó fuerte pero respondió muy bien Roberto Jiménez. Era lo más claro de un partido hasta la nueva ventana de variantes.

Alavés fue por dos cambios más, los últimos que le quedaban. B. Sainz ingresó por E. Mendez y el panameño José Luis Rodriguez entró por Joselu a los 68′; ahí Madrid empezó a modificar su esquema para refrescar el aire y rotar jugadores. A los 69′ Federico Valverde reemplazó a Modric y el brasileño Vinicius ingresó por Asensio en Real Madrid.

Ya el partido había entrado en la crónica conocida y anunciada. Madrid dueño del balón, del control del juego. Alavéz, como un partenaire, lo corría de atrás. Y hubo una más cuando entró Isco, a los 81′ por Rdrygo, y dos minutos más tarde sacó un buen tiro que tapó el arquero visitante.

El partido concluyó con el Real Madrid en posesión del balón, sin problemas, sin sufrir, con tiempo para que Brahím Díaz ingresara por Casemiro en la prórroga, cuando ya todo parecía que había concluido hacía un buen rato y las especulaciones sobre la resolución a de La Liga esperan por su confirmación.


Hernán O’Donnell