El “Calamar” empezó la Copa “Binance” de la Liga Profesional de Fútbol con mucha ilusión a partir de varios resultados favorables. Le ganó a Talleres de local, empató en Tucumán con Atlético, y derrotó a Sarmiento en Vicente López. El equipo parecía crecer y encontrar el estilo que Claudio Spontón le había dado sobre el cierre de 2021. Pero después llegó la caída ante Banfield, y una seguidilla de derrotas que culminó con la salida del entrenador y la llegada de Omar De Felippe. Y el nuevo entrenador renovó el aire. Hizo un buen partido ante Racing, en el que hizo mayores méritos que su rival para llevarse la victoria, pero un penal de VAR en el descuento lo sumió en la derrota. Igualó ante San Lorenzo tras estar en desventaja por dos goles, y en pocos días debió enfrentar a Gimnasia. Y lo que muchos esperaban, una noche más que agradable, de luna llena y el color fantástico de una cancha enclavada entre el Río de la Plata, la amplia Avenida General Paz, el pintoresco ferrocarril y chalets muy agradables que la rodean, ideal para disfrutar una noche de buen fútbol, se transformó en una pesadilla.

Porque Gimnasia golpeó muy rápido. Al minuto avisó Tarragona de cabeza. Y a los 5′, el VAR le avisó al árbitro Penel de una dura entrada de Morgantini sobre Erik Ramírez. El juez de campo revisó las imágenes y sancionó el correspondiente penal. Lo ejecutó Tarragona, y puso el 0-1 para Gimnasia y Esgrima La Plata.

La falta había sido bien sancionada, pero al actuar el VAR, la gente se sintió molesta, como que se cobraba algo que la terna arbitral no había observado. Pero para eso pidieron tanto la tecnología, desde los medios periodísticos hasta la gente a través de las redes sociales. Porque las imágenes televisivas, desde múltiples ángulos, se transmiten desde hace muchos años. Y un gran sector del mundo futbolero reclamaba el uso de ellas al advertir que muchas cosas se le escapaban a los árbitros. Pidieron la tecnología incluso con el argumento de que se aplicaba en otros deportes, como el Tenis, basquetbol, Football Americano o Rugby.
Esto es lo que sucedió. Y en muchos partidos, salvo el grave error que benefició a River ante Banfield por un penal que no fue, porque vale aclarar que las imágenes televisivas muestran más cosas que el ojo humano puede ver, pero el que toma la determinación de convocar al juez de campo es el árbitro VAR, y quien toma la decisión final es el árbitro de campo. Claro que, tal como lo preguntamos en el curso de capacitación que dio la AFA, cuando el VAR convoca, ejerce, de manera consciente o inconsciente, una influencia sobre el árbitro principal.

Lo cierto es que Gimnasia se puso 0-1 adelante y encima los jueces de campo validaron un gol de Nicolás Bertolo en off side, que el VAR se ocupó de aclarar la infracción. Penel revisó las imágenes y no validó el tanto que hubiera sido del empate, con lo cual creció la bronca de los hinchas de Platense.

El local había salido con Jorge De Olivera; Morgantini, Kevin Andrade, Gastón Suso e Infante; Mauro Bogado y Hernán Lamberti; Ignacio Schor, Brian Mansilla y Nicolás Bertolo, y de centro delantero, Gonzalo Bergessio.
El “Lobo” contó con Rodrigo rey al arco; Guillermo Enrique, Leonardo Morales, Oscar Piris y Matías Melluso; Agustín Cardozo como volante central. Luego, Ramón Sosa, Brahian Aleman y Erik ramírez; y en el ataque Cristian Tarragona y Johan Carbonero.
A los 24′ llegó el “Calamar”. Gran jugada de Brian mansilla por izquierda, le cedió el balón al medio a “Lavandina” Bergessio, el remate de este fue rechazado por Rodrigo Rey, Schor capturó el rebote y asistió a Mauro Bogado, cuyo tiro se fue alto.
Volvió a llegar Platense a los 28′ con un centro de la izquierda, el cabezazo de Schor y el arquero Rey desvió al corner.
Pero la noche se había oscurecido, y a los 32′, cuando se escapó Johan Carbonero, y Juan Infante lo derribó en el área, Penel cobró un segundo penal que desató la bronca de la gente local. Incluso, una parte del alambrado de la tribuna del ferrocarril fue derribada, pero sin mayores consecuencias, pues se solucionó rápido con la intervención de la seguridad.
En el campo sobraron las protestas y el tiro lo ejecutó Ramón Sosa, a los 36′, para poner el 0-2 a favor de Gimnasia.

Platense salió a jugar el segundo tiempo con dos cambios. Augusto Schott entró por Morgantini, y Franz Gonzales Mejía ingresó en lugar de Mauro Bogado.
Pero a los 52′ se terminaron las ilusiones. Pase profundo de Aleman a Carbonero, este picó a gran velocidad, habilitó a la izquierda a Erik Ramírez, quien con un tiro cruzado venció a De Olivera y puso el encuentro 0-3 a favor de Gimnasia.
Poco tiempo después, a los 56′, Erik Ramírez le dejó su lugar a Nicolás Colazo en el “Lobo”, mientras que en el local Nicolás Delgadillo entró por Nicolás Bertolo, a los 59′ de juego.

Platense se adelantó en el campo y buscó de todas maneras. A los 61′ Augusto Schott probó con un buen tiro de larga distancia; a los 65′ Franz Gonzales Mejía remató y tapó Rey; a los 66′ un buen cabezazo de Andrade fue interceptado por el arquero de Gimnasia.
Buscó el “Marrón” y a los 68′ Sandoval entró por Gonzalo Bergessio. “Pipo” Gorosito, entrenador de la visita, decidió tres variantes a los 77′ de juego: Franco Soldano entró en lugar de Cristian Tarragona; Tomás Muro ingresó por el uruguayo Brahian Aleman, y Nery Leyes reemplazó a Johan Carbonero. Un refresco necesario en el equipo, que se apoyó en la habilidad del paraguayo Ramón Sosa, la figura de la cancha.

Sobre el final, a los 85′, Sosa le dejó su lugar a Miranda, en el último cambio del “Tripero”. Que pudo obtener un triunfo más amplio, porque a los 90+1′ Jorge de Olivera sacó un tiro libre al ángulo.
Platense se fue dolido y golpeado por una caída inesperada, porque el empate ante San Lorenzo le había dado una renovación. Pero golpeó muy rápido Gimnasia y esgrima, que supo jugar con los nervios del rival, convertir en los momentos justos, y llevarse tres puntos de oro para la ciudad de las diagonales.

Hernán O’Donnell