Apareció el campeón. En todo su esplendor. España, el gran candidato, el favorito de todos, el último ganador de la EURO 2008, el último Campeón Mundial de la FIFA, mostró sus credenciales en Polonia.
Una victoria categórica ante Irlanda. Con todos los condimentos: Goles, posesión de balón, dominio territorial, pressing constante, toques y triangulaciones. España brindó una exhibición de principio a fin. 4 a 0, sin atenuantes. A los 3 minutos la presión del “Niño” Torres ¡en el área de Irlanda! le permitió la recuperación y en una corrida abrirse para buscar el mejor ángulo y convertir. Apenas se había iniciado el juego, y España casi que lo definía. No sólo por el resultado, sino por lo que iba a ser a lo largo de los 90 minutos.

A partir de allí, la noche se repetiría con un libreto constante: Dominio de los españoles, mayor tenencia de balón y presión en el campo contrario. Gran trabajo de los volantes, como siempre. Xabi Alonso, Xavi, Iniesta.
Pero la diferencia la marcaron los hombres de arriba: David Silva y Fernando Torres. El primero, hábil, conductor. Tuvo una noche inspirada el hombre del Manchester City y pudo mostrar lo mejor de su repertorio.
El centre-forward pareció darle la razón a su técnico (por elegirlo por encima de Fabregas) y a también a aquellos que piden un “9” referencial. Con sus características, Torres se movió como un delantero centro; lució rápido, eficaz, intenso. Un jugador que fue importante en estos años de crecimiento español y que merece un reconocimiento por su aporte.

En ellos estuvo el brillo español. Porque si bien hay que decir que el trabajo colectivo fue de muy alto nivel, también es justo marcar que Torres y Silva fueron las estrellas de la noche.
Una noche de victoria y reencuentro. Una noche que también permitió que el ingresado Cesc Fábregas se sacara la bronca y gritara su gol, el cuarto de España.
Una noche que no tuvo oposición. Apenas la voluntad guerrera de los irlandeses, la fuerza de Robbie Keane en ataque, algún remate de Cox, o el ímpetu de Duff. El resto mezcló voluntad con serias fallas técnicas.
Una noche que el campeón dijo presente y volvió a ocupar el lugar de favorito de todos.
Hernán O’Donnell