El Ajax se atreve en cualquier cancha

Fue un dominio sostenido y atractivo durante los primeros 30′ de juego. Ajax salió a jugar en Londres como lo había hecho en Madrid o Turín: con desfachatez, atrevimiento y sin prejuicios. A jugar, tocar y atacar. Por eso se acercó mucho al arco de Lloris y a los 15′ encontró su premio cuando Van De Beek ingresó solo al área del Tottenham y derrotó al arquero local con un remate cruzado. Ajax encontraba su merecido premio cuando la primera de todas las semifinales recién entraba en sus primeros momentos.

Era el reconocimiento al equipo que mejor había jugado, porque encontró su espacio en el campo a partir del adelantamiento de su línea de 4, donde se destacó la firmeza de De Ligt y la proyección de Vetman. En la mitad de la cancha estuvo lo mejor, porque mientras De Jong y Schone mentanían el equilibrio, Van de Beek se movía por todas partes y era un enigma indescifrable para los locales, que no hallaban ni su figura ni descubrían su ubicación. Ziyech y Tadic lo acompañaban con justeza y fue muy duro para los de Pochettino acomodarse en el juego.

Recién en los últimos 5′ de ese primer tiempo mejoró el equipo inglés. Con más verguenza que fútbol fue para delante, empujado por el fervor de Rose y Trippier, más la habilidad de Dele Alli que apareció en el final de la etapa. Así acumuló varias llegadas, todas sostenidas con remates desde afuera del área.

Todo quedaba abierto en un complemento que prometía más emociones.

Y fue el local el que se adueñó del juego. Con el ingreso de Sissoko por el golpeado Vertonghen a los 39′ de la primera parte, Tottenham encontró una respuesta para un problema que le había surgido. Ese cambio fortuito le permitió acomodarse mejor en el segundo tiempo y apretar a Ajax contra su valla.

En todos los ataques, el equipo inglés se encontró con dos inconvenientes: a la buena tarea de Llorente de bajar todas las pelotas aéreas que llegaban no se le sumaban sus compañeros de ataque. Y Onana, el arquero visitante, tuvo una tarea sin fisuras.

El conjunto holandés no fue el mismo del primer tiempo. Perdió fuerza y lucidez, no tuvo espacios para explotar el contragolpe y no produjo maniobras en ofesniva. Sin embargo, contó con la situación más clara cuando faltaban pocos minutos con un disparo de Ziyech en el poste izquierdo de Lloris, que sólo apeló a observar el tiro cruzado.

Pudo haber aumentado el marcador, pero el resultado final le queda bien al partido. Ajax se lleva una victoria de Londres por 0-1, apretada y legítima. Y queda todo por jugarse en la revancha en Amsterdam, pero los holandeses mostraron una vez más que el sueño lo tienen bien presente y no hay ciudad, llamesé Madrid, Turín o Londres, que se interponga en su camino.



Hernán O’Donnell