El rugby argentino tiene un año cargado de actividades

Desde que entró, casi en silencio pero sin pausas, en el mundo profesional, el rugby argentino ha crecido de modo exponencial, sobre todo en lo que hace a las competencias internacionales y a la propagación de equipos y seleccionados que se mezclan en todos los desafíos que presenta el concierto mudial de este deporte.

Este año 2020 viene con un calendario muy cargado, con distintas pruebas, algunas ya conocidas y el debut de la Liga Sudamericana, toda una experiencia para una franquicia rentada, y privada, de nuestro país. Será un torneo nuevo, una nueva competencia, donde se presentarán equipos de Sudámerica, algunos relacionados con el fútbol como Peñarol de Montevideo, u Olimpia de Asunción del Paraguay. Ya se ha formado la franquicia argentina, con capitales privados y el apoyo de la Unión Argentina de Rugby.

El paréntesis del Circuito Mundial de Seven le permite al equipo argentino hacer una pretemporada de una semana en Pinamar para preparar los exámenes de Hamilton, los días 25 y 26 de Enero y de Sydney en los días 1 y 2 de febrero. El equipo que entrena Santiago Gómez Cora estará una semana en esta ciudad balnearia entre los días 6 y 13 del corriente mes. “Es algo que hacemos todos los años, una suerte de pretemporada para preparar al equipo tras el descanso de las fiestas de fin de año”, señaló el entrenador al diario de la costa “El Mensajero”. “Buscamos un lugar cercano a Buenos Aires y vamos a hacer los ajustes que creemos necesarios. Las próximas etapas van a ser complejas; se juegan en dos días y en un formato diferente, en el que sólo se clasifica el primero de la zona. Al perderse los cuartos de final se pierde la esencia de estos torneos, donde están los sueños de todos los equipos”, agregó el entrenador en el periódico mencionado.

El 14 viajarán a Oceanía y quedará definido el plantel que afrontará esta parte de la gira.

El Super Rugby este año empieza temprano; el 1 de febrero los Jaguares se presentarán en Vélez Sársfield en su partido debut. Antes jugarán dos amistosos ante el seleccionado de Georgia. Primero lo harán el 17 de Enero en Mar del Plata y luego lo harán el 24 en Buenos Aires. Y la semana siguiente, por los porotos, en uno de los torneos más importantes del mundo para clubes y franquicias.

El seleccionado nacional, los Pumas, recién tendrán acción a partir de julio, cuando se midan con Italia y Francia. Después llegará el Rugby Championship y el desafío enorme de cada año.

Hay actividad por todos lados, amén de la Currie Cup que jugarán Jaguares XV, y la América Rugby Championship que juega Argentina XV y este año modificó su calendario, pues no se harán al principio del año como era su tradición.

Todo en este 2020. Un año cargado de rugby, que ya empieza jugarse en todos los rincones del planeta, donde la ovalada convoca a los amantes de este increíble juego.


Hernán O’Donnell

(Enviado Especial a Pinamar, Provincia de Buenos Aires)

Sevilla busca lleno de esperanzas, pero no encuentra el camino

A los 14′ del primer tiempo salió el pelotazo largo de la defensa visitante, García chocó con Diego Carlos, y Capa apareció por atrás de todos, para meterse en el área y con un tiro cruzado abrir el marcador en el Ramón Sánchez Pizjuán. Athletica de Bilbao sacudía la red de Sevilla y le generaba un problema más a un equipo que no encontraba los caminos. Más, aún, a partir del tanto visitante Sevilla no pudo ordenarse. Se enredó en su ofensiva, buscó con individualidades y no acertó el camino para llegar al arco adversario. Ever Banega probaba de lejos, Lucas Ocampos intentaba con gambetas en velocidad por la punta derecha, Munir insistía en aranque furibundos por el medio. Era un equipo que esperaba empatar con un arresto individual.

Y cuando se juntaba a tocar, la pelota no progresaba más allá de la mitad de la cancha. Tal es así que la primera situación clara, clara fue un corner de Banega que se cerró y pegó en el travesaño, a los 42′ de juego. Antes, era el choque de un conjunto obstinado ante un equipo que sabía lo que quería. Era bien claro lo que querían los vascos: aguantar en su campo y salir rápido de contra.

Así fueron capaces de llevarse el primer tiempo. Pero Sevilla iba a redoblar la apuesta en el complemento. Lopetegui, de presencia constante e indicaciones permanentes, pedía más ritmo, más aceleración, más ambición ofensiva. Y Sevilla respondió. Se lanzó al ataque y a los 60′ consiguió el empate, tras un centro de Lucas Ocampos y el cierre desesperado del defensor de Athletic, Nuñez, que introdujo el balón en su propio arco. 1 a 1 y a seguir en la búsqueda.

Sevilla se lanzaba al ataque, abría espacios y dejaba atrás mucho campo para la explotación visitante. Entonces se armó un partido abierto, interesante, de ida por parte del local y de vuelta vertiginosa en cada contragolpe visitante. Lo tuvo el Sevilla con un remate en el palo de Navas, lo tuvo el equipo vasco en un remate alto desviado. El marcador estaba abierto y el final era impredecible. Julen Lopetegui optó por poner a Franco Vázquez cuando llegábamos a los 80′ de juego, en reemplazo de Munir, a la búsqueda de que frotara la lámpara y el genio pudiera producir algo, un truco de magia para resolver el enigma que Athletic le había planteado. Nada fácil, por cierto.

En esa zona del partido solo quedan dos caminos por tomar: o aferrarse a la convicción, al libreto conocido y “morir con las botas puestas”, o apelar al corazón, a la improvisación, a la “carga barracas”, al milagro, al impredecible “ganar como sea”. Sevilla se quedó a mitad de camino. No mantuvo su juego y se desordenó demasiado. Tuvo una chance a los 86′ con un tiro libre de Banega y el cabezazo de Diego Carlos que se fue muy cerca. Mientras, el Athletic le ponía hielo a los minutos finales. Un centro de Jesús Navas a los 89′ terminó en las manos del arquero visitante. No lastimaba Sevilla ni con el juego ni con los arrebatos del corazón. Terminaba enredado en sus ilusiones, en esa búsqueda llena de esperanzas por alcanzar la cima, pero por ahora no la puede encontrar, tras un empate que le supo a poco.


Hernán O’Donnell

Lionel Scaloni y el desafío de un año exigente

El año ha comenzado y Lionel Scaloni, el DT del seleccionado nacional, ya lo vive con intensidad. Sabe que tiene por delante dos enormes desafíos, la Competición Preliminar de la Copa del Mundo de la FIFA-Qatar 2022, que comienza en pocos días más y la CONMEBOL Copa América Argentina-Colombia 2020.

“El balance es positivo”, dijo al sitio oficial de la AFA. “Fuimos de menor a mayor, se consolidó un equipo y alcanzamos cierta madurez. Se lograron revertir resultados que antes no se podía. Nos falta acoplar algunos jóvenes, verlos, que tengan la impronta de los grandes”, agregó.

Sabe que cuenta con una base: “Hubo cambios de jugadores, pero la base es la misma. El núcleo duro no varió. Hicimos una buena Copa América Brasil 2019, aunque queríamos llegar más lejos. Ahora está el desafío y la motivación de jugar una Copa en casa, con todo lo que implica”, señaló.

Sobre las eliminatorias, respondió: “Las de Sudamérica son las más difíciles. Hay que ir a la altura, al frío, al calor, viajes largos. Llevan muchas cosas que otras no tienen. No me cabe la menor duda que son las más difíciles de todas”.

Sin embargo, está sereno y confiado. “Formamos un equipo. Es lo más importante. Tenemos un grupo y un equipo conformado, que puede crecer, pero que tiene lo más importante “.

Lionel Scaloni, con la fe intacta, ante un año que presenta enormes desafíos.



Hernán O’Donnell