El partidazo que prometían Países Bajos y Francia se redujo a tan solo un cuarto de hora. Tal vez unos pocos minutos más. Luego, el primer tiempo mantuvo la calidad pero bajó en intensidad. Aún así, fue bastante bueno, y generó muchas expectativas por lo que podía ser el complemento. Sin embargo, en el segundo tiempo las luces se apagaron, la música bajó el volumen, las estrellas se difuminaron, y la fiesta de Fútbol que ambos insinuaron se redujo a un partido pensado, cauteloso, tranquilo. Sólo Francia mantuvo la amenaza latente de llegar hasta el arco rival, y así produjo varias situaciones como para llevarse la victoria, pero no logró perforar la defensa naranja. Y la UEFA EURO-Alemania 2024 tuvo su primera igualdad con el marcador en blanco.

El equipo de Ronald Koeman formó con Bart Verbruggen; Denzel Dumfries, Stefan de Vrij, Virgil van Dijk y Nathan Aké; Jerdy Schouten y Tijani Reijnders; Jeremie Frimpong, Xavi Simons y Cody Gakpo; Memphis Depay.
El equipo de Didier Deschamps alineó a Mike Maignan; Jules Koundé, Dayot Upamecano, William Saliba y Theo Hernández; NGolo Kanté, Aurelien Tchouameni y Adrien Rabito; Ousmane Demebelé, Marcus Thuram y Antoine Griezmann.
El cuarto de hora inicial fue frenético, con múltiples llegadas y la sensación de que iba a llover goles. Al minuto se escapó Frimpong por derecha, y cuando estaba cerca de definir, sacó un tiro cruzado que pasó muy cerca. Respondió Francia con un disparo al ángulo de Antoine Griezmann que el arquero Verbruggen sacó al corner, a los 3′ de juego.
Otra chance clara para los franceses sucedió a los 13′. Llegó Rabiot en posición de definir, optó por darle el pase a Griezmann, quien no pudo controlar la pelota y resolver. Luego, a los 14′, Griezmann sacó un tiro que se fue apenas alto.
Y enseguida, a los 15′, Cody Gakpo enganchó de izquierda al medio, dejó a dos rivales en el camino, y metió un remate que Maignan desvió abajo.
Era un comienzo electrizante, que recorría la noche de Leipzig a alto voltaje. De a poco, la tensión comenzó a bajar.

A los 27′ un gran pelotazo de Jules Kounde a Marcus Thuram fue aprovechado por el delantero, que con un poderoso pique se fue al arco rival, y sacó un tiro que pasó por encima del travesaño.
Y sobre el cierre, Francia contó con otra oportunidad. Iban 42′ cuando llegó un centro que cabeceó muy bien Antoine Griezmann, pero Verbruggen controló abajo.

Toda la expectativa generada por una gran primer período, se diluyó con el correr de los minutos del complemento.
Países Bajos se empezó a acomodar al resultado, retrasó líneas y le propuso a Francia un partido incómodo. Para los galos, tener el balón y el campo, sin espacios para explotar porque su rival acumulaba gente en su propio territorio, resultó problemático. Y optó por jugar tranquilo, medido, mover la pelota hasta que el hueco apareciera.
Esto sucedió a los 59′. Una combinación muy precisa entre Rabiot, Dembelé, Rabiot y el pase a Thuram, quien remató afuera, fue la primera maniobra bien elaborada del segundo período.
A los 62′ llegó un centro de la derecha que Tchouamení cabeceó alto. Y volvió a producir una jugada combinada de precisión, que otra vez terminó con un disparo defectuoso de Griezmann, cuando iban 64′.
Países Bajos recién iba a avisar a los 68′ con un disparo de Xavi Simons que llegó a la red, pero la jugada no fue convalidad por off side de Depay.
Visto en apremios, Ronald Koeman hizo tres variantes a los 72′ de juego: Joey Veerman entró por Xavi Simons; Georginio Wijnaldum ingresó por Jerdy Schouten, y Lutsharel Geertruida reemplazó a Jeremie Frimpong.
A los 74′ Didier Deschamps hizo las primeras dos modificaciones en Francia. Kingsley Coman reemplazó a Ousmane Dembelé, y Olivier Giroud, ovacionado por su gente, entró por Marcus Thuram. Cuando iban 78′ de juego, Koeman hizo el cuarto cambio en su equipo: Wout Weghorst entró en el lugar de Memphis Depay.
El partido, a esa altura, ya se había apagado. Apenas quedaban algunas luces de Francia, que llegó a los 85′ con una buena bajada de Olivier Giroud para la entrada de Antoine Griezmann, pero salvó a tiempo de Vrij.
Y no hubo nada más, porque la conformidad alcanzó a ambos, que sumaron un punto, pero quedaron en deuda porque nos habían mostrado, al inicio del juego, que podían haber hecho un partido para recordar.

Hernán O’Donnell