Granada sumó un punto en Valladolid y trepa en La Liga española

Fue la gran sorpresa de la última jornada cuando venció al poderoso Barcelona. Ese triunfo, la buena campaña y la posición expectante en la tabla de competencia, hizo del partido en el que visitaba a Valladolid en la apertura de la sexta fecha un encuentro interesante, en el que el mundo futbolero posó los ojos sobre él.

Y resultó un encuentro entretenido, con acciones de ida y vuelta, dominio alternado y expectativa hasta el silbato final.

El comienzo fue del local. Salió decidido, con un esquema ofensivo, con la intención de asumir el protagonismo y tuvo el control del juego durante los primeros quince minutos. Así fue como a los 12′ Toni Suárez desbordó por la izquierda y metió un centro en el área chica, preciso y rasante, para la entrada de Oscar Plano quien marcó el 1 a 0.

Después, cambió el desarrollo. Granada salió a buscar. Abrió la cancha por medio de Díaz y Vadillo, salió con pelota prolija y se propuso rescatar el encunetro. Valladolid se acomodó al libreto habitual de los equipos cuando tienen la ventaja en el resultado: retrasarse unos metros, tratar de cortar en tres cuartos de cancha y salir rápido de contragolpe para aprovechar los espacios. Por momentos lo logró, sobre todo con el trajín de Toni Suárez por izquierda y Sergi Guardiola por el frente de ataque.

En ese lapso, Valladolid fue mejor.por lo menos supo controlar el partido; en el primer cuarto atacó, y una vez conseguida la diferencia se paró unos metros más atrás y le jugó de contragolpe a partir de recuperar el balón en tres cuartos de cancha.

Granada sabía que debía ser ancho para progresar. Y buscó por las bandas. Neva y Vadillo por izquierda, Díaz por derecha. La salida prolija y la intención de desequilibrar por los costados para abrir la retaguardia local. Y en una maniobra por el costado derecho encontró su recompensa. Rdríguez Díaz la llevó por el centro hacia la derecha, habilitó a Víctor Díaz y el centro fue conectado por Carlos Fernández para vencer la oposición de Masip y logró el empate 1 a 1 a los 42′ de juego.

Sobre el final del primer tiempo, la visita conseguía el empate como un premio a su constancia y confianza. Valladolid, que había sido superior, se encontró, de pronto, con que todo estaba igualado.

En el complemento, el juego decayó. No tuvo el ímpetu del primer tiempo, y faltó certeza en los últimos metros. El libreto fue similar al de la primera parte, con un dominio del local, sostenido en su intención ofensiva.

Después de unos minutos, Granada volvió a salir. Como si hubiera necesitado, en cada etapa, unos minutos para acomodarse al juego, para adaptarse al partido. Y atacó, con más recaudos que en la etapa inicial, sin soltar del todo las amarras del buque.

No sobraron las ocasiones. Apenas una bien clara para el visitante, cuando un gol no fue convalidad porque un hombre de Granada estaba en la línea de la pelota cuando surgió el remate y tapaba la visión de Masip. Jugada discutida, que pudo significar el triunfo de Granada y la escalada a lo más alto de la tabla en soledad.

No pudo ser, pero tampoco fue para lamentarse. Porque en rigor de verdad, en un encuentro difícil en el que Valladolid fue superior, Granada se llevó un punto que le deja un buen sabor porque le permite mirar a todos desde la zona de la alta de la tabla cuando se sumó hace muy poco a la división de honor.


Hernán O’Donnell